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martes, 19 de septiembre de 2006
"Acoso sexual" (1994).
-- "Disclosure" (título original), "Acoso" (título en España). Estados Unidos. Año 1994.
-- Dirección: Barry Levinson.
-- Actuación: Michael Douglas, Demi Moore, Donald Sutherland, Caroline Goodall, Roma Maffia, Dylan Baker, Stephanie Forsythe, Dennis Miller, Suzie Plakson, Nicholas Sandler, Jacqueline Kim.
-- Guión: Paul Attanasio, basado en la novela de Michael Crichton.
-- Banda Sonora: Ennio Morricone.
-- "Acoso sexual" en IMDb.
-- "Acoso sexual" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Seattle, a finales del Siglo de los Depredadores Económicos. Dos importantísimas empresas de computación se preparan para una megafusión corporativa. En medio de las cuchilladas traperas producto de la próxima reestructuración, queda un cupo libre en los sillones más mullidos del mundo superior de la empresa. Tom Sanders se relame pensando en las maravillas onánicas que podrá hacer subiendo hasta allá, pero sobreviene una mala noticia: sus jefes han designado para el puesto a Meredith Johnson, una perra hipersexuada que se viste mal, y que para colmo tuvo en el pasado con el prota (ahora casado) una relación que parece hecha para una página extensión ".ru". Celebran una reunión de noche, y el tarado va sin sospechar nada, como inocente ovejita (labor en la que Michael Douglas no es el tipo más creíble del universo, digámoslo ya). La chica se le tira encima y trata de ponerse a lamer el helado, y el otro, en vez de cubrirla virilmente, sufre un arranque de beatería y sale corriendo por pies de ahí. Al día siguiente descubre una desagradable sorpresa: ella lo ha denunciado por acoso sexual. El infierno acaba de comenzar, porque cada nuevo orgasmo que Tommy sufra con los reveses del asunto lo pondrá en la pista de una verdad aún mayor, y que en definitiva, nada tiene que ver con el sexo, sino como dicen algunos personajes, con el poder.. (¡chachachacháaaaan...!).
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
A comienzos de los '90s, terminada la tétrica Era Reagan, el cine sufrió un proceso de liberalización sexual sin precedentes. Lo de "liberalización" es relativo, por supuesto, porque esas películas tenían sexo libre a destajo, pero también un marcadísimo mensaje conservador. Pensamos en, por supuesto, "Bajos instintos", "El cuerpo del delito", "Boxing Helena", "Una propuesta indecente", etcétera. "Acoso sexual" alcanzó a sumarse al carro cuando esta explosión empezaba a agonizar. Estaba planificado como un éxito desde el comienzo. No en balde estaba basada en una novela de Michael Crichton, superventas tras las novelas hechas como preludio para filmes como "Jurassic Park" y "Sol naciente", y que después iría bajando de perfil a medida que salieran otras basadas en sus novelas como "Congo", "Twister", "Esfera" y otras incluso peores. Pero algo pasó. No tuvo todo el éxito que debería. Quizás porque, aparte de una escena hot que para colmo funciona como coitus interruptus, la verdad es que no hay sexo. ¿Qué gracia tiene ver una película llamada "Acoso sexual", si no se ve sexo...?
¿POR QUÉ VERLA?
-- Es un retrato, no demasiado fidedigno, pero retrato al fin, de cómo eran las cosas en el mercado de las computadoras a finales de os '90s, cuando esas cosaas eran todavía esotéricas e Internet estaba recién tomándose por asalto al mundo. El escenario de realidad virtual que aparece era toda una novedad para la época, todavía babeando con "El hombre del jardín", aunque suena delicadamente obsoleto hoy en día. Si hicieran un remake de la película, el escenario ciberespacial en que se mueve Sanders, un correctísimo edificio neoclásico, sería reemplazado por un mundo salvaje y primitivo con espadas y brujerías al estilo de Warcraft, seguramente.
-- Es una película hecha con el "sello" de Barry Levinson. Es decir, tiene un buen pulso narrativo, lleva de una escena a otra sin pausas, crea interés en la historia, pero en definitiva, todo se ve plástico y artificial, sin un toque de verdadera inspiración. No olvidemos que Levinson ha dirigido, entre otras, las cintas "El joven Sherlock Holmes", "Good morning, Vietnam", "Rain Man", "Esfera", y (cosa rara) esa joyita que fue "Escándalo en la Casa Blanca". Es esa especie de artesanía genial, esa suerte de trabajo del idiota de la aldea que por puro milagro hace bonitas chucherías para el público de turistas, lo que permite seguir una historia que, en definitiva, tiene pocas patas y aún menos cabeza; la vendieron como una película sobre sexo, y al final, la intriga no tiene nada que ver con eso, girando por completo hasta el punto que la trama del juicio por acoso termina cuando recién llevamos dos tercios de filme (es lo que pasa cuando pones a un judío dirigir una con sexo, podrían haber contratado mejor a Mel Brooks, y así al menos nos hubiéramos reído).
-- El elenco es discreto. Michael Douglas repite plato como el chico vampirizado de "Bajos instintos", Demi Moore hace un papel dotado de cierto morbo andrógino (la perra tiene un cuerpo muy penetrable, pero es agresiva y peleona como un camionero cualquiera, pero con clase). Donald Sutherland hace más o menos su rol de siempre, y eso siempre es de agradecer. Quizás ésta sea una de esas películas en donde la magia invisible proviene no de los protagonistas, tiesos a veces hasta más no poder, sino de los secundarios: Caroline Goodall como la sexualmente reprimida esposa, Roma Maffia como abogada "Hard Copy" style, y Jacqueline Kim en un pequeño, pero caristmático rol como secretaria del prota (esta actriz, como dato de trivia, hizo una brevísima aparición ese mismo año en "Viaje a las Estrellas: La nueva generación", nada menos que como la hija de Sulu).
IDEAL PARA: Ver una película con gancho sexual, que en definitiva tiene muy poco sexo, y de computadoras ultramodernas que hoy en día ya no son muy modernas, que digamos.
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