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martes, 16 de noviembre de 2010

"Los cazadores del Arca perdida" (1981).


-- "Raiders of the Lost Ark" (título original), "Indiana Jones and the Raiders of the Lost Ark" (título en inglés para distribución en DVD), "En busca del Arca perdida" (título en España). Estados Unidos. Año 1981.
-- Dirección: Steven Spielberg.
-- Actuación: Harrison Ford, Karen Allen, Paul Freeman, Ronald Lacey, John Rhys-Davies, Denholm Elliott, Alfred Molina, Wolf Kahler, Anthony Higgins, Vic Tablian, Don Fellows, William Hootkins, Bill Reimbold, Fred Sorenson, Patrick Durkin.
-- Guión: Lawrence Kasdan, basado en una historia de George Lucas y Philip Kaufman.
-- Banda Sonora: John Williams.

-- "Los cazadores del Arca perdida" en IMDb.
-- "Los cazadores del Arca perdida" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

1936, en la jungla del Perú (en realidad Hawaii, pero es que estos yankis son unos peseteros, además con los senderistas dando vueltas allá afuera en 1981...). En una expedición selvática, su líder está a punto de ser abaleado por la espalda, pero... ¡sorpresa! Con su látigo hace saltar la pistola. El traidor tiene que mandarse a cambiar (en plena jungla, o sea, muerte asegurada), mientras el jefe, que se hace llamar Indiana Jones, avanza con un fiel tipo que habla en inglés chapurreado y suelta algunos "señoh" por aquí y "señoh" por allá (sí, señores... ¡éste es el primer papel de Alfred Molina en el cine! ¡El Doctor Octopus himself estuvo en una de Indy!). Se meten a una tumba, Indiana pasa una de apuros tan grande que hasta los Simpsons le hicieron un homenaje, y al último, viene un cabrón de apellido Belloq, que le quita la dichosa reliquia que han conseguido rescatar. Indiana se tiene que volver con las manos vacías a hacer clases, pero no hay tiempo para lamentaciones: hombres del Gobierno han decidido hacerle algunas preguntas a Indiana Jones sobre un antiguo colega. La cuestión es que el antiguo colega andaba a la búsqueda de una oscura y terrible reliquia hebrea... el Arca del Convenio. Tras un poco de esto y un poco de aquello, he aquí a Indiana Jones embarcado a Nepal, haciendo escala para viajar después a Egipto, para desenterrar el Arca de la Alianza. Y sin embargo... ¿habrá algún motivo por el cual el Arca del Pacto ha permanecido fuera de las miradas de los hombres por dos milenios? ¿Acaso será sólo una reliquia, o será un radiotransmisor para hablar con Dios? ¿Será bueno excitar de esa manera la furia divina? ¿Y conseguirá Indiana, en medio de todo eso, hacerse con la chica y ganarle la mano a una partida de caricaturescos nazis que quieren hacerle la vida a cuadritos...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Dice la leyenda que nació así. George Lucas tenía un sueño sobre hacer seriales de los '30s (de su ahora lejanísima niñez, vamos), y creó un personaje llamado Indiana Smith, vaya mierda de nombre, que mejor lo llamaba Indiana Skywalker y colaba más. Lo comentó con un tal Philip Kaufman, y lo primero que le dijo el hombre fue (después de arriscar la nariz), que ¿Smith? ¿Pero es que estás de coña, hombre? Así es que como el Granjero Jones, pasó a ser Indiana Jones. Pero George Lucas tenía que optar entre su plagio de los seriales de matinée antigua de aventuras en países exóticos, y su plagio de los seriales de matinée antigua de aventuras en otros planetas. Ganó el segundo, y así nació "La guerra de las galaxias". Pero el bicho le quedó picando. Así es que se mandó cambiar a Hawaii y se juntó con su coleguete Steven Spielberg. Ambos en esa época iban de jovencitos rebeldes, los que golpeaban la mesa duro y cantado arrinconando ese feo cine setentero urbano (ya saben: "El Padrino", "Harry el Sucio", "Serpico", "Tarde de perros") e imponiendo su cine aventurero y escapista allí donde duele: con taquillazo padre tras taquillazo padre ("La guerra de las galaxias" en un caso, y "Tiburón" y "Encuentros cercanos del tercer tipo" en el otro). Spielberg le dijo a George Lucas, reza la leyenda, que le gustaría rodar una Bond, y Lucas le dijo que oye, no seas tonto, acá tengo algo taintitas veces mejor que James Bond, y puede que sea cierto, pero si no lo era, lo iba a decir igual, si la cosa era picarle la guita a Steven. Ambos unieron fuerzas, Steven Spielberg se encargó de enmendarle la plana a George Lucas en todo lo que no funcionaba (a saber, la mitad o más, porque como quedó de manifiesto con "La amenaza fantasma" y siguientes starwarsíadas, George Lucas no sabe mucho de contar historias si le dejan con las manos demasiado libres). De hecho, a pesar de que el héroe es el starwasero Harrison Ford (y eso de chanfle, porque se supone que Indiana Jones iba a ser... ¡¡¡Tom Selleck!!!), el resto en realidad es tan spielberguiano que cuesta reconocer la mano de George Lucas por detrás. ¿Y a quién se le ocurrió la psicodelia ésa de las