Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
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lunes, 11 de febrero de 2013
"Fachada" (1993).
-- "The Firm" (título original en inglés), "La tapadera" (título en España). Estados Unidos. Año 1993.
-- Dirección: Sydney Pollack.
-- Actuación: Tom Cruise, Jeanne Tripplehorn, Gene Hackman, Hal Holbrook, Terry Kinney, Wilford Brimley, Ed Harris, Holly Hunter, David Strathairn, Gary Busey, Steven Hill, Tobin Bell, Barbara Garrick, Jerry Hardin, Paul Calderon.
-- Guión: David Rabe, Robert Towne, David Rayfiel, basados en la novela de John Grisham.
-- Banda Sonora: Dave Grusin.
-- "Fachada" en IMDb.
-- "Fachada" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Un chico listo me-las-sé-todas anda cotizando a ver donde sus bonos pagan más, porque está en vías de titularse de abogao y es de los buenos-brillantes-blah-blah-blah. Ya la cosa huele mal porque si hay algo que Hollywood nos ha enseñao, es que la verdadera escuela es la vida, lo que vale no se aprende en los libros, etcétera (ni en un blog como Cine 9009, mucho nos tememos. Aunque hacemos el empeño de ser educativos aquí, eso sí). El caso es que nuestro joven rematado al mejor postor (¡¡¡TOM!!!, por supuesto) que se come a Jeanne Tripplehorn cuando estaba buena (pasada por el altar, eso sí, que estos thrillers son muy edgies en el tema corrupción, pero cuando se trata de valores familiares todo es muy aséptico, gracias) encuentra su oferta soñada en una oficina de esto-o-aquello en Memphis. No la Menfis egipcia por supuesto, que ésa sólo fue capital de un Imperio Egipcio que no le importa a nadie, sino del que importa, el Memphis de Tennessee USA gracias. El caso es que la firma es medio de bajo perfil, y ya nuestro jovenzuelo debería estar preguntándose por qué un bufete perdido en mitad de la América Profunda le ofrece más que New York o Chicago, pero así es como el materialismo los pierde a ustedes, humanitos tontos, y así es como ¡¡¡TOM!!! se mete de cabeza en la firma. Poniéndole de guía a Gene Hackman, lo cual también debería darte mala espina, porque cuándo el hombre ha hecho papeles honraos (¡leñe, si fue Lex Luthor el jodío!). Las cosas al comienzo se ven chupibien, hasta que se entera de la muerte accidental de dos abogados de la firma. Accidental mis cojones, claro, en estas pelis ninguna muerte es accidental. El caso es que ¡¡¡TOM!!! comienza a hacer preguntas, y sucede lo obvio. ¿Le ponen a un tipo de negro a que lo siga? No, claro que no, hombre, que éste es un thriller fino, no uno con villano de opereta. Lo que pasa es que se lo llevan a un viaje de negocios. En donde lo tentarán a que haga alguna que otra cochinadita, de esas que no le cuentas a la señora porque, bueno, privilegio de torero, ¿eh? ¡Ah! Y mientras tanto aparece el FBI y le dice básicamente que joda a la firma porque, bueno, ellos tienen algo que ver con ciertas prominentes familias de Chicago que cantan Al Capone a todo pulmón... aunque eso le signifique perder la licencia por violar la confidencialidad entre abogado y cliente. Lo malo es que tanto la firma medio mafiosilla como el FBI no saben que están lidiando con... ¡¡¡TOM!!! ...el hombre que mientras más lo meten en problemas, más cara de estreñido pone, y mientras más cara de estreñido pone, más chuloputomacarra se deshace de quienes no son tan majos como ¡¡¡TOM!!!
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Si ustedes son humanitos de una cierta edad, quizás recuerden que en la década de 1990 hubo una cierta fiebre en el cine por el thriller judicial, en particular por el thriller judicial cuando está basado en una novela de un autorcillo llamado John Grisham. La racha partió justamente con "Fachada", cuyo éxito clamoroso llevó bien pronto a otras adaptaciones casi a tableteo de ametralladora: "El informe pelícano", "El cliente", "Tiempo para matar", más algunas subsiguientes que se confiaron en que por ser Grisham la cosa iban a andar bien, y por flojillas no consiguieron llegar al nivel. Para que la cosa funcionara llamaron al gran y único Sydney Pollack, que ha rodado cosas interesantes fuera del thriller ("Tootsie", por supuesto), pero cuyo medio ambiente natural parecería ser el suspenso con personajes y diálogos inteligentes ("Los tres días del cóndor", "Yakuza", "Ausencia de malicia"), aunque su última peli a la fecha había sido "Habana", que no la recuerda nadie básicamente porque nadie la vio ni en su día ni después (y las chances son 6 en 10 de que ésta es la primera noticia que tienes de que existió dicha peli). Y pensar que Kevin Reynolds ("El príncipe de los ladrones") y hasta un finlandés llamado Pekka Parikka estaban en la nómina de candidatos. Eso y llamar a un actor hot como Tom Cruise, que entonces era la pipa en cacho y que irónicamente venía de otro thriller ("Cuestión de honor"). Coser y cantar. ¿Resultados? 42 millones invertidos, 270 en boletería. Una nada para la actualidad, pero una atrocidad de bruto para la época. Fue de hecho la quinta peli más taquillera de 1993, y tan abajo en el ranking porque hablamos del año de "Jurassic Park", "El fugitivo" y "La lista de Schindler" aquí (por si se lo están preguntando, el segundo lugar fue para "Mamá por siempre", eso es, ahí está el Top Five entero). Recaudó más dinero que "Una propuesta indecente", ya saben, esa cochinona que al final no era tan cochinona (¿no la han visto? Bueno, qué importa).
