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martes, 16 de febrero de 2010

"Fantasmas de Marte" (2001).


-- "Ghosts of Mars". Estados Unidos. Año 2001.
-- Dirección: John Carpenter.
-- Actuación: Natasha Henstridge, Ice Cube, Jason Statham, Clea DuVall, Pam Grier, Joanna Cassidy, Richard Cetrone, Rosemary Forsyth, Liam Waite, Duane Davis, Lobo Sebastian, Rodney A. Grant, Peter Jason, Wanda De Jesus, Doug McGrath.
-- Guión: Larry Sulkis y John Carpenter.
-- Banda Sonora: John Carpenter.

-- "Fantasmas de Marte" en IMDb.
-- "Fantasmas de Marte" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Año 2176. Casi todo Marte está terraformao y la gente puede casi-casi respirar allí. Se arrejunta una Corte Marcial, o un tribunal de algún tipo (no de esas courtroom yanketas con abogados más listos que el hambre y un montón de público murmurando en los momentos claves, sino una salita chica para interrogatorios), y llaman al estrado a una pijilla nada más mona, que viene en el siempre bienvenido envase de Natasha Henstridge. Y la chica cuenta su historia. Es una policía que trabaja para una organización que, no sabremos mucho sobre ella en la peli, pero se da a entender que es casi-casi una fuerza policíaca privatizada a lo neoliberal, y que contrata mercenarios para sus faenas. El caso es que la envían a uno de esos pueblos tugurios de Marte, estilo "Crónicas marcianas" pero en cutre, a buscar a un prisionero maaaaaaloooooo, que lo acusan de haberse cargado y devorado a un pueblo completo o poco menos, él solito. Cuando llegan, no hay nadie. La tropa de mercenarios baja y sigue descubriendo que no hay nadie. Entran a la cárcel, y los prisioneros están preguntándose por qué demonios nadie les da comida, cual perrillos golpeando su platito (ehm, ehm). Entonces empieza la investigación. Que no demora mucho en descubrir lo que pasa. Y lo que pasa es que hay fantasmas. De Marte. Y no es spoiler porque después de todo, ¿cómo se llama la peli...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Alguna vez, John Carpenter fue un tipo respetado, casi el Rey de la Serie B durante los tardosetentas y los '80s. Con su trabajo artesanal nos entregó joyitas como "Halloween", "Escape de Nueva York", "La cosa"... Los '90s no fueron demasiado buenos para él. Pero considerando que "Memorias de un hombre invisible", "El pueblo de los malditos", "Escape de Los Angeles" y "Vampiros" no eran tan malas como la gente suele cachondearse de ellas, y que en ellas hacía más o menos lo mismo que antaño (o sea, reciclar viejos motivos de la serie B de toda la vida para hacer pelis de serie B de ahorita), cabe preguntarse qué diablos pasó entre medio. Me atrevo a pensar que el problema es que el mundo terminó por pillar a John Carpenter. Si hubiera sido un director puramente serie B, ninguna de sus pelis se habría transformado en un clásico. Pero aparte de eso, Carpenter utilizó estos materiales para trabajar una propuesta estética y moral terriblemente cargada de nihilismo, como una profecía oscura de lo que estaba por venir. No debe ser casualidad que después de "Fantasmas de Marte", John Carpenter no volviera a rodar una peli en todo lo que restaba de década (y por Bastet que fue larga, con el insufrible GWB como Amo Tenebroso del Mundo Mundial). El gobierno de George W. Bush, con su Presidente y asesores que mienten como respiran, se parece demasiado al de "Escape de Nueva York", con el agravante de que hoy en día ni siquiera queda espacio para un buen Snake Plissken de pro, porque verán, si surge un personaje de esas características (un Jack Bauer, entendámosnos), de inmediato lo tildan de facha-esto o facha-aquello, porque algunos ingenuotes siguen pensando que van a cambiar el mundo con rosas y claveles, y a ver si después todos cantamos algunas rondas infantiles para variar. Y los consumidores principales de cine, que son el público adolescente internético-yutúbico, no está hoy en día para críticas sociales darkies a lo Carpenter, sino para ver vibrantes historias de buenos muy buenos apretando dientes contra villanos terribles y sádicos, ambos muy unidimensionales, como suelen verse en el promedio de los mangas y animes japoneses de hoy en día (el asunto en cosas como "Dragonball Z", "Inuyasha" o "Slayers" es de vergüenza: cero desarrollo de caracteres, cero conflicto moral, cero... pero eso le gusta a la chavalería hoy por hoy, y esa gente no se verá una de John Carpenter salvo por el ketchup que pudiera correr, que tampoco va a ser tanto). En los '80s, "Fantasmas de Marte" hubiera sido, probablemente no un evento o un espectáculo, pero sí al menos un título para tener en cuenta. En el 2001, nacido de manera demasiado tardía, no fue más que un reventazo en la taquilla de los cines de todo el mundo. Inmerecidamente, es cierto, así como inmerecido es el éxito de "Transformers", pero así es como está el mundo. Y así es como hay gentes y gatos como vuestro seguro servidor, luchando porque se le den segundas oportunidades a quienes se las merecen. Que John Carpenter es muy superior a Michael Bay, carajo.

