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jueves, 28 de marzo de 2013

"Ralph el Demoledor" (2012).


-- "Wreck-It Ralph" (título original en inglés), "Rompe Ralph" (título en España), "Ralph el Destructor" (título alternativo para Cataluña). Estados Unidos. Año 2012.
-- Dirección: Rich Moore.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) John C. Reilly, Sarah Silverman, Jack McBrayer, Jane Lynch, Alan Tudyk, Mindy Kaling, Joe Lo Truglio, Ed O'Neill, Dennis Haysbert, Edie McClurg, Raymond S. Persi, Jess Harnell, Rachael Harris, Skylar Astin, Adam Carolla.
-- Guión: ¿Preparados? ¿Listos? Allá vamos. El listado completo es: Phil Johnston y Jennifer Lee, con material adicional de John C. Reilly y Jared Stern, y Sam J. Levine, basados en una historia de Rich Moore, Phil Johnston y Jim Reardon. Eso es.
-- Banda Sonora: Henry Jackman.

-- "Ralph el Demoledor" en IMDb.
-- "Ralph el Demoledor" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Mi nombre es Ralph, y soy el malo. Soy tan gigantesco que llego a ser caricaturesco, aunque eso no está mal porque estoy en una peli animada después de todo. Y soy un rompedor. Quiero decir, vivimos en el juego llamado REPARA FÉLIX, y si no hay cosas rotas, no hay arreglo ni de joda. Porque no se puede arreglar lo que no se ha roto, vamos. En fin, sucede que Repara Félix es un buen chato. Es el bueno, ¿vale?, se supone que tiene que ser un buen chato. Sólo que los dados están cargados, la ruleta está trucada, las cartas están marcadas. El muy desgraciao tiene un martillito mágico de ná con el que golpea y ¡plip! todo reparao macho, así a cualquiera se le arregla la vida (seriously, piénsenlo, con un martillito así puede hacer virgen a la más trajinada... ¿a quién no se le arregla la vida así?). Que si el tipo fuera un weón cualquiera, ya lo quisiera ver arreglando a mil por hora lo que yo le echo abajo a pulso. Desgraciao. Ah, claro, él hace su trabajo con un martillito mágico, nada de universidad cinco años cartón, y se lleva medallas, ¿y yo? Ahí me tienen siendo arrojado edificio abajo por base regular, durmiendo en una pila de ladrillos restos de demoliciones (fuera de la vista del usuario del videojuego, no sea que vaya a sentirse mal el pobrecito), y en general siendo ninguneado y puteado por todo el mundo. Como la pega es extraordinariamente dura (a mí no me alcanza el bono Piñera ni tampoco soy adolescente embarazá, créanlo o no), los villanos tenemos... ¡TERAPIA DE APOYO! En donde nosotros los villanos nos reunimos estilo A.A. para compartir nuestras frustraciones, sentirnos en un círculo, apoyados y queridos, y en general sirviendo a nuestro trabajo y manteniendo en funcionamiento las ruedas del sistema. Hasta que un día cualquiera, ya, me aburrí. Porque veo lo obvio: que mi trabajo es puteado cosa madre, pero sin mí... ¡no hay videojuego! ¿Cómo Repara Félix va a ser el héroe si yo no hago alguna malvada villanía? (Bueno, la villanía de siempre, vamos). Lo comparto en la terapia de apoyo, pero verán, los weones no tienen ninguna vocación sindical, porque en vez de clamar por unir fuerzas y obtener un trato más justo y equitativo que ayude al desarrollo económico de los videojuegos como un todo, ellos dicen que HAY QUE ACEPTAR y que HAY QUE MANTENER EN FUNCIONAMIENTO EL SISTEMA. ¿Saben por qué? Porque si los villanos nos salimos de mamma mia, entonces el juego queda en calidad de ECHADO A PERDER y... ¡lo desconectan! Humanos cabrones. Claro, por esas cosas del guión que están puestas ahí para que, bueno, para que el guión funcione, eso es, resulta que no es la muerte para nosotros porque podemos igual meternos en otro juego. Claro que eso desata una reacción en cascada porque si invadimos otro juego podemos echarlo a perder, y luego lo apagan, y luego otro, y otro, y otro... ¡¡¡EL FIN DEL UNIVERSO CONOCIDO!!! O sea, del salón arcade, eso es. Y si eres un personaje con defecto de programación peor, estás atrapado en tu juego, no puedes salir, te desenchufan y... BYEBYEBEAUTIFUL. Pero yo, bueno, tengo mentalidad de albañil, no entiendo mucho de macroeconomía ni de la Trilateral ni del Club Ciberberg, así es que decido irme y salirme con la mía, así nada más. Y con una facilidad asombrosa sorteo a los guardias, quizás porque están todos tan adocenados que a nadie se le ocurre SUBLEVARSE Y SUBVERTIR EL SISTEMA. Y me meto primero a un juego de esos FIRST PERSON SHOOTER y dejo la escobarrina, porque bueno, SOY TORPE, si así soy menos amenazante y más querible para las audiencias, ¿verdad? Y luego, por vueltas del guión porque, bueno, a alguna parte tiene que ir el guión, resulta que en castigo por mis pecados termino en el peor videojuego posible... ¡¡¡UNO DE CARRERAS DE AUTOS PARA NENAS!!! ¡¡¡EN RRRRRROOOOOOSSSSSSAAAAAADOOOOOO...!!! ¡¡¡QUE ME DEN UNA INYECCIÓN DE INSULINA QUE EL AZÚCAR SE ME VA AL TECHO, PLIIIIIISSSSSS...!!! A partir de ahora los destinos de Repara Félix, el de una dura soldado futurista pateatraseros metida a la trama con calzador, el de una chica rechazada en su propio mundo de diabetes, y el mío propio, acabarán entrelazados para luchar contra un villano misterioso que amenaza con cargarse la galería arcade entera, y también contra unos bichos no tan misteriosos que se reproducen y... sí, adivinaron. Amenazan con cargarse la galería arcade entera. Pero ya saben lo que voy a decirles a esos malandrines, ¿verdad? Es hora... DE DEMOLER.