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domingo, 2 de diciembre de 2012

"Frankenweenie" (2012).


-- "Frankenweenie" (título original en inglés), "Frankenweenie" (título en Argentina), "Frankenweenie" (título en España), "Frankenweenie" (título en México), "Frankenweenie" (título aquí en Cine 9009, añadido por hacer un poco de autoparodia al blog de marras). Estados Unidos. Año 2012.
-- Dirección: Tim Burton.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Catherine O'Hara, Martin Short, Martin Landau, Winona Ryder, Robert Capron, Conchata Ferrell, Christopher Lee, Atticus Shaffer.
-- Guión: John August.
-- Banda Sonora: Danny Elfman.

-- "Frankenweenie" en IMDb.
-- "Frankenweenie" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Están ustedes a punto de ver un centavero-presupuesto corto infantil, rodado por el chico de marras según reclamo en 3D (primera pulla de Burton. Vendrán más). En el corto, vemos una ciudad (bueno, una maqueta de ciudad Godzilla-style) siendo atacada por un monstruo (bueno, un muñeco), pero ¡sorpresa! viene un caniche ataviado con un chaleco para perros lleno de púas, que se pasea un poco por aquí y un poco por allá, y nosotros el público hacemos como que nos creemos que en realidad se está despachando al monstruo-muñeco etcétera. El caniche es Sparky, la mascota y mejor amigo de Victor Frankenstein (seriosly, así se llama el chico aprendiz de cineasta, quizás porque el copyright respectivo está extinto). Un niñato tan repelente que no solo es cineasta, sino que además es inventor (sólo le falta saber artes marciales y ya la tenemos completa), porque si ya con uno es para odiarlo... Pero sigamos. El caso es que los acontecimientos se presentan en cascada porque llega un nuevo profesor de ciencias que, aunque ustedes no lo crean, sabe de ¡¡¡CIENCIA!!!, y además, aunque ustedes sigan en el no lo crean, siente pasión por enseñar ¡¡¡CIENCIA!!!, y que invita a los chicos a una feria científica de esto-o-aquello, con esa cosa tan de sitcom yanki que es el infaltable proyecto científico blahblahblah. Nuestro chico va y le pide la autorización al padre, y éste, como es uno de esos buenoides rebelión-de-las-masas, le dice que bueno, pero que el chico a cambio debería probar... ¡el béisbol! Y nuestro chico, que muy cineasta y muy inventor será, pero que peca de más que un poco tarado cuando al guión le conviene, va y se lleva al perro al béisbol. Sucede lo inevitable: que el quiltro cree que la cosa es con él, y cuando la pelota sale a la cresta de la trayectoria parabólica respectiva, el perro la sale persiguiendo, y cuando la pelota decide finalmente acatar los 9,81m/s2 acaba en la calle, y el perro va y cruza, y viene un auto, y... ¡¡¡CHURRUPLUÁS!!! Sí, ya sé que es un spoiler, pero esto es indispensable para saber de qué va la cosa, y además, tú ya sabías que el caniche se muere al comienzo, ¿no? El caso es que el bicho al hoyo y el geek a llorar sus penas, hasta que de pronto, el profe de ciencia les enseña a los chicos lo que es el reflejo galvánico. Y a nuestro héroe cineasta e inventor le brillan los ojos, porque con electricidad puede... ¡crear vida! ¡¡¡RESUCITAR A LOS MUERTOS!!! ¡¡¡MWA-HA-HA-HA-HÁ!!! Pero claro, con un gran poder (eléctrico) viene una gran responsabilidad, y cuando nuestro chico se embarque en su odisea electricial, la de problemas y follones en que se va a meter...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Tim Burton. Una marca registrada del cine. El tío que metió expresionismo alemán, la Hammer de los '60 y los suburbios estilo pái de manzana de los '50s a la juguera, y se forjó el cuento con el que ha estado viviendo el último cuarto de siglo (literalmente: su primer largo es del mismo año de "Volver al futuro", y ya estamos llegando al "treinta años en el futuro" de "Volver al futuro II"...). El mismo que por el camino empezó a degradarse hasta llegar a los extremos sonrojantes de "Alicia en el País de las Maravillas" y "Sombras tenebrosas". Al que dábamos por perdido para siempre, para que nos entendamos. De manera que cuando llegaron los rumores de que la Disney le iba a dejar hacer un remake de un antiguo corto suyo, fuimos