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jueves, 9 de julio de 2009

"El Vengador Fantasma" (2007).


-- "Ghost Rider". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Mark Steven Johnson.
-- Actuación: Nicolas Cage, Eva Mendes, Wes Bentley, Sam Elliot, Brett Culen, Peter Fonda, Donal Logue, Kenneth Ramson, Matt Long, Raquel Alessi, Daniel Frederiksen, Laurence Breuls, Mathew Wilkinson, Rebel Wilson.
-- Guión: Mark Steven Johnson.
-- Banda Sonora: Christopher Young.

-- "El Vengador Fantasma" en IMDb.
-- "El Vengador Fantasma" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Johnny Blaze trabaja como acróbata en motocicleta, y es joven e inexperto. O sea, el nuevo amigo de los prepúberes que a sus tiernos 12 juran de estómago que se las saben todas sobre el mundo. Al contrario de los niñatos de su edad, él es muy amiguete con su padre, lo que es condena a muerte segura para el pobre viejo, porque si el niñato no es enemigo de su padre no hay drama, así es que drama hay que sacar de alguna parte, aunque sea matando a algún secundario. Resulta que daddy tiene cáncer, y a Johnny Blaze se le aparece un tipo diciéndole "¡Pero hombre...! Mira nada más... Puedes salvarlo y sólo me tienes que hacer una pequeña ventita... tu alma". El imbécil ni siquiera se le ocurre pensar para qué diablos le quieren comprar algo tan etéreo como un alma (al cretinoide de esa peli en que Elizabeth Hurley era el Diablo, al menos sí se le ocurrió... y luego hablan mal de esa peli), ni tampoco se acuerda de eso de que "no hables con extraños", ni que acepte a ojos cerrados una oferta sin leer el contrato, así es que llega y firma. Así es como se compran casas con cuatro hipotecas encima a sesenta años plazo, digo yo. Como suele pasar, el ofertante, un tal Mefistófeles (otro error: este tipo no ha leído literatura clásica y no sabe por tanto la de put***s que Mefistófeles le hizo a Fausto), se las apaña para engañar a nuestro prota, el que queda vinculao por un contrato estilo "vengo a sacar una cuenta de ahorros en su honorable Banco...", sin sacar nada de provecho a cambio (ya ven: nuestro Johnny Blaze está listo para comprar un electrodoméstico en chorropetecientas cuotas mensuales reajustables, amortizables, embargables y ejecutables). Pasan los años, Johnny Blaze se pone a hacer el payaso (incluso más), pero las cosas no serán tan fáciles para él. Porque la chica que le gustaba de joven, regresa más madurona, enmujerecida y siliconizada, y quiere puro calentarle la motocicleta. Y porque también llega al town un demonio que busca un McGuffin que sirva para atizarse a palos con el prota. Y Mefistófeles ha regresado para gritarle a nuestro prota: "¡O me cumples el contrato, o te echo encima a toos los abogaos... y son toos míos, que pa' eso soy Mefistófeles!". Ahora, a Johnny Blaze no le quedará más remedio que convertirse en... ¡El Vengador Fantasma! ¡¡¡TIEMBLEN, CIUDADANOS, EL VENGADOR DEL INFIERNO ESTÁ AQUÍ...!!! Bueh, en realidad no tiemblen tanto, el infierno ya no es lo que solía ser, y eso es patente en esta peli...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Eso de los superhéroes excluidos del sistema, pero p***s de idealista, estaba bien para los '60s con el Girl Power, la Rebelión de las Flores, el vuelve a tu pipa hippie y todo eso. Pero en los '70s el asunto se puso un poco más sombrío, cuando Richard "no entiendo por qué las elecciones presidenciales libres e informadas deberían ser un requisito para una sociedad democrática" Nixon fue puesto en evidencia por tratar de hacer trampa en las elecciones (eran otros tiempos, Bush la hizo peor y no le pasó nada), vino Watergate, la pérdida de la fe en la democracia... En esos tiempos empezó a prosperar el mercado de historietas de terror, y los vampiros, hombres lobos, demonios y burócratas de la oficina de impuestos volvieron a saltar al candelero. En esos tiempos surgió en la Marvel una historia sobre un chulo motociclista que trabajaba... ¡UAAAAAÁ! ¡¡¡PARA EL INFIERNO!!! ¡¡¡TENGAN MIEDO!!! El Motociclista Fantasma encajó muy bien en una década con el Demonio pisando fuerte por ahí ("El exorcista", "El bebé de Rosemary", "La profecía", el terror berreta italiano serie B...), pero nunca fue un compañero muy amigable respecto de los superhéroes (¿se lo imaginan sentao con su calaquita hablando de tú a tú sobre salvar el mundo con Iron Man y el Capitán América en la mesa de trabajo de los Vengadores...?). De hecho, la racha de adaptaciones Marvel partió con un antihéroe también medio demoníaco (medio vampírico, en realidad) como lo era Blade ("Blade" y secuelas, precisamente), pero después "X-Men", "Spiderman" y respectivas secuelas, además de "Los 4 Fantásticos", "Daredevil", etcétera, se llevaron el palo al agua. Acabándose ya los héroes de la casa, hubo que buscar nuevas ubres para estrujar la vaca, y sacaron del pantano al pobre Motorista Fantasma. Y para rodarla llamaron a Mark Steven Johnson, que ya se había hecho sus pinitos en la no muy buena pero sí muy entretenida "Daredevil" (fanáticos aparte, como siempre). "El Motorista Fantasma" resultó igual de mala, pero en fin, no tan entretenida. Quizás no entretenida en lo absoluto. Pero no digo más, porque ése tiene pacto con el demonio, así es que...