¿POR QUÉ VERLA?
-- Partamos por lo básico. Es una peli limpia de principio a fin, muy bien narrada y muy bien contada. No te das cuenta de cómo pasan los fotogramas y te agarra sin soltarte hasta que se termina. Sin tiempos muertos, sin acelerones bruscos, con la velocidad justa para mantenerte al filo de la butaca sin pasarse de roscas. Y lo más importante, sin golpes de efecto baratos. Cortesía del gran director que fue el finao Sydney Pollack, por supuesto. Lo único que, viendo el guión por segunda o tercera vez, algún que otro puntillo de la peli se torna tramposo, en particular la salida final que el prota encuentra para zafarse de todo el lío, y que está un poco puesta ahí para que el pobre pueda salir nadando del pozo. Pero se le perdona a cambio del suspenso del güeno, de que ves al jovencito inocente y sufres por él porque de verdad quieres que salga con bien del ajo (y hablamos de ¡¡¡TOM!!! aquí, de la egomanía hecha cine, no un tipejo al que uno pueda quererle a base de bien, así es que esto es logro de la peli, ¿eh?). Ya por el puro hecho de ser un thriller que consiga de cancha lo que todo thriller debería aspirar, o sea, remecer al respetable y mantenerlo al borde de la butaca por dos horas (bueno, dos horas y media, igual es larguita), esta peli es si no un must-see, por lo menos una buena manera de tirarse la tarde o la noche, a según.
-- Las actuaciones. De muchas pelis se puede decir que los protas están bien, o tal o cual secundario... pero no de todas que hasta el conserje con dos línas de diálogo está para Oscar. Tom Cruise hace más o menos su typecasting, pero le sale convincente, mientras que Jeanne Tripplehorn, pasados ya sus escarceos lúbricos en "Bajos instintos", lo acompaña muy bien. El que se descuadra de bueno eso sí es Gene Hackman, como el tortuoso mentor del lado oscuro del prota, y que consigue que su personaje trascienda la categoría de villano de opereta para transformarse casi en un personaje trágico. Holly Hunter por su parte la borda como secretaria barriobajera, Hal Hoolbrock como el taimado amo y señor de la firma, y David Strathairn como el hermano preso del prota que le perdona ser tan ¡¡¡TOM!!! y too, cómo no quererlo si su corazón es así de grande. Ed Harris resulta de interés también, como el jodío agente del FBI, y si no lees su nombre en los créditos, quizás no lo reconozcas bajo la caracterización. Aparece también Gary Busey en un rol casi de saludo a la bandera, y mirada en retrospectiva tiene su gracia que uno de los matones sea... Jigsaw. Sí, el del "Juego del miedo" y secuelas.
-- El tema subyacente de la peli es también uno muy bueno. No es uno jamás explorado, claro. Por el contrario, el pacto mefistofélico y el descensus ad inferos es uno de los más sonados motivos literarios y artísticos en general. Pero muchas veces se hace a lo cartón: el pobre infeliz cae de cabeza por ingenuidad y sabemos que es un estúpido, la voz de la razón es demasiado Pepe Grillo, el mal es obviamente el Mal... Acá no. El jovencito es ambicioso y a veces un poco tonto por eso, pero a través del diálogo se nos informa de su trasfondo, que es un tipo que ha tenido que luchar duro por tener lo que tiene para salir de su familia pobre (incluyendo un hermano encarcelado, mira tú), y entendemos que se sienta seducido por la vida nueva que se le ofrece y esté casi ciego frente a que todo es quizás DEMASIADO perfecto. La señora actúa de Pepe Grillo, sí, pero no tanto tampoco, en parte por la muy humana debilidad de que está enamorada de su marido, right or wrong, y en general actúa más como un personaje que como, ya saben, una conciencia abstracta puesta ahí para ser el superyó del personaje. Y finalmente la firma, los integrantes de la misma, en general no tienen ningún rasgo que el espectador pueda decir ¡¡¡UH, SON LOS MALOS!!! (salvo que hayas visto el trailer o te hayan comentado la peli o hayas leído el comentario de Cine 9009, claro). De hecho, aunque parezca un poco raro que al jovencito le ofrezcan tanto de entrada, en ningún minuto se hace obvio sino hasta cuando, bueno... hasta cuando es demasiado tarde, eso es. Muchas pelis sobre pacto mefistofélico literal o metafórico pecan de ser demasiado obvias, de subrayar lo malos que son los malos haciendo que el prota se vea estúpido en el camino, y tiran así demasiado del espectador, no sea que él encuentre cool el asunto y se desvíe por el mal camino, faltaba más, ¡¡¡HOLLYWOOD DEFORMANDO LA CONCIENCIA MORAL DE LA HUMANIDAD!!! "Fachada" no incurre en ese pecado, gracias a Bastet.
IDEAL PARA: Ver un intenso thriller de abogados.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
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