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jueves, 5 de febrero de 2009

"Locuras en el Oeste" (1974).


-- "Blazing Saddles" (título original en inglés), "Sillas de montar calientes" (título en España). Estados Unidos. Año 1974.
-- Dirección: Mel Brooks.
-- Actuación: Cleavon Little, Gene Wilder, Slim Pickens, Harvey Korman, Madeline Kahn, Mel Brooks, Burton Gilliam, Alex Karras, David Huddleston, Liam Dunn, John Hillerman, George Furth, Jack Starrett, Carol Arthur, Richard Collier, Charles McGregor, Robyn Hilton, Don Megowan, Dom DeLuise.
-- Guión: Mel Brooks, Norman Steinberg, Andrew Bergman, Richard Pryor y Alan Urger, basados en una historia de Andrew Bergman.
-- Banda Sonora: John Morris.

-- "Locuras en el Oeste" en IMDb.
-- "Locuras en el Oeste" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un grupete de niggas están cavando para construir un caminito. De pronto, avisan que hay arenas movedizas (por si no están prevenidos, es una comedia, así es que no le pidan realismo extremo, como por ejemplo criticar que en el desierto no suelen haber muchas arenas movedizas). Envían a una patrulla de negros, y encuentran las dichosas arenas movedizas. El incidente termina en que el negro las emprende con el capataz, y acaba listo para carne de horca. Por otra parte, las dichosas arenas movedizas obligan a desviar la línea a través de un poblado. Un terrateniente descubre que si compra barato y vende caro el poblado, se forrará en los verdes, así es que influye sobre el putifungo y regordete gobernador para que envíe al especimen más inepto que se pueda a ese poblado. El elegido termina siendo el simpático negrito que iba para carne de horca. Nada más llegar al poblado, se producen los problemas, porque los colonos serán muy yanketas de pro, pero escoria nigga, eso sí que no. Para colmo, el buen terrateniente está cada vez más obsesionado con apoderarse del dichoso pueblito, y recurrirá a todas las estrategias posibles para cargarse al nuevo sheriff negro. El duelo por la conquista del Lejano Oeste ha comenzado, y no hay cinta de 35mms capaz de contener tanta emoción, tanta fuerza, tantas risas. Y lo digo en serio. No hay 35mms que pueda.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Primero, Estados Unidos era un conjunto de ingleses de la baja que se independizaron, y en vez de fertilizar sus mentes con cultura, decidieron fertilizar el territorio desde Ohio hasta California con los cuerpos de los indígenas que pillaran por el camino. Luego, convirtieron esa delicada Solución Final en leyenda, al crear el cine de vaqueros, el Western de toda la vida. Y después, cuando el público empezaba a aburrirse del Western, llegó... ¡Mel Brooks! Porque en los '70s, el Western ya no es lo que era, y los camisalimpias como Roy Rogers o John Wayne ya no tenían lugar frente a los sucios y descamisados pistoleros sin nombre que venían allende los mares, y cabalgaban por Andalucía o los Abruzzos como por la Baja California. A la desmitificación que significó el Spaghetti Western, incluyendo la mítica tríada de Clint Eastwood ("El bueno, el malo y el feo", "Por un puñado de dólares", "Por unos dólares más"), y a la secuela de westerns hollywoodenses consonantemente un poco más sucios y "realistas" (sin pasarse, que es Hollywood, a fin de cuentas), vino la parodia más desmadrada. Y quien se encargó de ello es nuestro buen Mel Brooks, que ya filmaba parodias postmodernistas en los '70s, bastante antes de que los ZAZ irrumpieran con su "¿Y dónde está el piloto?" a darle la vuelta al venerable género de la Spoof Movie (y por cierto, mucho antes que cosas como "No es otra tonta película americana" o "Epic Movie"...). Sacarla adelante fue un parto, porque los Estudios Warner pusieron una tonelada de condiciones, a cuál más pituitaria que la otra (en ese tiempo, Mel Brooks había rodado sólo un largometraje, "Los productores", y por su desmadrada visión del Hitlerismo, había sido un limitadísimo éxito de taquilla). Pero salió adelante. Para bien suyo claro, pero también para el nuestro, ya que ganamos una gran joya de la comedia cinematográfica de todos los tiempos.

