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jueves, 29 de noviembre de 2012

"Sombras tenebrosas" (2012).


-- "Dark Shadows". Estados Unidos. Año 2012.
-- Dirección: Tim Burton.
-- Actuación: Johnny Depp, Michelle Pfeiffer, Helena Bonham Carter, Eva Green, Jackie Earle Haley, Jonny Lee Miller, Bella Heathcote, Chloë Grace Moretz, Gulliver McGrath, Ray Shirley, Christopher Lee, Alice Cooper, Ivan Kaye, Susanna Cappellaro, Josephine Butler.
-- Guión: Seth Grahame-Smith, sobre una historia de éste y de John August, basados en los personajes de la serie de televisión de Dan Curtis.
-- Banda Sonora: Danny Elfman.

-- "Sombras tenebrosas" en IMDb.
-- "Sombras tenebrosas" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

El siglo XVIII, la época de los colonos yankis de ceño fruncido y chaquetitas. Una extensa narración en off nos describe como los Collins viajaron de Inglaterra a Maine para hacer prosperar la industria y mejorar las condiciones de vida de los nativos, en general todo eso que hace justificable que los europeos vengan para darnos la lata en América. Uno de los Collins, un tal Barnabas, resulta que salió un poco putero y se trajina a la sirvienta, como ha sucedido con todos los amos y criadas en los tiempos en que existía RESPETO por las jerarquías sociales, leñe. Pero la sirvienta, parece que es media comunacha porque quiere que su patrón... ¡responda por el acoso! ¡Que la despose! ¡La haga ascender en la escala social por medio del matrimonio! Que la enculá no es gratis, pueh, 'on patrón... Y Barnabas Collins dice que no, que las criadas están para follárselas pero las señoritas para ca(z)arse. La sirvienta, como buena proletaria, resulta que además es bruja, y brujería mediante consigue matar a la rival de amores y además convertir a Barnabas Collins en vampiro. Flashforward a... 1972. Con "Nights in White Satin", figúrense ustedes, cuando iban a pensar que los Moody Blues iban a terminar en una Burton movie. Una chica va a buscar su fortuna en la mansión de los Collins. Una vez llegada ahí, descubre a una excéntrica familia disfuncional. Después de como cuarto de hora dándonos la lata con eso, volvemos a lo bueno, a lo que nos hizo agendar ver la peli en algún minuto, a la historia del vampiro. Resulta que una retroexcavadora encuentra el féretro del vampiro, éste renace a la vida, y después de reponer fatigas con un poco de sangrita (sí, eso mesmo, es un vampi que hablamos), de inmediato se dirige a la mansión de los Collins. Allí descubre que la familia está en vías de arruinarse, que el negocio de la pesca está controlado por tiburones incluso más tiburones que su propia familia... y que la niñera recién llegada está muuuuuu wena (Bella Heathcote, tomando el relevo de Burton Girl de la sosilla Mia Wachinona). A poco andar, Barnabas Collins descubre que su antigua enemiga bruja sigue viva, y ambos se trenzarán en la consabida lucha de poderes y venganza y etcétera. O algo así. La verdad es que no me acuerdo mucho, porque el guión estaba más deshilachado que el manto en donde rasco las garras para echarme a dormir. Bueno, eso.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Ahhh, el pobre Tim Burton. El chico genio de "Beetlejuice" que después fue elevado a las glorias con "Batman", antes de ser defenestrado porque su Batman ya no es tan molón como el Batman más cool, que es el de Christopher Nolan en "The Dark Knight". Antes que eso, ya Tim Burton se había botado a regalón y nos había regalado pelis entretenidas-pero-insubstanciales como "Marcianos al ataque" o "La leyenda del Jinete Sin Cabeza", para luego ir de cabeza a pelis simplemente insubstanciales como "El planeta de los simios", "Charlie y la fábrica de chocolates" y "Sweeney Todd". Excepción hecha de "El cadáver de la novia", que estaba bien, y "El gran pez", que es una anomalía por lo buena. ¿Cómo podía salir del pozo en que se metió con "Sweeney Todd", que a ratos