Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
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jueves, 27 de febrero de 2014
"Carrie" (2013).
-- "Carrie". Estados Unidos. Año 2013.
-- Dirección: Kimberly Peirce.
-- Actuación: Chloë Grace Moretz, Julianne Moore, Judy Greer, Portia Doubleday, Alex Russell, Gabriella Wilde, Ansel Elgort, Zoë Belkin, Samantha Weinstein, Karissa Strain, Katie Strain, Barry Shabaka Henley, Demetrius Joyette, Mouna Traoré.
-- Guión: Lawrence D. Cohen y Roberto Aguirre-Sacasa, basados en la novela de Stephen King.
-- Banda Sonora: Marco Beltrami.
-- "Carrie" en IMDb.
-- "Carrie" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Una mujé está enferma-enferma-enferma... ¿enferma? ¡No! ¡Está de parto! At home! Porque la escena transcurre presumiblemente a finales del XX, incluso comienzos del XXI, pero esta mujer carece de información ginecológica. En fin, el caso es que nace la criatura, y la mami hace de mami corazón y va y le intenta clavar unas tijeras, la muuuuuu jodía... (Julianne Moore, que cuando le baja por interpretar personajes bordes hasta da miedito y too). Pero no puede por estoquello. Salto en el tiempo. Vemos a la bebé ahora crecidita, en la pista de despegue para el baile de graduación y tal (Chloë Grace Moretz, por una vez en la vida una actriz que es MENOR que su personaje estudiante, porque el personaje debería tener 18 y la actriz tiene 16). Vemos una escena en la piscina que nos enseña que ella es TORPE y además TÍMIDA y además IMPOPULAR. Poco después en las duchas vemos unas cuantas buenorras (no tanto como las supermodelos que contrata Michael Bay, pero ya sabemos) envueltas en toallas, a la tal Carrie duchándose (no se ve nada, escenas rodadas con actriz menor de edad, ya saben), y viene la consabida escena en donde ella empieza a sangrar, y las compañeramerdas que empiezan a hacerle BULLYING. Incluso la graban con un celu, las muuuuuu desgraciás. Estallan ampolletas, pero a nadie le llama la atención. Aparece la tícher de gym, y trata de salvarla y tal, después de lo cual viene una conversación con el director más cretino al norte del Río Bravo. Estalla uno de esos recipientes como con 100 litros de agua, pero a nadie le llama la atención. A la madre de Carrie, maldita la gracia le hace too el follón, e incluso envía a Carrie a la habitación de las escobas (bueno, una cosita chica bajo la escalera, suponemos que es para eso). Estalla la puerta (bueno, se raja), pero a nadie le llama la atención. Ah, entremedio una de las buenorras le baja too el gusanillo de la conciencia y empieza a poner cara de "estoy buena pero soy sensible" (o trata. De lo primero no está mal, de lo segundo se queda corta. Gabriella Wilde, señoras y señores). Por cierto, las cabronas de las compañas suben el video a yutúb, con el follón predecible posterior (o sea ninguno, una reprimenda generalizada, castigo para la hechora, y aquí no ha pasao ná masho). El caso es que a la buenorra con conciencia le baja eso de que pobrecilla Carrie, deberíamos hacer algo por ella, y va y le propone al noviecito que vaya a la fiesta de graduación con Carrie en vez de con ella, porque total por qué no, a lo mejor el noviecito termina follándose a Carrie y tal en una fiesta que es una sola vez en la vida, pero por qué no (o a lo mejor a la buenorra con conciencia le pone eso de "hazlo con mi hombre", a saber, si es que estas nuevas generaciones ya ven como vienen). Todos los que vieron la versión original saben en qué va a acabar eso. O los que vieron la secuela de la versión original. O los que vieron el remake made-for-TV de 2002. Joer, que a la pobre Carrie no la dejan en paz. Lo que debe estarse forrando Stephen King con los royalties.