muchos los que nos llevamos las manos (bueno, las patas almohadilladas en mi caso) a la cabeza. ¿¿¿ES QUE YA NO QUEDA NADA SAGRADO??? ¿¿¿ES QUE ESTA DEGRADACIÓN NUNCA TERMINARÁ??? ¿¿¿ES QUE TENDREMOS QUE IR A AGONIZAR OTRA VEZ AL CINE PORQUE AUNQUE ESTÉ DECADENTE, SIGUE SIENDO EL JODIDO TIM BURTON Y POR LO TANTO TENEMOS QUE AGUANTÁRNOSLO SI QUEREMOS SEGUIR SIENDO COOL CON NUESTROS BLOGS DE CINE??? Además, que se estrenaran dos de Burton en un mismo año ("Sombras tenebrosas" y ésta) como que también daba mala espina, o sea, si es que estrenando una al año o cada dos años ("Alicia en el País de las Maravillas" después de los tres desde "Sweeney Todd") apenas llena la papeleta el pobre, ¿qué estropicio no dejará tras de si rodando "Sombras tenebrosas" en horario diurno y "Frankenweenie" en horario vespertino? Finalmente tenemos el resultado. La razón de todo el jaleo. Sucede que Tim Burton, cuando rodó el corto original por allá por el orwelliano año 1984, fue despedido de la Disney porque... ¡¡¡SE ATREVIÓ A RODAR UNA PELI OSCURA!!! Y ahora aprovecha de desquitarse con alle der Mittelfinger. Por supuesto que la peli, como toda peli que se sale del patrón marcadito del blockbuster promedio, fue un fiasco en taquilla (bueno, ha recaudado 65-70 millones de dólares a la fecha, bajo por supuesto, pero considerando que costó apenas 39...). A ver cuándo dejan rodar a Burton otro proyecto personal. ¡Ah, por supuesto! Lo van a dejar en algún minuto. Pero no después de que se embarque en otra de 200 millones que recaude mil millones y que lo haga porque sea vacía y sin alma para apelar al público vacío y sin alma que va a atiborrarse de pop corn al 3-D. Pobre hombre...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Déjenme partir con una escena. Cementerio. De animales. Al mejor estilo... "Cementerio maldito", sí, eso es. ¿Qué dice en la lápida al frente del chucho enterrado del prota? "Goodbye Kitty", con el dibujo de la cabeza de una muy conocida gatita japonesa a la que se le dice "¡Hola Kitty!" en inglés, y con los ojos como cruces para señalarlos que está morta bem morta. Más gráfico sobre las intenciones del director, imposible. Esta peli no es otro pretendido leviatán comercial en donde Tim Burton comparece sólo para darle su acabado marca-de-fábrica-soy-geek-goth-cliché. Por el contrario, es su regreso a los temas que más le llenan y motivan. Su reencuentro con su propia infancia, por supuesto. Cuando se nos presenta al protagonista, se nos muestra el corto que éste ha realizado, escena que cobra mucho sentido meta si se piensa que "Frankenweenie" es el remake de una peli hecha por el propio Tim Burton en sus años de hojita tierna de árbol. A partir de ahí comienzan los habituales fuck you de Burton  a un montón de cosas: al aburrido adocenamiento de los suburbios que es en buena medida el embrutecimiento del hombre masa ante la sociedad, a la autocomplacencia de los buenoides que no aceptan y acorralan al diferente, al odio estúpido de la gente hacia la ciencia (en un diálogo para el bronce, el profesor ametralla con un "a la gente le gusta lo que la ciencia tiene para darles, pero no le gusta las preguntas que hace la ciencia"), a un sistema educativo que está bien en tanto no eduque ni entusiasme demasiado a los chicos, a la mezquindad del poder establecido (encarnado en ese repelente vecino que está organizando el día de Nueva Holanda), etcétera. Claro, esta peli es puro Burton: si no te gusta, si no te motiva, y si nunca te ha entusiasmado tu estilo, "Frankenweenie" no hará que lo ames más, y probablemente te parezca tan pretencioso y subido arriba del piano como el resto de su trayectoria. Pero en cambio si admiraste al Burton de los '80s y tempranos '90s, y caíste al suelo con los brazos abiertos en cruz clamando a los Cielos con un estentóreo ¡¡¡POR QUÉ, POR QUÉ, POR QUEEEEEÉ!!! cuando lo perdimos en las garras de la comercialización y de la autoparodia, entonces "Frankenweenie" es un must-see para ti. Por cierto, ¿soy yo, o hay una deliciosa y terrible ironía en que esta verdadera resurrección del mejor Tim Burton sea a través de una peli sobre la resurrección de un perro mascota...?

