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domingo, 1 de junio de 2008

"Mansacue" (2008).


-- "Mansacue". Chile. Año 2008.
-- Dirección: Marco Enríquez-Ominami.
-- Actuación: Carolina Oliva, Fernando Gómez-Rovira, Luis Dubó, Dayana Amigo, Claudia Pérez, Mauricio Pesutic, Sigrid Alegría, Cristian Riquelme, Anita Reeves, Peter Rock, Miguelo, Patricio Strahovsky, Julio González Littin, Tere Hales, Daniel Vilches, Beatriz Alegret, Chicho Azúa y Karen Doggenweiler.
-- Guión: Yusef Rumie. Idea original de Marco Enríquez Ominami y Cristián Warner.
-- Banda sonora: Jorge Arriagada.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En una casa desierta, una mujer con grandes, ya saben, "ubres", llora sus penas. El calzonúo 'e su marido no ha sido capaz de darle todo lo que ella quería a cambio de una revolcadita, a saber, un buen tren de vida, comodidades, una vida sin preocupaciones... Pero él es bueno como el pan, pobre hombre (no, no lo compadezcan tanto, si es que está califa por la chica, y con el envase neumático de Carolina Oliva, era que no), trata de consolarla, consolarla, consolarla... Pero a ella no le va el "contigo pan y cebolla", sino hasta que descubre que el hombre de su vida se ha comprao el Kino premiao. El problema es que, ¡ups!, un accidente lo tiene cualquiera, el Kino se manda a volar solito... Y cae en una población rotosa, raska, pikante, última d'ordinaria puh-oye, pero en fin, se trata de churretecientos millones, un premio así no se tira, así es que para allá habrán de ir a ensuciarse los aspiracionales a ABC1... Y hacemos FFWD para pasar a la segunda parte de la peli, en donde vemos a un geólogo mamón (sí, esa fría casta de especialistas en los huesos de la Madre Tierra también pueden ser mamones, ¿y...?), empotrao arriba del Altiplano chileno, que de cobre ni pinta, pero que de pronto se saca el Kino... Y tendrá que lidiar con un pueblo con el cual no quiere compartir na-ni-ná del premio... Y con una chica que también lo quiere porque el dinero, "quien le trae al lado, es hermoso aunque sea fiero"...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Una de esas seriales de TV que trataron de levantar cabeza en el 2000, en Chile, se llamó "La vida es una lotería". La moda de los cortometrajes para series de TV se implantó con el mítico "Mea Culpa" de Carlos Pinto (ese programa en donde todos los delincuentes eran pobrecitos inocentes metidos en el lúgubre submundo de la marginalia, etcétera). "La vida es una lotería" también era de cortos, pero no de delincuentes (no siempre, al menos), sino de gente que se había sacado el premio mayor. Y el senador don Carlos Ominami... ¡Perdón, confundí al padre por el hijo! El señor Marco Enríquez-Ominami, decidió llevar la serie de TV al cine. Y salió esta peli. Que bien podría no haber salido. O bien podría haber salido igual. Porque se han visto cosas peores en el cine chileno. Y mejores también.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta peli no consigue despegarse de cierto estigma del cine chileno, esa veta culturetoide progrizquierdista de champaña de "tenemoh que reflejar los valoreh culturaleh de nuestrah Patriah, puh oye"... Y como ya estamos tapaos de pelis así, pues bien, no añade nada nuevo en ese terreno. Con dos historias complementarias (y un chiste final, para rellenar la secuencia de créditos, que no sé en otros países, pero en Chile está más repetido que Homero Simpson golpeándose la cabeza), trata de hacer algo así como retratar la suerte del chileno, como dice su réclame. O sea, estamos perpetuando el estereotipo del chileno siempre soñaor, con el gran golpe de fortuna que le va a cambiar la vida, y por qué no decirlo, haciendo cruel burla de eso (la gente debería trabajar en vez de soñar, vale, pero por otra parte, aquí en Chile con trabajo y sin recomendaciones no se llega a ninguna parte, así es que, ¿por qué privar a la inmensa masa de descastados del sistema de un sueñito opiáceo, al menos?). No quiero decir que la peli sea mala. Al menos tiene un nivel decente. Pero no pasará a la historia como la gran revolución del cine chileno. Es discreta, más o menos eficiente, ofrece entretención por un par de lucrecias (para los no chilenos: "lucrecia (sust.): por derivación de 'luca', dícese del billete de mil pesos"), la ves, te ríes, y después te olvidas. No me voy a mofar de eso. Con las pelis hollywoodenses andamos más o menos igual, así es que...

