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jueves, 29 de marzo de 2012

"Tiempo congelado" (2002).


-- "Clockstoppers". Estados Unidos. Año 2002.
-- Dirección: Jonathan Frakes.
-- Actuación: Jesse Bradford, French Stewart, Paula Garcés, Michael Biehn, Robin Thomas, Garikayi Mutambirwa, Julia Sweeney, Lindze Letherman, Jason George, Linda Kim, Ken Jenkins, Esperanza Catubig, Jennifer Manley, Scott Thomson, Deborah Rawlings.
-- Guión: Rob Hedden, J. David Stem y David N. Weiss, basados en una historia de los tres y de Andy Hedden.
-- Banda Sonora: Jamshied Sharifi.

-- "Tiempo congelado" en IMDb.
-- "Tiempo congelado" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un tipo llega a un aeropuerto y trata de embarcarse a como dé lugar. En vez de despertar sospechas por su aspecto y prisas, los funcionarios lo dejan pasar y pasar y pasar, hasta que de pronto, algo sucede que acaba metido de nuevo en una camioneta, y los malos malosos le sacan el disfraz, y el pobre hombre ya no puede fugarse. Cambio de escena a... una escuela genérica en que tenemos a un estudiante genérico rebelde-pero-perdedor-pero-coolcomotú yendo a las clases de su padre, etcétera. El chico quiere comprarse un automóvil, pero como esta peli va por Nickelodeon y no por el macarra de Michael Bay, el chico no obtiene un automóvil que se transforma y que lo va a meter en una guerra de robots transformables de otro mundo, sino apenas una rotunda negativa, lo que nos sirve para aprender que no hay comunicación entre padre e hijo (¿dónde habré visto esto antes? Ah, sí, como en cincuenta pelis "familiares" antes). En paralelo, nuestro chico ha descubierto que una compañerita de clases está muuuuuu buena (no en plan "rubia desaliñada genérica de peli adolescente yanki estilo Hilary Duff" sino que buena de verdad), y ella muy dura y todo, pero ya sabemos como son, que sólo se hacen para que uno se esfuerce y las subyugue con charmé y... no diré virilidad porque eso está un poco pasado en moda. En fin, el caso es que cuando por fin consigue a la chica, el chico en cuestión por accidente activa un reloj que se ha colocado, y paraliza el tiempo. Al poco se lo cuenta a la chica, lo que está muy bien porque si antes ella lo encontraba simpático-pero-no-sé, ahora que él tiene algo único y con potencial para ser explotado sí que se muestra receptiva y todo (aprendan, aprendan). Y se lo cuentan al mejor amigo, que como es negro, está destinado a tocar el violín, a hacer el payaso, y a quedarse mirando como su amigo blanco se come a la chica. Pero no todo es alegría y felicidad con el invento que paraliza el tiempo alrededor de las personas. Ya habrán colegido que los malos tienen algo que ver con el asunto, concretamente ellos inventaron el aparato (a espaldas del Gobierno porque ésta es una peli familiar, así es que el Gobierno son "los buenos" también), y ahora que se han enterado de que el chico posee un ejemplar por esas revueltas del guión, irán a por él. ¿Tenemos una trepidante peli de acción con soundtrack de coros gregorianos ad portas? Bueno, yo no diría tanto. Más bien una entretenidilla peli de aventuras con soundtrack shitty-punk-rock ad portas.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

"Hay que ver las mierdas de pelis que se hacen ahora. En mis tiempos...". Todas las generaciones han sido así. Muchos tipos que renegaban de "La guerra de las galaxias" en su día, eran añejos que habían crecido con los seriales dominicales de Flash Gordon y Buck Rogers, que eran más o menos la misma cosa. A su vez, muchos de los que adoraron "La guerra de las galaxias" después crecieron consumiendo todo ese descerebrado cine adolescente de Ciencia Ficción ochentera tipo "La chica explosiva", sólo para convertirse en los 2000s en estirados y pedantes treinta-cuarentañeros despotricando contra el cine adolescente de la actualidad. Eso, por no hablar de los pedantes que si una peli de superhéroes no te hace pensar o no luce profunda como "The Dark Knight", pues a la basura con ella (pelis como "Daredevil" o "Los Cuatro Fantásticos" van a ser recordadas por los niños de los 2000s como "esas que eran malillas, pero uno las veía de niño y les tenía cariño", acuérdense de mí). "Tiempo congelado" entra dentro de la categoría. Triste, pero cierto. Triste, porque estas pelis deberían ser reivindicadas como lo que son, un intento de crear diversión inocente pero honesta, en vez de ser denostadas por lo que nunca pretendieron ser, o sea, serias y graves aproximaciones a los aspectos existencialistas de la Ciencia Ficción. De paso, digamos que dirige Jonathan Frakes, el tipo que tanto nos ofrece una de las mejores entregas de Star Trek ("Primer contacto") como a renglón seguido descargarnos la más aburrida y plomiza de todas ("Insurrección"), y que con "Tiempo congelado" dejó más o menos, bueno, eso, congelado, su estatus como director, antes de hundirse definitivamente por el despeñadero con "Thunderbirds".

¿POR QUÉ VERLA?

-- Lo dicho. Esta es una peli manufacturada por Nickelodeon para consumo rápido adolescente. Si se la toma con esa perspectiva, y por qué no decirlo, con esa alegría de vivir, la peli está bien. Ofrece todos los tópicos habidos y por haber en el género, incluyendo el chico rebelde pero con corazón (Jesse Bradford, quizás no tan buen actor pero carismático en su cometido), la chica guapa a conquistar (Paula Garcés, 28 años a la fecha de rodaje la condenada y no aparenta más de 20, además de que se ve realmente buena y no como una desabrida clon de Hillary Duff, ya decíamos), el amigo payaso, el padre preocupado pero distante, el mentor-gurú a la fuerza (un antiguo alumno de su padre, envejecido por su propio invento), y el cortejo de villanos liderado por un anglosajón (Michael Biehn, el Kyle Reese de "Terminator", pasándoselo pipa como malo maloso) y con un negro durazno y una japonesa fría como el hielo como esbirros. Pero todo el mundo acá se lo toma lo suficientemente en serio como para que la historia, aunque sea lo mil veces visto, no caiga en el payaseo más descarado (bueno, no demasiado, porque está la infumable escena en la fiesta hiphopera, pero no podía ser perfecto tampoco). No es tampoco cuestión de pedirle demasiada lógica a la peli tampoco (¿cómo es que los chicos se la pasan tanto rato arriba de un escenario hiphopero y nadie los ve ni siquiera como una mancha borrosa, por mucha aceleración de partículas que le pongan?, ¿y cómo cuando el chico se superacelera hasta el punto de poder traspasar las paredes, no traspasa el suelo hasta llegar al centro de la Tierra?), pero al menos le sacan partido a la idea principal, un poco más que si fuera un mero mcguffin. Por cierto, algo en esta (relativa) seriedad con que se toman el proyecto de hacer una peli adolescente que sea una buena peli adolescente, debe tener que ver con la presencia de Gale Anne Hurd como productora (la mujer que produjo "Terminator", "Alien 2", "Terminator 2: El juicio final", "Demente", "Armagedón" y "Aeon Flux" entre otras). Lo único que de verdad se merece crítica despiadada aquí sea la sobreabundancia de esa música de mierda que pasaba por punk-rock a comienzos de los 2000s (Smash Mouth, Blink-182, Simple Plan, etcétera), pero bueno, si estamos haciendo un producto adolescente, no íbamos a incluir el Canon de Pachebel acá, claro está. De manera que si te pones exquisito, es una otra mediocre peli adolescente más, pero si tienes sentido del humor o aceptas las pelis por lo que son, es una opción para ver algo ligero y entretenido. ¡Caray, los carachos de malo que se manda Michael Biehn ya de por sí justifican la curiosidad!

IDEAL PARA: Días en que se busca entretenimiento ligero.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

domingo, 25 de marzo de 2012

"La invención de Hugo Cabret" (2011).


-- "Hugo" (título original), "La invención de Hugo" (título en España). Estados Unidos. Año 2011.
-- Dirección: Martin Scorsese.
-- Actuación: Ben Kingsley, Sacha Baron Cohen, Asa Butterfield, Chloë Grace Moretz, Ray Winstone, Emily Mortimer, Christopher Lee, Helen McCrory, Michael Stuhlbarg, Frances de la Tour, Richard Griffiths, Jude Law, Kevin Eldon, Gulliver McGrath, Shaun Aylward.
-- Guión: John Logan, basado en el libro de Brian Selznick.
-- Banda Sonora: Howard Shore.

