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jueves, 21 de julio de 2011
"Anatomía de un asesinato" (1959).
-- "Anatomy of a Murder". Estados Unidos. Año 1959.
-- Dirección: Otto Preminger.
-- Actuación: James Stewart, Lee Remick, Ben Gazzara, Arthur O'Connell, Eve Arden, Kathryn Grant, George C. Scott, Orson Bean, Russ Brown, Murray Hamilton, Brooks West, Ken Lynch, John Qualen, Howard McNear, Alexander Campbell.
-- Guión: Wendell Mayes, basado en la novela de John D. Voelker.
-- Banda Sonora: Duke Ellington.
-- "Anatomía de un asesinato" en IMDb.
-- "Anatomía de un asesinato" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Los abogados también lloran. Nuestro prota, en concreto, está malviviendo de caso aquí y caso allá. De pronto le cae no un caso, sino... un... CASO. Así, con mayúsculas. El asunto es simple. Una chica fue violada, su marido fue a buscar al agresor, y lo envenenó de plomo inyectándoselo con una Luger. Claro, simple desde afuera, y simple también para el fiscal, pero es que nuestro prota es el defensor, y desde esa perspectiva, el caso huele palmariamente a perpetua que arrastra. Nuestro prota se la piensa un poco y al final acepta, o si no, no habría peli. Decide basarse en la vieja, querida y nunca bien ponderada locura temporal, resquicio que tanto juego le ha dado a las series de abogados desde "Perry Mason" hasta "Ally Mc...", er, no, que en "Ally McBeal" a los personajes a veces hasta los veíamos trabajar de abogados y todo. El punto es que alegar locura temporal o "impulso irresistible" como lo llaman en su tecnojerga los leguleyos, es algo complejo porque el tipo tuvo todo el tiempo del mundo para ir al baño y refrescarse la cara antes de pensar en qué demonios iba a hacer al ver a su esposa violada (a mí no me miren, en mis zapatos voy y descuartizo al jopú, pero ya saben que la ley no sólo protege los derechos humanos de la víctima sino también los del delincuente). Y el fiscal tampoco lo hace nada de mal en eso de ser un cabroncete. El caso parece sencillo, pero para nuestro prota, el infierno acaba de empezar. Y hierve. Hierve mucho. En particular porque la esposa violada no parece haber escarmentado mucho, e insiste en querer acercarse a los hornillos después de la quemada...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
En los soñolientos '50s, la década que en Estados Unidos fuera del cine es sinónimo de suburbios, faldas plato y televisión, y que dentro del cine es sinónimo de romanbusters, comedias insípidas a lo Doris Day, y Alfred Hitchcock, se publicó una novela llamada "Anatomía de un asesinato". El que la escribió fue un alto magistrado de Michigan, razón por la cual presumiblemente es más realista que la mayor parte de las historias con abogado, que como se quejaba el inefable Lionel Hutz: "claro, todos tienen grandes oficinas y andan en auto". Digo presumiblemente, porque no he tenido a bien leerla, ni siquiera a tenerla entre las manos, así es que por referencias he de orientarme. Además que palpando el tono de la peli, puede notarse. La novela, además, estaba más o menos basada en un caso real, para que no digan después que las pelis de los 2000s inventaron eso de imitar a los realitys. La adaptación no estuvo exenta de controversias, considerando que para su tiempo los temas abordados eran tabú. Y no me refiero al acto máximo de violencia contra un ser humano individual como lo es el asesinato, sino a la violación, a los espermios, todo eso, que los rebeldes '50s eran eso, rebeldes, para "Rebelde sin causa", pero no para la pechoña sociedad conservadora Eisenhower's style. Pero a pesar de todo, contra viento y marea (un poco gracias a la resistencia hercúlea de Otto Preminger, probablemente no uno de los mejores cineastas de la Historia, pero sí uno de los más comprometidos con su misión de transportar una historia correctamente contada hasta el público), la peli llegó a buen puerto. Y más aún, se transformó en, reconocidamente, una de las mejores pelis sobre juicios en cualquier minuto de la Historia del Cine.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Los cambios de década siempre son complicados en el cine. Hay pelis que tienen un look y un formato de la década que termina, pero con aires de la que viene, así como hay pelis hechas con todo lo de la década que viene, pero envasadas en lo viejo... sí, que lío, ¿verdad? A lo que quiero llegar es: "Anatomía de un asesinato" puede ser definida como una de las últimas pelis de los '50s, y una de las primeras de los '60s. Su formato es duro y austero, un poco como las pelis de los '50s... ¡demonios, si hasta está rodada en blanco y negro y todo! Además vemos a un actor tan identificable con el cine de los '40s y '50s como James Stewart, en escenas con contrapicado que parecen calcadas de su rol de exactamente veinte años antes en "Caballero sin espada" (claro que con menos pelo y más cachetes/barriga). Pero por otra parte, la amplia libertad con la que se habla de temas polémicos incluso hasta el día de hoy (concretamente todo lo relacionado con la violación), la entroncan de manera directa con ese cine más contestatario que empezaría a rodarse en los '60s. De no ser Otto Preminger un cineasta tan sólidamente afincado en la tradición fílmica yanki, o de tener a James Stewart como prota, o de no tener un espacio tan canónicamente yanketa como la sala del juicio oral, esta peli podría pasar por una rodada de manera contemporánea en Europa, por algún cineasta más o menos vinculado a la Nouvelle Vague o al cine sueco contemporáneo o algo así.
