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jueves, 26 de noviembre de 2009

"Escalofrío" (2007).


-- "Wind Chill". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Gregory Jacobs.
-- Actuación: Emily Blunt, Ashton Holmes, Martin Donovan, Ned Bellamy, Ian A. Wallace, Donny James Lucas, Chelan Simmons, Darren Moore, Linden Banks, Caz Odin Darko, Heath Horejda.
-- Guión: Joe Gangemi y Steven Katz.
-- Banda Sonora: Clint Mansell.

-- "Escalofrío" en IMDb.
-- "Escalofrío" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Esa estupenda ricurita que es Emily Blunt, la vemos en un gélido y mortecino salón de clases, contestando una prueba y cotilleando por celu, en plan "estoy buena y me siento en todo y en todos". Como se acercan las fechas de la Navidad, la chica va a tomar el bus y regresarse a casa, pero por etcétera, acaba aceptando el ofertón de un tipo que viaja hacia Delaware. A medida que transcurre el viaje, y la conversación se va desarrollando, y por qué no decirlo, una onda polar del jodío cambio climático va aposentándose en todo el terreno, las cosas se van poniendo cada vez más creepys. Porque el chico simpático y todo lo demás, empieza a revelar que quizás, sólo quizás... sea un stalker. Un acosador. De ésos que sólo le falta oler los churrines de la chica para ponerse fogueteiro. Y es todo un viaje hasta Delaware con el simpático sujeto... ¿Y creían que eso era todo, que vaya melda peli? Pues no, señores, porque resulta que nuestro chico, que tiene intenciones muy serias de ver si puede hacerse el pobrecito con la chica y a ver si así puede tener su merienda navideña, se le ocurre tomar un caminito que, bueno... se supone que es un atajo, o algo así... Y van a dar a un valle en el cual quedarán convenientemente empantarranados. Y ese valle esconde un misterio. Un misterio tétrico. De la clase de misterios que involucra gente caminando en filita india desde ninguna parte en la nieve hacia ninguna parte en la nieve, y que cuando les preguntas algo sólo se dedican a farfullar alegremente cualquier chalanura. Ahora, la chica tiene que lidiar con un acosadoh por un lado, con los individuos misteriosos que andan dando vueltas allá afuera por otro, y con el creciente enfriamiento ambiental de la noche con nieve y todo eso por un tercer lado. Y yo que creía que las Navidades del Pequeño Tim eran una mielda.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El cine de terror en los 2000s es en general una porquería por una razón muy sencilla. Hubo una época en que las pelis de terror eran de serie B, y por lo tanto, uno les perdona cierta casquería visual. Además, como lo probaron los Estudios Universal en los '30s ("Frankenstein", "La novia de Frankenstein", "Drácula", "La momia") o los Estudios Hammer en los '60s ("Drácula", "El Fantasma de la Opera"), los presupuestos moderados no eran enemigos de la imaginación ni de la creatividad. A partir de finales de los '90s, con el cambio de milenio primero, y como reflejo del tenebrismo ambiental propiciado por George W. Bush y sus Sicarios de Cristo, el cine comercial se vio invadido por varias producciones que trataron de ser vendidas como de serie A, y que a veces incluso tenían presupuesto de serie A... pero que en su espíritu seguían siendo modestas producciones de serie B. ¿"En su espíritu seguían siendo modestas producciones de serie B", escribí? Me corrijo. Donde dije eso, debí decir: "en las calculadoras de bolsillo de los productores hollywoodenses, siguieron haciéndolas como si fueran de serie B, tratando de montarlas en serie". Refinemos el concepto un poco. Si hay un género fílmico que se resiste a ser encorsetado dentro de la cadena de montaje para la producción en masa al estilo Henry Ford, ése es justamente el terror. Tú puedes hacer pelis de superhéroes o de Ciencia Ficción clonando el mismo argumento una y otra vez, y en tanto tengas buen pulso narrativo y actores decentes (ni siquiera buenos, sólo decentes), el asunto funciona porque en el fondo todos sabemos que la trama es un pretexto para enhebrar explosiones molonas. Pero el terror juega con otras bazas: con lo nuevo, con lo extraño, con lo sorprendente. Si sabes lo que viene, la peli de terror ya no te va a hacer saltar de la butaca. Y en los 2000s, con las grandes fusiones corporativas en la cumbre (ya saben, grandes conglomerados multimedia cuyos tentáculos se extienden sobre estudios fílmicos en un lado, sobre estudios musicales en otro, y sobre canales de televisión en un tercero), todo el cine, y literalmente TODO el cine hollywoodense, incluido el cine de terror, ha sido puesto en la cadena de montaje. En la actualidad no sólo sabes que se va a rodar una secuela de una peli taquillera, sino que además... ¡sabes la fecha aproximada de estreno con tres años de anticipación porque los propios estudios la anuncian antes de que la entrega del día esté en los cines, y han hecho un contrato multipack con los actores para tres pelis al hilo! En este medio ambiente, qué queda para las pelis de terror, si hasta propuestas inicialmente originales que significaban un airecillo fresco o una renovación, como "El juego del miedo", acaban subsumidas en el asunto (hay que ver como en "El juego del miedo IV" ya no tienen idea de qué carajo hacer para mantener la saga a flote). En esas deprimentes perspectivas para el cine de terror, capaz de fagocitar clásicos como "El exorcista" para amputarte las córneas con "El exorcista: El comienzo", o volarte la jeta con cosas como "La momia 2" (no, a la fecha de escribir esto no he tenido valor para ver "La momia 3"... aún) o "Van Helsing", pelis como "Escalofrío" suponen la necesaria dosis de oxígeno para mantener al paciente comatoso, pero aún vivo, dentro de la UCI. Gracias a Bastet, fue un fracaso comercial en toda regla. De lo contrario hubiéramos tenido (¡en años consecutivos!) 'Escalofrío 2', 'Escalofrío 3: The Final Escalofrío', 'Escalofrío: The New Beginning', 'Escalofrío: The Precuela', 'Escalofrío: The Scorpion Emperor', 'Escalofrío: Escalofrío Goes To Hell', 'Escalofrío vs. Freddy vs. Jason vs. Alien vs. Depredador vs. Ronald McDonald'...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Emily Blunt. La verdad sea dicha, si hubieran contratado a una niñata insoportable de buenas siliconas (o ni eso: para "El museo de cera" contrataron a Paris Hilton... y no, no considero a Elisha Cuthbert como "insoportable" porque cuando veo sus poleritas ajustadas ni me molesto en escuchar lo que dice), esta peli hubiera sido el enésimo rollete de terror de la década. Pero Emily Blunt es actriz. Tiene carisma. Tiene simpatía. Otro cuento distinto es en qué diablos estaba pensando Emily Blunt, recién salida de pelearle exitosamente (pese a su desconocidez) punto a punto la posición a una hegemónica Anne Hathaway en "El diablo viste a la moda", para venir a meterse en esto. Pero bueno, si la multioscarizada Hillary Swank se humilló a sí misma en "Prueba de fe", por qué la más discreta Emily Blunt no lo iba a hacer en una peli de terror con todas las papeletas para ser un glorioso fracaso... Y créanme, la chica es capaz de levantar esto. Que Emily Blunt realmente interpreta a un personaje (bueno, lo que se puede con el guión, no nos engañemos tampoco, que esto no es Shakespeare), y no se limita a gritar como una scream queen al uso. Emily Blunt domina todo el espectáculo, y es comprensible viéndola que Ashton Holmes a su lado se vea canijito y patético (joer, este tipito era el hijito melda de Aragorn Mortensen en "Una historia de violencia", si le vienen los roles así...). Completemos el elenco con el salidillo Martin Donovan ("Oneguin", "Insomnia", "¡Salvados!"), y quedamos en buenas manos.