-- "La invención de Hugo Cabret" en IMDb.
-- "La invención de Hugo Cabret" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

París, más o menos hacia 1930, con la Torre Eiffel bien clavada en su sitio para que sepamos que ES PARÍS, LEÑE. La cámara nos lleva en un paneo desde las alturas hasta las calles, desde ahí hasta una estación de trenes, desde ahí por los andenes entre los pasajeros, y luego se levanta hasta los relojes, en donde vemos a un niñito llamado Hugo. Este niñito es un pobre mozalbete que vive un poco como paria, escondido de todo el mundo, y le roba tuercas y piezas mecánicas a un pobre viejo relojero que tiene un puesto en la estación. A medida que avanza la peli, nos enteramos de que el chico es casi el sueño húmedo de Charles Dickens: huérfano, con su madre muerta temprano en la vida, con su padre muerto después, no tiene amigos en el mundo, se esconde en la estación porque de lo contrario terminará en un orfanato... No, aclaro, no está basado en una novela de Charles Dickens sino de un tal Brian Selznick, que sólo le faltó hacerlo tísico y darle un simpático cachorrillo que se muera a mitad de peli para ponerlo como colega de copas de Remi. El caso es que en un encontrón con el relojero, éste se ha llevado una libreta en la que parece haber reconocido los diseños de un autómata que, la peli nos revelará un poco después, está escondido en poder del chico, y que además es el último legado que le dejó su padre antes de fallecer (¡melodrama, leñe!). El relojero amenaza con quemar la libreta y el chico lo sigue, y en éstas, un poco a santo de nada, la hija del relojero (sí, parece nombre de blog) le cae bien el chico y, a hurtadillas del padre, se hace amiga de él. Juntos, ingresarán a la más grande aventura de sus vidas, una en que descubrirán la verdadera identidad del relojero (¡¡¡CHACHAAAAAÁNNNNNN!!!), el secreto que esconde el autómata, y de paso, todos aprenderemos de manera didáctica acerca de los orígenes del cine, que ni el Libro Gordo de Petete oiga...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En tiempos de crisis es habitual que las manifestaciones artísticas tiendan a regresar al pasado y hacer una relectura del mismo. En 2011 coincidieron dos muy buenas pelis acerca de los orígenes del cine: "El artista" y ésta. La primera es una peli francesa ambientada en los '30s y sobre el cine en Estados Unidos, la segunda es una peli yanki ambientada en los '30s y sobre el cine de Francia, están con los cables cruzados éstos del Primer Mundo. Cuando se supo que lo siguiente de Martin Scorsese era una peli infantil, la parroquia de beatos cinéfilos se llevaron las manos a la cabeza. ¿Acaso íbamos a tener a Al Capone interpretado por Joe Pesci soltándole sarta garabatos al chico en cuestión...? En realidad, la peli terminó siendo una de esas cosas que la crítica cinematográfica cursi llama "una carta de amor al cine". Para bien o para mal.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos por lo obvio, por Martin Scorsese. El hombre tiene dos grandes registros fílmicos, que es el cine de desarraigados del sistema ("Calles peligrosas", "Taxi Driver", "El toro salvaje"), y la épica histórica ("La edad de la inocencia", "Pandillas de Nueva York", "El aviador"...). Pero se tiende a olvidar que es capaz de un muy amplio registro fílmico, como que se la pudo con el cine de sicópatas ("Cabo de miedo"), con el epic religioso ("La última tentación de Cristo"), y diríamos lo mismo de "La isla siniestra" si el guión no hubiera sido un reverendo zurullo. Puede parecer que Martin Scorsese is playing against type aquí, rodando una peli dirigida para los peques de la casa, pero las dos grandes temáticas suyas están más que presente: la primera mitad es justamente sobre dos desarraigados (el chico, claro está, pero el relojero también, por razones que adivinaremos conforme avance la peli), y la segunda es epic histórico en estado puro, todo un recorrido panorámico sobre los comienzos del cine, sobre cómo se rodaba, y en particular sobre lo que significó la llegada de la magia del cine a nuestras vidas. A cambio, olvidémosnos de que esto sea una peli infantil: a pesar de haber sido marqueteada como tal, la verdad es que un niño probablemente se aburrirá con las cosas que se le presentan por delante. Los niños, en particular los actuales, suelen ser crueles y cínicos, por sobredosis de "Los Simpsons" y "South Park", y una peli con tan buen corazón como ésta, es poco probable que llegue a tocarlos. Quizás la gran pega, en lo que a este punto se refiere, y que es culpa de Scorsese en exclusiva, es su excesivo lucimiento de la investigación, empalagoseándose con mostrarnos hasta el último detalle en desmedro de una narración fluida y constante. Hizo la investigación, vale, pero también hay que saber qué datos NO incluir para evitar que el asunto se convierta en un fárrago, y eso Scorsese no lo sabe evitar bien, quizás porque ES EL CONDENADO MARTIN SCORSESE, JOER, y tiene una reputación de gran artista que mantener. Pero a cambio, Scorsese rueda la que probablemente es su mejor peli del siglo XXI, muy lejos del espectáculo grandilocuente-pero-anémico que ha sido su marca de fábrica en más de una década ("Pandillas de Nueva York", "El aviador", "Los infiltrados", "Shine a Light", "La isla siniestra"). Se nota que Martin Scorsese hizo esta peli no desde el cerebro sino desde el corazón, y con eso, cualquier defecto en esta línea se le perdona desde... bueno, desde ahí justamente, desde lo más profundo del corazón.

-- La magia del cine. Insistamos un poco más en eso. En estos tiempos cínicos que corren, en que el cine infantil post-"Shrek" tiene que ser un poco "Los Simpsons" y no tomarse en serio el cuento, es reconfortante encontrarse con una peli que nos enseña de nuevo que muy en el fondo, los 24 cuadros/seg sirven para transportarnos a un otro mundo. Esta peli se inscribe así claramente en la línea de cosas como "La guerra de las galaxias", por poner un ejemplo muy distinto, en donde quizás lo que se cuenta no es tan importante o interesante o trascendente, pero te hace creer que "un hombre puede volar" (bueno, ésa es de "Superman", pero, vamos, me entienden...). La escena clave aquí es cuando la chica, que sólo ha conocido las aventuras por los libros, es invitada por el chico al cine, en lo que claramente es una "primera cita", y tienen la oportunidad de maravillarse con el arte de Harold Lloyd. Martin Scorsese consigue eso que muy pocos han logrado: plasmar en personajes, diálogos e imágenes, el amor que despierta el cine como medio para narrar historias, y a través de los ojos de los niños (los niños protas, pero también el "niño crecido" que resulta ser un crítico de cine aparecido bastante adelante en el metraje) podemos asomarnos otra vez a la ilusión que nos produjo la primera vez en que vimos una peli y pudimos sumergirnos al otro lado del espejo. Algo que explica el discurso final de un personaje a través del cual pareciera que el propio Scorsese está hablando, acerca de su propio amor por el arte de producir y ver pelis, y de mantener la memoria histórica del cine: el pasado cinematográfico es parte del presente cinematográfico, y el presente cinematográfico es parte de nuestro presente como civilización.

-- El 3D. Otra cosa para que los beatos se lleven la mano a la cabeza: ¡¡¡SCORSESE RINDIÉNDOSE A LA MODA DEL 3D!!! Pero Scorsese, mostrando el viejo zorro que es, no se adaptó al 3D, sino que tomó el 3D y lo adaptó A ÉL, faltaba más. Hasta el minuto habíamos visto que el 3D se prestaba de maravillas para escenarios fantásticos como "Tron: El legado" o las pelis de animación, por ejemplo, pero a la hora de tratar con personajes reales ("Las crónicas de Narnia: El Viajero del Alba", por ejemplo), se transformaba en algo superfluo, incluso molesto a ratos. Scorsese en cambio ha conseguido que el 3D se transforme en algo casi orgánico e integral a la peli, con un tratamiento de las escenas en que se luce por todo lo alto. No hay nada que temer aquí acerca de que el 3D se utilice para lanzarte balas o fragmentos de vidrio a la cara. Por el contrario, el 3D se convierte en parte del discurso de la peli: estamos en los albores de una técnica de narrativa cinematográfica que parece haber llegado para quedarse, al menos por un buen tiempo, y cuyas posibilidades están recién siendo exploradas, y esto tiene su paralelo con el mundo al interior de la peli, en que los protas están siendo testigos de los albores del cine como medio de expresión, y del desarrollo del lenguaje cinematográfico. De manera que te maravillas por el 3D igual que los protas se maravillan por el origen del cine. Por supuesto que el cineasta homenajeado es el primer gran creador del cine fantástico y de los efectos especiales, lo que tiene su correlato con el mencionado 3D, y con ello el círculo se cierra. Esta es una de las pocas pelis, quizás la única por el minuto, de las que cabe decir que verla en 2D es como ver una comedia musical sin audio: sin explotar a fondo las posibilidades de la tecnología, la cosa queda un poco huérfana. Lo que nos lleva al siguiente tópico...

-- El hombre-máquina. Este concepto permea la peli en su totalidad. El prota mismo lo dice en un minuto: dentro de una máquina, cada pieza tiene un propósito, y si la sociedad entera es como una gigantesca máquina, entonces cada persona debe tener su propio propósito (viendo una panorámica de París, para remachar la idea). Sintomáticamente vemos dos hombres-máquina en la peli. Uno de ellos es el autómata, un ingenio mecánico con forma humana, pero que está descompuesto: será cuando esté reparado, que develará un enorme secreto que, mucho nos tememos, en realidad se adivina casi desde el minuto 1 de la peli. Este automáta es una cumbre de la perfección humana, la máquina vuelta humano, y se contrapone al humano vuelto máquina: el guardia de la estación. Este personaje, el villano oficial de la peli, es lo inverso, un ser humano que primero como huérfano reprimido ha perdido su alma, y después como herido de guerra ha perdido su pierna, reemplazándola con una prótesis ortopédica que chirría y necesita aceite. La aceptación de ambos corre en paralelo: el reencuentro del autómata con su creador implica la sanación espiritual del mismo, mientras que la aceptación del guardia de su pierna inválida (vía romance, claro, es Hollywood después de todo) tiene el mismo efecto. Esto a la vez se vincula con el cine, que en la última parte se nos presenta como una enorme maquinaria bien engrasada para permitirnos plasmar y visualizar nuestros sueños (pensándolo bien, es una idea bastante reaccionaria). De esta manera, die Mensch-Maschine se transforma en un pivote bastante importante del concepto de la peli.

