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domingo, 10 de junio de 2007

"Aguilas de acero" (1986).


-- "Iron Eagle". Estados Unidos. Año 1986.
-- Dirección: Sidney J. Furie.
-- Actuación: Louis Gossett Jr., Jason Gedrick, Tim Thomerson, Larry B. Scott, Caroline Lagerfelt, Jerry Levine, Robbie Rist.
-- