Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
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sábado, 14 de octubre de 2006
"007 al servicio secreto de Su Majestad" (1969).
-- "On Her Majesty's Secret Service". Estados Unidos / Inglaterra. Año 1969.
-- Dirección: Peter R. Hunt.
-- Actuación: George Lazenby, Diana Rigg, Telly Savalas, Gabriele Ferzetti, Ilse Steppat, Lois Maxwell, Bernard Lee, Desmond Llewelyn.
-- Guión: Richard Maibaum, con diálogos adicionales de Simon Raven, sobre la novela de Ian Fleming.
-- Banda Sonora: John Barry.
-- "007 al servicio secreto de Su Majestad" en IMDb.
-- "007 al servicio secreto de Su Majestad" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Durante un paseíto por la playa, una chica se ve en problemas. ¿Y ahora quién podrá defenderla? Nada menos que Bond, James Bond, quien casualmente iba pasando por allí. Aunque no muy reconocible, porque viene interpretado con los rasgos de George Lazenby (¿lacuánto dijo usted?). Pero como George Lazenby es George Lazenby y no Sean Connery, pues bien, la chica mimada y caprichosa le da con un palmo de narices a su salvador. ¿Se le irá a escapar esta vez la tierna cervatilla al agente 007? No, si cuentas con algo de ayuda de papá. El padre de la chica es un poderoso jefe mafioso, que tienta a Bond para proseguir, gracias a un buen trato: si Bond seduce a la chica y se casa con ella, el jefe mafioso le dará una valiosa información que puede llevar a Bond al paradero de Blofeld, el criminal del gato blanco angora que ha estado dándole lata a Bond en casi todas sus películas anteriores. Pero aunque 007 acepta, en realidad tiene su corazoncito, y se casa con la chica por puro y verdadero amor. Pasados los días de vino y rosas, Bond parte a su misión: atrapar de una vez por todas a Blofeld, quien, enmascarado detrás de un spa en lo más aislado de los Alpes, prepara una terrorífica venganza contra el mundo civilizado.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Soplaban vientos de cambio. Después de "Sólo se vive dos veces", el diluvio: la Revolución de las Flores, mayo del '68, los hippies, Woodstock, amor y paz, etcétera. Todo eso eran malas noticias para papi Broccoli y tío Saltzman, los productores de las películas de Bond, por supuesto, ya que atentaban frontalmente contra el estilo naif y la ideología ultraconservadora de los filmes Bond hasta la fecha. ¿Sobreviviría Bond al cambio de década? Sí, a condición de reinventar al personaje. O sea, se imponía una nueva película Bond en donde la mujer no fuera una mera comparsa del héroe, o dicho más crudamente, el descanso del guerrero, y en donde el diabólico plan del villano implicara una amenaza real, y no un plan de villano pulpesco como andar saboteando carreras espaciales y cosas así (tema además obsoleto, porque en ese mismo 1969 se consiguió llegar a la Luna, y por tanto la carrera espacial perdió interés). O sea, la nueva película Bond debía ser más ruda y realista, y además, tener mayor compromiso emocional. Y como si todas estas dificultades fueran pocas, después de su quinta película Bond, Sean Connery amenazó con no volver más al set para interpretar a 007, ya que no quería encasillarse en el papel. O sea, no sólo había que reinventar a Bond, sino además literalmente buscarse uno nuevo. Lo encontraron en George Lazenby, un actor casi sin currículum (no se crean, el de Connery antes de "El satánico Dr. No" tampoco era como para tirar fuegos artificiales). Para Lazenby, "Al servicio secreto de Su Majestad" fue su debut como Bond... y despedida, ya que fue tan mal recibido que, pues bien, al demonio con él. ¡Si hasta en "Pinky y Cerebro" se cachondeaban del pobre! Justificando de paso su penosísima carrera posterior (incluso ha actuado en la saga softcore de "Emanuelle", eso es decadencia).
¿POR QUÉ VERLA?