-- La realización está brillante. Asa Butterfield es un gigantesco actor infantil, lejos de los pesaditos ésos que sobreactúan o tratan de caer simpáticos a la fuerza. Su química con la chica Chloë Grace Moretz, que interpreta a una pijecilla sabelotodo que al final termina por aprender un par de cosas, es inmejorable. Ben Kingsley nos entrega su mejor papel en años, después de haber actuado en mierdecillas como "El sonido del trueno" o "La isla siniestra", y justifica sobradamente por qué ganó alguna vez el Oscar con "Gandhi". Sasha Baron Cohen podía parecer una elección terrible para villano, en concreto el guardia de la estación, pero miren que lo hace bien el condenado, creando un personaje que al principio oscila entre lo terrible y lo ridículo, y que deviene en uno muy querible, casi entrañable, a medida que se va humanizando (¡sí, "Borat" sabe actuar!). En cuanto a los cameos de Ray Winstone como el tío alcohólico, Jude Law como el padre, Emily Mortimer como la florista, y Christopher Lee como el bibliotecario, cada uno está simplemente impecable en lo suyo. Esta es una de las pocas pelis en donde no se puede decir de ningún actor que desentone en serio, o que con su actuación baje el nivel del resto: todos dan lo mejor de sí, y lo logran. Sumémosle una bellísima partitura de Howard Shore (responsable del soundtrack de ese otro hito cinematográfico que fue "El Señor de los Anillos", y que musicalizará "El Hobbit"), y tenemos una peli quizás no redonda, que quizás le sobra por alguna que otra punta, pero sí que se antoja como casi inmejorable.

IDEAL PARA: Ver... ¿lo diré? Sí, lo diré, y que el cielo me fulmine por volverme tan cultureta: Ideal para ver la carta de amor de Martin Scorsese al cine.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "LA INVENCIÓN DE HUGO CABRET":

-- "Reseña: La invención de Hugo (2011)" en Dehparadox.
-- "Crítica - 'La invención de Hugo Cabret' (2011), de Martin Scorsese: Homenaje de Scorsese a otro grande del cine" en Mi Cine.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

jueves, 22 de marzo de 2012

"¡SOS! Hay un loco suelto en el espacio" (1987).


-- "Spaceballs" (título original en inglés), "La loca historia de las galaxias" (título en España). Estados Unidos. Año 1987.
-- Dirección: Mel Brooks.
-- Actuación: Mel Brooks, John Candy, Rick Moranis, Bill Pullman, Daphne Zuniga, Dick Van Patten, George Wyner, Michael Winslow, Joan Rivers (sólo voz), Lorene Yarnell Jansson, Sal Viscuso, Ronny Graham, Jim J. Bullock, Leslie Bevis, Jim Jackman.
-- Guión: Mel Brooks, Thomas Meehan y Ronny Graham.
-- Banda Sonora: John Morris.

-- "¡SOS! Hay un loco suelto en el espacio" en IMDb.
-- "¡SOS! Hay un loco suelto en el espacio" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

¡Los malvados astropelotas están a punto de tocarle las pelotas al buen planeta Druidia! ¡Y robarles todo su aire! Es lo que tienen las Revoluciones Industriales, que generan contaminación, y después hay que usar todos los chiches bélicos fabricados por las Revoluciones Industriales para atacar a planetas más inocentes, más descontaminados y más desarmados. El plan es arreglárselas para secuestrar a la princesa Vespa, y chantajear a su padre el rey para que entregue la combinación de la burbuja que protege la atmósfera del planeta (sobre cómo pensaban secuestrar a la princesa Vespa en primer lugar si no podían acceder al planeta, misterio misterioso de los misterios aquí). Mientras tanto, la princesa Vespa, que es Daphne Zúñiga cuando estaba buena, está a punto de casarse con el príncipe Valium, que por exigencias del guión es el único príncipe disponible en las cercanías a pesar de que... bueno... hace honor a su nombre, digámoslo así. Pero la princesa que quería vivir sale arrancando a todo escape, y en vez de esconderse por ahí, tiene la mala idea de salirse del planeta. La ocasión que el malvado Dark Helmet y su banda estaba esperando, por supuesto. De manera que los villanescos astropelotas van tras la princesa Vespa, y la consiguen a-punto-de-capturar. ¿Está todo perdido? ¡Oh, no! Porque el rey contrata a Lone Starr para rescatar a la princesa. Olvidándose de que las princesas caprichositas se enamoran de los rufianes que es un encanto. La lucha entre Dark Helmet y Lone Starr por la princesa ha comenzado, y también el descojone generalizado de Mel Brooks contra Star Wars y todo lo que se le relacione o parezca.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Mel Brooks era hot en los '70s, con parodias directo a la mandíbula como "Locuras en el Oeste" (against Western), "El joven Frankenstein" (sentándose en los monstruos de la Universal), "La última locura de Mel Brooks" (su comentario sobre el cine mudo), "Las angustias del doctor Mel Brooks" (take that Hitchcock) y "La loca historia del mundo" (su versión sobre las Biblical y Epic Movies). Y de pronto, algo sucedió. Quizás fue el relativo fracaso de taquilla de "La loca historia del mundo". Quizás fue el agotamiento de su fórmula o su manera de hacer parodias, que a veces peca de un tanto repetitiva. Quizás fue que no encontró su camino a través de los '80s, en donde todo se hizo imagen y MTV, y el humorismo mismo cambió, se hizo menos clásico y más gamberro (y por qué no decirlo, hacer humor paródico para adolescentes cuyos sesos estaban sorbidos por MTV que pensaban que la Historia Universal había principiado en 1981, era una manera segura de que nadie en la audiencia entendiera los chistes). El caso es que desde los '80s que Mel Brooks ha andado un poco a las patadas. Ha seguido siendo el mismo de siempre... sólo que no exactamente el mismo de siempre. Después rodaría "Las locas aventuras de Robin Hood" y "Drácula: Muerto pero feliz", dos comedias estimables y bastante subestimadas por la audiencia, pero que admitámoslo, no tienen el brillo de las originales. Entre medio rodó "¡SOS! Hay un loco suelto en el espacio", que es su parodia de la Ciencia Ficción en general, y claro, de Star Wars en particular. Pobre Mel. Un cineasta que no será la crema de la crema de los humoristas fílmicos, pero que nos ha dado tantas buenas horas de carcajadas, se merecía un destino mejor.

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¿Star Wars tamizada por el filtro implacable de Mel Brooks? La reacción puede ser variada. Algunos lo pueden encontrar una majamama incomprensible y muy poco graciosa. Otros en cambio pueden aplaudirla hasta despellejarse las manos. El caso es que puesto a parodiar Star Wars, Mel Brooks no se corta en ir a la médula. Su argumento en realidad trae a primera escena todo lo que George Lucas había tratado cuidadosamente de ocultar, para dar la idea de que lo suyo era nuevo u original. ¿Había una princesa en Star Wars? Pues le damos un castillo, faltaba más (y EL castillo, el de Neuschwanstein nada menos). ¿Todo es grandioso o apoteósico? Entonces abrimos la peli con una secuencia de 90 segundos mostrando TODA la nave. ¿El mejor amigo del prota es un felpudo con patas? Entonces ponemos a un perro que habla, y asunto arreglado. A la larga, esta peli es una eficaz y mortífera deconstrucción de todos los códigos de género de Star Wars, mostrándonos de manera implacable de dónde salieron todas y cada una de las ideas de George Lucas. Lo interesante del caso es que, leyenda urbana dixit, George Lucas mismo estuvo muy complacido con la parodia, cuando leyó el libreto. ¿Qué otra cosa más iba a hacer? ¿Demandar...? La peli también hace uso y abuso de una serie de tópicos procedentes de otras sagas, series y franquicias, incluyendo por supuesto la inevitable referencia al teletransporte de Star Trek, un cameo a lo amigo respecto de "Alien", etcétera.

-- Quizás los mejores chistes de la peli, sean los metatextuales. Todos los referentes al mercadishing de la peli, por ejemplo. Dark Helmet jugando con muñequitos de la franquicia, después de pasada la carcajada inicial ante lo desopilante de la escena, es un profundo TOMA ESO a los fanáticos de la franquicia (de Star Wars, que de ésta, creo que nadie es friki de ésta en particular. O del pobre Mel en general). Y qué quieren, aunque chorra y todo, a mí me gana el chiste de que van a comenzar la metamorfosis de la nave espacial, y Dark Helmet dice: "¿Listo, Kafka...?". Y la parodia alcanza lo sublime cuando los villanos arriendan la peli de SPACEBALLS... ¡¡¡ANTES DE QUE HAYA SALIDO AL CINE!!! Claro, aparte de un chiste de autorrecursividad que haría las delicias de Escher o de Borges, tenemos una escalofriante predicción de nuestro mundo del siglo XXI (¿"Wolverine", lanzada a internet antes que a los cines, alguien...?).

-- Los actores están en estado de gracia. La idea de poner a Dark Helmet como un nerd canijo puede parecer un recurso demasiado obvio para hacer reir, pero cuando ESE nerd canijo es RICK MORANIS, la cosa no puede ser sino alabada. Un jovencísimo Bill Pullman por su parte ya era aventurero estelar mezcla de Indiana Jones con Han Solo, años antes de ser PILOTO DE CAZA Y PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS en "El día de la independencia" (¿habrá tenido Roland Emmerich este rol de Pullman en mente, a la hora de contratarlo?). Daphne Zúñiga está muy atractiva en el rol que seguramente terminará por ser el pináculo de su carrera, antes de irse al declive en made-for-TV-movies y hacer de otra histérica más dentro del extenso elenco de histéricas de "Melrose Place". Mel Brooks por su parte hace un poco lo suyo como el Presidente de Astrobola, aunque parece francamente más divertido como Yogurt. John Candy es otro de esos actores que consigue sacar adelante con dignidad lo que en esencia es un rol de mierda (el compañero perro del héroe, otra sátira demasiado obvia, salvada por un actor de fuste). Y tener al entrañable Dick Van Patten en un par de escenas como el rey de Druidia, o al chico maravillas de los ruiditos de "Locademia de policía" que es Michael Winslow en una escena de cameo, sólo puede hacer más magnífico lo que ya es de por sí apreciable.