-- Tenemos una justicia, "yo no sé si será LA justicia, pero es UNA justicia...", decía la coprota de "El secreto de sus ojos". Las pelis de Hollywood no se supone que vendan realidades (para eso está, valga la redundancia, la realidad), sino sueños. Y en esos sueños, cuando adoptan la forma de lo que los yankis ampulosamente llaman "courtroom drama" (peli de tribunales, para que nos entendamos), siempre vemos abogados nobles y heroicos quemándose la camiseta contra el villano de turno, que o es "el sistema" en genérico (ya saben, algún tipo greedy que representa todo lo malo del capitalismo, pero que al final será purgado y el capitalismo tan bien como de costumbre, gracias, CAPITALISM RULES!), o bien es la clásica inteligencia malévola que engaña a todos los buenos ciudadanos hasta que es descubierto, etcétera. En cualquier caso, el mal siempre es externo al mundo judicial, y el juicio mismo se transforma en una procesadora de carne que separará a ésta de la grasa. A las últimas, en el juicio siempre se descubre la verdad, y todos tan felices porque hemos gastado bien el dinero de la entrada: ¿acaso habríamos pagado de saber que al final quizás no íbamos a saber...? Pero las cosas nunca son tan fáciles en la realidad. En un juicio siempre hay dos partes, cada una con su propia versión de la historia (ambas por lo general interesadas, que aquí no hay "buenos"), y el juez ignorante con el jurado también ignorante al medio tiene que decidir con las pruebas que buenamente se le puedan allegar, y con el mejor flanco de su mollera aplicado al asunto. "Anatomía de un asesinato" retrata muy fielmente esta realidad. En la peli el abogado defensor es "el bueno", y por lo tanto el espectador se tiende a identificar con la causa del ex soldado que, apenas enterado de que le han violado a la señora, va y le aplica su bien dado al violador. ¿Acaso no harías lo mismo si alguien agarrara a tu gata regalona y le hiciera lo mismo? ¿O no te gustaría hacerlo, al menos? El problema es que la chica, como se ve, es más que un poco ligerilla de cascos, y queda en el aire rondando la duda de qué tan violación fue el asunto (lo importante para el juicio es que el acusado CREA que hubo violación, pero si la violación consiste en sexo sin consentimiento, y la chica en principio estaba provocando, aunque fuera por puro afán de provocar, hay que ver hasta qué punto alcanza eso de "no consentí"...). Por otra parte, el soldado tiene también más de un tejo corrido, y su salud mental no es algo que podamos dar por sentado. Con estos mimbres, el fiscal interesado en darle condena al tipo, y el abogado interesado en sacarlo, cada uno no por un honrado de la justicia sino simplemente por ganarse los morlacos, crean cortina de humo tras cortina de humo. ¿Y al final qué? ¿Era el tipo culpable o no? La peli tiene una respuesta que es llegar a una "verdad judicial", en que el jurado adquiere la convicción de esto o esto otro, pero... ¿realmente podemos confiar en que el jurado votó bien? Nosotros también hemos asistido al juicio como espectadores, y hemos seguido a los personajes, y nos asiste la duda. La cosa comienza cuando el abogado defensor se involucra en el caso, y no vemos flashbacks que nos muestren el crimen, recurso habitual de los cineastas de pelis de juicios para llevarnos al final del mismo hasta "la verdad". Y como no hay flashbacks, toda esa parte de la historia nos está vedada, tenemos que deducirla a partir de lo que vimos. Es una sensación molesta, por cierto, pero así son las cosas en la vida real. Si quieres ver cómo son los juicios de verdad, en términos de tratar de arribar a una conclusión lógica y satisfactoria sobre los hechos juzgados, entonces "Anatomía de un asesinato" es un must-see, si no la mejor peli de abogados y juicios que se ha hecho jamás.
