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domingo, 29 de marzo de 2009
"Watchmen" (2009).
-- "Watchmen". Estados Unidos. Año 2009.
-- Dirección: Zack Snyder.
-- Actuación: Malin Akerman, Billy Crudup, Matthew Goode, Jackie Earle Haley, Jeffrey Dean Morgan, Patrick Wilson, Carla Gugino, Matt Frewer, Stephen McHattie, Laura Mennell, Rob LaBelle, Gary Houston, James M. Connor, Mary Ann Burger, John Shaw.
-- Guión: David Hayter y Alex Tse, basados en la novela gráfica de Dave Gibbons y Alan Moore (este último sin acreditar).
-- Banda Sonora: Tyler Bates.
-- "Watchmen" en IMDB.
-- "Watchmen" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Nueva York. 1985. Richard Nixon rules. Literalmente: es el Presidente de los Estados Unidos. El Hombre Uno. The Omega President. En un roñoso departamento tipo "first floor's pre-sucessed Billy Idol", un vejete fumador de puros está mirando la TV. De pronto, puerta rota. El tipo sabe que lo están persiguiendo, pero en una maniobra muy idiota, se ha quedado quieto para que lo encuentren, y puede darse por satisfecho de que venga sólo uno tras él, en vez de un escuadrón completo. El misterioso atacante confronta al dueño de casa con muy malos modales, la clase de malos modales que involucran darle una rastrera paliza y luego precipitarlo ventana abajo desde un ytitantopiso hacia la calle. La policía, como de costumbre, está in albis. Pero no se preocupen, ahí llega el batmanesco Rorschach (los puristas que se aguanten, ya sé que Rorschach no es un trasunto de Batman sino de Question, y que el Batman de esta historia es Búho Nocturno o como-se-llame, pero en fin, me entienden el concepto). Llega el batmanesco Rorschach, decía, e investiga su poco aquí y su poco allá, llegando a una paranoica conclusión: alguien está matando enmascarados. Porque el muertito era un justiciero enmascarado llamado el Comediante, medio ya en retiro porque Richard Nixon ha pasado una ley para que los enmascarados no se pongan a investigar watergates y cosas así, y así imponer su Tenebrosa Dictadura sobre la América Orwelliana 1985 (¡hey, suena como "1984 Year Two"! En fin, chistes comiqueros aparte...). ¿En qué estaba? ¡Ah, sí! Rorschach investigando la muerte del Comediante. Resulta que a partir de eso, vamos conociendo al resto del elenco de superhéroes, que desde su retiro forzoso ha vivido su vida cada uno como mejor puede, lo que puede ser un tanto deprimente en algunos casos. El más chupi es el Doctor Manhattan, que tiene poderes para manipular la materia, el tiempo y el espacio, y en vez de utilizar sus nuevas habilidades para crearse un Paraíso con 72 huríes y whisky a destajo, se ha vuelto cada vez más misántropo y filósofo y sufrido, pobrecito él. A su lado está Espectro de Seda, curvilínea y comestible por todas partes, que se va más o menos hacia donde calienta el Sol (es un decir, el Doctor Manhattan en realidad no calienta mucho que digamos, con su permanente tecnofilosofogibarish). Más allá está Búho Nocturno, que no se atreve a mojar pija con Espectro de Seda, así es que se conforma con quedarse verdebaboso alrededor de ella como pañuelito de lágrimas. Y completa el elenco un tal Ozymandias, que haciendo honor a su habilidad para ser el hombre más inteligente del mundo o eso dicen, cuelga el traje de superhéroe para lucrarse vendiendo los monitos y figuritas basados en sus compañeros, chico listo que le llaman (¡el dinero no está en la obra sino en el mercadishing alrededor!). ¿Será alguno de ellos el asesino? ¿Se incrementará la tensión mundial hasta el punto de una guerra nuclear total? ¿Quién se ha comido mi queso?