-- Es la única película Bond en donde el romance se concreta en matrimonio. O sea, la única en donde 007 entrega su corazoncito de manera incondicional a una fémina, en vez de usarlas como divertimento pasajero entre batallita y batallita.
-- Telly Savalas. Sí, aunque no lo crean, antes de interpretar al clásico peladito Kojak, este calvo actor fue villano Bond, y nada menos que EL villano Bond por antonomasia, Ernst Stavro Blofeld, el líder de SPECTRE (en la película anterior había sido interpretado por Donald Pleasance). Aparece poco y su plan, si bien ultrarrealista (al menos, en comparación a las pelis anteriores), carece de todo componente espectacular, pero de todas maneras es reconfortante encontrarse con su rostro amigo al final del túnel.
-- ¡George Lazenby! Sí, quebremos una lanza por ese pobre hombre, el más vilipendiado de los 007 que han pasado por la pantalla grande. Vale que su Bond no es el mejor de todos ni por asomo, pero por otra parte, hagan la prueba deponerse en sus pantalones. En la actualidad ver a varios actores interpretando a Bond, James Bond, es algo habitual, pero en ese tiempo, era el primero con el formidable deber de tener que reemplazar a Connery, Sean Connery. Además, en su intento de desvirilizar a Bond, los guionistas lo hacen verse aún más patético, si es que cabe. Súmese el hecho de que no confiaron la dirección al buen hacer ni de Terence Young, ni de Lewis Gilbert, ni de Guy Hamilton, todos directores Bond probados y aprobados, y confiaron en Peter Hunt, un tipo que había editado "Desde Rusia con amor" y "Goldfinger", pero que de dirección, nada (era su primera película, antes no había dirigido ni siquiera programas de televisión), y por tanto, con una experticia virtualmente nula, algo que se nota en el ritmo terriblemente lento de la película (¡y se supone que la edición era su fuerte!), que se arrastra como un gusano por casi dos horas y media (la más larga peli Bond, al menos hasta la fecha). Agréguese a Diana Rigg, que no sólo interpreta una de las más penosas chicas Bond que se han visto (y no por culpa de ella, que se esfuerza bastante, pero es que oiga, si querían hacer una caricatura de la mujer liberada de los albores de los '70s, podían haberlo hecho con mayor tacto), sino que tenía una conocidísima mala relación con Lazenby (se dice que mascaba cebolla antes de cada escena romántica con el pobre). Además, había que convencer al público de que en la era post-Woodstock aún había lugar para el agente secreto del smoking en el casino, y de eso, ni siquiera el propio Lazenby estaba convencido (y con razón, hasta cierto punto, porque para sobrevivir, el propio Bond tuvo que cambiar su resto). Con todas esas malas vibraciones en el ambiente, era difícil que las cosas salieran bien para el pobre Lazenby. Y como no hizo ningún filme Bond adicional, tampoco tuvo oportunidad de redimirse (a diferencia de Roger Moore, que tampoco partió siendo el mejor Bond, y se fue componiendo por el camino).
-- La música. Por una vez en la vida, el tema de apertura no es cantado sino que es un instrumental, y famosísimo (auqnue sólo los fanáticos sepan de dónde salió; si hasta Propellerheads hicieron su propia versión). Y el tema de cierre, apartándose del Bond clásico, es la sentida balada semijazzística "We have all the time in the world", interpretada por Louis Armstrong.
IDEAL PARA: Cazadores de curiosidades fílmicas (¿Bond, casado? Sí, si sucedió)...
El pobre Lazenby nunca pudo recuperarse de su fracaso como Bond. Algo parecido a lo que le pasó a Dalton. Es complicado calzarse el smoking de 007.
ResponderBorrarEnhorabuena por el blog, acabo de descubrirlo y ya me enganché. Y gracias por el honor recibido, General, aún me dura el sonrojo.