-- Si algún valor debo rescatar de esta peli, es que pone el dedo en la llaga, quizás no de manera certera, pero sí al menos entrelíneas, en el tema del clasismo, una proverbial lacra de los chilenos. Pueden creerme, en Chile impera la moral bárbara de "te cago porque puedo", lo que generalmente implica pertenecer a la casta superior (por tener dinero, por influencias, por parentescos, por tener buenas tetas y saber con quién usarlas, por saber patear bien una pelota de fútbol...). Y no es sólo propio de las élites, que podrían darse el lujo, si no moralmente, al menos de facto porque tienen el poder para eso. También el rotaje, los patipelaos de toda la vida, apenas tienen algo para joer al vecino (un puesto burocrático, el asiento de chofer en el autobús, una radio con 2000 Watts de salida), lo hacen, no por ganar nada en el proceso, sino simplemente por el gusto de ponerle la pata encima a alguien más desgraciao y más miserable que uno. Decir que Chile es una Patria acogedora y hermanada, es escribir ciencia ficción. Y como dice la canción, en Chile se "quiere al amigo cuando es forastero", si el forastero viene de Europa, y ojalá sea rubio de ojos azules. Si es un aimará todo negrito, olvídense. Me encantaría poder decir otra cosa de Chile mi Patria, pero desgraciadamente no puedo, y no puedo porque las cosas son de ese modo, como las describo, y es con vergüenza que debo admitir esto, de que mis compatriotas sean así. Y esta peli muestra muy bien ese afán de cagarse en el vecino: de las mujeres por manipular a sus hombres por la vía de ningunearlos y tratar de imponer las reglas del juego (y si no, no hay sexo... salvo cuando hay Kino premiado, porque si el otro tiene dinero, puede que se vaya con otra, y adios dinero...), de los ricos por ningunear a los pobres, de los pobres por devolverles la mano a los ricos cuando se puede, de los ciudadanos por despreciar a los pueblerinos, de los chilenos caucásicos por sobre las poblaciones sueltas. Se dice que esta peli es una comedia. Para mí, no tenía nada de comedia: tanto más me harían reir si hicieran una comedia sobre la morgue a la que llega un decapitado por un accidente de tránsito. Créanme que eso es menos espeluznante.

-- La ejecución en sí no pasa de discreta. Carolina Oliva, lejos sus días de fama cuando se comió con sus gloriosas lolas a Alvaro Rudolphy en "Sexo con amor", está ahí para poner carne en la parrilla (si por ella o por el caricaturesco guión, ni idea, la verdad). Dayana Amigo, en su primer salto a la pantalla grande, repite más o menos a la pata el papel de hijita sinvergüenza que hiciera en "Casado con hijos" (para los no chilenos: la versión chilena de "Matrimonio con hijos", en que Dayana Amigo hacía el rol que en la original hacía Christina Applegate, sólo que en clave más "tonta pilla" en vez de "tonta tonta"). Sigrid Alegría y Mauricio Pesutic están ahí casi de cameos, lo mismo que Daniel Vilches. Los actores masculinos protas simplemente no están convincentes, con el agravante de que nadie espera de ellos que luzcan carne, así es que ni por ese lado siquiera. La música trata de ser un poco evocadora de "Underground" de Emir Kusturica, y si salvamos la incoherencia de poner acordeones gitanos en escenas ambientadas en un pueblo 90% aimará, acompaña bien (aunque revela la vocación culturetoide del señor Enríquez-Ominami... ¡en fin!).

IDEAL PARA: Ver una livianita. Pero bien livianita.

ENLACES.

-- (Ir a la página). Sitio oficial.
-- (Ir a la página). Entrevista al director sobre la peli, en Radio Cooperativa.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli. En castellano.

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