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Quizás el mito más perdurable de la cultura popular del siglo XX, sea el superhéroe. Nacidos en los deprimidos '30s (se dice que el primero fue Superman, pero antes Flash Gordon y el Fantasma Que Camina fueron importantes puntos de bisagra entre el antiguo héroe pulp y el moderno superhéroe), encontraron su raison d'être en los '40s, cuando frente a los malvadísimos nazis los yankis podían sentirse buenos y puros, y por eso se comprarían el cuento completo. En los tranquilos y adormilados '50s, los superhéroes se sanitizaron lo suyo (hay que ver lo ridículas que eran las portadas de Superman en aquellos años, con Lois Lane tomando milkshakes y yendo a la peluquería...). En los '60s se hicieron contraculturales, pero curiosamente, muchos de esos superhéroes que desmentían lo que era ser un superhéroe (el aproblemado Hombre Araña, el renuente Guapo Ben, el jekyllesco Hulk) se transformaron en mainstream. En los '70s, con la resaca Watergate, los superhéroes se oscurecieron un tanto más (la saga del Imperio Secreto del Capitán América, Batman luchando contra Ra's al Ghul...). Y en los '80s, los superhéroes tradicionalmente asociados a los valores patrios, empezaron a caer en desgracia cuando esos valores patrios fueron secuestrados por los neocon ultraliberales de Ronald Reagan (bueno, al menos él era simpático, lo que es George W. Bush...). En medio de ese ambiente alienado, el historietista Alan Moore, que ya había hecho sus pinitos haciendo comiquitas de superhéroes, lanzó la historieta que pretendía ser definitiva: "Watchmen". Se supone que iba a partir como una historia de una franquicia antigua comprada por DC Comics, pero por avatares de la conveniencia editorial, acabó transformándose en una historia autocontenida. "Watchmen" marcó una revolución para la época, una revisión draconiana de lo que significan de verdad los superhéroes. La idea de base era muy sencilla: ¿qué pasaría si los superhéroes existieran de verdad en nuestro mundo real? Porque el mundo de los superhéroes es real sólo de mentirijillas, o acaso alguien se cree que con todos los inventos que desarrolla Reed Richards entre desayuno y almuerzo de manera casi rutinaria, el mundo actual no estaría viviendo su Sexta Revolución Industrial o acaso más... Como bien apuntó Alan Moore, por un lado los superhéroes cambiarían los balances de poder en el mundo. En segundo lugar, vamos a ver si la gente los aceptaría tan de buenas a primeras (la gente tiene la desagradable costumbre de gustarle la mano dura cuando es con otros la cosa, no cuando es con uno). En tercera, los superhéroes no necesariamente serían modelos de justicia, desapasionados Linternas Verdes o 4 Fantásticos luchando por la libertad y la justicia porque sí, y sin tener delante ninguna opción moral ambigua (vamos, que los conflictos de método entre Batman y Superman generalmente son más cosméticos que otra cosa). El producto creado fue algo tan denso y soliviante, que quién demonios iba a atreverse a adaptarlo al cine. La respuesta: Todos los que pudieran pagar por los derechos. Total, al carajo con la densidad de ideas, que si la historieta vende, hay que sacar la peli, caramba. Por ABC motivos, terminaron sacándola casi un cuarto de siglo después de la historieta original. Originando de paso discusiones enconadas dentro de la parroquia. Que si es buena, que si es mala. Que si había que adaptarla en forma más literal, que si se podía adaptar o no. Caray, si están más fundamentalistas que la Biblia, ni los propios fundamentalistas cristianos se quejan porque "Rey de Reyes" o "La más grande historia jamás contada" no sean ciento por ciento fieles a la pata de la letra de la Santa Escritura...
¿POR QUÉ VERLA?