-- El otoñal James Stewart, que ese mismo año sería defenestrado por Hitchcock culpándole por el batacazo que se pegó "Vértigo", hace acá no uno de sus mejores roles, pero sí uno estupendo, como un abogado medio acabado que está lidiando el caso, y que poco a poco se le convierte en algo personal. Pero la que se roba la peli íntegra es Lee Remick, interpretando a la esposa violada, que no parece una pobre víctima sino una perra de cuidado castigoadicta que con su actitud bien podría haberlo catalizado todo. Un jovencísimo Ben Gazzara (que años después en su etapa de decadencia tuvo sexo onscreen con Michella Rocco el muy cabrón, así da gusto ser decadente) interpreta de manera muy convincente al oficial bajo juicio, con una ambigüedad que nos hace preguntarnos sobre sus verdaderos sentimientos, sobre si ama o si odia a su mujer (¡o ambas!), sobre si realmente se creyó lo de la violación o mató al otro por un arranque de celos... Arthur O'Connell y Eve Arden también están en su punto, como los compañeros de nuestro abogado héroe. Y el dato freak es que el asistente del fiscal es... ¡George C. Scott! ¡¡¡Cuando era jovencito!!! ¡¡¡Y TENÍA PELO!!! Y echa todo su peso actoral, incluso comiéndose a su jefe con zapatos (actoralmente hablando, claro está, malpensados).
-- Mención especial para la banda sonora, compuesta nada más y nada menos que por el venerable Duke Ellington. Era una decisión arriesgada meterle un soundtrack jazzístico a una peli de las características "Anatomía de un asesinato", pero aunque no lo crean, funciona. Suena raro, sí. Pero diferente. Además, very stylish.
IDEAL PARA: Ver la que quizás es la mejor peli de juicios jamás rodada.
OTRAS PÁGINAS SOBRE "ANATOMÍA DE UN ASESINATO":
-- "Anatomía de un asesinato (1959)" en Quesito Rosa.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
Sobre este clásico opino lo contrario que usted. Me decepcionó tanto que la critiqué en nuestro blog. Si quiere leerse la reseña aquí se la dejo: http://quesitorosa.blogspot.com/2009/03/anatomia-de-un-asesinato-1959.html
ResponderBorrar¡Un saludo!
Los elementos más cómicos, los veo como un contrapunto al drama puro y duro que plantea la peli, aunque no creo que lleguen a tapar por completo la misma. No lo veo como algo negativo, aunque tampoco es que ayude a levantarla aún más.
ResponderBorrarEn cualquier caso, incorporé el enlace a la sección "Otras páginas sobre...", dentro del posteo.
Un saludo igualmente.
Ostras, gracias por el detalle de poner el link de la crítica, pero no era mi intención comentárselo para que pusiera un enlace a mi reseña, era para que viera mi opinión de la peli. La verdad es que a parte del humor, la trama tampoco es que me resultara muy atrayente y hasta me aburrió, pero bueno, a cada uno sus gustos, ¿no?
ResponderBorrar¡Un saludo a usted también!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarA mi me parece una película muy buena, de hecho fue una de las que consiguió que venciera mi antigua aversión a James Stewart. El plantel de actores excelente, sobre todo el amigo/ayudante del personaje de Stewart (no recuerdo el nombre del actor). Música de Ellington, dirección de Preminger y mítico cartel de Saul Bass. Muy recomendable.
ResponderBorrarUn saludo
A ELPRIMERHOMBRE: De nada, aunque no tiene nada de sorprendente, mi política es que si encuentro alguna página que comente la misma peli, y que la comente con argumentos (aunque no esté de acuerdo con mi propia posición, pero ¡hey!, se supone que vivimos en democracia), entonces incorporo el enlace para beneficio de los lectores de Cine 9009. Y bueno, saludos igualmente.
ResponderBorrarA EL BUENO DE CUTTLAS: En realidad a mí me pasó al revés, terminé viéndola por ser una de James Stewart, hace no demasiados años atrás. Y el cartel de Saul Bass es genial. Saludos igualmente.