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domingo, 16 de diciembre de 2007

"Michael Clayton" (2007)


"Michael Clayton". Dirigida por Tony Gilroy. Protagonizada por George Clooney, Tom Wilkinson, Tilda Swinton, Michael O'Keefe, Sydney Pollack, Austin Williams, Jennifer van Dick, Merritt Wever, Kevin Hagan, Julia Gibson. Estados Unidos. Año 2007.

¿De qué se trata?
Esta es de esas pelis de "hace cuatro días atrás", así es que trataré de contarlo con quiebre temporal incluido. Son altas horas de la noche, pero los rascacielos están más iluminados que en una peli de Harry el Sucio; se trata de un bufete de abogados en el cual se está redactando un extraordinario acuerdo legal que pondrá fin a una acción de clase, y en la, pues bien, el estudio está más que gaurr porque tuvieron que cambiar de tiburones hambrientos de carne de litigante enemigo, a negociantes zorros conformes con llevarse un pedazo del pastel. Es posible que algo en el embrollo tenga que ver un operador del estudio jurídico, que, por decirlo en buen chileno, empezó a patinarle el cerebro, y se le ocurrió empezar a creerse Shiva el Dios de la Muerte, etcétera. En forma paralela llega hasta el estudio, en el momento más inoportuno posible, una llamada pidiendo ayuda porque uno de los peces gordos que es cliente del estudio, se le ha ocurrido pasear su lindo vehículo del año por encima del espinazo de un inopinado peatón. Es el momento entonces de llamar a... ¡¡¡Michael Clayton!!!, que como en la mejor tradición Bond, está en ese minuto enfrascado en un juego de póker (claro que, esta vez, sin el glamour de Sean Connery, y eso que es George Clooney al teléfono). Michael Clayton abandona la partida y viaja para conversar con el cliente, que resulta ser un infeliz "tengo dinero, así es que arréglenlo, joputas". Nuestro buen Michael Clayton está más que fastidiado, de manera que cuando emprende el viaje de regreso, encuentra momento para solaz y regocijo con la Madre Naturaleza... justo a tiempo para esquivar una terrible explosión que convierte a su lindo y aerodinámico automóvil en un carrusel de fuegos artificiales. ¿Es que acaso alguien quiere ver muerto a Michael Clayton? ¿Tendrá eso que ver con el multimillonario arreglo que sus propios jefes quieren llevar a cabo? Como lo decía al comienzo, la respuesta, "hace cuatro días atrás"...

El espíritu de los tiempos.
Future Now; no es que las grandes megacorporaciones estén por comerse al mundo entero, es que lo están haciendo ahora-mismo-ya. Si todo es manejado por los tentáculos de las grandes transnacionales, ¿qué espacio le queda al pobrecito ser humano? Sería inoficioso resumir todo el cine de "el individuo contra el sistema", que en los buenos y viejos tiempos era "el individuo contra el Estado", pero ahora es "el individuo contra los grandes conglomerados económicos". Y el "cine de juicios" tiene también su solera en esto, con varias pelis que tienen por escenario las acciones de clase, o sea, las que entablan un grupo de consumidores, o simplemente de personas, en contra de alguna empresa que está cagándose genéricamente en ellos ("Proceso final" con Gene Hackman y Mary Elizabeth Mastrantonio, "Una acción civil" con John Travolta y Robert Duvall, "Erin Brockovich" con Julia Roberts y Albert Finney...). "Michael Clayton" se inscribe un poco dentro de la órbita, aunque intenta darle una vuelta de tuerca a esa vieja tradición fílmica, debido a que el protagonismo está centrado no tanto en el abogado que prepara el caso, como en el arreglacosas con contactos ("operador", le llamaríamos en el lenguaje político chileno) que se encarga de que la maquinaria funcione... que funcione en beneficio propio, y no necesariamente que funcione bien, por supuesto, pero sigue siendo una manera de funcionar. Ya sé que esto lo vieron en "Erin Brockovich", pero ¡hey!, el director Steve Soderbergh también está metido en esto (además, con George "Syriana" Clooney de por medio...).

