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domingo, 11 de octubre de 2009
"Distrito 9" (2009).
-- "District 9". Estados Unidos. Año 2009.
-- Dirección: Neill Blomkamp.
-- Actuación: Sharlto Copley, Jason Cope, Eugene Khumbanyiwa, David James, William Allen Young, Louis Minnaar, Mandla Gaduka, Vanessa Haywood, Robert Hobbs, Kenneth Nkosi, Nathalie Boltt, Sylvaine Strike, John Sumner, Nick Blake, Jed Brophy, Vittorio Leonardi, Johan van Schoor, Marian Hooman, Stella Steenkamp, Tim Gordon, Jonathan Taylor.
-- Guión: Neill Blomkamp y Terri Tatchell.
-- Banda Sonora: Clinton Shorter.
-- "Distrito 9" en IMDb.
-- "Distrito 9" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Llegaron en 1982 a bordo de un platillo volador de caladitos metros de largo. Pero por una vez en la vida, no venían a atacarnos. Tampoco cantaron eso de "venimos en son de paz". Y para remate, insulto supremo a las superpotencias, no se apareció en Washington o Nueva York como un Klaatu cualquiera, sino que lo hace nada más y nada menos que... en Johannesburgo. Las fuerzas de la Tierra entonces iniciaron la heroica defensa contra los malvados alienígenas que nada les habían hecho ni nada les podían hacer. En parte porque son obreros, y sin un liderazgo firme (y vaya uno a saber dónde quedaron los líderes), no tienen voluntad ni iniciativa para rebelarse o pelear. Y los recluyeron por la fuerza en un campo de concentr... perdón, en una población marginal ("bidonville" en Francia, "favela" en Río, "población callampa" en Chile... lo que sea su equivalente local, estimado lector). Y para añadir dolor al insulto, empezaron a llamarlos "prawns" (por un malentendido en la traducción, en España le pusieron "gambas" y en Chile "langostinos", pero en realidad los prawns se refieren a una especie de grillos de Sudáfrica, valga el dato, porque los aliens tienen más pinta de insecto que de pescado, o al menos, que de pescado bien cocido). El caso es que han pasado veinte años, se ha creado una organización multinacional llamada la MNU para mantener a raya y explotar a esos apestosos hipodep... perdón, para lidiar con el tema de las complejas relaciones interraciales entre humanos y prawns, y a ver qué hacemos con ellos, que a pesar de ser bichos muy feos, son criaturas inteligentes y también tienen derechos "humanos", como si fueran humanos, pero mira que son idiotas, si con ellos no se puede tratar, si se suben a las vías férreas y causan accidentes, o se comen el hule de los neumáticos, con vecinos así no se puede vivir... De manera que, como Johannesburgo ha crecido (y luego el Papa habla contra el condón), el Distrito 9, que es donde los prawns han sido localizados, van a ser movidos a otra parte. El encargado de la operación, no podía ser de otro modo, es un perfecto idiota del tipo "no hagas nada y no toques nada y todo seguirá como siempre, lo que es bueno si con eso yo sigo arriba", que está donde está simplemente porque se pegó un buen braguetazo y se casó con la hija del jefe (la enamoró haciéndole cositas de papel maché, miren que ese truco no estaba en mi libro...), y que fiel a la costumbre de los de su especie, lo único que hace es moverse de allá para acá, hablando y gesticulando mucho para dar la impresión de que trabaja, cuando en verdad no está haciendo nada en absoluto, y es un tipo completamente superfluo (pero es el jefe, voluntad del suegro dixit). El asunto es que, por aquello de la burrocracia y los derechos humanos, van a ir al Distrito 9 de casa en casa, notificando a los bichos que van a ser desalojados (hasta donde yo sé, las