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jueves, 8 de mayo de 2008
"Iron Man" (2008).
-- "Iron Man". Estados Unidos. Año 2008.
-- Dirección: Jon Favreau.
-- Actuación: Robert Downey Jr., Terrence Howard, Jeff Bridges, Gwyneth Paltrow, Leslie Bibb, Shaun Toub, Faran Tahir, Sayed Badreya, Bill Smitrovich, Clark Gregg, Tim Guinee, Will Lyman, Marco Khan, Kevin Foster, Garret Noel.
-- Guión: Mark Fergus, Hawk Ostby, Art Marcum, Matt Holloway, basados en los personajes creados por Stan Lee, Don Heck, Larry Lieber y Jack Kirby.
-- Banda Sonora: Ramin Djawadi.
-- "Iron Man" en IMDb.
-- "Iron Man" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Al ritmo de "Back in Black" de AC/DC, al mejor estilo vietnamitero, una caravana de imperialistas marcha por las estribaciones montañosas de Afganistán (me quedó bonito eso de "estribaciones montañosas", ¿eh?). De pronto, en medio de la conversa, ¡¡¡KABOOOOOOMMM!!! Y ahí tenemos al bueno de Tony Stark, el más importante, famoso y hughefnerero de los weaponmongers del mundo, metido en un infecto reducto apacientacabras de Afganistán. Y para colmo, no sólo hundido en la cloaca, sino además con un corazón artificial (qué me recuerda... ¡Ah, sí! "¡Caballeros, tenemos la tecnología, podemos reconstruirlo!"). Y la vida cambia para Tony Stark. Porque verán, el niño prodigio que había quedado huérfano y había después sido cooptado por un peladito barbón se-ve-buena-tela, se había acostumbrado a la buena vida, a nadar en la piel salvaje de las chicas fresas, al buen tragullo... (así es como le va después, en el cómic)... Y ahora resulta que descubre, cual cristiano renacido, que PUEDO TENER MÁS. De manera que abjura de su pasado, y dedicará ahora sus fuerzas para el bien (reunir money como traficante de la muerte y gastarlo después en beneficio de la Humanidad... negocio redondo para la salvación del alma, pero ¿no nos deja eso al resto de ida y vuelta en el mismo punto...?). De esta manera Tony Stark empieza a diseñar su proyecto más obsesivo, una armadura que lo transformará en RoboCop... perdón, en Iron Man. Esto, al mismo tiempo que debe exorcisar sus demonios personales, evitar que la asistente pirada por él se le vaya... y combatir a una nueva y poderosa némesis, el Iron Monger, quien mira como toda esta campaña antiarmamentística de Iron Man puede hacerle muy bien a la Humanidad, pero muy mal para la cotización en la Bolsa de Nueva York...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Something blows in the wind. The times, they're gonna change. Hasta los '90s, "superhéroe" era sinónimo de Universo DC (o mejor dicho, dos de sus franquicias más exitosas, "Superman" y "Batman", y añadimos el "más" antes del "exitosas" para no ofender la hipersensibilidad friki). ¿Y la Marvel? Mirando a la otra esquina, como la casa rival se forraba. Pero en el XXI tuvieron su desquite, con "X-Men" y secuelas, "Spiderman" y secuelas, "Los Cuatro Fantásticos" y secuela, "Hulk" y sobreviniente secuela... (UPGRADE: sí vino, se llamó "Hulk: El Hombre Increíble", y no es considerada una secuela sino un reboot de cara a la inminente "The Avengers", 20-08-2011). Influyó una buena política corporativa, claro está, una que superó el escollo mítico de "sólo pasan a la platea los superhéroes DC", pero también el cambio de sensibilidad que propició la llegada de George RoboCop Bush al poder, la presencia de Jack Bauer en "24", y en general todo ese espíritu que en los '90s era políticamente incorrecto, de "I'm infinite justice, I'm unbelieveble kindness, I'm the way to salvation, I'm the Will Of God". En buena medida, toda historia de superhéroes es fascista: implica la creencia en un ser humano superior (por genética, tecnología, magia, alienogénesis, tanto más da), ein Ubermensch, cuya superioridad material es reflejo de una superioridad moral, que lidiará con las grotescas y deformes Fuerzas del Mal no con el poder de la convicción y el diálogo, sino por la receta bruta del mamporro. Créanme, nunca verán una peli de superhéroes con Mahatma de prota, salvo que sea una parodia como en el clásico trailer de "Gandhi II" que hiciera Weird Al Yankovic en la pionera peli "Los telelocos". Y nunca verán a Superman o a Wolverine practicando la desobediencia