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domingo, 2 de junio de 2013

"Daylight: Infierno en el túnel" (1996).


-- "Daylight" (título original en inglés), "Daylight: Pánico en el túnel" (título en España). Estados Unidos. Año 1996.
-- Dirección: Rob Cohen.
-- Actuación: Sylvester Stallone, Amy Brenneman, Viggo Mortensen, Dan Hedaya, Jay O. Sanders, Karen Young, Claire Bloom, Vanessa Bell Calloway, Renoly Santiago, Colin Fox, Danielle Harris, Trina McGee, Marcello Thedford, Sage Stallone, Jo Anderson.
-- Guión: Leslie Bohem.
-- Banda Sonora: Randy Edelman.

-- "Daylight: Infierno en el túnel" en IMDb.
-- "Daylight: Infierno en el túnel" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Una escena inicial con varios camiones metiendo desechos tóxicos en la ciudad nos muestra que nada bueno va a salir de ahí (en particular si has visto el trailer, que ésta es una de desastres, después de todo). En un rápido montaje que sería la envidia del entrenador de Rocky, se nos presenta a la carrerita a una galería de personajes. Una escritora que se metió con un hombre casado y que está en detox romántico, además de que como escritora parece que es un fracaso. Un taxista que se lleva a una pareja de esto-o-aquello al aeropuerto, que además para hacer más dramática la cosa, llevan un perro y too (leñe, como si no supiéramos que en estas pelis de desastres puede morir hasta el consueta, pero el perro siempre se salva). La infaltable familia con niñata insoportable incluida. El infaltable negro que en este caso es no sé qué de control, y que no parece darse cuenta de que la bolsa para cadáveres anda sigilosamente y a la siga suya porque ya saben quién en estas pelis siempre muere. Un deportista millonario que por alguna razón elige el túnel en vez de su jet privado. ¿Me queda alguien afuera? No sé, no tengo idea, no me acuerdo, no me importa. El caso es que unos asaltantes van y se toman un vehículo. Pero la policía, eficiente que ni te pintas, va a la persecusión. ¿Y qué se dicen los asaltantes? Pues que necesitamos un espacio abierto y sin atoches de tráfico para escaparnos con facilidad... ¡metámonos por el túnel! (Delincuencia juvenil: sabes que están allá afuera, sabes que son tontos, sabes que son peligrosos). Pasa lo inevitable, que en medio de la persecusión van y se clavan de nariz contra los desechos tóxicos, con una subsiguiente explosión que los liquida ni que 1000 maneras de morir ni que nada. Lo que viene de ahí es justamente la escena más gloriosa, la que se utiliza para vender el trailer por los apabullantes FXs, o sea, una explosión que siembra el caos más absoluto, y que por supuesto bloquea a los actores con top-billing dentro del túnel. La lucha por rescatarlos comienza. Y créanlo, Sylvester Stallone se queda AFUERA del túnel... él era el taxista del inicio. Sólo que, según avance la peli se nos revela, él era un antiguo rescatista que terminó de taxista porque algo salió mal (promediando la peli se nos dirá por qué, en otro intento por sacar suspenso barato por el expediente de PREGÚNTATE POR QUÉ ÉL ES TAN MISTERIOSO, PREGÚNTATE). Y va y es tan heroico el Estalón óigale, que VA Y SE METE AL TÚNEL para ayudar a rescatarlos. Con un par. Por supuesto que no pueden volver por donde se vino (básicamente por los conductos de ventilación por unas peazo hélices que anda a sobrevivir si te pillan). La batalla por reventar las taquillas y de paso reencender la mecha de un género que creíamos muerto para siempre, regresa.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Las has visto. Las conoces. Pelis de desastres. Existentes desde la época del cine mudo, créase o no, pero que adquirieron su formato definitivo en los '70s con una tríada de infarto ("Aeropuerto" de 1970, "La aventura del Poseidón" de 1972, "Infierno en la torre" de 1974) que establecieron todos los clichés del género: elenco de ambiciosas estrellas en ascenso versus estrellas gloriosas pero en decadencia (o sea, todos ellos actores de presupuesto mediano salvo el jovencito siempre varón), personaje que dice que hay riesgo pero al que nadie escucha, la catástrofe megatónica cuyos efectos especiales se chupan la mitad del presupuesto y la mitad del trailer, subtrama romántica para el héroe para que las chicas tengan algo que visionar, explosiones cada X tramos de peli que se cargan X personajes para mantener las cosas interesantes, algún bastardo jodepú metido de por medio que sólo hace más difíciles las cosas para los supervivientes... ¿Se me queda algún cliché afuera? La cosa alcanzó tales niveles de vergüenza, que cuando se hizo