-- El soundtrack, sin ser ninguna maravilla, acompaña la mar de bien a esta peli. Admitamos que hacer una parodia del gran soundtrack de John Williams para Star Wars es una tarea en donde gentes de las más altas competencias han fracasado de manera lastimosa, y entonces tendremos a un soundtrack livianito y aventurero, que llena de lo más bien la papeleta.

IDEAL PARA: Ver una parodia de Star Wars que, pese a ser un tanto obvia a ratos, levanta mucho el nivel gracias al esfuerzo de los concurrentes.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Duelo final de Lone Starr con Dark Helmet [en inglés, sin subtítulos].

domingo, 18 de marzo de 2012

"Tirador" (2007).


-- "Shooter". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Antoine Fuqua.
-- Actuación: Mark Wahlberg, Michael Peña, Danny Glover, Kate Mara, Elias Koteas, Rhona Mitra, Jonathan Walker, Justin Louis, Tate Donovan, Rade Serbedzija, Alan C. Peterson, Ned Beatty, Lane Garrison, Zak Santiago, Michael-Ann Connor.
-- Guión: Jonathan Lemkin, basado en la novela de Stephen Hunter.
-- Banda Sonora: Mark Mancina.

-- "Tirador" en IMDb.
-- "Tirador" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Africa. Los boys del Yuesáiarmi están allá afuera, listos para la acción. Entre ellos dos francotiradores, cubriendo la marcha de un convoy. Uno de los coleguetes le muestra al otro una artesanía hecha por su novia, y con esto sabemos dos cosas: 1.- El coleguete es futuro fiambre porque nunca debes mostrarle objetos o fotos personales a un colega tuyo en una peli si quieres salir vivo de la siguiente escena, y 2.- La noviecita debe estar muy buena, así es que cuando se difunte el chico, ahí va a estar el amiguete para atrincársela. En fin, resulta que los boys son emboscados, y el asunto termina un poco más o menos mal. Lo típico. 36 meses después, el sniper está cómodamente instalado en las montañas, en plan monitos animados de Rambo (cuando aparecía el coronel Trautman en helicóptero y decía por megáfono: "¡Rambo, tu Patria te necesita!"). Allá van a buscarlo porque, bueno, es el más mejol, y lo necesitan. El negrito buenoide de turno le dice: "Oye, mira, ayúdanos a planear a matar al Presidente de los Estados Unidos". El otro, en un acto de huevonera suprema, vez de tirarse para atrás porque ese pescado huele a muchas tardes al Sol, prefiere contestar "dime más". El negrito dice entonces: "Lo vamos a matar, pero es de mentirijillas, porque tienes que planear el asesinato nada más, y después lo impedimos. Es que, ¿sabes?, tenemos un terrorista allá afuera que quiere hacer eso". El otro no quiere, no porque sea una celada obvia como una ballena en un tonel, sino porque está retirado, ya no estoy en eso nene, etcétera. Pero le venden otra vez la moto del patriotismo, de que AMERIKA ÜBER ALLES, de que "¿sabes cómo llamábamos a los cobardes antipatriotas como tú en West Point? ¡Estudiantes de Harvard!", hasta que lo convencen. El otro va y les proporciona un plan de asesinato completito, con pelos y señales. Y, para sorpresa de nadie que sepa cómo acaban estas cosas, o se haya mamado sus buenas temporadas de "24", al final el Presidente de los Estados Unidos sí es tiroteado, en un lugar tan emblemático y patriótico como Filadelfia (ya saben, 4-VII-1776...), y a quién le echan la culpa... Al mocosito ése que elaboró el plan en primer lugar, por supuesto. Ahora, con todo el FBI encima, sin lugar donde esconderse, el francotirador irá a por ellos, investigará quién demonios está detrás del asunto, los cazará como corresponde, y les enseñará que ¡¡¡CON LA PATRIA NO SE JUEGA, CARAJO!!!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Lo dicho tantas veces. El mundo después del 9-11 no fue el mismo. Antes, los yanketas de pro podían sentirse orgullosos de pertenecer a la Tierra de los Libres y todo eso. Incluso cuando habían pelis de denuncia contra polis corruptos, políticos corruptos, o empresarios corruptos, siempre se dejaba bien en claro que eran tipos antipatriotas. Pero en los 2000s, resulta que quiénes se bañaron con la bandera de las stars & stripes eran justamente los enemigos de los valores de la democracia y la libertad de Estados Unidos, hombres tenebrosos como Karl Rove, Dick Cheney, George W. Bush, etcétera. No en balde, para ganar, en la quinta temporada de "24" el buen Jack Bauer tuvo que descabezar al mismísimo Gobierno de los Estados Unidos, con un par de huevos, eso es soberanía del pueblo y para el pueblo y lo demás son zarajandas. El que una oscura mafia de tipos dentro del sistema trabajen contra el Gobierno no es nada nuevo, en realidad, y ahí tienen cosas desde "Los tres días del Cóndor" hasta "Encima de la hora", pero hay algo de urgencia en el tratamiento del tema en el mundo post 9-11/2001. Colgándose un poco a la moda de Jack Bauer, y otro poco a la de Jason Bourne ("Identidad desconocida" y secuelas), alguien dijo que era buena idea adaptar una novela de Stephen Hunter, basada en un personaje llamado Bob Lee Swagger, que podía ser negocio redondo si funcionaba en la taquilla, porque su autor ha escrito como cinco, y por lo tanto, franquicia potencial habemus. El asunto no funcionó todo lo bien que debería, y por lo tanto, a media década de distancia, no parece haber planes para una secuela (lo que, por otra parte, no ha impedido que sagas aparentemente muertas y sepultadas resucitaran antes, como pasó con Jack Ryan en "La suma de todos los miedos"). Una lástima, porque esta peli, si bien no es una joya ni mucho menos, sí merecía un mejor destino del que tuvo.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Crítica política aparte, esta peli tiene un cierto clasicismo en su tratamiento que la hace un tanto distinta a los blockbusters hollywoodenses al uso. Cortesía de Antoine Fuqua probablemente, que en los 2000s nos ha entregado a lo menos un par de buenas pelis, cuales son "Día de entrenamiento" y "El Rey Arturo" (más la primera que la segunda, todo sea dicho). En última instancia, el escenario político y social es en realidad eso, un escenario, y lo que importa es justamente esa cosilla de "alone against the world". Al final, esta peli es casi como uno de esos Western crepusculares en donde un pistolero solitario llega a un pueblo de corruptos y debe empezar a limpiarlo fusil en mano. Sólo que es un francotirador y no un pistolero, y su arma es un rifle de alta precisión y no un par de pistolones. Este enfoque dignifica enormemente un producto que, desde otro punto de vista, no puede evitar algunos giros de argumento bastante obvios (vamos, que el atentado no es lo que parece, que ya sabemos a dónde irá el jovencito cuando esté solo y abandonado de la mano de Dios, que ya sabemos los jerifaltes del FBI putearán al único agente que adivina la verdad, etcétera. Lo de siempre vamos), además de algunos obvios reclamos publicitarios como poner a Rhona Mitra y a Kate Mara en encantadora lencería para escenas que funcionaban perfectamente con sus bien tonificados cuerpecitos cubiertos con la ropa de costumbre (bueno, no me quejo por eso, tampoco, incluso hasta me hace gracia el descaro con el que hacen este... ehm... explotaishon). De esta manera, una peli que parte de manera un tanto deslavada y que puede inducir al aburrimiento a más de alguno, va cobrando pulso a medida que avanza la trama y empiezan a aparecer los huevos podridos al fondo del refrigerador, hasta un final que, sí, es predecible, y sí, es un tanto lowlands, pero que calza bien con el espíritu desencantado de la peli que, por qué no decirlo, era también en el 2007 el espíritu de una nación moralmente en bancarrota después de las barrabasadas de los neocon en la Casa Blanca. Por este pulso narrativo y esta dimensión vagamente metafísica de la peli, uno les perdona alguna que otra actuación deplorable (más allá de que está muy buena, Kate Mara no podría llorar en escena ni aunque la chorrearan con jugo de cebolla), una trama sin grandes sorpresas (o con algunas bastante previsibles), y una peli sin demasiadas escenas de acción que te corten el aliento. En resumen, un blockbuster que, siendo "uno más del montón", se deja ver con dignidad. Dado como anda el cine post-2000s, no es poco.

IDEAL PARA: Ver relajadamente.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

jueves, 15 de marzo de 2012

"Hitman: Agente 47" (2007).


-- "Hitman". Francia / Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Xavier Gens.
-- Actuación: Timothy Olyphant, Dougray Scott, Olga Kurylenko, Robert Knepper, Ulrich Thomsen, Henry Ian Cusick, Michael Offei, Christian Erickson, Eriq Ebouaney, Joe Sheridan, James Faulkner, Jean-Marc Bellu, Nicky Naude, Abdou Sagna, Ilya Nikitenko.
-- Guión: Skip Woods.
-- Banda Sonora: Geoff Zanelli.