Como dije en el post, no creo que Lazenby lo haya hecho del todo mal, como se dice, y que de haber hecho tres o cuatro Bond, hubiera tenido oportunidad de recuperarse. En cuanto a Dalton, creo que pasó algo similar. "Su nombre es peligro" tenía una trama un tanto enredada para el estándar de una peli Bond, y "Licencia para matar" era demasiado al estilo "Miami Vice", y de ambas cosas le echaron la culpa a Dalton, quien hizo a mi gusto un Bond harto decente también.
ResponderBorrarGracias por las alabanzas al blog, y por el comentario. Espero que sigámonos en contacto, en Cine 9009 y That's Entertainment!.
Yo creo que de todas las películas Bond puede estar en el panteón de las peores. Y eso que hay algunas realmente malas, la etapa Moore es horrible, convirtió al personaje en un payaso. Lazenby era simple y llanamente un actor de teatro con horchata en las venas, no tenía la presencia de Connery. La saga se salvó sin dudarlo gracias a Brosnan, porque Dalton no era malo pero volvemos a lo mismo.
ResponderBorrarEs contradictorio, sin embargo, que fuese de mis películas preferidas cuando era pequeño. Y muy decepcionante redescubrir la saga con unos añitos más. Solo se salvan unas pocas pelis de todas!!!!!!!!!!
Fue un duro golpe para mi descubrir que esas historias que de pequeño me fascinaban, eran en realidad surrealismos totales. Diamantes para la Eternidad con un Bond casi geriátrico (creo recordar que llevaba PELUQUÍN!!!!) o cualquiera de las Roger Moore (Se salvaría probablemente Vive y deja morir).
Menos mal que al final del túnel aparece una grandiosa Goldeneye, a pesar de que no se haya librado de detractores.
En resumen, en mi opìnión, el Bond más fiel a los libros es este Daniel Craig que ha reinventado la saga. Es reconfortable ver que no desaparecerá en la historia del cine, que nos seguirá sorprendiendo el mejor agente 00 de Hollywood.
A sus órdenes General!
En realidad la saga es pura fórmula y para la mayoría vale eso de que vista una, vistas todas. En ese contexto, o te gustan todas, o no te gusta ninguna, casi sin términos medios. Y es cierto que con Lazenby y después con "Los diamantes son eternos", comenzó una decadencia imparable de la que la saga no salió hasta la era Brosnan. Culpa de Roger Moore, quien llegó a declarar una barrabasada como que para creerse al personaje le era necesario interpretarlo en clave irónica porque no concebía que un hombre pudiera hacer todas esas fantasmadas en serio... vamos, ningún sentido de la fantasía.
ResponderBorrarVamos a ver qué pasa ahora con Daniel Craig, que a mi gusto ha rodado una de las mejores Bond de todas ("Casino Royale"), para a renglón seguido rodar una de las más insufribles ("Quantum of Solace"). Ojalá que la venidera se parezca más a la primera que a la segunda. Porque por mucha penuria económica que afecte ahora a MGM, tratándose de una saga en que cada peli cuesta 200 millones de dólares y reditúa 500, es ingenuo pensar que van a dejar morir la gallina de los huevos de oro así como así...
Saludos.
Lo cierto es que Quantum actúa a modo de película bisagra, en lo que se ha ideado como una nueva trilogía con opción a más películas. El problema que le veo es que no haya un director que asuma toda la trilogia, a modo de Nolan en Batman.
ResponderBorrarTe he dejado un comentario en el jardinero.
Un saludo!
Lo que sería una movida comercial bastante torpe, porque las pelis Bond no necesitan ser agrupadas en duologías, trilogías, etcétera, si la gracia al final es que como son todas más o menos iguales (con variaciones, claro, pero bueno, la receta es siempre la misma), uno las puede ver en el mejor de los desórdenes y no pasa nada. Una diferencia importante entre las Bond clásicas (hasta Dalton) y las más contemporáneas (Brosnan y Craig) es que había un solo productor por detrás (Broccoli, aunque en su tiempo en colaboración con Salzmann), y un puñado de directores que se repetían (Young, Hamilton, Gilbert, Glen), lo que ayudaba a darles al conjunto de las pelis Bond un aire de familia del que carecen las entregas actuales, hechas cada una a su propio aire, a veces de manera soberbia, y a veces con unos resultados que son para olvidar, siendo benevolentes.
