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jueves, 12 de junio de 2008

"El árabe" (1976).


-- "The Next Man". Estados Unidos. Año 1976.
-- Dirección: Richard C. Sarafian.
-- Actuación: Sean Connery, Cornelia Sharpe, Albert Paulsen, Adolfo Celi, Marco St. John, Ted Beniades, Charles Cioffi.
-- Guión: Morton S. Fine, Richard C. Sarafian, Alan Trustman, David M. Wolf.
-- Banda Sonora: Michael Kamen.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Estados Unidos. Un grupete de iluminados jerarcócratas soy-yanki-obedéceme, están inquietos porque los políticos árabes están ramificando sus intereses petroleros, lo cual podría llevar a... ¡horror! ...una mayor competencia en el mercado petrolero. Claro, los precios bajan, pero el problema es que con pozos petroleros fuera de la jurisdicción del Aguila Calva, pues bien, podría ser que estos rotosos recién bajados del camello se les ocurriera poner en práctica ciertas ideas de 1776 tales como la libertad, la búsqueda de la felicidad, la autodeterminación... En la URSS también están preocupados. Así es que ambos lados, quién sabe si por separado o en entente cordiale, "ayudan" a que sucedan "accidentes estratégicos", que provocan la muerte natural de ciertos líderes árabes detrás de la operación (es natural morirse después de que te arrojan desde un enésimo piso, ¿no?). En Arabia, Fatherland de uno de los pobres desgraciados, Su Majestad el Petroleócrata nombra a un nuevo Ministro de Relaciones Exteriores, que aunque árabe hasta la médula, tiene el porte y los modales ingleses de Sean Connery (bueno, si el culturalmente white trash yanki Brad Pitt pudo llegar a ser el grieguísimo Aquiles, ¿por qué el refinado británico Sean Connery no puede llegar a ser un sibarita saudí?). Una fulana, que se dedica a hacer trabajos de tipo sexo+muerte, que se ha encargado de darle pasaporte al ultramundo a uno de los anteriores asesinados, recibe entonces la comisión de darle a Sean El Arabe Connery el mismo tratamiento. Y ella va. Para su desgracia. Porque Connery, es que Connery es mucho Connery, es el Macho Bond himself, así es que a ella no le queda más que caer rendida en plan geisha a sus pies. Pero los jefazos de ella apuran. Después de todo, Connery habla en las Naciones Unidas, y promete lo impensable: ¡Arabia Saudita abandonará la OPEP, reconocerá a Israel, y trabará una alianza estratégica con ellos, con miras a solucionar la crisis del Medio Oriente! ¿Conseguirá nuestro buen árabe salvar al mundo de sí mismo, de la sombra del Holocausto total, y conquistar el corazón de la bella asesina con corazón de oro...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Lo dicho tantas veces. El cine de los '70s era serio. De verdad serio. A tres años de Watergate, y recién electo el sonriente Jimmy Carter como Boss de America, el Medio Oriente no estaba para bromas. El terrorismo hacía nata en Europa (1976 fue el año en que un comando terrorista se secuestró un avión en Entebbe), y tres años después de la Guerra de Yom Kippur, parecía que no habría paz nunca entre israelíes y árabes, por no hablar de los desplazados palestinos. En medio de esto, y siguiendo la tradición de thriller político inteligente, tan abundante en esos días y tan escaso en los nuestros, salió esta peli sin duda regular, pero que es fiel reflejo de las tensiones de aquellos tiempos.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Ciertamente, esta peli fue profética. En 1976, nadie auguraba que pudiera haber alguna clase de componenda entre Israel y los países árabes. Y sin embargo en 1979, tres años después de la peli, Jimmy Carter consiguió el casi imposible de que hubiera un tratado de paz entre el Primer Ministro de Egipto Anwar el Sadat, y el Primer Ministro de Israel Menájem Beguin, con planteamientos bastante similares a los que en la ficción nuestro héroe british ficto-árabe plantea (bueno, el tratado más o menos funcionó desde entonces, pero a Sadat le pasaron la cuenta los militares ultranacionalistas egipcios un par de años después, y lo enviaron al cementerio con el expedito método de meterle un par de balas en un desfile oficial).

-- En cuanto a la peli misma, es un tanto flaca. No es mala, pero deja la sensación de que podría haber sido mejor de lo que fue. Quiere combinar lo mejor de ambos mundos, con una trama política inteligente y una historia romántica desesperada entre el político y la chica que debe matarlo, pero en definitiva flaquea en ambas, porque la parte política, si bien se entiende, queda un tanto deslavada, y la parte romántica es demasiado tópica como para tomársela realmente en serio (además de que aburre lo suyo). Sean Connery está correcto en su papel, si es que, claro está, te lo crees interpretando a un árabe de pura cepa (bueno, en "La caza al Octubre Rojo" era un almirante ruso), mientras que Cornelia Sharpe como su interés romántico está relativamente bien; con todo, la química entre ambos no funciona fotograma por fotograma, precisamente. La partitura de Michael Kamen, que después se encargaría del soundtrack de "Brazil", "Highlander", "Duro de matar" y "Licencia para matar" entre muchas otras, es un poco flaca y seguramente ya era anticuada en su tiempo para las escenas románticas, pero en las secuencias de thriller está impecable, y contribuye mucho a levantar la moral de la peli. Para la trivia dejemos dicho que Adolfo Celi hace un breve rol, en el cual no llega a cruzarse con Connery (Celi ya había cruzado armas con Connery en "Operación Trueno", interpretando magníficamente al siniestro Emilio Largo), y que aparece fugazmente y de manera casi invisible un por entonces desconocidísimo Lance Henriksen (en la actualidad conocido por... ¡por favor, no me aburran!).

IDEAL PARA: Ver un thriller político setentero al uso, de interés más histórico que otra cosa, pero aún así de interés...

ENLACES.

-- (Ir a la página). Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página). Artículo en la Wikipedia en inglés.

VIDEOS.

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