Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
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jueves, 9 de diciembre de 2010
"¿Quién es el 11° pasajero?" (1986).
-- "Jûichi-nin iru!" (título original en japonés), "They Were Eleven" (título para distribución internacional en inglés). Japón. Año 1986.
-- Dirección: Satoshi Dezaki y Tsuneo Tominaga.
-- Actuación: Voces de (en el original japonés) Akira Kamiya, Michiko Kawai, Hideyuki Tanaka, Toshio Furukawa, Tesshô Genda, Hirotaka Suzuoki, Norio Wakamoto, Michihiro Ikemizu, Kôzô Shioya, Tarako, Tsutomu Kashiwakura.
-- Guión: Toshiaki Imaizumi y Katsumi Koide, basados en el manga de Moto Hagio.
-- Banda Sonora: Dan Oikawa.
-- "¿Quién es el 11° pasajero?" en IMDb.
-- "They Were Eleven" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
El futuro. La Humanidad se ha expandido por el universo, al tiempo que se ha ido encontrando con otras criaturas. En vez de ponerse con un par de cojones y exterminarlos para probarles quién es el p*** amo, deciden hacer algo muy de mina, y forman... ¡¡¡Una Federación!!! ¡¡¡Y DEDICADA AL PROGRESO CIENTÍFICO Y TECNOLÓGICO MANCOMUNADO PARA EL PROGRESO DE TODOS LOS SERES DEL UNIVERSO!!! (ya, vale, dónde habré visto esa ñoñarda antes). El caso es que si quieres ser respetado y guay, tienes que lograr el ingreso a la Academia Espacial, un poco como en Starship Troopers pero sin el componente parafascista, que aquí todo es paz y amor entre las razas. Un joven terrícola hace su camino hasta la Academia, pasa todos los testes destinados a colar a todos los infiltrados, y acaba por ser seleccionado para la prueba final, que como en la cosa católica ésa del EJE, nadie habla nada porque es una experiencia que tienes que vivir, etcétera. El caso es que los separan por equipos, y envían a diez de ellos a una nave espacial chatarrienta en órbita alrededor del planeta Nomeimporta, para que durante 53 días la consigan sacar adelante. Ponen también a bordo de la nave un botón de pánico que pueden activar en cualquier momento para ser rescatados, si las cosas se ponen crudas (¡incluso si sólo uno de ellos se cabrea con el resto del grupo!), pero si lo hacen, adios a la prueba y a esperar otros tres años para postular again. La prueba no parece tan cabrona, no es sensiblemente peor que un Gran Hermano de toda la vida (sólo que con menos desnudos), pero se pondrá un poco mejor cuando en el hangar espacial hagan un inquietante descubrimiento: a bordo hay 11. Sin contar con el hecho de que cómo demonios se les infiltró un onceavo cuando en todo momento eran diez, la pregunta más interesante es qué diablos hace el desgraciado entre ellos, y si sus intenciones son hostiles o no (y todo pareciera indicar que sí). Ahora tienen dos opciones: aceptarlo y armar un equipo de fútbol, o descubrir y exponer al 11. Eligen la segunda. Para su desgracia.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Así como en el cine hollywoodense, en el mundo del manga y el animé han convivido dos fuertes tendencias: una más comercial y exitista, basada en la explotación ad nauseam de franquicia tras franquicia, a través de series televisivas, OVAs, etcétera, y una más subterránea, preocupada de contar historias de calidad. "¿Quién es el 11° pasajero?" se inscribe claramente dentro de la segunda. Y pertenece además a un ciclo de animación japonesa bastante definido, en torno a la Sci-Fi, ciclo que abarcó buena parte de los '70s y tempranos '80s, marcados por una Space Opera de alturas, muy deudora de ideas y conceptos a la vez comunes con la Ciencia Ficción de los '60s. A saber: una Ciencia Ficción que utiliza como decorado el universo y sus distintos planetas, y de vocación claramente filosófica y humanista (porque, vamos, eso de que existan razas extraterrestres, que en realidad apenas son variantes de seres humanos puestos ahí para recalcar el "valor de lo diferente" y etcétera, en el fondo es una metáfora de la difícil convivencia humana, blahblahblah). De ese ciclo destacan cosas como la serie televisiva de "Capitán Futuro", la serie y OVA de "La Reina de los Mil Años" y el Leijiverso en general, y "Super Agente Cobra" en una dimensión más macarra (pero no menos divertida y alucinógena). Ya vendría "Akira" primero, con sus epígonos "Tetsuo" y "Ghost in the Shell", para reemplazar ese optimismo spaceoperesco con un cibernihilismo más adecuado para los tardíos '80s y los '90s. Y después, la Ciencia Ficción en Japón habría de sobrevivir como Steampunk, avasallada ante el poderío de la magia y la brujería que se apoderó de todo después de Harry Potter y The Lord of the Rings.