-- Saltándonos a la torera el problema de si es o no es una buena adaptación (sí, "Watchmen" es inadaptable a una peli en forma literal, pero vamos, también lo son el Quijote, el Conde de Montecristo y la Biblia, y nadie con dos dedos de frente se queja porque las pelis basadas en ellas no sean copias al carbónico...), ¿tenemos una historia que contar aquí? La respuesta puede depender de lo que andes buscando en esta peli. Porque la verdad, tenemos dos pelis en una. Toda la primera mitad es una rica descripción de un 1985 alternativo con un gobierno yanki fascista escalando hacia una guerra nuclear, a través de los ojos de unos personajes que podrían hacer algo quizás, o quizás no... Y la segunda mitad ya nos hace entrar derechamente en la acción, en el nudo del conflicto y en su dramática resolución final. De ambas, la mejor parte es obviamente la primera, que so pretexto de ser "una de supers", pinta un alienadísimo universo de relaciones humanas, y de visiones sobre la existencia, incluyendo algunos bocetos sobre la profunda relación entre represiones y frustraciones personales, y delirios místicos de salvador del mundo que cabe metafóricamente a todo superhéroe, y en verdá a todo iluminado tengolaverdad, sea neoliberal, guevarista, neocon, feminista con bigote... Cuando el asunto degenera en una peli de acción al uso (hay que vender pop corn después de todo, ¿no?), todo se vuelve un poco más manido, y la maquinaria narrativa pierde un montón de fuelle, no porque el espectáculo no esté asegurado, sino porque todo se hace un poco más de rutina (rescatar a un compañero en desgracia, hacer que los viejos underdogs se reunan en un nuevo equipo para salvar al mundo, ir a la guarida del villano... lo de siempre, vamos). Bueno, tenían una historia muy compleja entre las manos, y era difícil no naufragar tratando de adaptarla en algo que pudiera entenderse. Y de hecho, no naufragan. Del desafío, salen bastante airosos. No es la mejor peli de superhéroes que se haya hecho, ni de refilón, pero consigue ser inquietante, consigue meter dudas e incertidumbres, y en particular consigue mostrar a los superhéroes como tipos cuyas motivaciones no están del todo claras, y que a las últimas, de manera soterrada, parecerían ser guiados por un instinto mesiánico que no sirve más que para encubrir una enfermiza ambición de poder. No estamos frente a estoicos luchadores de la libertad, sino frente a tipos que disfrutan teniendo el destino de la Humanidad en sus manos, so pretexto de salvarla de ellos mismos (¿dónde he escuchado eso antes?), y esto queda meridianamente claro en la peli, más allá de algunos obvios baches argumentales, e incluso un trabajo de edición un tanto desaliñado a ratos.
-- Más allá de un guión irregular-pero-esforzado, la ejecución misma de la peli es eficiente. Ninguno de los actores pasará a la Historia por sus roles aquí (en algunos casos, como el de Patrick Wilson como Búho Nocturno, que había estado superlativo en "El Fantasma de la Opera" y en "Hard Candy", su desempeño es subnormalmente bajo: iba bien, pero su transformación en superhéroe no termina de cuajar), pero en general están todos ajustados a lo que se espera de ellos. Billy Crudup no se desmadra actuando, pero como se supone que el Doctor Manhattan es una criatura fría y poco emocional, pues está bien (tiemblo de pensar que se llegó a barajar a Tom Cruise interpretándolo...). Jackie Earle Haley compone un Rorschach intenso, y como él lleva el pandero en bastantes tramos de la peli, es una ganancia. Pero los que la llevan son Jeffrey Dean Morgan como el Comediante, dándole al personaje toda la ambigüedad de un personaje ni demasiado bueno ni demasiado malo, Malin Akerman dándole algo de substancia a su en principio anodino rol de Espectro de Seda (a ella la habíamos visto como la chica histericona en la subvalorada "La mujer de mis pesadillas"), y en particular Carla Gugino en su rol secundario, no confiándose en lo prostético para marcar la evolución de su personaje desde superheroína jovencita hasta vejete alcoholizada (ya la habíamos visto en "Spy Kids" y secuelas, y en un rol con harto morbo en "Sin City"). La banda sonora, sin descollar, cumple. La inserción de canciones de un repertorio sesentero y setentero (Simon & Garfunkel, Bob Dylan) es un acierto y le confiere a la peli un mood muy distinto al de las pelis de superhéroes genéricas. El único bajón en este apartado es la inserción forzada (a ratos, por suerte) de shitrock y shitmetal para vender el soundtrack, destacando en particular el vergonzoso cover de la infrabanda My Chemichal Romance sobre un tema de Bob Dylan, que por suerte hay que soportarlo en la secuencia de créditos y no en la peli misma. Y bueno, en lo visual la peli ofrece todo lo que se puede hacer hoy en día con CGI, creando de verdad un universo distópico y ucrónico creíble y convincente (quizás lo único que cante su tanto, sea el Doctor Manhattan, demasiado pixelado, así como las secuencias en Marte, demasiado de videojuego, y que rompen el naturalismo de otras secuencias mejor logradas, pero no llega a chirriar tanto que fastidie).
