Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
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jueves, 13 de diciembre de 2007
"Al diablo con el diablo" (2000).
-- "Bedazzled". Estados Unidos. Año 2000.
-- Dirección: Harold Ramis.
-- Actuación: Brendan Fraser, Elizabeth Hurley, Frances O'Connor, Miriam Shor, Orlando Jones, Paul Adelstein, Toby Huss, Gabriel Casseus, Brian Doyle-Murray, Jeff Doucette, Aaron Lustig, Rudolf Martin, Julian Firth.
-- Guión: Larry Gelbart, Harold Ramis y Peter Tolan, sobre el guión de 1967 de Peter Cook y Dudley Moore, basados en el argumento del primero.
-- Banda Sonora: David Newman.
-- "Al diablo con el diablo" en IMDb.
-- "Al diablo con el diablo" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Elliot es un loser. De lo peor. Trata de caerle bien a todo el mundo, y en consecuencia, todo el mundo se pelea por ser el primero en arrancársele. Tiene ojos como platos con huevos fritos frente a Alison, una bella compañera de trabajo que nunca, nunca, nunca se fijaría en alguien como él, básicamente porque es tan insignificante que no podría ser. Después de ser puteado por los compañeros de trabajo por su nulo desempeño con el objeto de sus esforzadas afecciones, dice unas famosas últimas palabras: daría su alma por tener a la chica. En ese minuto cae una bola de billar, que ha sido arrojada por una chica caliente (en más de un sentido), lista para camelarse a otro infeliz. Poco a poco, la chica va envolviendo a Elliot en todo un decorado, al tiempo que le revela "soy el Diablo" (¡hey, mi banquero podría aprender lecciones!). Y como Elliot parece haberse quedado dormido en las clases de catecismo, y no parece haber escuchado aquello de que el Diablo es el padre de todas las mentiras y el tío de todos los trucos, termina firmando un contrato de chorropetecientas páginas en los cuales el Diablo le concederá siete deseos, a cambio de una pequeña e insignificante... ejem... almita. ¿Conseguirá Elliot cumplir con su adorable deseo de estar con Alison...? ¿Irá a trampearle el Diablo...? ¿Saldrá vivo (y con su alma) de todo este lío...?
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
En 1967, Stanley Donen (conocido por filmes como "Cantando bajo la lluvia" y "Charada", antes de una etapa de decadencia ochentera que tocó fondo con "Echale la culpa a Río") rodó un filme cómico llamado "Bedazzled", en donde el demonio hacía de las suyas tentando a un pobre diablo para conseguir su alma. Como los filmes antiguos ya no venden sino para la gente antigua (y es que esta juventud de ahora, Dios mío...), pues bien, llegó el momento de la actualización. De manera que lo adaptaron al gusto popcornero adolescente de inicios del XXI. La buena noticia es que para eso eligieron a un buen equipo, y los resultados están a la vista. La peli no trata de pasar como un remake, sino que se afinca con personalidad propia. Por otra parte, era el año 2000, la gente ingresaba al nuevo siglo, y el Demonio podía ser todavía objeto de burlas e irrisión. No sabían lo que les esperaba a la vuelta del Año Nuevo, cuando el demonio dejó de ser asunto de bromas y se hizo bien presente en la política mundial...
¿POR QUÉ VERLA?
-- Harold Ramis. Este director se ha hecho un lugarcito con comedias livianas como la sobrevalorada "El día de la marmota" o "Mis otros yo". El éxito (inmerecido) de "Analízame" le hizo ponerse en el podio de los candidatos a dirigir "Al diablo con el diablo". Un buen guión y un buen elenco hicieron el resto: Harold Ramis se anotó así la que probablemente es la mejor comedia de su carrera, yendo un tanto de garbancero, pero guiando la historia con enorme eficiencia.
-- Brendan Fraser. Sin lugar a dudas es uno de los mejores actores de su generación (nació en 1968, por si no saben qué generación es ésa); es capaz de moverse con naturalidad desde la comedia más simplona hasta el drama, pasando por el rol de héroe de acción ("La momia" y secuelas, dicho en plural, ahora que viene otra en el 2008)... En "Al diablo con el diablo", todos sus recursos estilísticos están puestos al servicio de un personaje simpático, a pesar de que es un pobre y patético desgraciado... y no es poco, considerando la enorme cantidad de cambios que debe afrontar: en un minuto es un millonario latinoamericano, en otro es un basquetbolista cerebruto... Quizás el único minuto en que destiñe es cuando termina en el pellejo de Abraham Lincoln, básicamente porque no tiene el físico para pasar por un Lincoln creíble (esos ojitos de rana calva, esa nariz de dromedario)... Pero sin lugar a dudas, tenerlo de prota fue la mejor decisión que tomaron los productores.
-- Elizabeth Hurley. Partamos por lo obvio, que su anatomía está esculpida en mármol y con terminaciones a mano, y se ve aún más lúbrica transitando por distintos fetiches: la profesora sexy, la abogada sexy, la científica sexy... Pero además demuestra tener una inmejorable química con Fraser (a mitad de película uno empieza a preguntarse en serio si no se irán a quedar juntos, y la otra chica, la que pretendía el zonzobabas de Elliot, se irá a freir espárragos), y además, un talento más que envidiable para la comedia; de hecho, da para pensar que su desastrosa carrera actoral tiene más que ver con malas decisiones personales, o con la miopía de los grandes estudios que nunca le ofrecieron un rol para lucir otra cosa que los atributos físicos, porque por una vez en la vida, la señorita Hurley es más que una cara y un cuerpo bonitos.
-- Los deseos están estupendamente estructurados, todo un logro de guión considerando que, en el fondo, se trata de una historia episódica, estructura que generalmente es aposta para destruir cualquier progresión dramática. Y en efecto, esta peli no la tiene por ninguna parte. La única manera de sacar adelante un proyecto así era haciendo que cada cuadro fuera tan gracioso como se pudiera, y eso se logró por todo lo alto. En algunos casos el humor es bastante obvio (el cuadro primero, por sobre todo), pero en otros tienen hasta suspenso, por no hablar también de bastante mala leche: el cuadro de la chica que suspira por tener a un chico sensible y cuando lo encuentra empieza a aburrirse, es pura ironía inyectada a la vena, y lo mismo con el respetable y sofisticado intelectual, que, pues bien, descubre que tiene todas las armas necesarias para conquistar a la mujer de su vida, y que llegado el minuto, no puede hacerlo...
IDEAL PARA: Disfrutar por todo lo alto.
"Harold Ramis. Este director se ha hecho un lugarcito con comedias livianas como la sobrevalorada "El día de la marmota""
ResponderBorrarNooooooo, nada de sobrevalorada, si hasta Stephen Hawking utliza esta peli para demostrar una teoría de cuerdas espaciotemporales
No dije que "El día de la marmota" fuera mala, pero tampoco me parece tan meritoria (aunque la vi hace un porrón de años, casi tantos como los que tiene la peli misma, así es que... quién sabe si la viera ahora...). O sea, el tipo está atrapado en un bucle temporal, y para salirse de él y llevarse a la tía buena como indemnización por el mal rato, lo único que tiene que hacer es dejar de ser egoísta y abrirse hacia los demás... pues abrazar a Cristo fue lo único que le faltó, vaya mierda de moralina. ¿Y a esto lo encuentran una genialidad...?
ResponderBorrarEn cuanto a Stephen Hawking citando la peli para desarrollar su teoría de cuerdas, pues no lo sabía. Y ya se me abrió el apetito por ver eso.