-- "Hitman: Agente 47" en IMDb.
-- "Hitman: Agente 47" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Como ésta es una de esas pelis hecha con esos libros de dibujo de "conecte los números con líneas", lo diré así: PUNTO A: El Agente 47 es un francotirador de una organización chupisecreta y recibe el encargo de matar al Presidente de Rusia, y por supuesto, para que haya peli, el encargo sale mal y ya tenemos al Agente 47 en guerra contra el mundo. PUNTO B: El Agente 47 se encarga de liquidar a todos los villanos. La peli se trata de cómo va el asunto del PUNTO A al PUNTO B. ¿Cómo? Qué más da...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Esta peli está basada en un videojuego. No me hagan decir más.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Para quienes en el 2007 se cagaron en "Tirador" por ser una americanada mayúscula: esta peli tiene más o menos la misma trama (francotirador en un trabajo, el trabajo sale mal, y todo el mundo persiguiendo al prota), pero si "Tirador" era un entretenimiento aceptable e incluso interesante en su planteamiento pseudoWestern, acá no hay redención posible. Ni por los escenarios (Rusia, ¿OK? Bastet, ¿tanto les costaba imitar, ya puestos, a "GoldenEye", "El Santo", o, horror de horrores, a "Juego de espías"?). Ni por el prota (¿Timothy Olyphant como asesino calvo? ¿El? ¿El geek de mierda de "Duro de matar 4.0"? ¿Es que a este tipo nadie le dijo que Jason Statham había pasado del rol, y peor aún, que VIN DIESEL, el tipo que se dignó de rodar "xXx" y "Rápido y furioso", encontró que esta peli era demasiado poco para él?). Ni por la música, anodina a más no poder (con decir que la de "Juego de espías" está mejor, está todo dicho). Ni por la trama, que después de unos primeros 20-25 minutos bastante adrenérgicos y que tienen gancho (ahora mata al Presidente, ahora resulta que no murió, ahora resulta que el Presidente mismo fue quien encargó el trabajo, qué demonios pasa aquí...), pero que después deviene en mero pretexto para montar escenas de acción molonas que... bueno, no molan, lo siento (y van...). Bueno, a ver, puestos a buscar cosas buenas en esta peli. 1.- La escena de acción en la estación de trenes está aceptablemente bien resuelta, y 2.- Olga Kurylenko (ahora interpretando a una rusa, como corresponde, y no a una ¡boliviana! como en "Quantum of Solace") se pasea en bolas en un par de escenas (vello púbico incluido, algo no muy común en el cine mainstream por estos días). Si ambas, ehm, virtudes, de la peli, son suficientes para el estoico lector de Cine 9009, juzgadlo ustedes. Yo me voy a descansar, a ver si con eso se me olvida un poco que perdí una hora y media de mi vida en eso... (Bueno: 3.- Dura sólo hora y media, no más).

IDEAL PARA: Ver a Olga Kuryl... Nah, para eso está en Google Image Search (Safe Search desactivado, claro).

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

domingo, 11 de marzo de 2012

"El artista" (2011).


-- "The Artist". Francia / Bélgica. Año 2011.
-- Dirección: Michel Hazanavicius.
-- Actuación: Jean Dujardin, Bérénice Bejo, John Goodman, James Cromwell, Penelope Ann Miller, Missi Pyle, Beth Grant, Ed Lauter, Joel Murray, Bitsie Tulloch, Ken Davitian, Malcolm McDowell, Basil Hoffman, Bill Fagerbakke, Nina Siemaszko.
-- Guión: Michel Hazanavicius.
-- Banda Sonora: Ludovic Bource.

-- "El artista" en IMDb.
-- "El artista" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

El cine mudo, la época en que el concepto de banda sonora implicaba tener un pianista aporreando un piano cerca de la pantalla. George Valentin es el más grande y el más mejol de todos los espadachines onscreen. Los chicos lo admiran, y las chicas... bueno, lo admiran también, claro, que a más de alguna le gustaría ser ensartada por la espada, para irritación de la esposa malcarada que nuestro prota tiene en la house. De pronto, por accidente, una chica termina cruzando la red de seguridad de los policías (que, créanlo o no, en ese tiempo no andaban vestidos como Robocop ni premunidos de lacrimógenas como para limpiar a los kurdos de Kurdistán), y la chica que decíamos acaba en brazos de George Valentin. Flechazo inmediato, foto en los periódicos y too. La cosa no iría a mayores, porque entre tanta gente no hay tiempo para cambiarse números de teléfono, y Facebook no existía todavía, pero resulta que ella al poco va a una audición como extra. Casualmente (¿o no?), en la misma peli en donde George Valentin es la estrella. Reencuentro, y gestitos de miñi-miñi-ñau-ñau, y etcétera. El entonces va y le pone el lápiz en toda la cara... (no, no es lo que creen, estoy siendo literal aquí, vamos, que hay que explicarles todo) ...y le estampa un lunar que ni Cindy Crawford oigan, y con ese puro detalle, la chica está lista para comerse a Hollywood (ahora sí, metafóricamente hablando). Entretanto el mundo gira, y llega una novedad nueva novedosa... ¡¡¡SONIDO!!! Ahora las estrellas de Hollywood... ¡¡¡HABLARÁN!!! ¡Miren esta gente, qué inventarán después! ¿Ver pelis en 3-D? El caso es que George Valentin se ríe a carcajadas del nuevo invento, porque verán, qué idiota va a escuchar hablar a sus estrellas cuando el verdadero arte está en el gesto, la morisqueta y el saltimbanqueo, ¿no? Pero en los estudios van a hacer las talkies, y aunque el directivo es muy wena onda y trata de convencerlo de que haga talkies y todo (¡ejecutivos de Hollywood con corazón! ¡Y luego decían que esta peli no era de Sci-Fi!), el caso es que George Valentin decide que eso no'spaél, y se larga. A rodar su propia peli muda. Que compite por el día del estreno con la talkie de... adivinaron, la chica pizpireta ésta que cada día le va mejor. El resultado es bastante previsible: estrellón de la cinta muda, subida de la otra hasta el infinito y más allá. Y el resto es aún más previsible: estamos en una cinta europea, así es que esperen... ¡¡¡DOLOR!!! ¡¡¡DESESPERACIÓN!!! ¡¡¡DRAMA!!! ¡¡¡AUTODESTRUCCIÓN!!! A todo esto, ¿ya les dije que todo está rodado en blanco y negro, con la cámara ligeramente acelerada, sin diálogos y con cartelitos explicativos...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El cine mudo. Un montón de pelis insoportables para la mentalidad moderna, con esos maquillajes recargados y esa gesticulación absurda y ridícula. En donde la ausencia de sonido te mata cualquier sentido de realidad envolvente que te inyecte épica en "El acorazado Potemkin", te cause pánico en "Nosferatu" o te transporte ¡¡¡AL FUTURO!!! con "Metrópolis". Apenas se descubrió el truco para hacer pelis sonoras, los estudios se abalanzaron como langostas al nuevo invento. Incluso le sacaron partido inventándose de la manga un nuevo género completamente nuevo e imposible en el cine mudo: la comedia musical (pensándolo bien, no todo son bondades con la llegada del sonoro). ¿Han visto ustedes cuántas pelis de cine mudo hay posteadas en los casi 800 comentarios de Cine 9009 a la fecha? Poquísimos, ¿verdad? Y eso por una buena razón: esas pelis no se distribuyen ni se editan, y hay que verlas un poco entre gallos y medianoche porque no hay público que las sufra, entonces no se lanzan en DVD ni se encuentran por... ejem... medios menos directos, digamos, por lo que el público tampoco puede acostumbrarse, por lo que... círculo vicioso, vamos. Pero aún así, las pelis del cine mudo tienen encapsulado dentro de sí todo un arte y toda una estética que le son propios, y de ahí que más de algún chafado hasta les cobre cariño y todo. Como Michel Hazanavicius (vaya apellidito), que decidió hacerles un homenaje. Todo parecía indicar que esta peli no la iba a ver nadie. ¿Una peli muda...? ¿En 2011...? ¿Y tiene tridí al menos...? ¿Tampoco...? ¿Y además FRANCESA? ¡Joder! Pero los hermanos Weinstein, que aunque pretexten ser cine arte en realidad son más del tipo mercenarios que le venden cultura pequeñoburguesa a las masas, olieron que ahí había algo, compraron los derechos cuando la cosa se exhibió en Cannes, y se forraron una vez más, haciéndose con municiones del arma más valiosa del arsenal hollywoodense: calvos dorados. Y nosotros en Cine 9009 hasta fuimos a verla y todo. Como un campeón. Aunque sea francesa. Y en blanco y negro. Y muda. Porque la curiosidad mató al General Gato, como de costumbre.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos por lo obvio: el homenaje. ¿Funciona? Sí, y con palabras mayores. El argumento de la peli es muy simple, pero retoma el remezón que significó para Hollywood el paso de las morisquetas a las talkies. Esta peli enseña mucho más sobre ese traumático proceso que un montón de libracos sobre historia del cine. Esto, hermanado con que la peli misma está rodada como una cinta muda, es aún más grandioso. Lo que hace la fortuna de esta peli, es que no es servil ni lamebotas. Nunca se pasa de roscas tratando de imitar un tipo de cine ya muerto y bien muerto. Si en algún minuto de la proyección hay que saltarse las propias reglas, se las saltan. Porque peli muda mis cojones de gato. A diferencia de muchas mudas que les encajaban cualquier partitura que más o menos sirviera, esta tiene la suya propia y específica. Además, en una escena clave a mitad de peli, aparece... ¡¡¡EL SONIDO!!! En un gran rasgo de genialidad, no es dentro de la "realidad" sino en un sueño (¿será una alusión al surrealismo, ese movimiento "superrealista" que estaba de moda en forma paralela en la Europa de la época?). Tampoco recurren al extremo de agarrar el fotometraje y trucarlo para que se vea viejo u oxidado (truco que hicieron con "Zelig" por ejemplo, pero de manera justificada porque ahí era un falso documental, y por lo tanto la peli TENÍA que verse envejecida en los segmentos claves). La peli en ese sentido es refulgente y prístina, más o menos como nuestros tatarabuelitos debieron haberla visto en su época. En ese sentido, el homenaje toma los recursos clásicos del cine de la época, pero aprovecha lo que le conviene y se salta el resto, consiguiendo así una peli mucho más ágil y lograda de lo que hubiera sido de haber tratado la imitación servil. Y eso se agradece. Mucho. Un montón. Alguien que ha visto alguna que otra muda (peli muda, no mudas de las otras, vamos) lo dice.

