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jueves, 12 de junio de 2008

"Juego de poder" (2007).


-- "Charlie Wilson's War". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Mike Nichols.
-- Actuación: Tom Hanks, Julia Roberts, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams, Ned Beatty, Om Puri, Wynn Everett, Mary Bonner Baker, Rachel Nichols, Shiri Appleby, Jud Taylor, Emily Blunt, Peter Gerety, Faran Tahir, Rizwan Manji, Christopher Denham.
-- Guión: Aaron Sorkin, basado en el libro "Charlie Wilson's War: The Extraordinary Story of the Largest Covert Operation in History", de George Crile.
-- Banda Sonora: James Newton Howard.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Estados Unidos, in Dallas fashion, 1980. Un grupo de legisladores se ha reunido a olvidar las penas de su sacrificado trabajo, en un jacuzzi lleno de strippers y playmates, eso es descansar y no lo mío escribiendo reseñas de cine. Pero en fin, el diputado Charles Wilson está gozando del panorama, cuando de pronto en la TV ponen una nota sobre los esforzados Freedom Fighters de Afganistán. Wilson piensa entonces "that's it, we'll kick soviet asses here!", y con la ayuda de una amiguita socialité muy fina (ya saben, suave anfitriona de día y salvaje amante de noche... y cristiana fundamentalista salvo en donde verdaderamente importa, en la cama) llevan a cabo un estudio sobre cómo podría sostenerse a los afganos. Ya que Rambo como opción aún no estaba disponible (sorry, guys, habrá que esperar a que los malvados soviets capturen a mi buen Coronel Trautman), no queda más remedio que enviar armas. El asunto es que, a diferencia de la tercera de Rambo, se supone que los Estados Unidos no intervienen directamente, así es que Charlie Wilson tendrá que usar la proverbial mano mora con Israel, Arabia Saudita y Egipto para, en una improbable y rocambolesca alianza militar, les entreguen a los afganos los indispensables Stinger para sobrevivir. ¿Conseguirá ganar Charles Wilson esta guerra que ha impulsado casi con espíritu de sobrev...? ¡Bah, déjense de pavadas! Si saben de Historia Universal, o al menos se toman la molestia de leer los periódicos, ya saben que los Freedom Fighters les dieron a los soviéticos por el lugar donde no sale el Sol. Y después...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Mucho revisionismo han generado los bienintencionados intentos de nuestros amados Estados Unidos de América ("O! say can you see by the dawn's early light, What so proudly we hailed at the twilight's last gleaming..." snif-snif... ¡Que me emocionan, infelices!) por extender la libertad y la democracia en el mundo, ideales tan altos y magníficos que autorizan por supuesto toda clase de prácticas reñid... perdón, divorciad... perdón, un poco distantes de dicha democracia y dicha libertad, como por ejemplo intervenir militarmente en ciertas regiones del planeta (Bahía Cochinos, Granada, Vietnam, Irak), crear cárceles en islas tropicales para prisioneros subhumanos sin derechos civiles, o financiar panfletos de bien conocidos mendigos, con corbata de seda para tratar de no verse como los pordioseros que son, para derrocar a gobiernos upelientos que se instalen democráticamente por ahí. Una de las más celebradas operaciones de Estados Unidos, por lo chapucero que salió todo, fue el asunto de Afganistán. Dicho en breve: a pesar de aparecer superficial e internacionalmente como una república gobernada desde la ciudad de Kabul, en realidad es un país de tribus que se han matado alegremente entre sí de montaña a montaña por un quítame allá esas laderas empinadas durante los últimos 4000 años, salvo las veces en que algunos extranjeros han intentado conquistarlos, frente a lo cual los afganos, con perfecto espíritu catalán "Corazón valiente", han dicho "¡Ah, no, pues no, que a un afgano sólo lo mata un afgano, faltaba más!", y han dejado regadito el campo de muertos (léase las fallidas invasiones británicas del XIX, por ejemplo, que terminaron en sendas masacres, y no de afganos precisamente). Bueno, como a nadie le interesaba un territorio como Afganistán que sólo es bueno para las cabras, y los afganos no salían de sus montañas, dedicados como estaban a su deporte de matarse mutuamente, jamás habían aparecido en el mapa mundial, ni siquiera cuando su reyecito Amanallah Khan intentó crear una democracia occidental y acabó bien derrocado, y muerto no, porque alcanzó a exiliarse, que ya saben que los afganos vivimos a la afgana, caramba, y no vienen estos occidentales a decirnos cómo debemos matarnos. Hasta que la URSS decidió invadirlos. Como diría mi amigo Jack Slater: "Big mistake!". Porque los afganos, con un poco de ayudita yanki, aprendieron a deshacerse de los soviéticos. Luego, siguieron aprendiendo y decidieron que si habían podido hacerla buena con una superpotencia mundial, bien podían hacerla buena con dos, le prestaron oídos a un tal Osama bin Laden, y ¡¡¡BUM!!! Torres Gemelas abajo. Es lo que tiene la democracia de verdad, aunque sea por el expedito medio de hacerse oir a la afgana: puede que algunas opiniones no te gusten, y dejen unos tres mil y algos muertos por el camino...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una gran peli política. Y eso, siendo una sátira. Porque no nos neguemos, no vamos a decir que la peli es una farsa completa de principio a fin. Es la clase de pelis en la cual un trío de personajes hace el tonto con algunos diálogos olis, casi de animé japonés, pero después de algunas payasadas varias terminan salvando el día. ¡Y qué salvamento! Botando helicópteros de la siniestra Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas a mansalva, a punta de misiles autodirigidos. El asunto es que este tono farsesco es deliberado. No hay ninguna intención de convertir al diputado siembraesperma, a la socialité reborn christian cachas, o al espía cágomeenmijefe en héroes. Son los protas y apoyan "la causa del bien", pero todo lo hacen en tono de comedia, un poco como en esas pelis de rateros de mala monta en las cuales se supone uno debe empatizar con los malvados, pero para que no nos pasemos al Lado Oscuro de la Fuerza, los presentan como una panda de ineptos, y así todos contentos. Influye, por supuesto, el hecho de que regrese Mike Nichols a la dirección en plena forma; este Nichols ya nos había regalado esa gran caricatura del engendro bifronte Bill/Hillary Clinton que fue "Colores primarios", y de su ductibilidad como director hablan joyitas fílmicas como "¿Quién le teme a Virginia Woolf?", "El graduado", "Lobo" (bueno, también dirigió el remake de "La jaula de los pájaros" y "Closer: Llevados por el deseo", pero no siempre se puede estar over-the-top, ¿no?).

