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jueves, 6 de diciembre de 2007

"El vidente" (2007).



-- "Next". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Lee Tamahori.
-- Actuación: Nicolas Cage, Julianne Moore, Jessica Biel, Thomas Kretschmann, Tory Kittles, José Zúñiga, Jim Beaver, Jason Butler Harner, Michael Trucco, Enzo Cilenti, Laetitia Danielle, Nicolas Pajon, Sergej Trifunovic, Charles Chun, Patricia Prata.
-- Guión: Gary Goldman, Jonathan Hensleigh y Paul Bernbaum, sobre una historia del primero, "basados" en un relato de Philip K. Dick.
-- Banda Sonora: Mark Isham.

-- "El vidente" en IMDb.
-- "El vidente" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Cris Johnson es un tipo que hace un lindo acto de magia en Las Vegas, bajo el chulo nombre de Frank Cadillac. Su número estrella es ser vidente, predecir lo que va a ocurrir... Pero el verdadero truco es que no hay truco. Nuestro buen Johnson, con el rostro siempre "se me termina el estreñimiento" de Nicolas Cage, es realmente capaz de ver su propio futuro, dos minutos a partir de su presente. Salvo por una rubia espectacular a la que ha visto, y de la que sabe sólo la hora que aparecerá y el lugar... pero no el día. Podía ser una bella historia de amor paranormal, pero no, ahí están los ágiles del FBI para arruinarle el día. Con una tenacidad que ni Dana Scully, aparece una agente del FBI que sospecha bien sospechado, que el tipo realmente ve el futuro, en contra de la opinión de sus superiores en la cadena de mando, que le exigen mejor dedicarse a la búsqueda de un aparato nuclear mejor (para no saltarse el lugar común), a lo que ella, dale con que si tenemos a un vidente de nuestro lado, tenemos la Batalla Contra El Terror ganada, etcétera. Para colmo, también los terroristas se enteran, y en vez de dedicarse a plantar su bomba nuclear, pues bien, se dedican a perseguir a nuestro vidente (lo que nos refrenda la idea de que hay que ser imbécil para ser terrorista, porque si hay un vidente suelto por ahí y quiero hacer algo malo, procuro salirme de su campo de visión y no traerlo para acá, tarados). Y ahí tenemos al bueno de Cris Johnson, que sólo quiere vivir su vida loca en paz y cazar a la chica de la hora y el lugar pero no la fecha, siendo perseguido por ambos flancos...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Por allá en 1954, un escritor bastante pasado de roscas llamado Philip K. Dick escribió un relato llamado "El hombre dorado", en el cual se proponía llevarle la contra a todos los usos y costumbres establecidos en la Ciencia Ficción, de que los mutantes eran buenos, maravillosos, chupis, etcétera, unos Supermanes que iban a salvar a la Humanidad, en definitiva, y contó el cuento de un mutante que es, no diremos "malvado", pero sí que no tiene nada que ver con la Humanidad, sólo espera sobrevivir, y a la larga su capacidad de predecir el futuro podría llegar a darle la superioridad definitiva (bueno, eso y un detalle más que no referiré para no arruinarles la historia). Durante mucho tiempo, los cuentos de Philip K. Dick eran demasiado esquizoides para que alguien los entendiera en la pantalla, pero sus temas de quiebres temporales, identidad, conciencia, Divinidad, metarrealidad y filosofía trascendental fueron imponiéndose en una sociedad cada vez más internética, en donde hay gatos escribiendo reseñas de cine como en Cine 9009, y así llegaron adaptaciones como "Blade Runner", "El vengador del futuro", "Impostor", "Sentencia previa", "El pago"... Bueno, y esta cosa, que si es adaptación de Philip K. Dick, entonces yo soy Mohammed Alí.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos por el comienzo. Si usted es fanático de Philip K. Dick, entonces NO QUERRÁ verla. A pesar de que en los créditos dice eso de "basado en The Golden Man de Philip K. Dick", la verdad es que no tiene nada que ver con el cuento original. Veamos: el cuento se ambienta en un futuro postapocalíptico y la peli en el presente, el cuento presenta a los mutantes como perseguidos y la peli no (no presenta mutantes, de hecho), el cuento muestra una agencia de control y caza de mutantes y la peli muestra al FBI, en el cuento el prota es una especie de bestia antropoide que no habla y en la peli tenemos que aguantarnos las caritas de estreñimiento "qué bien actúo porque parezco emocional" de Nicolas Cage, el cuento se ambienta casi íntegramente en laboratorios e instalaciones biológicas y la peli en Las Vegas y un motel por ahí, en el cuento no hay terroristas ni amenaza nuclear y en la peli sí, en el cuento el prota le echa los tejos a una científica y en la peli a una profesora... Seguramente los que hicieron los créditos estaban bromeando cuando dijeron que es una adaptación de Philip K. Dick, tanto más daba que la pasaran como adaptación de José Ortega y Gasset, y sonaba igualmente creíble (o increíble, mejor dicho).

