Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
Páginas
▼
domingo, 2 de agosto de 2009
"Up" (2009).
-- "Up". Estados Unidos. Año 2009.
-- Dirección: Pete Docter, y Bob Peterson (acreditado como co-director).
-- Actuación: Voces de (en la versión en inglés) Edward Asner, Christopher Plummer, Jordan Nagai, Bob Peterson, Delroy Lindo, Jerome Ranft, John Ratzenberger, David Kaye, Elie Docter, Jeremy Leary, Mickie McGowan, Danny Mann, Donald Fullilove, Jess Harnell, Josh Cooley.
-- Guión: Bob Peterson y Pete Docter, basados en una historia de estos dos y de Thomas McCarthy.
-- Banda Sonora: Michael Giacchino.
-- "Up" en IMDb.
-- "Up" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
En los '30s es la época de las seriales y de... no, please, no me vengan con Indiana Jones, porque aunque no lo crean, INDIANA JONES NO ES UN PERSONAJE HISTÓRICO (estos fotologueros yutúbicos que ya no saben distinguir la fantasía de la realidad...). En fin. En esa época los noticiarios se veían en el cine, y ya había frikis que se vestían con cascos de aviador y todo eso para emular a sus héroes favoritos, entre ellos nuestro buen Carl, que se la vive con la cabeza por las nubes por su héroe favorito Charles Muntz. Pero Charles Muntz es acusado de ser... ¡¡¡UN FRAUDE!!! Algo que a Carl le duele hasta que el costillar es mío, mirando la pantalla, pero así es como es. Charles Muntz, por su parte, se resuelve a no dejarse tratar de fraude, y emprende otra vez el viaje a la jungla. Mientras tanto, Carl vivirá su propia aventura cuando, por eso de la afición, termina conociendo a una chica que, vaya, es medio masculina para su edad y época, porque no juega a las muñecas ni a ser la señorita corrección, con cursos de bordado y trapeado de baldosas y esas cosas, sino que también adora a Charles Muntz y quiere vivir la gran aventura también. Y se enamoran. Y se casan. Y viven toda una vida juntos, y envejecen. Y ella muere (¡vaya un personaje secundario, al minuto 15 ya está fallecida, y eso que su personaje duró 70 años de historia!). Y Carl se queda solo, y lo que es peor, viejo-cuasi-acabado. A su alrededor el mundo ha cambiado, y ahora fríos exec terno-y-lentes tipo Mr. Smith están propagando el virus de la especulación inmobiliaria construyendo edificios a lo bestia... y quieren la propiedad de Carl. Por las buenas o por las malas o por las peor, lo que sea más entretenido y acolmillacuellos. Una estupidez cualquiera hace que los desplumajuicios de la inmobiliaria le amenacen con quitarle la propiedad y sepultarlo en un asilo, así es que Carl, envalentonado por primera vez, usando todo lo que sabe sobre globotecnia, llena su casa de globitos y la arranca de sus cimientos. ¿Destino? ¡¡¡VENEZUELA, A BUSCAR LA AVENTURA QUE JAMÁS TUVO CON SU ESPOSA, LA AVENTURA DE IR TRAS LOS PASOS DE CHARLES MUNTZ!!! Todo podría ser sencillo, de no ser porque a bordo se le cuela un chiquillo boyescáu nada más patoso. Y luego, acaban medio perdidos en territorio comanche (figuradamente hablando, claro). Y después, porque se les aparece un maldito pajarraco vivacolores para hacerle la vida más de cuadritos si se puede. Y al último, porque una sombra del pasado reemerge para...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