notificaciones son para que los notificados puedan hacer algo, pero en este caso, por razones obvias, no se espera que hagan nada). En la misión, nuestro patán paniaguado se mueve para allá y para acá, y por estar de idiota, le pasa lo que le pasa: un accidente lo pone repentinamente enfermo. Muy enfermo. La clase de enfermedad que podría ponerlo al borde de transformarse en un prawn. Lo cual puede ser algo muy interesante, claro. ¿Por el hondo contenido humano de un humano opresor tomando conciencia y poniéndose del lado de los oprimidos para liderar una rebelión social? ¡No, por supuesto, si es un idiota! ¿Para hacerlo un excitante caso médico estilo Dr. House y desarrollar una vacuna de esto o esto otro? Las farmacéuticas podrían forrarse, pero por ahí no van los tiros. Porque resulta que la nave estaba repletita de armas, pero esas armas están diseñadas para que sólo respondan al ADN de los prawn, y ahora que tenemos a un perfecto idiota humano sin derechos, con ADN prawn circulando en su sistema...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
En 2005, un director llamado Neill Bompkamp dirigió un corto llamado "Alive in Joburg", que en clave de pseudodocumental y en seis minutos, refería la historia de un grupo de extraterrestres varados en Sudáfrica, que eran recluidos en campos de concentración, al mismo tiempo que la población local se excitaba contra ellos por aquello de la xenofobia y todo eso. El asunto llamó la atención de Peter Jackson, quien acogió a Neill Bompkamp bajo su ala y le encargó que dirigiera la peli del videojuego "Halo". Como el tiempo fue pasando y la peli acabó en development hell, Jackson y Bompkamp se quedaron mirándose uno al otro. Jackson le dijo entonces: "Oye, Neillito... ¿te acuerdas de ese corto que hiciste...? ¿Ese de los bichos extraterrestres varados en Sudáfrica...? ¿Qué tal si lo conviertes en un largo? Yo soy Peter el puto Jackson, yo levanté la Tierra Media en Nueva Zelanda y me mandé tamaño King Kong de taintitosmetros en CGI premium, así es que cómo no te voy a conseguir unos puñeteros 30 millones de los verdes para... ¿Ah? ¿Lo captas? ¿Lo captas?". Neill Bompkamp dijo que bueno, sí señoh, se puso manos a la obra, y así tenemos "Distrito 9", seguramente LA peli de Ciencia Ficción del 2009, para que rime un poco la cosa (bueno, hagamos la rima completa: "Distrito 9", peli de CF del 2009, aquí en Cine 9009... mnemotécnico, ¿eh?), con perdón por supuesto de "Star Trek", relegada ahora a un honroso segundo lugar. ¿Y esto por qué? Por la misma razón que "WALL-E" la rompió en 2008: porque es una peli en que el planteamiento y la historia entroncan con algunas cuestiones vitales de nuestro tiempo. El más obvio es, por supuesto, la xenofobia, algo bien visible ya desde la época de la serie televisiva noventera "Patrulla extraterrestre" ("Alien Nation", la de los 250.000 alienígenas varados en Los Angeles... porque entérense, quinceañeros yutuberos, "Distrito 9" no es precisamente original en su planteamiento). Pero también hay otro trasfondo, cual es la cosificación de las personas, el hecho de que los cuerpos humanos ya no le pertenecen más a sus usuarios, sino que pueden ser comprados y vendidos, y de hecho tienen un valor de mercado, algo que era patente por ejemplo, aunque en un registro distinto, en "Hostal" y "Hostal: Parte 2". ¡Y todo esto, con apenas 30 millones de dólares de presupuesto! ¡O sea, con el presupuesto de la inmunda "Transformers" de Michael Bay se hubieran podido rodar seis de éstas, y hubieran sobrado 20 millones para el Hogar de Cristo!
¿POR QUÉ VERLA?