¿Por qué verla?
- George Clooney. La principal y casi única razón para verla. Desde antiguo, el señor Clooney ha hecho carrera con su estilo "soy el Cary Grant del 2000", y le funciona bastante bien; tiene prestancia, estilo, carisma, y sabe actuar. No diremos que es el rol de su vida (en parte porque el registro actoral de Clooney es más bien limitado, y su poder emana de la fuerza interpretativa, no de la versatilidad actoral, razón por la que sus papeles en pelis son casi todos intercambiables, con la excepción de su rol como prota de la infame "Batman y Robin", que nadie osaría cambiarlo con nada del mundo). Pero es un rol bastante humano como para empatizar con él. No vemos aquí a Clooney haciendo el superhombre salvando el día (bueno, sí, un poco). Empujando un poco el concepto hacia el costado, podemos verlo más como un antihéroe o un héroe reluctante, que como un verdadero cruzado de la justicia, como suele ser el uso de las pelis de abogados. Incluso su derrotero espiritual (vamos, el clásico abogado que despierta un día dándose cuenta de que el sistema se come a los individuos, que la ley ahoga a la justicia, etcétera) no es exactamente idealista: no es por compasión con un cliente, sino porque le tocaron los huevos a un amigo, que se decide a actuar. Quizás no quede demasiado bien en el altar del idealismo, pero sí es bastante humano, si me preguntan.
- El resto de los actores está notablemente bien, aunque sin lucimientos personales. Tilda Swinton, ilustre chica moralmente ambigua de "Orlando", "La playa", "Constantine" o "Flores rotas", está perfecta como la joven aprendiz de tiburona. Tom Wilkinson le infunde cierto espíritu a un rol, si se lo mira bien, bastante estereotipado (el abogado que descubre la luz y se vuelve loco), además de mandarse un grandioso monólogo inicial que ya se lo quisiera Al Pacino cuando se bota a ególatra, y en general el resto cumple con solvencia respecto de lo que se espera de ellos.
- En cuanto a la trama... Pues bien, tiene sus méritos y sus defectos. En el haber debemos anotar que todo está resuelto con relativa naturalidad, sin concesiones al efectismo hollywoodense (si exceptuamos, por supuesto, cuando el automóvil del prota estalla e ingresa en pedacitos al Cielo de "Cars"). La trama es más o menos lineal y se sabe en qué lugar están alineados los personajes, privilegiando el choque de caracteres y posiciones por encima de la vuelta de tuerca y la suspensión de la incredulidad a nivel narrativo (dicho en cinéfilo: NO es una peli basada en John Grisham). En el debe, por su parte, debemos mencionar un no muy disimulado deus ex machina para amarrarlo todo, además de ciertas frasecitas puestas ahí para que suenen lindas, y que rompen el tono de naturalismo que consigue la película con tanta facilidad (eso de "soy Shiva el Dios de la Muerte", ejem...). Lo irónico es que el guión corrió por cuenta de Tom Gilroy (sí, usted ha visto este nombre antes, lo hemos listado como director de la peli), que en su vasto currículum venía incluyendo "Dolores Clairbone", "El abogado del diablo" y la trilogía de Jason Bourne completa, o sea, "Identidad desconocida" y secuelas (por otra parte, también fue el amanuense de "Medidas extremas", "Armagedón" y "Prueba de vida", ejem).
- Es la primera peli de Tom Gilroy como director. Y para ser opera prima, está bastante bien. Es consciente del material que tiene entre las manos (era que no, si también la escribió), cuenta con una buena fotografía, y el trabajo de edición es en general bastante pulcro, sin escenas sobrantes o redundantes. Y, como ya decíamos, sin demasiados efectismos narrativos o visuales (salvo eso de, no me cansaré de insistir, "soy Shiva el Dios de la Muerte"...).
- Mención especial para uno de nuestros oxigenapelículas favorito, el señor James Newton Howard, que compuso una bastante noble partitura para la peli, que le proporciona un buen empaque auditivo a la parte visual.

IDEAL PARA: Ver un drama de abogados, de los buenos (de los buenos dramas de abogados, no de abogados buenos, entiéndase).

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