calaveras de cristal en el interminable título "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal"? Pues a George Lucas, qué creían. Con lo molón que hubiera sido poner a Indiana Jones a buscar la Atlántida, como se suponía iban a hacerlo en la proyectada secuela de los tempranos '90s que nunca llegó a ser. En fin, el caso es que George Lucas y Steven Spielberg, fieles a su idea de hacer algo casi de serie B, se lanzaron con un presupuesto limitado, el que por esas magias de la creatividad artística se triplicó. Incluso le tenían tan poca fe al personaje, que a diferencia de las secuelas, que todas parten con "Indiana Jones y ... - " el porro esto o el porro aquello, ésta simplemente se llama "Los cazadores del Arca perdida", sin el reclamo del personaje protagónico en el título (algo que arreglaron después para la edición en DVD, con un sonoro "INDIANA JONES y los cazadores del Arca perdida", como si él no fuera un cazador más). Al final salió tan bien, que con modestos 20 millones de dólares, la cosa recaudó 350-400 millones de nada, o sea, hizo 18-20 veces su presupuesto inicial en taquilla. Así cualquiera hace secuelas (o precuelas, que "Indiana Jones y el Templo de la Perdición" lo es).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Los indianayonófilos se dividen en dos aguas: los que consideran a "Los cazadores del Arca perdida" como la más mejol de la saga, y los que opinan lo mismo, pero de la tercera, o sea, de "Indiana Jones y la última Cruzada". ¿La respuesta? Eso, a según el criterio. La primera, por ser la primera, es más creativa y más espontánea, menos apegada a fórmulas, mientras que la tercera, por ser un refinamiento de una fórmula ya probada, es más adocenada y calculada, pero también hay que reconocer que rizaron el rizo bien. En cualquier caso, he aquí una razón para verla: no es "Indiana Jones y el Templo de la Perdición" ni "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal". Pelis no malas ni desdeñables, desde luego (a pesar de que se ven seriamente lastradas por ese pegostín que es el crío de la segunda, y el crío con pelos en los sobacos que aparece en la cuarta), pero que no llegan a los niveles de "Los cazadores del Arca perdida". Se suponía que era un desvergonzado rip-off de las seriales de matinée de los '30s en que algún esforzado jovencito yanki vestido con esos ridículos pantaloncillos selváticos buscaba alguna clase de tesoro antiguo y se liaba a mamporros con los malvados nazis de turno (o con tribus africanas, y esa costumbre no se les quitó ni en los '50s, cuando adaptaron la más reconocida de las versiones de "Las minas del rey Salomón"). Pero a la larga, cual plantas chupívoras simbiontes que se pegan a sus parasitados para sorbetearles todos sus jugos vegetales, Steven Spielberg y George Lucas probaron sobradamente que habían asimilado bien la lección, y nos ofrecieron una peli trepidante de principio a fin, con un guión calculado casi a la perfección, en donde nada sobra y nada falta. Claro, si uno escarba se da cuenta de que en el fondo la dichosa Arca no es sino el enésimo macguffin que nos ha dado el cine, un artefacto puesto ahí para que los buenos y los malos se den de tortazos, y si sigue la peli hasta el final descubrirá que (((SPOILER, LEÑE, SPOILER-SPOILER-SPOILER, AUNQUE ME PREGUNTO SI QUEDARÁ ALGUIEN EN ESTE PLANETA QUE NO HAYA VISTO LA PELI, CARAMBA))) en realidad todos los esfuerzos que hace Indiana Jones para hacerse con el Arca no sirven para absolutamente nada, e Indiana Jones no tiene arte ni parte en la destrucción de los villanos (((FIN DEL SPOILER, SÍ, FIN DEL SPOILER, JOER, FIN DEL SPOILER, FIN-FIN-FIN))). En el intertanto nos han brindado dos horas de escenas de acción el cada vez más imposible, en la época en que nada se resolvía con CGI, y si querías mostrar piruetas acrobáticas, tenías que poner a un cristiano hambriento a ser pasto de leones, con la esperanza de que el pobre desgraciao zafara con vida y quedara bonito en el film (y el cabrón perfeccionista del director no se le ocurriera repetir la toma porque esto o aquello con la iluminación). Sí, todo lo que ves en esta peli está hecho con el sudor y esfuerzo de un puñado de valientes stunts dispuestos a todo con tal de ganarse el pan, y esa sensación de realismo le da muchos enteros a la peli. La muestra de que la fórmula funcionó, es que a pesar de ser mil veces imitada (¡incluso por una de Tom Selleck, la primera opción para el Indiana Jones original, en "La gran ruta hacia China"!), jamás fue igualada, a veces con los resultados ponzoñosos de "En busca del tesoro perdido", y sólo pelis que trataron de cambiar alguna que otra cosa ("En busca de la esmeralda perdida", que pone a dos coprotas de igual protagonismo, o "Lara Croft: Tomb Raider", que de una prescinde del prota masculino y le mete tetas al asunto) pudieron siquiera intentar medirse. Y eso, de lejitos.