-- Un rasgo importante de esta peli, es que por debajo del argumento en concreto, late una trama que es absolutamente universal, y eso hace que el drama y meollo de la peli conecten mucho mejor con el espectador que si fuera algo específico del período (algo que, por otra parte, lastra a tantas piezas "de época"). En primer lugar, tenemos la renuencia al cambio. Hay un personaje que está bien, envidiablemente bien, y de pronto su situación cambia porque el progreso tecnológico lo deja obsoleto. Podría tratar de adaptarse, pero no puede. Esa es una idea vieja como el mundo, y que nunca envejecerá. La peli no trata de vendernos moralina, de todas maneras, si se considera que en la época, un hombre debía ser proveedor, macho alfa, etcétera, para ser, ya saben... viril. De manera que la cosa adquiere tintes de tragedia griega: el personaje no sólo está sin un p*** duro, sino que además de manera implícita, es su propia virilidad la que está a sopladillo. La peli es también una bella historia de amor, romántica y ñoña a decir basta, pero eso era un poco el uso de los melodramas de la época, además de que a veces lo más simple es lo que mejor funciona. Como aquí, por ejemplo, en que la pareja de protas tienen una química innegable.

-- Jean Dujardin. De todo el elenco, el prota es el que está mejor. Consigue montar en escena muy bien esa sensación de autosatisfacción al comienzo, de descenso al infierno después, y de personaje hundido en la miseria al último, sin sobreactuar en ningún minuto. Y todo eso, expresándolo con un estilo de actuación que es anacrónico, y que por lo tanto debió haberlo aprendido engulléndose quién sabe cuántas pelis de época. Porque es fácil expresar desesperación al estilo ¡¡¡TOM CRUISE!!!, gritando bien fuerte y poniendo cara de estreñido tratando de tirar submarinos al mar para mostrar el punto. Mucho más difícil es hacerlo sin que se sienta el volumen de tu voz porque, básicamente, no tienes voz (y no, ser sordomudo como Marlee Matlin la prota de "Te amaré en silencio" es hacer trampa). Usualmente soy muy crítico frente a los Oscares, que según yo premian el gusto de la Academia en vez de lo realmente bueno (¿quién dijo que un puñado de vejetes arios saben de verdad sobre lo que es el buen cine?). Pero en este caso creo que el Premio Oscar al Mejor Actor estuvo muy bien adjudicado (sin perjuicio de que al escribir esto no he visto TODAS las pelis candidateadas, pero puedo pensar en alguien que lo haga IGUAL de bien, pero ¿mejor que esto, en el año...? Está difícil).

-- El perro. Yo no sé si será un homenaje al Milú de "Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio" y a Tintín en general (y miren que se parece el condenado), pero es un gran detalle. ¿Realista? No, en lo absoluto. Pero sí un bonito homenaje dentro de la lógica de las pelis del cine mudo, y del pulp de aventuras de la época.

-- Secuencias memorables. El inicio, en donde vemos una peli-dentro-de-la-peli con malvados comunistas soviéticos aplicando torturas estilo "Metrópolis" al prota para que ¡¡¡HABLE!!! (premonitorio, ¿eh?). La secuencia del sueño. La peli-dentro-de-la-peli que rueda nuestro prota para seguir defendiendo las cintas mudas. Y por supuesto, el grande finale, que no develaré, pero que es una pequeña joyita de cómo estremecer y hacer llorar al respetable.

IDEAL PARA: Ver una peli nostálgica y romántica, que nos recuerda que no se necesitan presupuestos titánicos ni multimillonarios efectos especiales para hacernos soñar.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "EL ARTISTA":

-- "The Artist, de Michel Hazavicius" (sic) en Cajón de Historias.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en mudés, algún subtítulo en hablés].

jueves, 8 de marzo de 2012

"La amante del teniente francés" (1981).


-- "The French Lieutenant's Woman" (título original en inglés), "La mujer del teniente francés" (título en España), "La dona del tinent francès" (título en catalán). Inglaterra. Año 1981.
-- Dirección: Karel Reisz.
-- Actuación: Meryl Streep, Jeremy Irons, Hilton McRae, Emily Morgan, Charlotte Mitchell, Lynsey Baxter, Jean Faulds, Peter Vaughan, Colin Jeavons, Liz Smith, Patience Collier, John Barrett, Leo McKern, Arabella Weir, Ben Forster.
-- Guión: Harold Pinter, basado en la novela de John Fowles.
-- Banda Sonora: Carl Davis.

-- "La amante del teniente francés" en IMDb.
-- "La amante del teniente francés" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

¡¡¡LUZ...!!! ¡¡¡CÁMARA...!!! ¡¡¡ACCIÓN!!! Rodando, "La amante del teniente francés", toma 1... Meryl Streep en atuendos de época (de la Inglaterra victoriana/eduardiana en concreto), camina hacia un paisaje tempestuoso, que por supuesto se supone refleja su proceloso mundo interior, muuu romántico too. En paralelo tenemos a Jeremy Irons que estudia... ¡¡¡FÓSILES!!! Ya sabemos, en la Inglaterra del XIX, con sus retorcidas ideas sobre sexualidad (esos internados criaderos de criptogays, esos consejos de "tenderse en la cama y pensar en Inglaterra"...), los caballeros ingleses desarrollaron cierta obsesiva y anormal fijación con los fósiles. Lo que no impide que nuestro paleontólogo, que se encuentra de paso estudiando las rocas con formas chistosas en los acantilados, encuentre el tiempo para liarse con una jovencita medio consentida, y para qué andarnos con rodeos, bastante de buen ver, que además es hija de un empresario/banquero/whatever, o sea, uno de esos sórdidos capitalistas de toda la vida. La cosa marcharía bien de no ser porque Jeremy Irons ve la figura fugaz de Meryl Streep mirando las olas, a punto de caerse en un muelle frente al oleaje tempestuoso, muuu romántico too decíamos, y como gentil y cumplío caballero a la antigua, con riesgo de que su vida se la lleve la marea, acude a ayudarla. Resulta que a Jeremy Irons, que ha rodado papel sórdido sí y papel sórdido también, le queda haciendo tilín la chica, de manera que empieza a frecuentarla y a frecuentarla, tratando de adivinar el misterio de "la amante del teniente francés", que un día tuvo una de esas relaciones prohibidillas con un teniente francés justamente, y que por eso es el "hit me" de todas la habladurías del pueblo, y entre frecuentada y frecuentada oye Jeremy, ¿cómo se supone que haremos esta escena? Pues, no sé, Meryl, veamos... ¿qué tal si te caes así o asá...? Mmmm... veamos... No termino de entender la sicología de esta amante del teniente francés... Bueno, qué más da, ¿por qué no hacemos como todos los actores de Jolivú y vamos a acostarnos un ratito, y de paso les ponemos cornamentas a nuestras parejas...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Melodrama romántico. Qué sería del mundo sin ellos. De partida no existirían Venevisión ni Televisa, que sus buenos (inserte moneda de cambio aquí) se han ganado vendiendo culebrones a medio mundo. La fórmula básica es la que los folletines románticos del XIX se inventaron: pasiones desbordadas y prohibidas, en medios represivos con mucha moralidad y costumbres, y... ya se saben el resto. Por supuesto que de tanto repetir la historia de los apasionados amantes que van contra todo y contra todos por su amor imposible, con el final trágico de rigor, que la cosa se volvió parodia y pastiche. Tanto, que un tal John Fowles decidió escribir una novela llamada "La amante del teniente francés", burlándose su pico de los clichés y convenciones de la novela romántica por la vía de construir una over-the-top... y deconstruirla con una tonelada de notas comentando lo que está pasando más arriba, además de crearse TRES finales sólo para joder a la parroquia que se lo estuviera tomando en serio. Lo irónico es que una novela tan metatextual como ésta, hubiera sido imposible de adaptar al cine. Porque los finales múltiples en el cine aún estaban por inventarse ("El mundo según Wayne" con su final depresivo, su final Scooby-Doo, y su final de fantasía de brujos y dragones en que un pringao como Mike Myers es capaz de pasarse por la piedra a una buenorra fuera de su liga como Tia Carrere). Pero lo hicieron. La adaptaron. Resultando una cosa que quedó muy artística, y que incluso tuvo su opción en los Oscares, pero que no la entendió ni cristo, y que por lo tanto, acabó relegada en el limbo de pelis que un día había que haber visto para ser ARTIH-TAH y que ahora ya nadie comenta.