No decimos nada nuevo si decimos que Pixar es, en los 2000s, la punta de lanza en lo que se refiere a cine de calidad, dentro del ámbito de la comercialidad hollywoodense. En parte porque, con su buen poco de perspicacia y sentido común, pero contrariando la costumbre de los escualos de Hollywood, la Disney nunca se metió demasiado con ellos, aparte de distribuirles las pelis, y por lo tanto, Pixar pudo hacer las cosas a su amaño peli tras peli en vez de ceñirse a la "fórmula Disney", que tanto hizo por ahogar la creatividad de los Estudios Disney desde los mid-90's en adelante. En 2006 vino la noticia terrible, de que Disney había adquirido Pixar, y podíamos temernos lo peor. Pero no fue así. "Ratatouille", sin ser una obra maestra, mantuvo on-the-top los estándares Pixar, y "WALL-E" es por derecho propio una de las mejores pelis de la década entera, no sólo en la animación ni en la SF sino en todo el cine post-2000s. Precisamente "WALL-E" era la sombra negra sobre "Up": hicieran lo que hicieran, por muy soberbia que fuera la labor, jamás iban a conseguir algo mejor que "WALL-E", o cuando mucho, sólo algo igual de bueno, y eso iba a dejar con gusto a poco... Había que ser bravo para meterse en semejante brete, pero Pete Docter lo hizo. Y aunque no lo crean, conociendo lo ímprobo de la tarea, se salió con la suya. Brillantemente. Las comparaciones son odiosas, y no se puede decir que sea tan buena como "WALL-E", pero no trataron de compararse tampoco: hicieron un trabajo muy diferente, de fantasía pura en este caso, que hiciera difícil las comparaciones, y con esto lograron hacer una peli que se sostiene sobre sí misma. Porque "Up" viene siendo, como va siendo costumbre para Pixar, fácil integrante del Top Ten de mejores pelis del 2009.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Es fácil darse cuenta de que esta peli está hecha por gente que AMA EL CINE, así dicho con mayúsculas. No me refiero a los tipos que homenajean al cine trufando la peli de citas y guiños cinéfilos, tendencia trágicamente arrojada al despeñadero por el ridículo de la exageración con "Una película de miedo", "Disaster Movie" y otros subproductos que, involuntariamente, hacen grasa de parrilla sobre esto queriendo asar filete. En vez de eso, "Up" está hecha por gente que empuja hasta el límite la manera de contar una historia. Porque bien mirado, la peli es predecible como que si suelto una manzana tendrá que caer, y además está llena de absurdos (¿una casa entera que vuela con apenas 10.000 globos? ¿Una casa volante entera sobrevuela los Yueséi y la USAF no la echa abajo a misilazo limpio? ¿Un antiguo aventurero que debería andar en sus 90 añitos, sobreviviendo en plena forma física into the wild? ¿Dos abueletes haciendo escenas de acción que ni John McClane, oigan...?), y consigue la magia de que nada de eso nos importe. Es una historia mágica, pero no de esa magia semiimpostada y lacrimógena para, ehm, "recobrar el sentido infantil de la maravilla" y otras ñoñardas por el estilo, sino de esa que nace porque... bueno, porque está contada con magia, y punto (si pudiera decir cómo lo hicieron, ya no habría magia, después de todo, ¿no?). El guión es un prodigio de economía narrativa, eliminando todo lo superfluo y quedándose con lo esencial en todas partes, escondiendo con pericia todos los resortes narrativos metidos aquí y allá para que la cosa marche (porque bien mirada, la anécdota central es austera hasta lo espartano, y no daba mucho de sí), y creando un mundo visual que consigue el milagro de ser maravilloso sin apelar al barroquismo visual de sobrecargar la escena con colores, detalles y etcétera. La casa que flota gracias a los globos es una imagen visual tan poderosa, que con el tiempo terminará transformada en un símbolo del cine de los 2000s que ya terminan. Y la mayor parte de las secuencias son superlativas, apelando a lo mínimo y esencial, y dejando que la emoción fluya por sí sola, sin forzarla nunca. Los diálogos, sin ser brillantes y ingeniosos, son los justitos y precisos para que el asunto sea completamente natural, sin frases para el bronce ni mucho menos. O sea, esta peli tiene todos los ingredientes que han hecho grande a las pelis desde que el cine es cine, y no es injusto para nadie comparar a "Up" con algunos de los más grandes e imperecederos clásicos de la era dorada de Hollywood.