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¿"Una película de miedo"? ¿"No es otra tonta comedia adolescente"? ¿"Austin Powers: El espía seductor"? ¡¡¡PUAFFF!!! Por favor, no me hagan respingarme. Mel Brooks los patea a todos. ¿Saben por qué? Porque Mel tiene algo que ni los Wayans, ni Mike Myers posee: un cerebro en pleno uso. Mel Brooks es literalmente el hombre que inició la postmodernidad en el cine, tomándoselo todo en solfa, pero haciéndolo con estilo, humor y elegancia. No es demasiado popular quizás por eso, porque es más fácil entendérselas con un producto de los ZAZ ("¿Y dónde está el piloto?", "¿Y dónde está el policía?") que con las pelis de Mel Brooks (y eso que las de los ZAZ son buenas, y ya no vemos cómo andan las cosas en lo de las parodias recientes).

-- La peli parte de manera un tanto irregular, y en los primeros minutos cuesta encontrarle la gracia, en particular con algunos chistes hoy en día un tanto sobados (eso del gobernador con una chica pudo tener gracia alguna vez, pero después de ver al Alcalde Diamante de "Los Simpsons"... Por cierto, ¿qué habrá sido de Robyn Hilton después...?). Y desgraciadamente, el humor de alusiones se pierde un tanto hoy en día (¿habrá en estos tiempos quién se acuerde quién diablos fue Hedy Lamarr, aparte de un nostálgico como quién esto escribe...?). Pero después, cuando entra en vereda con gags geniales como la recepción del pueblo al nuevo sheriff, el asunto se compone, y empezamos a entender por qué la crítica suele considerarla como una de las mejores comedias de todos los tiempos. Y ya no hablemos de su desopilante final, que hoy en día está más que un tanto visto, pero que Mel el Grande no sólo lo hizo primero, sino que además lo hizo mejor. No se queden con las imitaciones y plagios descarados, rebusquen el original.

-- Por una vez en la vida, no diremos demasiado del elenco. Simplemente están grandes. Cleavon Little es un inmejorable comisario negro (¡e iban a traer al impresentable de Richard Pryor para el rol!). Gene Wilder está grandioso como el Waco Kid, además de decir como nadie eso de "he matado a más gente que Cecil B. DeMille"... Harvey Korman como Hedy... (¡es Hedley!) perdón, Hedley Lamarr, está también chiribantástico ("¡Odio ese cliché!"). Mel Brooks hace cameos, como es su costumbre, esta vez son dos, y está adorable como siempre. Y la guinda de la torta: Alex Karras como... ¡¡¡MOOOOOONGOOOOOO!!! Sobre el papel, el personaje es lo más idiota que cabe, pero por alguna extraña alquimia, en el celuloide funciona de lo más bien, y terminas queriendo al pobre desgraciao, qué joer...

-- Iba a adelantar algunos chistes, pero en realidad se me han colado subrepticiamente en el transcurso de la reseña. Y no quiero, simplemente me niego, me rehuso, a adelantar algo más. Esta es de esas pelis que se goza descubriéndola por sí sola. Incluso sin conocer las convenciones propias del Western más clásico, sigue teniendo garra. Eso es la diferencia entre una peli divertida y un clásico.

IDEAL PARA: Volver a los tiempos en que todavía importaba hacer una parodia que te hiciera reir.

VIDEOS.

-- ¡Sorpresa, el nuevo Sheriff es un negro! [en inglés, sin subtítulos].

2 comentarios:

  1. En España se tituló "Sillas de montar calientes".....

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  2. Gracias por la nota. En lo personal me enferma que para una misma película hayan dos, y a veces tres, títulos distintos, para España, México o Argentina... Por acá tengo que ponerle el título con el que se la conoce en Chile, pero cualquier aporte en ese sentido por parte de lectores extranjeros es siempre bien recibido.

    Por cierto, el título español es una mejor traducción.

    Saludos.

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