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Uno de los chistes habituales acerca de la temporada cinéfila 2012, es que aprovechando el contubernio de pertenecer a los mismos amos, Pixar y Disney jugaron al travestirse. Así, Pixar sacó la peli Disney del año ("Valiente"), mientras que la Disney sacó la peli Pixar del año ("Ralph el Demoledor", la que nos ocupa, claro). Porque, qué espera uno de una peli Pixar: conceptos rompedores/demoledores (chiste fácil, vale, pero tengo sueño, ¿eh?), underdogs que se descubren a sí mismos mientras salvan al mundo, animación fuera de tiesto... todo lo que tiene "Ralph el Demoledor", vaya. Y de una peli Disney: princesas, dramones familiares, ambientación de época... todo lo que tiene "Valiente", justito. Porque, veamos, se supone que "Ralph el Demoledor" integra el mismo canon Disney que "Blancanieves y los siete enanitos", "Pinocho", "Fantasía", "Cenicienta", "Alicia en el País de las Maravillas", "La dama y el vagabundo", "La sirenita", "La bella y la bestia", "El rey león", "La princesa y el sapo"... Que cuando han tratado de salirse un tanto por los márgenes ("Fantasía" y su clasicismo over-the-top, "El caldero mágico" y su incursión en el reino de la High Fantasy, "Oliver y su pandilla" y su versión de Oliver Twist cool80s, "El planeta del tesoro" y su Space Steampunk Opera...) la cosa se ha estrellado cosa mala, no necesariamente en calidad pero sí en lo que importa, o sea, en taquilla. Como que después de un leve intento de pixarizarse con "Bolt" se sacaron la dupleta retroclasicista que es "La princesa y el sapo" y "Enredados". Irónicamente, el concepto de hacer una peli con videojuegos rondaba a Disney desde la década de los '80s (cuando Disney trató de alejarse del modelo clásico que dominaba hasta "El zorro y el sabueso" y trató de ser COOL), bajo títulos tan tristes como "Joe Jump" o "Reboot Ralph". Pero era necesario llamar a alguien de Pixar para concretar una idea como ésa (y ahora que John Lasseter el hombre tras "Toy Story" y "Cars" se mudó a la oficina de al lado, desde Pixar a Disney...). Para la tarea llamaron a un director primerizo en el cine, Rich Moore, aunque sus créditos incluyen trabajos tan finos como capítulos legendarios de "Los Simpsons" ("El héroe sin cabeza", "Llamarada Moe", "Un tranvía llamado Marge", "Tomy y Daly: La película"), la codirección del piloto de "Futurama", y, a ver qué más... ¡ah, sí! Un par de capítulos de "La casa de los dibujos". El resultado es una peli que gustó a grandes y chicos, a todas las audiencias, a las que crecieron con los videojuegos ochenteros, a los jovencitos entusiasmados con héroes queribles, a... a... a todo el mundo. ¿Todo? ¡¡¡NO!!! Una aldea poblada por irreductibles críticos resiste ahora y siempre al invasor... y se negaron a darle su merecido Premio Oscar a la Mejor Animación del 2012. Porque lo del Oscar para "Valiente" fue un robo en toda regla. Que yo defiendo a "Valiente" como una peli buena (no tan buena como el nivel que uno espera de Pixar, pero dejando eso de lado...), pero no es ni de lejos tan interesante, crítica, audaz o significativa como "Ralph el Demoledor". He ahí una cosa que nuestro entrañable Ralph no consiguió demoler...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Para mí ha sido ver esta peli y quedarme de piedra. Seriously, ¿LA DISNEY HIZO ESTO? ¿Los estudios bastión del ultraconservadurismo TRADICIÓN-FAMILIA-PROPIEDAD? Porque no es exagerado decir que esta es la peli socialmente más crítica que ha parido el estudio del pato y el ratón desde... desde nunca, vamos. De manera inconsciente, creo. O si algún guionista sabía lo que estaba haciendo, entonces entra en la categoría gol arco-a-arco y de chilenita para remate. Porque veamos. Pareciera que el mundo de "Ralph el Demoledor" está estructurado en tres partes, ¿verdad? (los héroes, los villanos, los usuarios que se gastan sus moneditas en el arcade). Error. Hay una cuarta ominosa clase de personajes en este mundo de videojuegos, tan altos, encumbrados y divinos, tan Bilderberg ellos, que ni se les ve la cara en todo el metraje. Me refiero a los programadores. Ellos literalmente crean vida. Y también crean reglas sociales. Y están tan encumbrados, que ellos y los usuarios ni siquiera se dan cuenta de que los personajes de videojuegos ESTÁN VIVOS y de que SUFREN. ¿Han visto alguna vez a un ricachón preocuparse por los