-- Esta peli es inusualmente oscura para los estándares del cine "de familia" que se hace hoy por hoy. Desde "Shrek" en adelante hay una tendencia al feísmo en materia de animación, de que los protas ya no sean bellos ni caballerosos, sino monstruosos y psicológicamente medio deformes, pero ojito, que esos recursos se utilizan por el humor involucrado en el grotesque, no por un verdadero afán de explorar el lado oscuro hasta las últimas consecuencias. Porque alguien tiene que pensar en los niños, leñe. ¿Recuerdan "Shrek"? No era una peli con moraleja convencional porque la protagonizaba un ogro y no un príncipe azul, pero ¡cuidao!, que al final sí tenía moraleja convencional, la muy jodía (el amor triunfa, aceptar la diferencia, la verdadera belleza es interna, blah-blah-blah). Y en los últimos años, "La princesa y el sapo" en adelante, hay incluso una tendencia... ¡a reconstruir el cine infantil pre-"Shrek"! (lo que no está mal por lo demás, que harto se abusó de lo otro). "Frankenweenie" es una peli atosigadoramente malsana no sólo porque se inspire en la imaginería gótica clásica de Burton (bueno, gótica no en este caso, salvo por los homenajes al "Frankenstein" de James Whale, pero sí esa estética de suburbio que rondaba "El hombre manos de tijera"), pero además es malsana porque no se ahorra algún que otro horror. No demasiado, por supuesto, que al final los nenes tienen que ir a verla sin salir espantados del cine, pero aún así. No recuerdo una peli infantil reciente en donde uno de los villanos muera EN ESCENA (bueno, la cámara cambia de posición en el momento justo, pero vemos el antes y el después) de una manera tan cruenta en vez de, digamos, caer por un precipicio (el remedio Disney clásico para matar a un villano sin realmente mostrar sangre, vísceras u otras cosas desagradablemente biológicas). ¡Si hasta eché de menos por un instante la animación por computadora que nos muestra los estragos internos de las víctimas de "1000 maneras de morir"! Pero, ¡ah!, todo eso tiene que ser para que al final aceptemos que el mundo es como es, que la ciencia es el demonio, que hay límites que el hombre no debería traspasar jamás, que la religión es la respuesta, que crecer y madurar significa aceptar al mundo como es, e implícitamente no cuestionar el sistema (y comprar mercadishing porque no hacerlo es ser comunista, o sea cuestionar el sistema), ¿no? Nones. Esta peli no tiene moraleja final. Ni siquiera el manido follow your dreams and the rest will follow. ¡¡¡HORROR, una peli para los niños QUE NO LES ENSEÑA UNA VALIOSA LECCIÓN DE VIDA!!! ¡¡¡A DÓNDE IREMOS A PARAR!!! Buenoooooo, esteeeeee... para niños, lo que se llama para niños, esta peli no es. Los más impresionables van a tener pesadillas por las noches, y los menos, los que la disfruten de verdad, aún así le van a hacer más de alguna pregunta incómoda a sus padres, unas de ésas que los padres dicen que es tarde y hay que apagar la luz y mañana hablaremos de eso con la esperanza de que mañana el crío no se acuerde, porque lo otro significa o mentir o confesar que el mundo no funciona como en las moralejas bienintencionadas de las pelis infantiles... Quizás la gran moraleja de la peli, si es que hay alguna (y esto es debatible), es una muy saludable y que muchas veces en el calor de la batalla con los cenizos de la religión a veces se olvida: que la ciencia es la ciencia. No es buena ni mala. La ciencia es lo que hacemos con ella. Porque a los religiosos les gustaría que la ciencia-mala-kaka, mientras que a los ateos, que la ciencia súperdupibuena-chupicamuti, y en realidad, hay razón un poco a este lado de la trinchera y poco al otro de aquélla. No es una mala moraleja, al final del día, si se lo piensa bien.

-- ¿La realización en sí? Bastante buena. El guión, mejor no mirarlo muy de cerca, que a ratos se nota el alargue de lo que originalmente era un corto. El quiltro no es repelente, y de hecho es... bueno... ya saben... simpático. Eso es. Simpático para, bueno, para ser lo que es, o sea, un quiltro. No me pidan más, soy un gato con la camiseta bien puesta por la raza, caramba. Las escenas emotivas (ya saben, cuando se muere, cuando lo resucitan) son justamente eso, emotivas, con una emoción que ya se quisieran muchas pelis con actores de carne y hueso, en vez de que te traten de arrancar lágrimas de la úvula con tenazas. Los homenajes están bien, ya que aunque la peli puede verse como un solo gran obvio homenaje a "Frankenstein", y está trufado de otros homenajes menores (desde "Godzilla" hasta "Gremlins"), nunca llegan a ser tan pesados ni conducir tanto la historia que se coman todo el resto con su peso. La banda sonora de Danny el Hombre Elfo, muy apropiada y tan en sintonía con Burton como s... bueno, como casi siempre. Y la duración justita, una horita y media de ná, ideal para degustar en una dosis saludable (si eres burtonófilo) o para no terminar fastidiado (si no eres hincha del goth-dark favorito de Hollywood). Ojalá que Burton no siga infligiéndonos Alicias ni Barnabases, y en vez, logre seguir por este camino del arcoiris (monócromo B/N por esta vez, eso sí).

IDEAL PARA: Seguidores del mejor Tim Burton, fastidiados de las pelis de animación ñoña, y los que quieran echarse una historia emotiva en general.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en español latino].

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