parece más una autoparodia que otra cosa? Simple: haciendo un pacto fáustico con Disney. A resultas de eso le dejaron producir su proyecto mimado mascota te quiero mucho miau, que fue "Frankenweenie". Lo único que tenía que hacer era labor de galeras con "Alicia en el País de las Maravillas". Tanto con Marvel y "Los Vengadores" como con Tim Burton, la idea de la Disney pareciera ser comprarse marcas establecidas y dejarles hacer lo que quieran con lo visual y con presupuesto, en tanto no toquen los cojones con el contenido, que no ataque los valores sagrados WASP de la familia, el Cristianismo, y particularmente y más importante que los otros, el capitalismo. Entre medio, Tim Burton reanudó su vieja relación con la Warner, que le había producido "Sweeney Todd" y un chorreón de pelis para atrás. Con algo más de libertad creativa que bajo el alero de la Disney, Tim Burton chorreó... esto. Para ver qué tal está, pueden ustedes revisarlo in extenso en la siguiente sección, pero si quieren un adelanto... estoy rezando porque a Burton no se le ocurra hacer la adaptación para el cine de Cine 9009.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Frente a las devastadoras críticas que recibió esta peli, que la puso a la altura del zurullo o similar, la verdad es que taaaaaan mala no estaba. Aunque podía haber sido muuuuuucho pero muuuuuucho pero muuuuuu-uuuuuu-uuuuuucho mejor. Digamos que está más o menos malita, sin ser el desastre que otros dicen que es. A estas alturas del partido, por mucho que se critique a Tim Burton por repetir una y otra vez a su equipo creativo, la verdad es que han desarrollado un buen fiatto, y eso se nota. Claro, eso tiene su reverso negativo en el hecho de que Tim Burton a ratos pareciera estar rodando con el piloto automático, pero en fin. El punto fuerte acá son las actuaciones. Johnny Depp es un Barnabas Collins emo que a ratos lo logra, en particular cuando tiene que mostrarse feroz, aunque el resto del tiempo cuesta creer eso de que dice de que admiraba al Barnabas Collins original, o se hubiera preocupado un poco más de afinarlo. Michelle Pfeiffer como la matriarca Collins, en su primera incursión dentro de una peli Burton desde que hiciera de Gatúbela en "Batman regresa", se merienda con patatas como de costumbre a todo el resto. Helena Bonham Carter hace más o menos su rol borde de siempre, Jackie Earle Harley está más que nada para prestar testimonio (el más desaprovechado de los mejores actores de la peli), Bella Heathcore como interés romántico más o menos da la nota aunque sin pasarse tampoco (no es que actúe bien, pero fresco aún el recuerdo de Mia Washonoska en "Alicia en el País de las Maravillas"...), y Chloë Grace Moretz podría haberlo hecho mejor si su personaje hubiera tenido algo más de, ya saben... substancia. Pero cuando la peli agarra enteros y se vuelve un carnaval de diversiones, es teniendo a Eva Green gozándose a despiporre su rol de villana ultrasobreactuada, ultrasexy y ultra-lo-que-se-te-ocurra. Sólo Eva Green iba a poder conseguir sobreactuar de manera tan descarada, en un rol con tan poca enjundia, y salirse con la suya. ¡Si hasta Danny Elfman, acostumbrado a autoplagiarse a destajo, está hasta competente en el soundtrack! Con todos esos mimbres, cualquiera diría que el trabajo está prácticamente hecho. Además, Tim Burton conocía bien la serie original y la respetaba y adoraba, él no iba a sentarse en ella ni cagarse ni nada, ¿verdad? ¿VERDAAAAAAD...? Bastet, cúidame de mis amigos, que de mis enemigos me cuido yo. Porque aquí falló un detalle esencial, uno que es capaz de tumbar al ferrocarril mejor cargado, al Superman más poderoso, al Tim Burton más... neoexpresionista, eso es. Y ese detalle es... tener un guión consistente. Interesante. Porque la cosa parte bien con el prólogo en el siglo XVIII a velocidad de metralleta (bastante creepy, me imagino, para quienes eligieron la peli basándose en el alegrecillo