problemas de la servidumbre, de los obreros, de los proletariados? Pues no, con que produzcan está todo bien. Si los personajillos de videojuegos creados para diversión de la gente bien tienen a mal descomponerse, se los desenchufa y ya, igualito a como los oligarcas de hoy en día si el mercado laboral se les regula demasiado, pues envían las fábricas a China y si los antiguos trabajadores se mueren de hambre, pues mala cueva, que para eso es economía de mercado. Los programadores de la peli tienen mentalidad de mecagontó, y los usuarios tienen mentalidad de hijitos de papi que viven sus vidas con perfecta inconsciencia de toda la gente que sufre y pena para que ellos puedan tener el último modelo de esto o aquello o la diversión de esto y más allá. Porque entre la clase alta (los humanos) y la clase baja (los personajes de videojuegos) hay una barrera infranqueable, de manera que revoluciones marxistas al carajo. ¿No suena demasiado a "somos el 99%", "somos demasiado grandes para caer"...? ¿Y cómo reaccionan los personajes de videojuegos? Pues de la manera precedible. Imposibilitados de rebelarse, ni siquiera tratan de hacerse buena la vida entre todos de manera solidaria, sino que "los héroes" son insufribles pequeñoburgueses que tratan a las putadas a los villanos, porque ellos "son mejores", "son gente", "son decentes", etcétera, y a los villanos que les envíen los rotováiler y las fuerzas de seguridad por amenazar ¡¡¡EL ORDEN!!! ¡¡¡LA SEGURIDAD!!! Porque los villanos son FLOJOS, NO SON EMPRENDEDORES y tratan de subvertir el sistema. Seguro que Repara Félix y su cohorte de bienpensantes votan Romney, Rajoy o Piñera porque votar otra cosa es plebeyo, y le hacen barra a Samuel L. Jackson en "Django sin cadenas" porque NOSOTROS NO SOMOS PLEBE Y ÉL SÍ QUE NOS ENTIENDE, aunque los mencionados consideran y tratan a esos partidarios lameculos tan como escoria social como al resto. ¿Qué le resta a los villanos? Pues hacer terapia de autoayuda y superación para sobrellevar el que fueron designados como los perdedores y los detestables del sistema desde antes de su nacimiento (y en el fondo sin merecérselo, porque los verdaderos responsables son los programadores que lo diseñaron todo). Los villanos tienen tan asumido que su rol en la vida es fijo e inamovible, que cuando Ralph el Demoledor apunta lo obvio (que sin villanos no habría juego en primer lugar), ellos le tratan de callar porque eso es SUBVERSIVO. Con su punto de razón, claro (puede que mejore la situación, pero también puede que los desenchufen a todos...). Claro que la peli no es exactamente crítica social, porque a renglón seguido se nos informa que subvertir el sistema para que sea más justo y equitativo está mal. Ralph el Demoledor se sale de su posición, y el videojuego amenaza con venirse abajo (bueno, ser desenchufado). Y peor aún... (((SPOILER GRUESO AQUÍ, SPOILER GRUESO AQUÍ, SPOILER GRUESO AQUÍ))) resulta que el villano principal de la función es un antiguo personaje de un arcade del año del ñauca que ha tenido el mismo pensamiento que Ralph el Demoledor, y se las arregla para hacer lo impensado, para joder con el programa, y apoderarse de un nuevo videojuego para él solito. (((FIN DEL SPOILER, FIN DEL SPOILER, FIN DEL SPOILER))). Al final pasa lo mismo que en "Megamente" y "Mi villano favorito", que el prota se supone que es un villano, pero al final, como eso resultaría demasiado subversivo, pues igual el villano tiene su corazoncito y se abuena frente a un villano peor que ése sí que es malo pa'que te veas. Chistoso que este trío de pelis haya llegado con menos de media década de diferencia, cuando el cine de "villano hecho héroe" brilla por su escasez en los años precedentes. Porque las tres parten de la idea de que la audiencia empatizará con un villano, y al final el villano no era tan ni tan. ¿Signo de los tiempos? Probablemente. Porque está en el aire que mucha gente se siente tratada como villano (bueno, como "inútil subversivo" que los llamó cierto alto personero chileno), y por lo tanto Hollywood, siempre sensible a las necesidades del público para seguir vendiéndoles sueños, está creando pelis en donde los villanos no son tan malos, tienen su corazoncito y todo, y no tienen complejos en subvertir el sistema si es que se les da, pero al final (no sea que la peli salga demasiado filosa y los poderes fácticos la quemen en efigie) son buenos chatos que juegan según las reglas, triunfan y ascienden en la escala social porque no mueven demasiado el piso, y al final de too, aparte que ellos mismos han conseguido ser HOMBRES DE RESPETO... pues en lo social no pasa ná, macho (bueno, quizás con un poco de mala leche, la princesa Disney de rigor decide, cosa inédita en una peli Disney, vamos, que eso de las monarquías no le va y prefiere una república). Joer, esta gente de Hollywood sí que domina el arte de quedar bien con Dios y con el Diablo.