¿POR QUÉ VERLA?

-- "Fantasmas de Marte" es, digámoslo desde ya, una de las pelis a reivindicar por el fanático de la Ciencia Ficción, y no se merece ni de lejos las contundentes críticas y varapalos que le han diluviado desde el día de su estreno hasta una década después. No es un clásico ni una obra maestra, pero sí es una peli hecha con todo el oficio, mimo y amor de un veterano en esto de producir pelis de serie B. Creo que el principal problema de esta peli es el título, porque si oye "fantasmas" la parroquia se espera una de terror (de darkgoth terror, para ser bien 2000s), y si oye "Marte" se piensa en una de Sci-Fi al estilo de "Misión a Marte" (¡urgh, mejor elevamos el listón) o de "Planeta rojo" (mmmmmm... no mucho mejor, pero en fin...). Y sí, la peli tiene algo de ambas, pero si me pidieran que la encasillara en un género fílmico determinado, creo que es más bien un Western. Como "Escape de Nueva York", que a pesar de su contexto protocyberpunk, en realidad era un Western sobre un pistolero crepuscular ya juerad'onda en un mundo corporativo que le empieza a pillar los dedos. Acá también tenemos a un grupo de pistoleros (mercenarios espaciales en este caso, pero para lo que vale...) peleando en un poblacho de mala muerte (pueblo marciano) contra un puñado de indios insurrectos (fantasmas marcianos, en este caso), una lucha desesperada al estilo Spaghetti Western en la que, en realidad, no tienen cómo ganar. En ese sentido, si bien es posible que después del estrellón financiero de "Fantasmas de Marte" ningún estudio quiera darle sus cuartos a Carpenter para algo nuevo, debe tener algo que ver también con un ánimo espiritual del propio Carpenter, porque esta peli huele a testamentaria, a recopilación de todo lo que ha sido el cine de John Carpenter. En efecto, sumemos: posee humanos devenidos en psicóticos (como "Halloween"), posesiones por criaturas sobrenaturales ("El príncipe de las tinieblas", "Vampiros"), antihéroes cuyo trabajo es sobrevivir como mejor puedan ("Escape de Nueva York"), extraterrestres posando como humanos ("Viven", "La cosa", "El pueblo de los malditos"), y algo de drama de estaciones policiales para sazón final ("Asalto al precinto 13"). Visto de esa manera, la peli tiene mucho más sentido que si nos la tomamos como "una de terror en Marte", cuyos elementos por otra parte, tomados de otro modo, no juntarían ni pegarían ni con cola ni con cemento.

-- La peli tiene todo el buen oficio de John Carpenter. Y algunas de sus debilidades también. Es artesanal y serie B como de toda la vida. Es cierto que a veces el cartón piedra canta lo suyo, pero a cambio, el recurso a las maquetas de toda la vida le añade puntos, cuando tan fácil era echarse en los deliciosos brazos de la animación CGI y prostituirse al Dios Ordenador (y van...). Las actuaciones son regulares, es cierto (Natasha Henstridge se ve para dejarse las babas en el popcorn, pero no me la trago como polizonte dura si cada vez que la veo disparar la veo pestañear... aunque aparte de eso tampoco lo hace mal... por no hablar de Ice Cube que pareciera haberse equivocado de set de filmación), pero ver a un chulísimo Jason Statham en un rol pre-Transportador (antes del "Transportador" era el tío macarra de "Snatch: Cerdos y diamantes") ayuda, ver a Pam Grier de minorra semilesbi también, y tanto Clea DuVall como la veterana Joanna Cassidy (¡"Blade Runner"!) están más que cumplidoras. La música, a cambio, en algunos puntos está muy bien lograda, aunque en otros, justo es admitirlo, es una fanfarria guitarroindustrial insufrible. Pero, ¡hey!, es serie B, así es que a no quejarse. Hecha a pulso, de manera artesanal, con oficio, y eso al final del día se agradece.

-- Escenas notables. El descubrimiento de la tumba de los marcianos, que no tiene nada que envidiarle a "Stargate" de Roland Emmerich. O la alucinación de Natasha Henstridge, con su dejo a "Dune". Todas las secuencias con el tren, básicamente porque la maqueta del tren se ve de lo más bien.

IDEAL PARA: Ver una de serie B, pero de las buenas de serie B.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Uno de los fantasmas posesiona a un personaje [en inglés, sin subtítulos].

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