e insubstancial trailer, en donde el personaje de la amada de Barnabas Collins ni siquiera aparece, salvo en un pestañeo en donde no sabes que es ella si no has visto la peli). Luego viene la presentación de la familia, que es una lata pero una lata necesaria porque si no hablamos de los personajes, de qué vamos a hablar. Luego nos dicen que la villana anda rondando allá afuera y que todo se va a transformar en una lucha empresarial estilo Dallas, pero con pescado en vez de petróleo (hablando de glamour...), y... y... ¿Y...? Y ese es el problema. Nos quedamos con el "y" en la boca. Porque lo que viene después es básicamente una hora en donde no pasa nada, en donde los hechos se hilvanan un poco porque sí, en donde las distintas tramas y conflictos principales y secundarios no terminan de encajar bien, todo eso para un final en donde todo queda amarrado y convenientemente amarrado porque, bueno, es el final, por eso. Aunque sea con cola. Con cola de colafría, claro, pero también con cola de feroz peazo cliffhanger, con una subtrama cuya resolución final muestra a las claras que no sirve a ningún propósito narrativo dentro de la peli, sino que es el as bajo la manga para que venga... ¡¡¡SECUELA!!! No ayuda tampoco que una parte del humor viene de juegos de palabras en inglés acerca de Barnabas Collins hablando el XVIII vs. la jerga '70s... ("are you stoned or something?" - "They tried to stone me. It didn't work"), que o sabes inglés directo, o te lo pierdes. Vale que es la adaptación de una teleserie, y meter el universo narrativo de como un millar de capítulos dentro de una hora de peli es como inyectarle a una pulga la sangre de un caballo. Vale que su estructura de varios conflictos en paralelo trate de ser reminiscente de la estructura clásica de la soap opera de varias tramas simultáneas, incluyendo tener un elenco coral y todo. Vale que muchos de los incidentes de la peli están directamente inspirados en sucesos de la serie de 1972, y por lo tanto sean guiños para los pocos vejestorios que hayan visto la serie original y todavía caminen la Tierra en nuestros días (leñe, si el propio Barnabas Collins original se murió de viejo en el mismo 2012... a los 87). Pero un guión no puede ampararse en el "era demasiado difícil y no lo logramos" como justificación. O háganlo bien o no lo hagan. En este caso, un guión tejido con los palillos de tejer de una araña borracha se encarga de que a mitad de función estemos ya bostezando y preguntándonos para cuándo va a acabar la lata. Cuando llega la confrontación final, la cosa ni siquiera despierta interés: todo lo que estamos viendo es demasiado convencional para sacarnos del asiento (bueno, salvo el momento en que se muere la villana... sí, se muere, leñe, me mandé un spoiler, qué con eso, como si no lo supieras de antemano. El momento en que se muere la villana, que decía, que presume de alguna originalidad y es hasta triste y too. Pobre Eva Green, cargársela en "Casino Royale" y aquí, está de punto fijo parece). Así es que, ¿qué hacer con este respetuoso pero fallido homenaje emo y aséptico a las pelis Hammer? ("Sombas tenebrosas" no era de la Hammer, por supuesto, pero algo de inspiración había, aunque fuera por la época). Depende de cuánta sea tu tolerancia. Si te gustan las buenas actuaciones dentro de lo suyo, aquí hay para escarbar (no mucho, pero algo). Pero si eres la clase de público normal que le gusta que le cuenten, no sé, ya sabes, una HISTORIA, buenoooooo... mejor saltársela. Y rogar porque a Tim Burton no le de por hacer un homenaje al "Nosferatu" de 1922 el mejor de los días.

IDEAL PARA: La nueva generación emo que empieza a descubrir que la saga de los vampiros que brillan no es el colmo del vampirismo en el cine, pero que aún no han tenido ocasión de llegar hasta los verdaderos clásicos.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

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