-- Partamos por la premisa. La idea de extraterrestres varados en la Tierra, decíamos, ya la habíamos visto en "Patrulla extraterrestre", pero lo que para la ocasión había sido tratado con el glamour de Los Angeles (ya saben: una pareja de policías, un humano y un alienígena, haciendo el chulo mientras resuelven crímenes con componente racial), acá es cínico, sucio y sórdido. El tema del tipo "de la alta" que de pronto debe coexistir con su suerte en medio de gente "de la baja" (humanos o extraterrestres, tanto más da), ya era viejo por ejemplo en la novela "Mercaderes del espacio" de Pohl y Kornbluth, en donde un upperclass termina convertido en un pobre y un paria, hasta que de nuevo la rueda social da su giro y el acaba arriba otra vez. Pero lo que en "Mercaderes del espacio" era resuelto en clave sociológica, aquí es Biopunk: el funcionario de la MNU se está LITERALMENTE transformando en un prawn, como en "La mosca" de David Cronenberg, con todas las resonancias que eso implica. Porque si nosotros no tenemos un alma, y nosotros somos solamente nuestros cuerpos, y cuando nuestros cuerpos perezcan adios General Gato y adios a todos ustedes... ¿no es entonces el transformarse de un humano a un prawn una metáfora de la mismísima muerte física, y una muerte peor aún, cuando caes desde lo alto de la cornisa hasta lo más underground del medio social? Claro que, aunque como está el cine en estos días ya es un riesgo hacer una peli de CF que vaya más allá de los FXs, queda flotando la idea de que faltó justamente eso: riesgo. Aunque en ese caso, seamos justos en admitirlo, no la hubiera visto nadie en el cine. Pero el punto es: para que el mensaje funcione, el público debía empatizar con los bichos. Por lo tanto, si los hubieran presentado como alienígenas raros sin remedio (casi como el océano viviente de "Solaris" o punto menos), el tema de la xenofobia les hubiera resbalado a las audiencias por completo. "La metamorfosis" de Franz Kafka, por ejemplo, que guarda muchas similtudes conceptuales con la trama de esta peli (en el cuento, por si no lo han leído, el prota Gregorio Samsa se transforma en un monstruoso escarabajo negro, y su familia se vuelca en su contra y lo detesta de un día para otro), es un relato aterrador porque el escarabajo negro NO ES humano por ningún lado, y Gregorio Samsa, aunque en cierta medida sigue siendo él, ya no es reconocido como tal. En cambio, como tomaron la decisión (sabia desde el punto de vista de las audiencias medio tontorronas de hoy, claro) de hacer a los prawns más o menos humanos, antropomórficos a pesar de su apariencia insectil, e incluso con actitudes y gestos humanos (en una escena uno suspira con resignación, en otra le pasa la mano por la cabeza cariñosamente a su crío prawn...), la idea de la transformación pierde garra. Pero lo que pierde por este lado, decíamos, lo gana por el enfoque Biopunk que le dan al tema, y que entronca con el tema de la cosificación del cuerpo humano, de que no somos más que tejidos intercambiables que pueden ser vendidos como un todo en paquete (¡¡¡"POR LIQUIDACIÓN DE INVENTARIO, LLÉVESE 206 HUESOS Y PAGUE SÓLO 200, OFERTA HASTA AGOTAR STOCK"!!!), o bien por piezas al mejor estilo carnicería de barrio.