-- Los diálogos son muy fluidos y naturales, aunque debían mezclar dos materias primas. Por un lado, los protas debían hablar en gracioso sin que se notara oligofrénico ni pueril, es decir, sin abandonar la seriedad. Por el otro, recrean más que bien el contexto político de la época (los '80s), a una escala tal que dudo alguien sin conocimientos a lo menos básicos del who's who reaganiano pueda entender a cabalidad algunas referencias (algo lógico y natural, porque los personajes están hablando entre ellos, no tratando de hacer contacto con las inteligencias alienígenas más allá del Cuarto Muro). Estas menciones crean el efecto de personajes inmersos en su propio universo, a la vez que generan la sensación de un mundo más amplio más allá de los personajes, algo que no todas las pelis consiguen. Esta lo logra, y en plena forma.

-- Los actores están fieles a su propósito, y en verdad no podrían haber sido mejor elegidos. Tom Hanks como el mentado Charles Wilson vuelve a su olvidada faceta de comediante, pero cuando requiere que su personaje se ponga dramático, cambia fácilmente de registro sin que se note. Julia Roberts una vez más luce su gran talento como comediante, interpretando a una chica de sociedad antipática a más no poder, a cuenta de su fanatismo cristiano (se dice que ella iba a tener el papel de mala en "La pareja del año", pero quiso el de chica buena, pero viéndola aquí, lo hubiera hecho más que bien en el lugar de Catherine-Zeta Jones...). Philip Seymour Howard una vez más nos muestra lo camaleónico que es (fue el prota de "Capote", le robó la peli en las narices a Tom Cruise como el malo maloso de "Misión Imposible III"...). Acompaña muy bien Ned Beatty en un fugaz secundario (por Dios que ha envejecido y ha engordado este hombre, como patiño de Lex Luthor en "Superman" era tamaño ligeramente chapadito, y ya va en King-Size...). Y completa el elenco Amy Adams, altísimos sus bonos después de interpretar a la carismática (y, ejem, treinteañera) prota de "Encantada", y que aquí prueba a eso de cambiar de registro para no quedarse encasillada, lográndolo con el mayor de los éxitos (de los cuatro gatos que vimos esta peli en el cine, claro está, que para el grueso del público cuya fuente de conocimiento sobre el mundo es "The E! True Hollywood Story", es dudoso que obtenga de ellos reconocimiento).

-- Mención especial para, ejem, las Angeles de Charlie, ñomiñomi. Charlie Wilson es la clase de personaje que le gusta lo bueno, incluyendo chicas curvilíneas y voluptuosas, y a diferencia de otras pelis con gancho femenino en donde todo se queda en menciones esporádicas, acá sí que tenemos carne en la parrilla. Bueno, no hay desnudos ni escenas de sexo, pero las asesoras de Charlie (las ángeles de Charlie, ¿lo pescan...?). Tenemos a Shiri Appleby, famosa por su gran one-hit en la serie de TV "Roswell", y también a Rachel Nichols, de relativa fama por ser la prota en TV de "The Insider", y secundario de lujo en "Alias", además de futura Scarlett en la versión cinematográfica de "G.I.Joe". Y es que no sólo de ideas profundas vive el hombre, sino de todas las chicas bonitas que le depara el Señor... (Bastet, en mi caso).

-- Por debajo de la sátira política, el mensaje de fondo es desolador. La peli no lo dice directamente, pero es obvio por la escena de reunión final, que los propios Estados Unidos, por su ceguera e incompetencia, se acarrearon el desastre del 9-11. Y en un contexto más amplio, ¿acaso no caen siempre los grandes poderes por lo mismo? ¿Acaso no es esa visión despectiva y etnocentrista del mundo lo que le acarreó Teutoburgo al Imperio Romano, Afganistán al Imperio Británico, la luna de Endor al Imperio de Star Wars...? ¿Son derrotados los grandes imperios por "el triunfo de la barbarie y la religión", como reclamaba el venerable Edward Gibbon, o se derrotan a sí mismos, víctimas de la ὕβρις y el autoengaño...? Cuestión no resuelta, por supuesto, y tocada tangencialmente por esta peli. Pero deja pensando. Bastante. Y esa es la diferencia entre una peli entretenida (ésta lo es), y una buena (también lo es).

IDEAL PARA: Ingresar en la trastienda de cómo se manejan las cosas en Estados Unidos, y de cómo la enorme y dinosauria mecánica burocrática ha levantado y administra un imperio... y podría hundirlo.

ENLACES.

-- (Ir a la página). Sitio oficial de la peli.
-- (Ir a la página). Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página). Entrada en la Wikipedia en inglés.
-- (Ir a la página). Comentario en El Otro Cine.
-- (Ir a la página). Comentario en Cine Bits.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].


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