-- Harrison Ford. Uno lo ve como superestrella y todo, y cuesta pensar en aquellos tiempos en que debía ganarse las judías haciendo opacados secundarios en cosas como "La conversación" o "American Graffiti". Claro, con su Han Solo de "La guerra de las galaxias" saltó a un estrellato tal, que de secundario de lujo pasó a ser el único actor de toda la saga que tuvo vida después de Star Wars (bueno, también James Earl Jones, pero ése sólo le ponía la voz a Darth Vader). Pero fue Indiana Jones el rol que lo desclavó de Han Solo y lo convirtió en actor ante los ojos de la gente. Aunque si uno mira bien, resulta que Indiana Jones es muy similar a Han Solo, y el esfuerzo actoral tanto no debió ser (la misma actitud cínica y macarra, el mismo estilo "así les doy y así me dan de vuelta", etcétera). Pero Harrison Ford hizo tan suyo el personaje, que nadie en la actualidad podría concebirlo en el pellejo de otras opciones que se barajaron, como Nick Nolte, Chevy Chase, Jack Nicholson (¿?), Steve Martin (¡!), o Bill Murray (¡¡¡!!!). Claro, después lo interpretaron un mequetrefe adolescente, y otro mequetrefe aún más mequetrefe todavía, en "Las crónicas del joven Indiana Jones", pero eso sólo deja de relieve que Indiana Jones sólo hay uno (e incluso dentro de la denostada "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal", Ford se dio maña de probar lo ya probado, que él es el Doctor Jones). Bueno, también le ayudó que el resto de los actores no hizo demasiada carrera actoral después. La carismática Karen Allen se perdió después, el estupendo villano Belloq de Paul Freeman le hacía merecedor de un mejor destino actoral del que tuvo, y sólo John Rhys-Davies como Sallah consiguió hacerse un lugarcito, interpretando casi veinte años después al enano ése de "El Señor de los Anillos", por no hablar del casi cameo de Alfred Molina, el Doctor Octopus de "Spiderman 2". Avatares de Hollywood, que les llaman.

-- Aunque el judío meapilas de Spielberg, que tanto gozó maltratando nazis en "Los cazadores del Arca perdida", le bajó el sentimentalismo y dijo que después de "La lista de Schindler" no se atrevía a ponerlos de malos otra vez, dejándole de paso abonado el terreno a "Bastardos sin gloria", en esta peli vemos a los nazis con toda la gloria y esplendor de unos villanos de raza. Recordemos: eran los '80s, la época en que no existía aún el mojón de lo políticamente correcto, y era aceptable poner a los malos bien malos, sólo para que los odiáramos y deseáramos un truculento final para todos y cada uno de ellos. Y parte del gozo de esta peli es ése: que al frente Indiana Jones tiene unos villanos de p*** m****, que no temen hacer cabronadas como agarrar un hierro al rojo vivo para quemar gente y arrancarles información, u otras cosiacas por el estilo, que para eso son los villanos del cuento. Los malos nazis de "Indiana Jones y la última Cruzada" están mejor porque ahí también hay una villana mala que está cortada con huincha de oro para hacer pelis nazipornos, pero aunque entre las de Indiana ésta se lleva el segundo lugar por eso, es un dignísimo segundo lugar. Ah, y por cierto, algo que se ha ido perdiendo con el tiempo y lo políticamente correcto: hay violencia de la buena. Muertes gore por todo lo alto. No gráficas ni explícitas, claro está (lo típico: al tipo lo van a hacer cecina, y la cámara muestra el rostro de su oponente siendo salpicado por la sangre), que es para niños, pero sí muere gente, y de maneras bastante gruesomas. Para tomar nota.