la sangrante parodia "¿Y dónde está el piloto?", el género acabó tan muerto como el funky disco '70s (bueno, se ha seguido haciendo funky disco desde entonces, pero siempre desde la vereda hipster, desde el "lo hacemos con ironía para reirnos un rato porque somos INDIES"). En fin, el caso es que por alguna razón quizás relacionada con las angustias del entonces inminente cambio de milenio, y la sospecha subterránea e inconfesada de que no vivíamos EL FIN DE LA HISTORIA ni EL TRIUNFO DE LA DEMOCRACIA ni otras zarajandas tan habituales en la Era Fukuyama/Clinton, y con el antecedente de "Máxima velocidad" en la mira (peli mitad de desastre, mitad de suspenso con psycho de por medio), el género rebrotó con la fuerza de una epidemia en la temporada de blockbusters 1996/97: "Twister", "Marcianos al ataque", "El día de la independencia" (combinadas con SciFi estas dos), "La furia de la montaña", "Volcano", ¡"Titanic"!... y "Daylight", la que nos ocupa. El mundo todavía tendría que sufrir "Armagedón" e "Impacto profundo" y algunas otras más, antes de que la moda se difuminara primero por el ascenso de las pelis de horror sobrenatural en plan "Estigma" (por aquello del cambio de milenio y too), y después porque en 2001 el Osama bin Laden se mandó una peli de desastres propia que tuvo ni la mansa taquilla, y el público decidió que tales niveles de realismo eran un poco demasiado. Matando por segunda vez a un género que ha conseguido sobrevivir desde entonces fundamentalmente gracias a Roland Emmerich ("El día después de mañana" y "2012", claro... muchos boquivíboras consideran también que "Anónimo" pertenece al género, y razón no les termina de faltar), además de los infumables subproductos que se manda el SciFi Channel, que parece no entender que montarse una peli de desastres en donde los efectos especiales apestan es lo mismo que mandarse una porno en donde la chica sea frígida y al jovencito no se le pare. Pero en fin, volviendo a 1996... Esta peli se suponía que iba a ser un vehículo de lucimiento para Sylvester Stallone, que por aquellos años tenía sus problemillas con el siempre complicado tema de la vigencia (idos ya sus años de Rocky y Rambo, hasta finales de los 2000s por lo menos), y que consiguió una decente recaudación de taquilla (costó modestos 90 millones de dólares y recaudó casi 160). Dirigida por Rob Cohen, el hombre que ha hecho filigranas tan interesantes como "Corazón de dragón" por un lado, y por el otro nos ha fustigado sin piedad con "Rápido y furioso"... y con "xXx"... y con "Stealth: La amenaza invisible"... y con "La momia: La tumba del Emperador Dragón"... Joer, que no sé cómo a este tipo le siguen dando empleo. Cualquiera diría que en el cine de desastres debería sentirse como en casa.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Supongo que "Daylight" estaba bien para su día. En pleno proceso de resurrección de un género que llevaba enterrado casi dos décadas, se podía perdonar una peli que básicamente era una recopilación de todos los clichés del género, pero con elenco y efectos especiales de los '90s (veamos: ¿Ambiciosas estrellas en ascenso? Viggo Mortensen previo "El Señor de los Anillos". ¿Estrellas viviendo de glorias pasadas? Claire Bloom a años luz de "El bucanero", y el propio Sylvester Stallone en cierta medida y en aquellos años. ¿Personaje sensato al que nadie escucha? No de manera previa, pero sí después, el propio Stallone por supuesto. ¿Catástrofe megatónica? Desde luego. ¿Subtrama romántica? Por supuestópolis. ¿Explosiones cada X minutos que se cargan a personajes? Algunas sí, pero en particular brechas de agua que amenazan con inundar al túnel. ¡Ah! Y una escena de buceo subacuático que más que homenaje parece plagio a una similar de "La aventura del Poseidón". ¿Bastardo armalíos? Sí, un presidiario al que después le pasa lo que le pasa. Por cierto, el negro se muere pero el perro se salva). Bien para esos años en que el estilo de pelis había desaparecido un tanto de los cines, pero hoy en día, esta adhesión casi irrestricta y del todo desprovista de ironía la ha hecho envejecer de mala manera. No es una peli especialmente condenable, pero tampoco tiene elementos que la hagan trascender, que la hagan memorable. 90 millones de dólares invertidos consiguieron crear explosiones muy bonitas para la parte en que el túnel se va al carajo, pero no fueron suficientes para que yo me extienda mucho más sobre ésta.

IDEAL PARA: Fanáticos de las pelis de desastres.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



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