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Como decía, esta peli es un fiel exponente de una manera de entender la Ciencia Ficción, y la fantasía en general, que ya no existe más: la idea de aunar la aventura espacial con la preocupación humanista. Bueno, si el "Star Trek" de J.J. Abrams se encargó de cargarse todos los valores humanistas de la serie televisiva original, entonces qué queda para el resto. No es que lo deplore, porque después de todo los tiempos cambian, y el cine (incluyendo el cine de animación japonés, claro) debe evolucionar con los tiempos para mantenerse vigente. Pero eso no justifica el olvido porque sí de obras que, independientemente de su marco conceptual, vale la pena revisitar.
-- La peli mezcla muy bien una trama espacial con una de raigambre más bien policial. Para hacerlo más abstracto todavía, acá se trata de buscar la identidad de un personaje, sí, pero no porque sea el asesino, sino porque es la X de la ecuación. De hecho, ni siquiera se tienen claros los objetivos del onceavo pasajero, más allá de que está ahí por alguna razón que no pareciera tener nada que ver con los objetivos del grupo. Y en ese aspecto policial, la peli cumple sobradamente. Cierto es que la solución final es quizás un tanto previsible, hasta fácil, si uno ya tiene unas cuantas pelis de tipo "quién..." en el cuerpo, pero incluso así, logra el casi imposible a estas alturas de meterte suspenso. Y hacerlo por el camino más difícil, que es creando una auténtica atmósfera de misterio, casi agathachristiana (pero en versión SciFi), en vez de recurriendo al expediente más manido (y por desgracia muy explotado por Hollywood) de "hay un extraño entre nosotros que nos va matando uno por uno a razón de uno cada tantos minutos" (el síndrome "De-Tox", que lo podríamos llamar). No sólo es un misterio la identidad del número 11, sino también cuál es el objetivo que persigue, y que bien podría ir a favor o en contra del resto de quienes están en la prueba, y esto lo hace todo más difícil.
-- Como decía, esta peli pertenece a esa tradición de Ciencia Ficción intensamente humanista que impregnó a la animación japonesa hasta mediados de los '80s. La trama no va de buenos contra villanos (a pesar de que al interior del grupo surgen los inevitables antagonismos, que son más producto de los trasfondos y circunstancias que por verdadera vocación de "cómo me complazco en lo malvado que soy, joer"), y mantiene una fuerte tensión entre la obvia paranoia de descubrir quién demonios es el condenado 11, y la necesidad que tiene todo el grupo de armonizar y colaborar entre todos. Incluso, aunque tenemos un prota obvio, la trama se encarga también de meternos la sospecha sobre él, e incluso, aunque como seguimos la historia a través de sus ojos tendemos a disculparlo, en algún minuto nos llegamos de verdad a preguntar si es el 11, o al menos, si tiene algo que ver con el 11. Algunos de los momentos más tensionantes de la peli se basan en el concepto de cómo el grupo debe lidiar con la posibilidad de tener un enemigo interno, y aún así renunciar a sus diferencias para salvar peligros comunes (parece más difícil de lo que es, considerando que cada personaje tiene su propia personalidad y manera de entender las cosas, que no siempre trabajan en pos del esprit de corps). La peli trabaja esta tensión entre colaboración y competencia de una manera muy sagaz y sutil, hasta llegar a un desenlace prácticamente inevitable y que cierra de manera magnífica esta confrontación latente.