¿POR QUÉ VERLA?

-- No se me ocurren muchas razones valederas. Actúa Nicolas Cage, o soberactúa mejor dicho en su más rancia tradición (pero... ¿quién rayos fue el majareta que dijo "¡Nicolas Cage es nuestro Ghost Rider!"? Bueno, al menos nos la sacamos barata, recordemos que hubo una época en que se lo candidateó seriamente para reemplazar a Christopher Reeves como Superman...). Habrá quien quiera babearse con Eva Mendes, y si bien aparece lúbrica en algunas escenas, la verdad es que... no sé... Las comparaciones son odiosas, pero en "Daredevil" (también dirigida por Mark Steven Johnson, recordemos), a pesar de no tener un cuerpo tan nutricio ni estar tan enchulada, Jennifer Garner estaba mucho más en su punto. Peter Fonda como Mefistófeles es un acierto, vale (además de un guiño por ahí a su recordado rol de motociclista en "Busco mi destino"), pero aparece tan poco y en escenas tan tópicas, que le hubieran pagado la mitad a Ian McDiarmid y hubiera quedado igual de chulo (de hecho, le dieron un look igual a Palpatine). El villano viene interpretado por Wes Bentley, quien ya había hecho el "soy mijo-pero-profundo" en la sobrevalorada y olvidada "Belleza americana", y aquí se destapa a cuerpo entero como lo pretencioso que es de actorcito. Los actorcillos que interpretan a los tortolillos de jóvenes son guaperas puestos ahí para roles tópicos, pero se esfuerzan y dentro de lo campy que es todo el espectáculo, les sale medianamente aceptable (a nivel de soap opera tipo "Melrose Place" o "The OC", vale, pero es que el resto de la peli, a ratos ni eso). El único con un poco de vidilla es Sam Elliott, el misterioso (es un decir, todos veíamos venir quién era al final del cuento) sepulturero del cementerio, pero al personaje le dan un trasfondo tan débil, que por muy esforzado que sea Elliott en poner cara de "me la tomo en serio, diviértanse conmigo en esta peli", apenas consigue levantar cabeza (se la puede incluso imponiéndose actoralmente a Nicholas Cage, que por mal actor que sea, algo sabe del oficio aunque sea por ensayo y error). Y la historia misma carece de interés. Dificulta también el valorarla adecuadamente, que a la peli le otorgan como trasfondo toda esa infracultura de los redneck (campiranos, que les dicen en español), que a los yankis countretas estilo George W. Bush podrá remecer su poco, pero que acá resbala como esa pseudobarbarie que es (luego los multiculturalistas dicen que todas las culturas planetarias son dignas de igual respeto... ¡toma ya!). Pero en general, aunque no esperábamos una peli gloriosa, sí al menos teníamos el derecho de pedir una peli entretenida. Déjenme darles una pista: reloj en mano puedo decirles que el momento en que por primera vez Johnny Blaze se transforma en Ghost Rider, viene hacia el minuto 45 de proyección. Y la peli dura sus cercanas dos horas. O sea, te pasas casi el 40% de la peli sin haber visto al "héroe". Así se tardan en hacerla arrancar. ¿Y lo que viene después? Bueno, pura rutina. Desde el punto de vista técnico la peli es más que solvente, vale, y aunque la transformación canta su poco, los CGI se defienden. Pero teniendo a Nicolas Cage poniendo cara de "soy tan atormentado" como héroe, y al sobreactuado Wes Bentley como un villano anémico como él sólo...

-- Démosle algo de flores a la banda sonora. No es grandiosa ni mucho menos, pero Christopher Young hace un trabajo discreto, y nadie le pide demasiado porque para la clase de peli en que aparece... El hombre había trabajado en "Spiderman 3", "El exorcismo de Emily Rose" y "El núcleo", y se las arregla para ser un artesano eficaz (pero no le pidan ser un James Newton Howard, por favor). Y el tema de cierre está en su punto.

-- Hispanohablantes, ríanse. El pueblo maldito que aparece en la peli se llama "San Venganza", en castellano en el original. Sí, mis amigos, el guionista/director no se tomó la molestia de repasar el Manual de Gramática de la Real Academia Española de la Lengua para estudiar las leyes de la concordancia gramatical, y le puso "San Venganza" con dos cojones, en vez de "Santa Venganza".

IDEAL PARA: Aburrirse como una ostra.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

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