-- Lo que todos han insistido. Que es una gozada para los viciaditos de los videogames. Por los guiños y todo eso. Tanto a los clásicos como a los modernos, muy bien homenajeados. Está muy bien, pero como todos lo han dicho, no insistiré sobre ello.

-- El soundtrack. Henry Jackman es uno de esos nombres que en poquitos años (desde el 2008) y con unos poquitos créditos a su cargo ("Monstruos vs. aliens", "X-Men: Primera generación", "El Gato con Botas", "Abraham Lincoln cazavampiros") se ha consagrado como uno de los grandes en esto de tirar soundtracks... rompedores, vuelta otra vez con el chiste fácil. Mezclar orquestación clásica con arreglos electrónicos no es algo exactamente nuevo (ahí está en TV el magnífico score de Sean Callery para "24", o en cine el excelente trabajo de Hans Zimmer y James Newton Howard para "The Dark Knight"), pero Henry Jackman consigue coronarse muy bien. Por supuesto que las mejores partes son aquellas en las que Henry Jackman compone nintendopop (porque llamarlo nintendocore es demasiado), y lo hace como los dioses: PARECE 8-bits, pero no es ni de lejos tan simplón como la musiquita de los arcades 80s. La peli inserta también otras canciones, que por una vez en la vida no parecen forzadas ni metidas a presión al soundtrack para hacerlo vendedor, sino que de verdad se integran de manera armónica. Que Henry Jackman no se llevara el Oscar de cajón se explica porque la competencia estaba dura este año (principalmente por parte de "La vida de Pi" de Mychael Danna, y en menor medida por "Skyfall" de Thomas Newman), pero ¿ni una miserable candidatura siquiera? ¿En el año en que parece que las candidaturas se estaban rifando y el bingo le tocó a John Williams por "Lincoln"? Gerontócratas de Hollywood, háganselo ver o pónganse a pastar, por favor.

-- Premio a la línea más macarra que he escuchado en una peli de Hollywood en años: "El Juicio Final y el Armagedón acaban de tener un bebé... y es... HORRENDO" (en el doblaje español latino le pusieron un descafeinado/aguado "la miseria y la desgracia acaban de tener" etcétera". Ignoro cómo habrán doblado la línea en el ezpañoh de Ezpaña, ya me informarán los lectores de allá).

IDEAL PARA: Ver una peli Disney mucho más profunda y significativa, en varios sentidos, que el promedio.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].


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