-- El diseño de los extraterrestres es bastante interesante. Cada uno de ellos procede de una sociedad distinta, y a través de los diálogos de los personajes, podemos entrever cómo funcionan y se estructuran esas sociedades, a veces de maneras impensables para nosotros. En ese sentido la peli hace un trabajo encomiable. Quizás la única pega al respecto, es que los once personajes sean todos biológicamente variaciones del viejo Homo Sapiens de dos piernas y dos brazos, algo que es inevitable tratándose de pelis antiguas de Hollywood en donde el extraterrestre debía embutirse en un traje de goma (antes de los CGI, claro), pero que en un dibujo animado con plena libertad para animar, podían haber resuelto de manera un poco más creativa. Aunque por otra parte, el antropomorfismo de los extraterrestres era moneda corriente en los dibus japoneses de Ciencia Ficción de la época (véase los animes basados en Leiji Matsumoto, sin ir demasiado lejos), así es que eso no debería extrañarnos tampoco.
-- Palabras aparte para la bizarra subtrama romántica entre el prota y... no diré la chica del grupo, porque a pesar de ser retratada como una chica y todo, en realidad no lo es exactamente. No quiero seguir adelante para no mandarme un spoiler (un tanto obvio con algo de olfato, en todo caso), pero la manera en que está construida dicha historia, con enorme ternura y cariño, le hace ganar muchos enteros a una peli que de por sí ya era encomiable.
IDEAL PARA: Ver una buena combinación de policial con Ciencia Ficción.
OTRAS PÁGINAS SOBRE "¿QUIÉN ES EL 11° PASAJERO?":
-- "¿Quién es el 11° pasajero? (aka They Were Eleven): Misterio intergaláctico" en Cinemascope.
VIDEOS.
-- Inicio de la peli [en japonés, subtítulos en inglés].
Porque rayos todos los extraterrestres tendrian que ser verder y con antenaas aparte de ser ridiculo es cientificamente incorrecto evolutivamente estupido.
ResponderBorrarEn las obras de ciencia ficcion dura al menos se plantea esto de que si existiera vida fuera inteligente basada en carbon de la tierra tendria que ser igual o almenos nada difernte si el planta tiene las mismas condiciones ecologicas que la tierra ya sea que haya pasado por el mismo proceso de evolucion seria o mas atrasada o mas adelantada en su evolucion.
Claro en una peli esto es lo de menos ya que lo que se quiere es que el alien sea asociado con algo grotesco y repulsivo y por ende algo maligno que amenaza a la raza humana bella y perfecta.
Bueno, la cuestión da para largo. En la ciencia ficción audiovisual antigua, el problema era de efectos especiales: o había alguien metido en un traje de hule, o era un animatrónico al que no lo podían enfocar mucho o cantaba entero. En la ciencia ficción moderna ya no lo tengo tan claro, como no sea porque el espectador identifique ciertos efectos familiares. Sin perjuicio de que en general me gustó "Avatar" en cuanto peli de espectáculo, no deja de chirriarme un poco que los na'vi en el fondo fueran "humanos de otro planeta", por así decirlo, cuando la evolución habría podido producir cosas quizás muy diferentes allá. Y no me van a decir que James Cameron no tenía la tecnología visual para mostrarnos... bueno, algo diferente. Pero supongo que algo demasiado diferente no habría vendido tanto, que al final es lo que cuenta en esto.
ResponderBorrarTada se casa con la chica o no la vi pero no tenia la ultima parte donde salia lo que hacían después los personajes como es la historia final de tada y la chica
ResponderBorrarMenudo periódico
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