civil o la huelga de brazos caídos, u otros métodos civilizados de oponerse a la barbarie. (Bueh, ahora que lo pienso, sí vimos una vez un final así, el final de la sexta temporada de "Buffy la Cazavampiros"... pero es simplemente algo excepcional). La connotación militarista de todo superhéroe no necesariamente es algo negativo (los Gandhi y los Luther King han cambiado el mundo para mejor, es cierto, pero por otra parte, por cada Gandhi hay diez Napoleones y por cada Luther King hay veinte Tamerlanes), ya que una peli la tiene complicado en retratar un mundo de bellos sentimientos sin caer en la ñoñería disneyesca de toda la vida (léase, en el ridículo más espantoso). Lo que funciona en este mundo, quiérase o no, y le guste a los bienpensantes o no, es la maquiavélica-metternichiana-bismarckiana fuerza bruta, es el "mí tener razón y por eso, mí tratar convencerte, pero por siaca, mí tener garrote, y si mí no convencerte, mí apalearte". Y así como había un paralelo entre pelis como "X-Men II", "Batman inicia" o "Superman regresa" y el espíritu de la Era Bush, hay también un paralelo entre "Iron Man" y el ocaso de dicha fenecida era (bueno, esperemos por el bien de la Humanidad que sea un ocaso y no haya reboot). Hace tiempo que el mercado de los superhéroes está saturado, ya se está viviendo de secuelas, y el siguiente paso pareciera ser agrupar a los superhéroes para conseguir el aún más espectacular, y de ahí que ya se hable de pelis sobre la Liga de la Justicia DC o sobre los Vengadores Marvel. "Iron Man" había tenido un largo derrotero para llegar al cine (al menos sus cuatro a seis años), pero quizás esto sea bueno; un tema tan peliagudo como un traficante de armas vuelto superhéroe por una breve experiencia iluminadora, es algo que no hubiera colado tan bien cuatro o seis años antes, o para pasarlo, hubiera requerido una dosis mucho mayor de ñoñería. Claro si una peli llega demasiado ajustada a su tiempo, siempre cabe una pregunta subsiguiente: ¿sobrevivirá...?
¿POR QUÉ VERLA?
-- En primer lugar, repitamos el mantra que hemos dicho otras veces en Cine 9009: una peli de superhéroes que se conforme con ser sólo eso, una peli de superhéroes, no es ni siquiera una buena peli de superhéroes. Puede ser entretenida o palomitera hasta chiflarse (léase "Los Cuatro Fantásticos", por ejemplo), pero ¿buena? Definitivamente no. "Iron Man", por su parte, si bien su planteamiento es de peli de superhéroes, no se esfuerza por serlo. Tony Stark es un héroe, claro está, pero uno bastante sui generis. Es un genio, pero también un vividor. Y cuando se convierte en superhéroe, no abandona sus viejas y malas costumbres. Bueno, no demasiado por lo menos. Aunque bendecido con un intelecto ingenieril notable, Tony Stark sigue siendo un ser humano, y ni siquiera es un titán que grita "¡miserable de mí!" como un Superman al uso, sino uno cuyos dramas son bastante anodinos, bien mirados. En ese sentido, esta peli tampoco cae en el cliché o el abuso del recurso al antiguo pecador ahora en el camino de la redención; algo de eso hay, por supuesto (es una de superhéroes, y siempre por debajo del superhéroe hay una parábola mesiánica subyacente), pero no tanto que se transforme en el enésimo producto de consumo palomitero. Podríamos decir que esta peli se trata no tanto de Iron Man (el que no sale con su armadura sino como hasta mitad de peli) como de Tony Stark. ¿Eso ya está visto, en "Batman inicia" quizás? Sí, pero aquí está tratado con un enfoque mucho más humano y terrenal (por otra parte, quizás este enfoque no hubiera sido posible si la dupla Nolan/Bale no hubiera experimentado con ese tono en la mencionada "Batman inicia"). Tony Stark, al final del día, resulta entrañable no porque sea un gran héroe que después de una gran crisis existencial revierte toda su existencia en 180° para transformarse en la Luz de Este Mundo, sino porque es un simple ser humano, quizás demasiado mimado por la fortuna, que luego de una experiencia traumática se amolda a un nuevo rumbo de su vida, sin traicionar lo que ha sido hasta el minuto, siempre fiel a sí mismo. Fidelidad a la propia persona, autenticidad, quizás ésa sea la madera (o el hierro, en este caso) de la que están construidos los héroes de verdad.