-- ESTE PÁRRAFO COMPLETO ESPOILEREA EL FINAL. SI NO HAS VISTO LA PELI Y TIENES INTENCIONES DE HACERLO, SÁLTATE INMEDIATAMENTE AL PÁRRAFO SIGUIENTE. El final de la peli introduce una sutil modificación sobre la historieta original, y con esto le da un sentido diferente a todo, y un poco más crítico, si me permiten. No diré que mejora la historieta original (los ortodojos rasgarían vestiduras al respecto, pero no me tiembla la pata para denunciar el fundamentalismo friki allí donde lo encuentro), pero sí entrega un cierto sentido diferente. En la historieta original, el armagedón es desatado liberando una criatura alienígena (o algo por el estilo) que hace a la Humanidad temer por una invasión extraterrestre. En la peli, el arquitecto del miedo usa al mesiánico y casi cristológico Doctor Manhattan. La desviación es sutil, pero interesante: resulta que en la historieta el estatus final del Doctor Manhattan el Cristo cuántico de este universo narrativo, frente a la Humanidad, queda un tanto ambiguo. En la peli, en cambio, la actitud de la Humanidad hacia el Doctor Manhattan se insinúa como abiertamente negativa: ojalá que nunca vuelva. Considerando que el Doctor Manhattan es prácticamente un semidiós o cerca de eso, hay acá toda una parábola religiosa sobre el temor a Dios. La Humanidad se une, sí, pero el temor a un enemigo externo alienígena se transforma en un temor contra el mismísimo Dios (y el Doctor Manhattan TIENE poderes de dios, quizás DEL DIOS CON MAYÚSCULAS). Un cambio sutil, quizás impensado por los guionistas, pero interesante como planteamiento. FIN DEL SPOILER DEL FINAL, PUEDEN SEGUIR LEYENDO CON CONFIANZA.
-- Secuencias notables. La secuencia de créditos, introduciéndonos de manera muy eficaz (densa pero informativa) sobre un montón de situaciones claves para definir el universo de la peli. El Doctor Manhattan matando vietcongs al son de la Cabalgata de las Valkirias (después de "Apocalipsis Now" quedó como estándar, definitivamente, si hasta en "Operación Valkiria" que no tiene que ver con Vietnam, aparece la dichosa cabalgata...). La bizarra discusión entre Espectro de Seda y el Doctor Manhattan. Rorschach cenándose prisioneros en la prisión. Y todas las escenas del Comediante, por supuesto.
-- Una reflexión final. Esta peli está condenada al fracaso desde el comienzo. ¿A quién le va a gustar, en definitiva? A los amantes del cómic, no, por descontado, que son tan fanáticos y fundamentalistas que no le hubieran perdonado la más mínima desviación (y por tratar de hacerla lo más fiel posible, las desviaciones se notan más). Al público en general le parecerá inenarrablemente densa, lo que no está mal, por supuesto, que está bien una peli que te haga pensar un poquito, caramba, no todo va a ser "El transportador" y secuelas tampoco, pero para quién vaya a ver un festival de tiros y patadas (la mayoría, eventualmente) puede ser como mínimo una experiencia descolocante. Apreciar esta peli implica sustraerse tanto al material comiquero de base, como a la ecuación superhéroes=acción. Hecha esta operación mental, emergen los verdaderos valores de esta peli, que como muchos de sus críticos dicen, pudo haber sido mucho mejor, es cierto, pero tampoco es menos cierto que pudo haber sido mucho peor, y que, sumando y restando, tiene más fortalezas que debilidades.
IDEAL PARA: Ver una peli de superhéroes que lidia de manera irregular pero valiente con el problema de qué hacemos con los mesías iluminados que creen saber mejor que nosotros cómo manejar el mundo.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].
imaginad que vamos al cine a ver una peli de agentes de la ley superhéroes, que a resultas de su brutalidad y salvajismo han sido retirados por el gobierno, y que descubren que por las buenas algún extraño entrometido ha decidido darles matarile uno a uno.
ResponderBorrarDonde esa conspiración sólo le interesa a un tipejo raro con un calcetín sudado en la cabeza mientras a los demás se la pela y se pasan dos horas hablando de la naturaleza humana, de que cualquier tiempo pasado fue mejor, de impotencia sexual y de una "terrible" amenaza nuclear. Imaginad que para colmo lo hablan todo como si desayunaran antidepresivos y se mueven cada rato a cámara lenta.ese es el argumento de Watchmen, tanto del comic como la pelicula.
Difícil ser más acertado y más sintético. No hay recetas para hacer una buena peli, pero ésta es receta segura para hacer una peli, er... ehm... impopular.
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