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¿Qué puede salir si pones a un director como Karel Reisz, criado dentro de un género tan antisentimental como el Free Cinema, a adaptar una novela de época que es una deconstrucción postmodernista de los clichés y lugares comunes de las novelas de época? Pues... esto. La peli, como decíamos, es una enorme deconstrucción de los pastiches románticos de época. Desde el comienzo nos muestran que TODA la trama en realidad es el rodaje de una de esas pelis muy artísticas, muy románticas, muy tempestuosas, muy Hermanos Weinstein, con las que de tanto en tanto la variante más épica del cine arte suele castigarnos (¿"El paciente inglés", alguien...?). Por lo tanto, cuando se están dando licencia para ser over-the-top, no es por afán de hacer que los pañuelos salgan todos moquilleados de la experiencia, sino para refregarnos en la cara el abuso y la dependencia a dichos clichés en el cine arte, y en la cultura en general. Porque de que la peli es over-the-top, lo es. Meryl Streep está en uno de sus roles ultramegasobreactuados que se le dan tan bien a la señora, después de haberse merendado un Oscar por su rol en "Kramer versus Kramer". Jeremy Irons en su segundo rol para el cine (el anterior fue de Fokine en "Nijinski") por su parte tiene su cara de gustillo de costumbre, y la trama misma es cada vez más retorcida y más trágica, con el amor imposible cada vez más imposible de concretar debido a las vueltas y revueltas del guión, con gente alrededor que es mala-muy-mala porque no dejan que los protas sean felices y too eso. Culebrón a la enésima. En paralelo, y esto sí debe ser herencia del Free-Cinema, vemos la época contemporánea (bueno, la época contemporánea a rodarse la peli, o sea 1981, en la resaca de la fea moda disco, o sea, muchas patelefantes, discos de vinilo y casas de diseño, por lo que este contraste pasado-presente ha perdido peso en favor de un más inocuo pasado-pasado), y ésta se pinta como todo lo contrario, como un mundo anodino y desapasionado, frío y gélido en sus relaciones humanas... un poco como la vida cotidiana, vamos. Los dos romances, el de los personajes de la peli y el de los actores que los encarnan, corren en paralelo, y rematan (((SPOILER DEL FINAL, LEÑE, SPOILER DEL FINAL, VAMOS))) de la manera en que es esperable que rematen: el dramón de época termina con los amantes juntos y reconciliados, mientras que el dramilla de la vida real termina... bueno, de la manera anodina en que suelen terminar estas cosas en la vida real. Sólo para refregar con sal y limón la herida de que todas estas fantasías sentimentaloides del cine son... bueno, eso, fantasías sentimentaloides (((FINAL DEL SPOILER - FINAL DEL SPOILER - FINAL DEL SPOILER))). Creo que la razón por la que esta peli no es demasiado popular, es que el grueso del público no captó de buenas a primeras la idea: se quedaron con la trama victoriana decimonónica que es demasiado-demasiado-demasiado, y luego no entendieron qué puñetas pintaban los actores rodando la peli en las escenas intercaladas. Y se lo tomaron como lo que parece ser de manera más obvia: un sobreexagerado dramón. Natural que el público se haya cabreado (más allá de la siempre omnipresente ala artsie que se alimenta de pelis "con valores estéticos"). ¿Merecía esta peli una mejor suerte? Quizás. Debido a la natural exageración de la premisa, el chiste sale un poco pesado. Una vez vista es quizás suficiente. Más de una vez, es tanto suplicio como el material al que parodia en forma deliberada.

IDEAL PARA: Ver una terrible y eficaz deconstrucción de los clichés del cine romántico tormentoso y tempestuoso y trágico de época.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

domingo, 4 de marzo de 2012

"Anónimo" (2011).


-- "Anonymous". Inglaterra / Alemania. Año 2011.
-- Dirección: Roland Emmerich.
-- Actuación: Rhys Ifans, Vanessa Redgrave, Sebastian Armesto, Rafe Spall, David Thewlis, Edward Hogg, Xavier Samuel, Sam Reid, Jamie Campbell Bower, Joely Richardson, Paolo De Vita, Trystan Gravelle, Robert Emms, Tony Way, Julian Bleach.
-- Guión: John Orloff.
-- Banda Sonora: Harald Kloser y Thomas Wanker.

-- "Anonymous" en IMDb.
-- "Anonymous" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Inicios del siglo XXI. Vemos a un personaje presuroso por la call... er... sí, eso escribí. Inicios del siglo XXI. No, no me equivoqué poniendo una X donde debía ir una V: es inicios del siglo XXI y no inicios del siglo XVI. Sí, ya sé que es una sobre Shakespeare, pero... déjenme terminar, vamos. Inicios del siglo XXI, como decía, personaje presuroso por la calle, llega a un teatro... y se pone a declamar: Señoras y señores, bienvenidos. Todos sabemos que Shakespeare es el p*** amo, que Hollywood sería una m***** sin robarle argumentos cuando no adaptarlo literalmente (claro, lleva fiambre más de 70 años, así es que no hay copyright que pagar), y que gracias al lamebotismo militante de una cerrada casta de oxfordianos empeñados en que su ombligo es lo más importante del mundo a punta de estudiarse por años su propio ombligo, Shakespeare es también el más glande y el mejol más mejol mundial de todos los mundialosos escritores, figúrense. Pero... supongamos... ¿y si Shakespeare no hubiera escrito su propia obra? ¿Y si alguien más hubiera...? Ya saben... Si Shakespeare hubiera sido sólo el caribonito del asunto, y la obra hubiera sido creada en realidad por un ghost writer, mejor conocido como "negro" a lo amigo... Salto a... el siglo XXI. Er... perdón, me equivoqué, ahora sí que es con V y no con X. Salto a... el siglo XVI. En este flashback, vemos una persecusión policial, XVI' style, que remata en el incendio del Globe Theatre. Al tipejo en cuestión lo arrestan, y cuando tratan de hacerlo confesar, vamos a... otro flashback. En donde vemos como hay un aristócrata muy pijillo él, Edward de Vere, que hace un gran descubrimiento: el teatro no es sólo teatro, sino que también puede ser... ¡¡¡UN ARMA!!! ¡¡¡POLÍTICA!!! ¡¡¡CON LA QUE HACER POLÍTICOS Y DERRIBAR GOBIERNOS!!! Otro flashback más (sí, es el segundo flashback-dentro-de-un-flashback, y el tercero en total) nos revela que el Eduardito era un niño prodigio, que encandiló a una jovencita Reina Isabel (la buena, no la del siglo XX) con sus poemas infantiles. De regreso en el presente (o sea, en el presente de Edward, no el del incendio, ni menos el de la narración teatral inicial), Edward decide que Ben Jonson es un dramaturgo mediocre, así es que lo elige para que porte SU obra con SU nombre. O sea, las obras de Edward de Vries saldrán bajo el nombre y con la firma de Ben Jonson. Sólo que éste se muestra medio reluctante, ocasión que aprovecha un pelafustán malparido de perro tiñoso con rata de bodega de cervecería llamado William Shakespeare, que hace pasar las obras como suyas. A pesar de que, señores... no sabe leer ni escribir (y sus compañeros en la actuación teatral, sin enterarse de esto último, se ve que en esos años no había Facebook). Todos juntos iniciarán una gran y épica jornada a través de la Inglaterra Isabelina porque están en juego... ¡la sucesión de la corona inglesa! Y además... ¡un romance clandestino de Isabel I con un noble, hace muchos años atrás! Porque eso de Reina Virgen, pues yo tampoco me lo trago, oigan...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Emmerich vs. Shakespeare: The Final Battle. Desde hace mucho tiempo, una peregrina teoría se debate en los círculos académicos. Según algunos, miren ustedes, William Shakespeare... no era en realidad William Shakespeare. O mejor dicho, no escribió sus obras teatrales. El más reputado dramaturgo de todos los tiempos (con perdón de Lope de Vega, pero es que oigan, en Hollywood a quién van a preferir adaptar, al inglés que le entendemos el idioma y además es uno de los nuestros, o al españolete tercermundista ése) en realidad habría sido un impostor, apenas un prestanome para un aristócrata demasiado importante como para figurar con su firma bajo "Romeo y Julieta" o "Hamlet". Aunque tratándose de "Las alegres comadres de Windsor", es comprensible, porque... er... esperen un minuto... er... bueno, me equivoqué, según Wikipedia, "Las alegres comadres de Windsor" no es una obra pornográfica, pero vaya uno a saber qué confiabilidad tenga Wikipedia en eso como en todo. Volviendo a lo nuestro. El caso es que circulaba un guión sobre el tema por Hollywood, hasta que el hombre más improbable se interesó por él: Roland Emmerich. Sí, el tipo detrás de "Moon 44", "Stargate: La puerta del tiempo", "El día de la independencia", "Godzilla", "El patriota", "El día después de mañana", "10.000 AC" y "2012", todas obras conocidas por haber reclutado a la flor y crema de los actores shakesperianos para guiones igualmente shakesperianos. Y como haberla cagado con "El patriota" no era suficiente, ya iba siendo hora de regresar al cine histórico, faltaba más. Y lo hizo. Por la puerta grande. Como todo Emmerich. Y también se despidió. Por la puerta grande. Como no todo Emmerich. Pero admitamos que Emmerich es bombástico incluso hasta en sus fracasos. Eso algo debe valer. Digo yo.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos por las afirmaciones acerca de que esta peli devela una teoría de la conspiración en torno a Shakespeare, y que todos los eruditos están equivocados y que la verdad está aquí. Todo eso es para la promoción, como es la costumbre de Emmerich. A la hora de la verdad, Emmerich recurre a una solución muy ingeniosa: le copia al maestro. A Shakespeare. ¿Recuerdan cuando en las obras teatrales de Shakespeare, varias de ellas parten con un prólogo en que se explica que...? Eh... ¿No lo recuerdan? Pero... ¿Es que han visto alguna obra de Shakespeare alguna vez? ¿Sí? Bueno, voy a hacer como que les creo. El caso es que muchas de estas obras parten con prólogo, y ésta también. Eso es un arma de doble filo. Por un lado, al estar todo englobado dentro de una gigantesca obra teatral, presentada por Derek Jacobi, ahí es nada, entonces todo lo que van a ver no sólo es ficción, sino que además es ficción absolutamente autoconsciente de serlo. Por el otro lado, al usar ese recurso narrativo shakesperiano, entonces... ¡Roland Emmerich se está comparando con Shakespeare! Lo que es risible, si se considera que "Anónimo" es cualquier cosa, incluso hasta una buena peli a ratos, pero... ¿shakesperiana? No, eso sí que no, en definitiva. Salvo que la consideremos shakesperiana como algo que hubiera escrito el palurdo que es el Shakespeare retratado aquí, supuesto de que supiera escribir... ya me empezó a doler la cabeza con tanta recursividad lógica, mejor sigamos.