-- Otro punto a destacar de la peli es su perspectiva crudamente realista de los hechos. Muchas pelis sobre xenofobia caen en el maniqueísmo inverso, lo que podríamos llamar el Síndrome Danza Con Lobos. O sea, como las pelis de vaqueros antiguas eran xenófobas porque ponían al blanco-camisa de bueno y al indio ululante de malo, pues ahora para protestar contra eso vamos a poner al blanco de malo y al indio de bueno, y listo. Lo que, bien mirado, es xenofobia, pero a la inversa (lo dicho: "Danza con lobos", "El último samurai"...). Acá, no hay buenos ni malos. El prota es un completo imbécil que profita de un sistema hecho, digámoslo así, a prueba de imbéciles. De hecho, el sistema entero está hecho a la medida de las grandes corporaciones, y si eres imbécil y no te das cuenta de eso, entonces encajas a la perfección porque puedes ser explotado y seguir siendo feliz. En algún minuto el prota tiene un destellito de conciencia, pero se la pasa casi toda la peli básicamente siendo un tarado, y con eso consiguen un efecto mucho más realista que esas historias de idiotez-y-redención que llegan a ser ridículas de tanto que se ha abusado del estereotipo. Por otra parte, queda bien en claro que los villanos del cuento, si bien tipos ambiciosos y egoístas que no se detienen ante nada, en realidad son como son porque buscan sobrevivir en un sistema que es incluso más grande que ellos. Ahí tenemos al jefecito capaz de sacrificar a su propio yerno sin asco, aunque con eso haga sufrir a su hija, o al sádico coronel que goza matando prawns, pero que en el fondo es tan insignificante y prescindible como otro peón del juego (sólo que no le importa, en tanto le dejen matar prawns, cosa que le seguirán dejando hacer porque en eso radica su utilidad, a fin de cuentas). O a la hija tonta que le cree más a su padre que a su maridito. Los prawns, por una tercera parte, tampoco son criaturas de tiernos y grandes ojitos que te robarán el corazón, como ET el Ex-Torsionador, sino que son bichos mugrientos y desagradables que sólo ocasionan caos y problemas. No por su culpa, claro, pero el resultado es el mismo. O sea, esta es una peli en donde nadie realmente es "el BIEN" con mayúsculas, y en donde cada quien trata de sobrevivir como mejor puede. Me pregunto qué tanto podrá hacer este enfoque brechtiano por la taquilla, pero en fin, estas ideas vienen coladas en el subtexto, y al que le gusten sólo la acción y los tiros, también los hay, que éstos la supieron montar...
-- La peli es agarrante. Su inicio, grabado como un seudodocumental, nos hace entrar de inmediato, y de una manera muy clara, en un universo narrativo bastante complejo (no sólo se nos refiere la llegada de los extraterrestres, sino también las reacciones sociales, los acomodos sociológicos, la estructura e infraestructura política internacional dedicada al tema, los ocultos intereses que se cruzan detrás del asunto de los prawns... todo en apenas 10-15 minutos). Luego, el asunto se pone un poco más moroso y tarda en entrar en vereda, y es todo más cansador porque el seguir con el tono pseudodocumental lleva al abuso de la cámara en mano (aunque, digámoslo, nunca a los extremos defecatorios de "Cloverfield"). Para colmo, todo lo que vemos es quizás un tanto tópico ("La metamorfosis", "Mercaderes del espacio", "Patrulla extraterrestre", ¿recuerdan?). Pero en la segunda mitad, el asunto despega. La peli deriva hacia el thriller de acción, una elección lógica si se considera que el prota ahora está luchando por su vida con todo lo que tiene a mano (y que hay que darle explosiones a la audiencia para que no se pongan a dar bostezos metafísicos, que son los 2000s, ¿vale?). Y a diferencia de otras pelis de Ciencia Ficción de las que no quiero mencionar ejemplos (¡"Yo Robot"! Ups, se me salió...), las escenas de acción no parecen metidas con copy-and-paste sobre la peli: dentro del contexto de la misma y el devenir de los acontecimientos se justifican sobradamente. Tampoco es que aparezca el héroe haciendo el chulo cada tres minutos, como un John McClane de toda la vida, y ese realismo en la acción la hace mucho más agarrante. Quizás, ironizando un poco, podríamos decir que con esta peli la jackbauerización que antes alcanzó al cine de espías ("La supremacía de Bourne", "Bourne: El ultimátum", "Casino Royale", "Quantum of Solace"), o al de policías urbanos ("16 calles"), por fin arribó ahora a la Ciencia Ficción (acá de manera más explícita que en la tontorrada ésa de "Cloverfield"). Sólo que se ve más real porque el prota no es Jack Bauer ni Jason Bourne