-- Jon Favreau. Démosle crédito al hombre tras la cámara, en particular considerando que a primera vista parecía una pésima opción para confiarle 135 millones de los verdes y pedirle que sacara algo bueno de eso, tomando en cuenta que su gran crédito anterior como director era "Zathura". Pero "no se termina hasta que se termina", como decía el buen Rocky Balboa, y Favreau probó ser un gran director. Su peli no tiene toques ni alardes personalistas, en eso estamos de acuerdo, pero sabe imprimirle un gran tono a la historia: sabe ser dramático sin existencialismo, y sabe desamortizar los momentos más tensos con toques de comedia un tanto chusca a ratos (eso de Tony Stark retando a su supercomputadora...), pero muy funcionales, aunque sea por descolocar estratégicamente al espectador. El dibujo de personajes no está tan bien delineado, por cierto, pero esto tampoco es un crimen, si se considera que hay una opción clara por contar una buena historia; en ese sentido, podríamos decir que los personajes se retratan a sí mismos en el subtexto, igual a como sucede en la vida real, por lo demás (eso de personajes lanzando discursos para dejar clara su posición en el mundo queda bien para mostrar un personaje en bajorrelieve estatuario, pero en la vida cotidiana, ¿conoces a alguien que te tire encima un discurso de media hora sobre sus propias convicciones personales frente al mundo, y que no te caiga como patada en la panza?). Economía de recursos y eficiencia narrativa, tales fueron los nortes del señor Favreau, y le funcionan muy bien. Más que bien. Digamos una sola cosa, como muestra: en esta peli, tanto los FXs como las escenas de acción están matizadas y espaciadas, y siempre en función de la historia. O sea, tenemos una torta que primero es rica, y después vienen los adornos. Como deberían ser todas las tortas. O todas las pelis.
-- Las interpretaciones son cuidadas. Robert Downey Jr., que deslumbró al mundo asumiendo la ciclópea tarea de ponerse en los zapatos del Vagabundo en "Chaplin" y saliendo victorioso de la fazaña, y a quien después hacíamos despeñado en su carrera actoral por su cruce a través de la jungla del alcohol y las drogas (especialmente vergonzosa fue su retirada a mitad de temporada de "Ally McBeal", para dormitar la borrachera), hace un más que glorioso regreso. Vale que no parecía la mejor opción para interpretar a Iron Man, pero su perfomance es fina y opta deliberadamente por un tono de comedia, pero sin pasarse (demasiado) al lado de la farsa. Por otra parte, nadie hubiera dicho que Jeff Bridges (sí, el hermanito chulo que se comía a Michelle Pfeiffer en "Los fabulosos Baker Boys", veinte años antes) podía dar el tono con papeles de villano, y ¡qué creen!, hace un gran Iron Monger, en particular porque su personaje impone presencia sin tener que moverse, actuar, decir o hacer chulerías propias de villano. Incluso hasta Gwyneth Paltrow, usualmente gélida y desangelada, hace un rol con un poco más de carácter, y resulta hasta entrañable. Terrence Howard resulta un amiguete un tanto débil (yo hubiera preferido a Cuba Gooding Jr., pero en fin...), pero podría ser un convincente War Machine, en una secuela eventual.
-- Secuencias notables. El ataque contra la caravana de Tony Stark. Toda la estadía en la caverna, incluyendo la liberación final. La amiguita de Tony Stark jugando con su corazón (en sentido literal: le tiene que reemplazar un corazón artificial por otro). El vuelo inagural con la armadura de Iron Man. Las dos apariciones de la periodista no-me-acuerdo-de-su-nombre. Todas las apariciones de Jeff Bridges.
IDEAL PARA: Fanáticos de las pelis de superhéroes, de las pelis de acción, y en general de pelis con una historia bien contada.
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