-- El sustrato de la peli, omnipresente, aunque nunca forzado ni sermoneado, es muy, pero muy, grueso. Esta peli se trata fundamentalmente de la vida y de cómo dejarla fluir. Alguien dijo alguna vez que "la vida es lo que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes", pero hay gente que se aferra a sus planes, y sigue atascada en un pasado que ya se fue. Carl, el prota, es uno de ellos. El pasado le pesa como una losa, y cuando es viejo, todavía quiere hacer realidad el sueño de su infancia, y de manera quizás un tanto mezquina, lo hace so pretexto de que su esposa quería. De esta manera es que Carl se condena a llevar toda su vida pasada, simbolizada en una casa que él mismo (y su esposa) ha construido, y a la que se niega a abandonar, cargándola sobre sus hombros (¡de manera prácticamente literal!). Será finalmente su esposa, con un inteligente guiño desde la ultratumba (no diré más para no lanzar un spoiler, aunque es bastante fácil de adivinar si se sigue la trama con atención), que lo hará despertar y hacer descubrir que vivir la vida no significa cumplir los sueños de manera ordenada ni planificada, sino lanzarse a la aventura de verdad, a lo imprevisto, a lo no determinado de antemano, y en definitiva, al riesgo de que algo salga mal, porque si no hay riesgo, bueno... no es aventura, al final. El villano, por el contrario, alguna vez fue un héroe precisamente por lo mismo, porque era temerario y sabía vivir la aventura, pero cuando cayó en el feo vicio de quedarse enclaustrado en el pasado, se fue sorbiendo el seso poco a poco hasta convertirse en... bueno, en todo lo que Carl deja de ser para, ehm, madurar y convertirse en hombre (¡en su ancianidad!). Así como la casa de Carl es un símbolo de todo lo que Carl debe dejar atrás para ser un hombre completo (y por Bastet que duele cuando debe hacer la Gran Renuncia, así con mayúsculas), la guarida del villano es también un símbolo de ese quedarse en el pasado, viviendo a bordo de un zeppelin que en el fondo (literalmente, una vez más) es un osario, repleto de huesos, y no de huesos cualquiera sino, para añadir limón a la herida, de fósiles antediluvianos, haciendo a su poseedor también alguien aferrado a un pasado que, de manera simbólica, representa la muerte en vida a que se ha condenado, aferrado a un estúpido sueño en vez de hacer lo más sensato, y lo que en definitiva hizo la esposa de Carl (impagable esa escena en que ella le da a entender a él que... no, no diré más).
- Insistamos en las escenas. En esa casa volando y repleta de globos. En Carl todas y cada una de las veces en que se pone a hojear el álbum de recuerdos. En Carl arrastrando (literalmente) la casa. Y en la memorable pelea final, todo un prodigio en crear tensión sin caer en el gore ni en la violencia excesiva.
- Michael Giacchino. Uno de los compositores revelación de la década del 2000, con sus soundtracks para "Los increíbles", "Lost", "Star Trek", "Ratatouille" o "Misión Imposible III", Michael Giacchino y su estilo, ehm, "retropop" lo vuelven a hacer. Si en "Los increíbles" parafraseaba a John Barry y sus jamesbondíadas sesenteras, en "Ratatouille" hacía lo propio con la chanson francesa, y en "Star Trek" hacía un back-to-the-roots homenajeando los primeros soundtracks startrekísticos, aquí lo hace con una banda sonora repleta de jazz al estilo de los '30s, sin pasarse en ningún minuto de roscas. Giacchino y su revisionismo musical eran la opción obvia para esta peli, y Michael cumplió con creces. Buena parte de la magia de esta peli, radica en un soundtrack que sabe ser marchoso cuando corresponde, humorístico sin sonar forzado, e intensamente emotivo en los momentos cruciales en que se supone debes derramar una lagrimita (y lo logra, malvados, snif...).
IDEAL PARA: Ver una peli intensamente emotiva y aún filosófica, sobre cómo vivir la vida.
ENLACES.
-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español... LA línea de subtítulos en todo caso].
-- Russell decide c... en medio de la jungla [en inglés, sin subtítulos].
-- Trailer de la peli [en español].
Conmovedora
ResponderBorrarUsted ha retratado la película como lo que verdaderamente es: Una obra de arte.
Fuera de todo lo técnico, que es impecable, la historia se coloca como una de las más entrañables de la historia del cine.
Es simplemente extraordinaria.
Ojalá se llevara el Oscar a Mejor Película. Está difícil, pero sólo su nominación ha marcado un hito en su género.
Sí, plenamente de acuerdo, esta peli va camino a convertirse en un clásico del cine.
ResponderBorrar¿Oscar a la Mejor Peli? Lo dudo, a veces me pregunto en qué macetero los votantes de la Academia tienen puestas sus cabezas. Pero eso me tiene sin cuidado, que no veo las pelis a según cuántos pelaos con chapa dorada se ha llevado, sino por... bueno, por una amplitud de criterios, en realidad. Y qué suerte, ésta la vi en el cine. Hasta da rabia cuando uno la ve después en DVD o en el cable y dice, ¡demonios, debí haber ido a ocupar butaca...!