ni Daniel Craig, y no se harán chistes de él como de Jack Bauer o Chuck Norris. Sólo el final de la peli desmerece lo suyo, en su demasiado obvio afán por dejar cabos sueltos que permitan una secuela, si San Recaudación se aviene a soltar sus dádivas en la taquilla. Eso, además de algunos errores lógicos que destiñen un cuadro por otra parte muy bien pintado, como por ejemplo... SPOILERS A CONTINUACIÓN, SI NO QUIEREN ENTERARSE DE ASPECTOS CRUCIALES DE LA PELI, SALTEN AL SIGUIENTE PÁRRAFO, GRACIAS. ...el hecho de que el extraterrestre cabrón se haya ido en la nave espacial y no haya recogido a ninguno de sus compinches prawns de camino, sin ninguna explicación. O que se presente a los extraterrestres como obreros sin iniciativa propia para liderar una rebelión, y que después uno de esos grillos se las apañe sin ningún tipo de orden para fabricar él solito un caza espacial para alcanzar la nave nodriza. O que el bicho se las arregle solito para mover al espacio exterior una nave nodriza que una de las agencias que suponemos más poderosas en la Tierra en veinte años no fue capaz siquiera de estacionar de cola. O que el prota, en su fuga, va a dar justo y por casualidad a la casa del prawn que lo metió en problemas en primer lugar. O que cuando el prota se mete con los nigerianos, consigue retirarse tranquilito y sin ser molestado, cuando habían como veinte enemigos apuntándole desde todas las direcciones posibles y cualquiera tenía tiro limpio para hacerlo carne de cementerio. O que el laboratorio más supersecreto donde hacían los experimentos genéticos más ilegales, estaba al mismo nivel del suelo que un estacionamiento de autos. Detallitos así o asá, que empañan lo que de otra manera habría sido un guión perfecto. Bueno, sigue siendo una buena peli, y estos detallitos sólo le impedirán transformarse en un clásico, así es que, sigue estando bien a fin de cuentas. (Por cierto, la secuela ya tiene título. Al final anuncian que los extraterrestres son relocalizados desde el Distrito 9 al Distrito 10, así es que... ¿alguien duda de que la continuación se va a llamar "Distrito 10"?).
-- En el apartado formal, la peli cumple por todo lo alto. Aunque sea una de Ciencia Ficción, no trata de ser más chula o molona simplemente por eso. Un detallito en particular (concretamente, las fechas de las cámaras de grabación) nos dicen que estamos en el año 2010, y en la peli se nos informa que los bichos aparecieron en 1982. Lo que se nos presenta es un 2010 actual, sin grandes adelantos tecnológicos respecto de nuestro propio presente (la tecnología prawn es inaccesible a los humanos por ser biológicamente controlada, y por la incompatibilidad de ADN), lo que es un riesgo, porque la peli queda menos visual, y con eso, algún grupo de la audiencia (esos que les gusta la CF por las explosiones y los tiros) pueden mosquearse. No se hace tampoco una exhibición grosera de bichos en plan George Lucas por el puro afán de vender muñequitos, sino que todo se limita a los prawns, y a una especie extraterrestre que se presenta en una especie de "pelea de gallos". Tampoco los vehículos militares terrestres se tratan de hacer futuristas, ni menos la arquitectura, como en ciertas pelis de CF ochenteras que pintaban un mundo a treinta años que ni Star Wars, oigan. La gran nave nodriza, ominosamente instalada sobre la ciudad, pero suspendida en el aire y por completo inutilizada, es una ingeniosa vuelta de tuerca visual al concepto de gran disco volador como imagen de poderío irresistible que explotaban "El día de la independencia" o más lejanamente "V: Invasión extraterrestre", porque ahora esa misma imagen sólo sirve para ahondar la impotencia de los prawns varados que tienen su salvación a tan corta distancia, y tan inutilizada. En definitiva, no se trata de hacer la peli "más de CF" por la vía de los FXs, y como de costumbre según la ley de que menos es más, esa austeridad le hace a la peli muy bien. Si a eso le sumamos una estupenda fotografía que no abusa de los CGI, y una banda sonora que usa la vieja ecuación "sinfonía + cánticos africanos" (al estilo de "La intérprete", "El jardinero fiel" o "24: Redención"), ya tenemos una peli con un impecable acabado formal.
IDEAL PARA: Ver un potente discurso sobre la xenofobia y la cosificación del ser humano, en las vísperas del siglo XXI.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].
-- "Alive in Joburg", el corto de seis minutos que, expandido, dio origen a "Distrito 9" [en inglés, subtítulos en español].
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