ResponderBorrarSaludos.
claro! ese es el problema que les veo, no hay una continuidad real, eso le falla. Necesita un director que le de su sello personal y puedas reconocerlas como tal, sin perder la idea de Bond claro.
ResponderBorrarCreo que el secreto del éxito de las pelis Bond es que han conseguido combinar a un tiempo unos ciertos estándares de producción más o menos rígidos (la "fórmula Bond") con una adecuación estética y temática a cada época. Si la franquicia ha sobrevivido, es justamente porque ningún director la ha hecho tan personal que ya no pueda haber otra Bond "de qualité" (aunque Martin Campbell anduvo cerca, y si no, miren el doble desastre que significaron "El mañana nunca muere" y "Quantum of Solace", cada una de las cuales siguió a una Campbell). El día en que algún director le de un sello demasiado personal a Bond, ese día Bond se muere. Esto, sin perjuicio de que las pelis Bond de los '90s y 2000s, ya ido el venerable productor Albert Broccoli, funcionan más por el marketing que por algo que podamos llamar afecto al producto (algo que sí se veía en las primeras Bond, hechas con todo el mimo posible). Es cosa de ver lo que pasó con Batman, que pasó de las manos de Burton a las de Schumacher, o con Superman, que pasó de Donner a Lester, o los X-Men que pasó de Singer a Rattner, y los bajones de calidad subsiguientes fueron casi cataclísmicos...
ResponderBorrarSaludos.
Muy de acuerdo en eso que dices, pero, siguiendo la evolución que comentas, creo que Bond se encuentra ahora mismo cercano (para nada lo ha alcanzado) al nivel del Batman de Nolan, lo que es muy bueno para la saga. Además, ha conseguido acercarse de verdad a los libros, algo que ninguna de las películas anteriores había conseguido.
ResponderBorrarNo sé si Bond esté exactamente en su mejor momento, porque mucho de lo que ganaron con "Casino Royale" (una de las mejores Bond de todas, en mi opinión), se lo fusilaron después en "Quantum of Solace", que le faltaron varias tablas para el puente, a mi gusto. Una tercera Bond nos hubiera podido sacar de dudas, pero como está la cosa al interior de MGM (o lo que queda de MGM), probablemente tengamos que esperar algunos añitos. A estas alturas del partido va a pasar como con el pobre Timothy Dalton: su llegada fue un gran tiraje por la chimenea después de las últimas pelis de Roger Moore, y se estrenó con la (siempre a mi gusto) electrizante "Su nombre es peligro", para después rodar la aburrida "GoldenEye" no le permitió lucir todo lo que podía lucir en el personaje.
ResponderBorrarRespecto del Bond de los libros... Las pelis Bond nunca se caracterizaron por lo que pueda llamarse respeto irrestricto al material de base (a veces quedándose ese material de base en el puro título y poco más), por lo que la audiencia puede desconcertarse un poco al ver que el James Bond literario es bastante más humano y terrenal que el superhéroe del cine. Pero recuerdo haberme leído hace muchos años atrás "Doctor No" y "Desde Rusia con amor", y pasada la sorpresa de que la primera es secuela de la segunda (había visto las pelis, en donde es al revés...), me gustó el enfoque de Ian Fleming. Quizás algo añejo para hoy, pero bien adaptado al siglo XX en "Casino Royale" (y en menor medida, en "Quantum of Solace").
Saludos.
Por alguna razón quedó mal redactado el comentario de arriba. Donde dice "GoldenEye" debe decir "Licencia para matar". Lo que quería decir a continuación es que una tercera peli de Dalton nos hubiera sacado de dudas, pero ésa no llegó, y cuando se rodó "GoldenEye", se optó por darle a Bond un tiraje a los '90s en vez de seguir con el Bond ochentero (lo que a esas alturas estaría desfasado).
ResponderBorrarY ahora sí, saludos.