-- Frente a todo cristo que ha puesto a parir esta peli, yo... no, no diré que la voy a defender. Pero no estaba TAN mal. La premisa inicial es interesante, y la historia tiene su punto, no se crea que no. El problema es que está narrada de una manera tan convolucionada, con saltos hacia atrás y hacia adelante en el tiempo, que se hace complicadísimo seguirla. Si hubiera sido narrada de manera un poco más simple, incluso más teatral, no correríamos el riesgo de que a mitad de peli perdamos casi todo el interés por lo que se nos está refiriendo. Más aún cuando descubrimos que William Shakespeare es un asshole, y además un secundario en su propia peli (bueno, se llama "Anónimo", así es que no es el prota, claro, pero eso sería más aceptable si lo que se nos cuenta en vez tuviera algún suspenso). Además, los que saben de historia saben además cómo acaba la cosa, por mucha licencia histórica que le pongan, y los que no saben historia... bueno, ellos por principio no van a ver esto, así es que tampoco. Pero si te pones a pensar la historia, y te sientas a digerirla, es mucho más interesante de lo que parece. Pero claro, primero hay que opinar que vale la pena pensar la historia, y ese es un paso quizás algo grande cuando uno se ha pasado media peli aburrido esperando que suceda algo espectacular que nunca llega...

-- Uno de los puntos interesantes de la peli, tiene que ver con la idea de que escribir es una especie de vicio. El que nace chicharra muere cantando, y nuestro prota es un poco así. No es una idea terriblemente nueva, pero la peli gana puntos de interés cuando se vuelca hacia ella. Al final, es hasta entendible por qué el pobre de Vries hace un poco todo lo que hace. A ratos, se me hace que a través suyo, Emmerich está tratando de plasmar su propio incontinente proceso creativo, su necesidad de crear aunque otros traten de coartarlo. A de Vries, su condición social, a Emmerich las constantes críticas en contra de sus pelis. Claro, resulta algo graciosa esta lectura de la peli, que homologaría a Emmerich con el creador de "Ricardo III" o "Macbeth", vamos (sea Shakespeare o de Vries, cualquiera de ambos), pero se diga lo que se diga, aunque Emmerich no es un Shakespeare ni por asomo, al menos está más cerca que su compatriota Uwe Boll, que sí que se las da de supercreador y sólo consigue rodar pelis superridículas.

-- El resto de la peli... sí-com-sá. Las actuaciones son tirando a débiles, salvando la papeleta Rhys Ifans como Edward de Vries, y por supuesto Vanessa Redgrave como la Reina Isabel, que no es su mejor rol ni mucho menos, pero es que la Redgrave sería capaz de actuar improvisando en la ducha y sacarse un buen papel, así es que cómo iba a fallar acá. Aún así, Isabel I ha sido interpretada por grandes como Sarah Bernhardt ("Los amores de la reina Isabel", peli muda por supuesto), Bette Davis ("Mi reino por un amor"), Agnes Moorehead ("La historia de la humanidad"), Cate Blanchett ("Elizabeth"), y Judi Dench ("Shakespeare apasionado"), así es que la competencia es muy dura aquí. Simpático el detalle de darle a Joely Richardson el rol de Isabel joven (para los no enterados: Vanessa Redgrave y Joely Richardson son madre e hija en la vida real). El resto de los actores cumple con el horario, pero poco más. La banda sonora tiende a ser debiluchilla. En lo que sí la peli se salva, es en la recreación de época, sumergiéndonos de verdad en lo que más o menos debió ser el Londres del XVI, con una iconografía más bien oscura y deprimente, lejos de enfoques más románticos como el de, volvemos a, "Shakespeare apasionado". Algo es algo.

IDEAL PARA: Ver algo que se salga un poco de lo ordinario, aunque con mucha paciencia.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

jueves, 1 de marzo de 2012

"El guardaespaldas" (1992).


-- "The Bodyguard" (título original en inglés), "El guardaespatlles" (título en catalán).
-- Dirección: Mick Jackson.
-- Actuación: Kevin Costner, Whitney Houston, Gary Kemp, Bill Cobbs, Ralph Waite, Tomas Arana, Michele Lamar Richards, Mike Starr, Christopher Birt, DeVaughn Nixon, Gerry Bamman, Joe Urla, Tony Pierce, Charles Keating, Robert Wuhl.
-- Guión: Lawrence Kasdan.
-- Banda Sonora: Alan Silvestri.

-- "El guardaespaldas" en IMDb.
-- "El guardaespaldas" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Ella es una potente cantante luchando por sobrevivir en el mundo del espectáculo, interpretando a una potente cantante luchando por sobrevivir en el mundo del espectáculo. El es un macho recio, interpretando a un macho recio que además es antiguo guardaespaldas del Presidente de los Estados Unidos (y que, fiel a la tradición del macho de pasado oscuro, acarrea su propia culpa por el atentado contra Ronald Reagan en 1981, aunque no era su turno, etcétera). De pronto, la gente alrededor de la cantante (¡Whitney Houston, cuando era famosilla en los Yueséi por algún éxito discotequero!) descubre que un stalker anda tras ella, y por lo tanto, lo contratan a él (¡Kevin Costner, cuando era grito y plata!) para protegerla. A ella, maldita la gracia que le hace, porque el guardaespaldas empieza a hacer su trabajo, y esto afecta por supuesto el estilo de vida de la chica, que está acostumbrada a hacer su soberano capricho. Y claro, como el guardaespaldas es muy recio y no se anda con tonteras, ella al principio pasa de él pero después empieza a tener ganas de ser poseída, dominada y sometida por ese peazo macho viril. Pero mientras la relación progresa y se hace, er, bueno... cada vez menos profesional..., las cosas alrededor se vuelven más turbias. El acechador sigue rondando y quiere sangre, y muchos alrededor de la cantante tienen un cartelón de SOSPECHOSO en la cara que les llega hasta el suelo. ¿Conseguirá Kevin salvar a Whitney a tiempo para que la cantante haga estallar nuestros tímpanos con la insufrible AAAAAANNNAAAAAA-IIAAAAAA-IIAAAAAAII... GÜILOOOL-GÜEISSSSSS-LAFFFYYYUUUUUÚ...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Créanlo o no, tratándose de esta peli tan asociada a los '90s... (Kevin... Whitney...), el guión venía cocinándose desde finales de los '70s. El rol protagónico iba a ser para Steve McQueen, de hecho, antes de que la chafara y nadie más se interesara por el asunto. Pero por esas chanzas del destino, el guión consiguió abrirse paso en Hollywood. Bueno, el guionista era Lawrence Kasdan, que en los '70s era todavía un primerizo, pero que en el camino se había mandado peazo guión tras peazo guión ("El Imperio contraataca", "Los cazadores del Arca perdida", "Cuerpos ardientes", "El regreso del Jedi"... bueno, en fechas más recientes firmó cosas como esa mugre de "Cazador de sueños", pero en fin, nadie es perfecto tampoco), se había mandado peazo guión tras peazo guión, decíamos, así es que ahora tenía muchas más posibilidades. La peli fue un taquillazo que costó 25 millones y recaudó 400, ahí es nada, pero por alguna razón que se me escapa, nadie pensó en rodar una secuela. En fin, en los 2010s se ha hablado de un eventual remake, poniendo a la mucho más vistosa y exquisita Rihanna, aunque ella declinó el rol con una razón muy sabia: interpretar a una cantante sería casi como interpretarse a sí misma, y quedaría encasillada. Bueno, eso no le importó a Whitney Houston, y ya ven, si es que Rihanna parece que no es sólo un cuerpo bonito. Porque Whitney quedó pegada a los berridos de "I Will Always Love You", que para colmo ni siquiera es original de ella sino que de Dolly Parton, después entró en una espiral de decadencia con esto-y-aquello, y al último se murió sin haber alcanzado siquiera el medio siglo. Lo dicho, Rihanna, tienes una buena cabeza encima de ese cuerpo bonito.

¿POR QUÉ VERLA?

-- La verdad es que a dos décadas de su estreno, "El guardaespaldas" se las ha arreglado de lo más bien para sobrevivir. Era una peli condenada a ser una mediocridad debido a lo simplón de su planteamiento, pero que en sus diversas fases de ejecución fue ensamblándose como se debe. Primero que nada, un guión cable-a-tierra que explota bien la relación entre los dos personajes, trata de ser tan realista como sea posible (después de todo, las chicas que se lían con sus guardaespaldas son pan de cada día, y si no, que se lo digan a Estefanía de Mónaco), y a pesar de que tratan de jugar al despiste en vano porque es bastante predecible quién o quiénes son los villanos, se deja ver porque está escrito de manera simple y directa y sin pretenciosidad. En segunda, sus dos protagonistas. Kevin Costner siempre ha sido un gran actor que se dejó convencer en los '90s de que debía venderse como chulobonito, y esto ha opacado su brillante talento para componer personajes a un tiempo rudos y sensibles sin que chirríe en ningún minuto: merecía tener una carrera mejor de la que ha tenido, el pobre hombre. Whitney Houston... bueno, se interpreta a sí misma y está la mar de cómoda por eso, aunque claro, en las escenas más dramáticas se hace evidente que no da la nota (justificando su discreta carrera actoral posterior: "Laberinto de pasiones", "Como caído del cielo"...). Pero en fin, el rol le dio de comer hasta su último día, así es que desagradecida no debería haber estado (salvo por la depre de haber quedado para el recuerdo como una one-hit-wonder, claro). Y en último término la acción, que es breve, contenida, concisa y muy down-to-earth, lo que añade un nivel extra de realismo que se hubiera perdido si hubieran caído en el feo vicio de añadirle explosiones o tiroteos a tutiplén propios de un blockbuster más genérico. En definitiva, que no es una peli definitiva ni lo mejor que ha salido de Hollywood, pero sí que es un blockbuster apreciable, confeccionado no diré con mimo pero al menos sí con oficio, y que a pesar de su desorbitada duración (sobre las dos horas) no aburre ni decae en lo más mínimo.

IDEAL PARA: Ver cómodamente abrazado con la gatita o el gatito regalón (o alternativamente, la humanita o el humanito regalón).

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Kevin Costner mostrando que HE - IS - THE MAN [en inglés, sin subtítulos].



-- Whitney Houston siendo rescatada mientras canta... ¿"I Will Always Love You"? No. Mientras canta "Queen of the Night" [en inglés, sin subtítulos].