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Había una vez un escritorzuelo medio fracasado llamado Stephen King, que en un último y desesperado esfuerzo por ser ALGUIEN en el mundo de las letras, va y escribe una repugnante escena en donde una chica desnuda bajo la ducha del colegio con el agua caliente cayendo sobre su cuerpo núbil, de pronto ¡PLAS! le llega la menarquia y humillación suprema a manos de otras chicas desnudas en las duchas del colegio. Luego botó el manuscrito, oficialmente decepcionado del mismo, aunque a saber si no será porque no se lo pille la señora, que ya sabemos cómo son, "¡qué cochinadas estás escribiendo, mira tú, minorras desnudas en la ducha y sangrando, eres un pervertido, me voy, mi abogado se contactará contigo para mandarte los papeles del divorcio!". Pero la señora va y saca el relato del cesto (¿apostaban a que no lo haría?), y figúrense que, muy liberal ella, hasta le gustó y todo. Y susurrándole al oído de manera insinuante, va y le dice: "Termínalo, mi lindo" (en realidad no sé si "susurrándole al oído de manera insinuante" o en una conversación plana y casual, pero nadie dijo que no podía literaturizar un poco, por aquello de mantener el interés de los lectores). Stephen King lo termina, exitazo absoluto de ventas, se hace un nombre... (bueno, entre el público, que la crítica durante años lo miró como ese renacuajo que escribe cosiacas de terror en vez de escribir LITERATURA DE VERDAD, hasta que algunos críticos dijeron que mejor estar bien con los ángeles y empezaron a reconocer, así como a regañadientes, que Stephen King tiene lo suyo igual). "Carrie" fue adaptada de manera memorable por Brian de Palma con Sissy Spacek en 1976. Y de manera no tan memorable por aquello de presupuesto de telefilme, con Angela Bettis en 2002. ("La ira: Carrie 2" no cuenta porque la prota Emily Bergl interpreta a Rachel, la media hermana de Carrie, y Sissy Spacek aparece de esa manera bastarda denominada "imágenes de archivo"). Por alguna razón, los productores pensaron que era tiempo de ofrecernos otra versión más del mismo cuento. Quizás porque desde 2002 había pasado una década, el público adolescente popcornero entretanto había crecido y se podía vender la historia a toda una nueva generación de chavales para quienes el cine partió con "El Señor de los Anillos" y "Piratas del Caribe", y algo sobre un viejote medio senil llamado George Lucas. Con Kimberly Peirce a cargo, una directora no excesivamente prolífica (esta es su TERCERA peli, aunque la primera es la memorable "Los muchachos no lloran" de 1999). Bueno, eso y la debacle financiera de MGM, que los ha llevado a rebuscar en los armarios todas las franquicias establecidas de las que puedan tirar para reboot, remake, lo que sea, que les permita seguir manteniéndose a flote sin tener que apostar por ideas nuevas que tengan el desagradable efecto de, ya saben, fracasar en taquilla ("La chica del dragón tatuado": remake, "Comando especial": basado en serie de TV, "¿Qué voy a hacer con mi marido?": la excepción que confirma la regla, "Skyfall": secuela, "Hansel y Gretel": basado en relato nórdico, "El Hobbit: Un viaje inesperado": precuela, "G.I.Joe: El contraataque": secuela, "El Hobbit: La desolación de Smaug": secuela de la precuela, y para 2014 se vienen "Robocop": remake/reboot, "Comando especial 2": secuela, "Hércules: The Thracian Wars": basado en mitos griegos, la tercera del hobbit, la 24 de James Bond para 2015...). La cosa salió... más o menos bien de cara a la taquilla. 82 millones de caja, una mugre, pero contra 30 millones de costos alcanza a recuperar y dejar algún dinerillo en el bolsillo. La crítica la ha tratado más o menos bien, aunque con algo de condescendencia. ¿Y nosotros? Pase a la siguiente sección para averiguarlo.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Leyenda del cine y tal, pero la "Carrie" de 1976 estaba seriamente necesitada de un remake. ¡Herejía!, ya los oigo gritar. ¡Anatema!, los oigo gemir. ¡Abominación de la desolación!, exclamáis. Pero admitámoslo, si bien la "Carrie" de 1976 sigue siendo una excelente peli en muchos respectos, el apartado de los FXs y la traca final, de vértigo para su época, hoy en día se ven bastante adocenados. Se diga lo que se diga, Carrie es, fue y seguirá siendo una historia de despertar adolescente, una metáfora acerca del brutal descubrimiento de que el mundo es un lugar muy poco placentero para vivir, y por lo tanto su público natural más allá de los cinéfilos más empingorotados, son los adolescentes. Los mismos que ven hoy en día la "Carrie" de 1976 y se parten de la risa con la cara de lunática de Sissy Spacek (sí, gran rol y too, pero esa clase de filigranas como que se les escapan a los adolescentes tontorrones ávidos de meterse popcorn a saco en la sala de cine). En ese sentido, la "Carrie" de 2013 cumple bien como remake. Es la necesaria actualización de la historia a un trasfondo más moderno, y con herramientas narrativas también más modernas. El problema aquí