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miércoles, 6 de diciembre de 2006

"16 calles" (2006).


-- "16 blocks". Alemania / Estados Unidos. Año 2006.
-- Dirección: Richard Donner.
-- Actuación: Bruce Willis, Mos Def, David Morse, Jenna Stern, Casey Sander, Cylk Cozart, David Zayas, Robert Racki, Patrick Garrow, Sasha Roiz, Conrad Pla, Hechter Ubarry, Richard Fitzpatrick.
-- Guión: Richard Wenk.
-- Banda Sonora: Klaus Badelt.

-- "16 calles" en IMDb.
-- "16 calles" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Es un día normal y corriente. Un policía cuyo concepto de "problemas con el alcohol" es no tener disponible una botella del bueno en su oficina a las diez de la mañana, recibe un encargo maldito: llevar, fuera de turno, a un cualquiera bajo arresto, desde la comisaría al tribunal, separado apenas por 16 calles, porque tendrá que comparecer en una horita más. Al poli, que por cierto viene interpretado por Bruce Willis, maldita la gracia que le hace, pero bien, se trata de pago por horas extraordinarias (o sea, más monedas clinclín para alcohol), además que el jefe presiona, así es que habrá que hacerlo. Pero trabajos como ésos no se hacen sin la correspondiente mamadera etílica, así es que el poli, después de recoger al tipo en prisión, se detiene en una licorería. En mala hora lo hace: una partida de malos malosos se lanza sobre el vehículo policial, listo para hacer confetti de delincuente, antes de que delate a la gente detrás de todo el embrollo. El poli defiende al preso porque es SU preso y está bajo su responsabilidad, y pide ayuda a sus colegas por vía telefónica. Y cuando estos colegas llegan, le revelan algo: son ELLOS quienes quieren hacer del delincuente un Señor Mortadelo listo para la funeraria, porque los tipos contra los cuales el individuo testificará... pues bien, todos son policías. Le ofrecen al poli bueno un arreglín, pero no cuentan con que éste no sólo es bueno como betatester de alcoholes, sino también bueno de corazón, y pues bien, tenemos a Bruce corriendo con medio cuerpo de policía por detrás...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Richard Donner es un cineasta ávido de venderse a Hollywood a cualquier precio, y el boleto para eso es filmar harta acción. A finales de los '70s se anotó un par de éxitos resonantes con "La profecía" y "Superman", y después se mantuvo a flote con "Arma mortal" y secuelas, amén de productos de entretención de liviandad casi cavorítica como "El hechizo del águila", "Asesinos" o "Maverick". Ahora decidió plegarse a la moda del minuto, o sea, filmar corto y adrenalínico al estilo "24", y, pues bien, qué decir... El resultado final no es malo, pero incluso como pieza de acción es un tanto irregular. Por no funcionar, no funciona siquiera como alegato en contra de la corrupción policíaca, y eso que es fácil en estos tiempos arrojar bombas contra el Gobierno, desde que se supo que San Jorge decidió que el dragón estaba en Irak, mediante evidencia falsificada por la CIA. Pero no pierdan las esperanzas: "16 calles" tiene algunos puntos de interés, a lo menos.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Bruce Willis. Curiosamente, a pesar de su innegable talento como comediante ("Cita a ciegas", "Desayuno de campeones", "La muerte le sienta bien"), es más recordado, ha tenido más éxito, y obtiene mejores papeles, en pelis de acción en los cuales pasea dos estereotipos básicos: el poli socarrón estilo "Duro de matar" y secuelas, y el guerrero atribulado estilo "12 monos" o "Misión: Seguridad máxima". En esta peli, Willis interpreta una variante del segundo, convenientemente caracterizado para lucir un tanto más viejo (como debe sentirse, después de ser derrocado por el pesotas de Anton Kuschner o como se escriba). Y en verdad se luce.

-- Es una película mínima y sin demasiado glamour. ¿Eso, un mérito...? Tratándose del cine de acción, sí. Y es que después de la enésima peli del gran héroe de carne y hueso que salva al mundo en medio de trepidantes explosiones, es refrescante ver una película un tanto más contenida, sin explosiones ni balaceras gratuitas. Uno incluso huele que el guión original debió ser acaso menos glamoroso, y que Richard Donner le metió un tanto de "eso" para hacerlo más vendible, o acaso porque no se siente cómodo con historias más realistas, y prefiere el desmadrerío superheroico. Ayuda, por supuesto, la caracterización de Bruce Willis como un policía absolutamente opaco y plomizo, y el evadir el perfil de los enemigos como grandes villanos de maquiavélicos planes que arman una superconspiración para... Ya me entienden el punto.

IDEAL PARA: Ver una película de acción con los pies un poco más en la tierra.

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