-- Esta peli no es exactamente predecible. WOW, ¡gran cosa, General Gato, se supone que es una peli de terror y no debe ser predecible para que nos asustemos! Ehm... ¿han estado leyendo hasta acá? Bueno, obvio que sí, la cuestión es... ¿partieron por este párrafo? Como decía más atrás, en la actualidad tener una peli de terror que no sea predecible y que te remueva es casi un lujo. Esta lo logra. Al principio, cuando nos presentan a los dos personajes principales, ya nos vamos relajando porque el asunto va en cierta dirección, y vamos cachondeándonos de la enésima peli con ESE argumento... y no. Porque la historia da su pequeño giro y tenemos que el asunto va a decantarse por ESE OTRO argumento... Y, pues miren, que tampoco es exactamente así... Todo eso, con una fotografía muy mimada y una banda sonora que, por una vez en la vida, no hace abuso del recurso faciloide de pegarte un golpe sonoro para hacerte saltar en los momentos claves (bueno, en algún minuto lo hace, no podía ser perfecto tampoco). Quizás el principal defecto de esta peli, y que arruina un poco todo el asunto y no la hace remontar hasta donde debería en primer lugar, es que el guión no sabe apañárselas con un final realmente digno de toda la tensión que han ido construyendo a lo largo de la peli. Sí, es un buen final. Y bastante lógico, para todo lo que ha ocurrido. Pero... no es un buen final para una peli de terror, qué puedo decirles. Y eso desinfla lo que de otra manera hubiera sido un producto... no, no una obra maestra, pero sí un producto de consumo redondito y cabal. Una lástima, porque esta peli merecía una suerte mejor. Aunque, por una vez en la vida, el título está justificado, porque sí, porque algún escalofrío consigue meter... No es mala cosecha en el magro huerto de las pelis postmodernas de terror.

IDEAL PARA: Ver alguna de esas noches.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Inicio de la peli [en inglés, sin subtítulos].



3 comentarios:

  1. Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

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  2. Como no sé leer caracteres kanji, no me quedó más remedio que eliminar el comentario de arriba, como spam. Hasta que sepa leer japonés, por lo menos. (Y si después resulta que sí sé leer japonés, y es spam, sigue eliminado, joer...).

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  3. Por ponerlo en términos futbolísticos, aquí Emily corrió toda la cancha, fabricó el corner, lo tiró y lo cabeceó... Realmente hizo la película casi sola...

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