es más o menos el esperable: en su vocación de contar la misma historia pero para las audiencias XXI, el "Carrie" de 2013 termina por anularse a sí misma. Es una buena peli, bastante superior al promedio de pelis popcorneras que llegan al cine, aunque sea por el material de base (e incluso así, porque ya sabemos cómo se las gasta Hollywood Manos de Tijera para convertir material de excelencia en churros fecales con una efectividad digna de Machete), pero no consigue zafarse de la sombra de la "Carrie" de 1976. "Carrie" de 2013 es buena, pero "Carrie" de 1976 es superlativa, y claro, en esos términos... No ayuda por supuesto que el espectador que vio, vivió y disfrutó la "Carrie" de 1976, no va a encontrar realmente nuevos elementos aquí. De todas maneras, como remake, sale mejor parado que el demasiado menospreciado pero tampoco carne de memorabilia "Pesadilla en la Calle Elm" de 2010, que se perjudicaba de ser un remake mucho más superfluo a pesar de sus buenas intenciones. En esta "Carrie" se nos cuenta más o menos la misma historia, pero perdida la carta de la sorpresa (leñe, hay que haber estado bajo una piedra para no saber cómo termina), y además perdida la carta de chorrear sexualidad (esta "Carrie" es mucho más pacata que la "Carrie" de 1976, partiendo por la eliminación de los desnudos y siguiendo por el recortar de la atmósfera de erotismo malsano y su reemplazo por alguna insinuación puntual y poco más), la peli decide jugársela por el desarrollo de personajes. Y en general cumple bien gracias a una Kimberly Pearce dirigiendo con buen ojo para la narrativa (aunque desaprovechando el subtexto morboso, cuando hubiera podido explotarlo al estilo "Los muchachos no lloran" y habría quedado mucho mejor), una Chloë Grace Moretz que consigue ser una gran Carrie haciéndolo a su manera y sin necesidad de seguir la estela o imitar a Sissy Spacek, una Julianne Moore superlativa como madre chalada (esta versión le presta mucha más atención y redondea mucho más a su personaje, que tiene algunas escenas verdaderamente escalofriantes), una Judy Greer muy solvente como profesora de gimnasia (esta chica eterna secundaria debería haber tenido una carrera mucho más prominente de la que ha tenido hasta ahora), y una Portia Doubleday que consigue el milagro de crear una Chris incluso más detestable y miserable que la interpretada por Nancy Allen en 1976. En contra tenemos un guión que no termina de cuajar del todo (que Carrie lo ignorara todo sobre la regla ya pasaba difícilmente en 1976, pero en 2013 con interné en el colegio, como la misma peli lo muestra, como que no cuela, y eso por no hablar de la cantidad de veces que los poderes telekinéticos de Carrie se manifiestan sin que nadie se pregunte por qué siempre alrededor de la rarita pasan tonteras), y algunas interpretaciones que echan para abajo el nivel general (en particular destaca Gabriella Wilde, ya una sosilla Constance en "Los tres mosqueteros" de 2011, incapaz de transmitirnos por qué tanta preocupación por la jodía Carrie, algo que sí lograba de manera más eficaz Amy Irving en 1976).
-- ¿Soy yo, o me pareció que el enfoque que guión y actuación le da a esta "Carrie", funciona como una especie de deconstrucción de los X-Men? La "Carrie" de 1976 no mostraba mucho parecido, pero en ésta vemos una escalada de poderes telekinéticos que parecieran querer hacer un guiño al "X-Men" de Bryan Singer. Sólo que en esa peli, los adolescentes incomprendidos y rechazados tenían una academia de Charles Xavier en donde recluirse para aprender a quererse a sí mismos, formar su club de amiguetes y salvar a la Humanidad que los odia y desprecia etcétera, mientras que aquí vemos un escenario más realista en donde la chica telekinética es una sola (se insinúa que podrían haber más, pero no se ve otra por ninguna parte), con el resultado predecible de que, sin red de cobertura psicológica para la pobre mutante... bueno, pasa lo que pasa. Que todos ya sabemos cómo termina, sin haber visto el remake. O la peli original de 1976. Y es más: que la vimos justamente por ese final en donde no hay infierno como el de una mujer despechada... contra sus compañeras de cole, en particular si tiene poderes mentales.
IDEAL PARA: Ver un remake que cumple con dignidad.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].
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