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domingo, 1 de junio de 2008

"Gente decente" (2004)


-- "Gente decente". Chile. Año 2004.
-- Director: Edgardo Viereck.
-- Actuación: Luciano Cruz-Coke, Viviana Rodríguez, Katyna Huberman, Francisco Melo, Alejandro Trejo, Ramón Llao, Francisca Reiss, Adriano Castillo, Maité Pascal.
-- Guión: Edgardo Viereck.
-- Banda Sonora: Miguel Lara.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Así se sufre en esta vida. El pobrecillo Luciano Cruz-Coke, con un nombre rimbombante como Andrés Barros, está bien encamado con una perra bien perra, que le hace toda clase de cochinaditas. Resulta que como está a punto de casarse, sus amiguetes del bufete abogadil le regalan una nochecita de passióh con una de las finas. Todo debería haber quedado allí, pero nuestro abogado maravilla queda dado vuelta con el nuevo mundo de lujuria que le brinda la chica. Y no es para menos, porque su noviecita es la clase de chica que llama al phone diciendo "¡oye, siete y media, teníamos que ir donde los Fulánez, apúrate!", en vez de un cariñoso y gentil "oye, siete y media, ¿estás bien, no te pasó nada? Llámame para ir donde los Fulánez, amorcito..." (y las perras disfrazadas de damas con ese carácter, abundan). Y las cosas se ponen peor, porque la chica de la vida cara remata en la oficina de nuestro individuo y empieza a pedirle ayuda contra un tal Carlos. La petición de ayuda se hace cada vez más histérica, con llamados al departamento y toda la chimuchina, hasta que de pronto, fastidiado porque el asunto debe parar (y debe parársele con su noviecita, de paso), nuestro fértil abogado viaja al departamento de la chica... y la encuentra asesinada, y un fulano le pone la pistola en la cabeza, listo para volársela a la menor provocación. Ahora, la búsqueda de Carlos ya no será simplemente para cubrir huellas. Porque la siguiente en la nómina podría ser la noviecita linda e histérica, la que por cierto también podría tener los papeles más que manchados...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Una de las constantes lacras de los cineastas chilenos, y latinoamericanos en general, es su autoimpuesta obligación de ser voceros y denunciantes de todos los males sociales de Latinoamérica. Eso no está mal, en principio, pero es que los dizqueintelectuales culturetas de izquierda se lo han asumido con un zelotismo a ultranza que muy mal le ha hecho al arte latinoamericano en general. La idea es la siguiente: "nosotros somos intelectuales, y como intelectuales, somos más inteligentes que el resto, así es que tenemos el deber y obligación moral de mostrarles el camino a todos aquellos que son tontos, y por lo tanto, no piensan como nosotros, y nuestro cine debe ser una potente voz de denuncia social para combatir a Hollywood y su fábrica de estupidización mental que busca convertirnos a todos en oligofrénicos para mantener el Imperialismo Yanki en su lugar". Y luego se extrañan de que la gente prefiera ver una de robots que una de sus valiosas denuncias sociales. Esta peli en cuestión trata de ser un híbrido. O sea, es un policial, pero es un policial con mensajeh, ¿vioh usteh? Se llama "Gente decente" porque habla de cómo es la genteh de la altah, pueh, oigah usteh... La idea no es nueva. El Cine Noir nos ha entregado algunas grandes y pequeñas joyitas con la excusa del detective que explora el lado B de la sociedad, en filmes como "El sueño eterno" o "Mientras la ciudad duerme", que por cierto el director de esta peli debería haber visto para aprender algo; de hecho, si el Cine Noir pasó de ser producción hollywoodense al uso a canonizada con honores por los culturetas, es por su valor de "crítica social". Pero aquí...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Mmmm. Veamos. Partamos porque la trama policial es un asco. O sea, cuando después de cometido el asesinato descubres de inmediato y con un poco de reflexión quién es el asesino, es que algo anda mal. Y esto no es una de Columbo, por supuesto, en donde sabías quién era el cabrón, pero el suspenso estaba en cómo lo iban a pillar. ¡Es que esto está a la altura de una peli de las Shannon (Shannon Tweed o Shannon Whirry, tanto más da)! Y la parte de la crítica social emerge apenas en los últimos minutos, en lo que parece un apurado ajuste para justificar el título de la peli, y además para que los críticos digan que es una película con mensajeh, pueh, y no un policial del tres al cuarto. Yo en el lugar del guionista, hubiera mostrado el asesinato y el asesino casi de inmediato, hubiera basado el suspenso en el enfrentamiento de caracteres, y hubiera omitido lo bodriosa de la trama policial y potenciado la crítica social, y hubiera quedado como rey. Pero claro, así lo hubiera hecho yo, y a mi nadie me escucha. Después les va como les va. Como con esta peli, por ejemplo.

-- Bueno, Viviana Rodríguez y Katyna Huberman muestran carrocería. Y se ven francamente bien (la primera más que la segunda, si me preguntan). Lástima que eso dure los primeros veinte minutos de peli. Luego viene el asesinato, y nuestro buen Viereck se olvida de mostrarnos más filete. Así es que si van a ver a Viviana Rodríguez tirando, recuerden detener la peli después del asesinato para no perder su tiempo.

-- El aspecto formal, es que da lástima. Las locaciones son paupérrimas a más no poder, la cantidad de extras es mínima, y no se condice con lo que se supone es la opulencia y esplendor de la clase alta, lo que por supuesto no le hace bien al mensajeh de la pelih, ¿vioh? La dirección de actores brilla por su ineficiencia, destacando en particular por su mal desempeño justamente quien debía hacerlo mejor, o sea, el prota, Luciano Cruz-Coke, quien no luce convencido de nada en ningún minuto, y no transmite convencimiento ninguno. Lo dicho, puro Shannon.

IDEAL PARA: Ver una de Shannon Whirry a la chilena, y con mensajeh social, pueh oigah...

ENLACES.

-- (Ir a la página). Sitio oficial de la peli.
-- (Ir a la página). Entrevista del director a Radio Cooperativa.
-- (Ir a la página). Comentario en Mabuse.

VIDEOS.

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