-- Un punto interesante de la peli es el viejo tema del conocimiento que está más allá del ser humano. Claro, visto en muchas pelis, pero acá planteado con excepcional talento (no diré claridad porque esto es de aventura pura y dura, y no hay mucho espacio para la metafísica). Ya desde el comienzo, en esa entrevista en la que Indiana Jones se entera de que su próxima asignación bien podría ser ir a zamparse el Arca de los judíos (y Spielberg babeándose, claro), sentimos a través de la conversación y la música ominosa de John Williams que estamos metiéndonos en lodazales en los que el ser humano no debería revolcarse. A medida que los eventos claves se suceden, una serie de fenómenos metereológicos e incluso radioactivos ayudan a crear esa sensación de que hay algo más rondando allá afuera. Y todo eso conduce, por supuesto, a un final revelador, del que nada diré por si ustedes forman parte del 5% de la Humanidad que jamás ha visto la peli, y en que se nos confirma todo lo que hemos visto. Bueno, imagino que Steven Spielberg estaba feliz escabechinándose nazis, o si no su apellido sería Herr Spiegelmann o algo así, pero para las audiencias yanketas, puede haber funcionado como metáfora de ese invisible otro poder totalitario, el de los soviéticos, que no tenía interés en lo paranormal, pero que era también una amenaza para el mundo libre, etcétera. Por suerte que Dios, hace tres mil años, les dio un Arca al Pueblo Elegido, o no sé a dónde iríamos a parar, joer...

IDEAL PARA: Ver la madre de las pelis de aventuras.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Una de las mejores escenas de la peli... ¡y que salió de chiripa! [en inglés, sin subtítulos... y no son necesarios aquí].

5 comentarios:

  1. Yo creo que uno de los grandes aciertos de esta película, al menos en España, fue que tras años de ver películas de arte y ensayo, en las que se veía resbalar una lágrima por la mejilla del protagonista durante cerca de 30 minutos, aparece esta locura de aventuras, puñetazos por doquier, historia paranormal (que siempre ha tirado y tirará al espectador) y unos nazis malos malísimos. Es una de esas fórmulas del éxito a lo best seller, pero con calidad incluso.

    Menos mal que no eligieron a Selleck, la fina ironía de Harry podría haberse transformado en la socarronería a lo payasete del primero, vamos algo así como el Bond de Roger Moore, lo que no habría sido lo mismo ni de lejos.

    A sus órdenes General.

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  2. Por estos lares de España llamamos a esta película simplemente como "En Busca del Arca Perdida", pero nombres a parte he de decir que es uno de los grandes largometrajes de aventuras de todos los tiempos. Indiana Jones supone el nacimiento del héroe moderno y el trío Lucas (producción), Spielberg (dirección) y Ford (actor) consiguen una memorable obra de arte. Por cierto, me encanta Karen Allen.


    Un saludo

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  3. A PIRU: Pienso lo mismo, Indiana Jones fue probablemente la estocada final contra el cine superserio y socialmente consciente de los '70s, que en aras de la solemnidad y la significación no se atrevía a ser DIVERTIDO. Nada en contra del cine de los '70s, por cierto, que nos ha legado algunas grandes joyas, pero una de sus grandes fallas fue probablemente olvidar el sentido del humor y de la aventura, cosas que Star Wars primero e Indiana Jones después nos devolvieron (que el péndulo después se haya ido después demasiado para el otro lado, eso es otro cuento, claro). Y yo no sé en qué estaban pensando cuando querían contratar a Tom Selleck, que no me lo imagino con su bigotón paseándose debajo de los camiones o diciendo eso de "no es la edad, es el kilometraje"...

    A EL BUENO DE CUTTLAS: Por algo agarré la costumbre de incluir en la ficha al comienzo, junto con el título en su idioma original (inglés, usualmente, claro), el título en varias regiones de Latinoamérica y España si difiere del título con el cual es conocido o exhibido acá en Chile. No sé si considerar a Indiana Jones el nacimiento del héroe moderno (me inclino más por James Bond, aunque él fue más un adelantado que el hito fundacional, probablemente). Y en cuanto a Karen Allen, a pesar de la manga de detractores de "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal", casi se me cae una lagrimita al verla reunida de nuevo con Indy. Y es que se lo merecían, en realidad, nunca ha habido una chica Indy como Karen.

    Saludos.

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  4. NO TOCAR... Pelicula Generacional... serà un episodio jocoso cuando nuestros hijos (o nietos si llegamos hasta allá) nos vean llorar de la emocion al verla al mismo tiempo que intentamos inculcarles en vano el espiritu de escapismo que nos regalaba indi esos sábados por la mañana, (La vi por tele, no soy tan viejo asi jejeje)

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  5. Es que eso ya me ha tocado verlo de cerca. Conozco a algún que otro adolescente que ronda la quincena (no diré ni quién ni como para proteger la identidad de los culpables) que la consideran una chorrada aburrida y mayúscula. Y es que claro, ahora las pelis son mucho más aceleradas incluso, con más efectos especiales, con más sangre... En fin, espero que sean cosas de la edad.

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