-- Pero vamos ahora a la peli en sí. El guión no es malo, y contó con los honores de Gary Goldman, que ya había estado metida en una peli basada en Dick ("El vengador del futuro"), y que como dato de trivia, digamos que intentó adaptar "El reporte de la minoría" como secuela a esa peli (al final la adaptó Steven Spielberg como "Sentencia previa", tomando la saludable decisión de olvidarse de hacerla como secuela de la otra). Contó el señor Goldman, para ayudarse, con los oficios del experimentado Jonathan Hensleigh ("Duro de matar: La venganza", "El Santo", "Jumanji", "Armagedón", "El Castigador"... Sí, el hombre tiene altas y bajas). Con esos mimbres hubieran podido sacar algo bueno. Incluso explotan bien el tema de la exploración mental del tiempo. Pero por otra parte, hay numerosas cosas que quedan en el aire y sin explicación, y por lo tanto el guión queda en calidad de agujereado como queso suizo (¿cómo el FBI se enteró de los poderes psíquicos del prota, en primer lugar?, ¿cómo los terroristas supieron lo mismo?, ¿por qué, aparte de la razón cursi de que "el amor todo lo puede", el prota puede ver en el futuro más allá de los dos minutos si se trata de su chica?). Y ya no digamos ese final que... digamos... Si lo vemos como el final del proceso de toma de conciencia de nuestro prota, que pasa de ser un individualista acérrimo a un tipo que colabora con una causa mayor que la suya propia (aunque sea por amol lomántico), es un buen final. Si lo vemos en cambio como el desarrollo de la historia del combate contra una amenaza, es un cliffhanger del porte de una catedral, que por cierto canta a secuela por los cuatro costados (¡Dios, no, por favor!).

-- El resto a veces acierta y a veces no. Lee Tamahori, otrora chico maravilla de Nueva Zelanda ("El sonido y la furia"), y devenido en artesano de Hollywood ("Telaraña", la Bond "Otro día para morir", "xXx: Estado de emergencia"), claramente no sabe qué hacer con el material que tiene entre las manos, como no sea colgarse de un feeling a lo "24" por aquello de haber terroristas de por medio, y lo único que le resulta medianamente bien, qué casualidad, son las escenas de acción. Nicolas Cage actúa como siempre, o sea, como si la peli entera fuera un vehículo para su lucimiento personal, Julianne Moore repite su papel de Clarice Sterling de "Hannibal" con menos carisma si es que cabe, y Jessica Biel, a quien desde "El ilusionista" le hemos ido cobrando algo de respeto como actriz, más allá de las curvas peligrosas, trata de hacer lo que puede y de verdad que se esfuerza, esta chica, pero es que no hay caso, entre ella y Nicolas Cage simplemente no hay química. O sea, lo rescatable de la peli son las secuencias de acción. Y eso, en una peli que supuestamente va de un tipo que puede ver el futuro, sobre el bienestar individual versus la responsabilidad social, sobre qué trato debemos darle a los "especiales" como sociedad, es un derroche. Cero filosofía, puro eslogan: el tipo ve el futuro, así es que debe sacrificarse gracias a su gran don por la sociedad. Punto. Chuck Norris hubiera podido suscribirlo. Gran profundidad reflexiva, chicos, se ve que pusieron sus cerebros a calentar...

IDEAL PARA: Para, para, para... Ejem... Bueno, Jessica Biel aparece estupenda. Y explotan cosas. Algunas cosas, por lo menos.

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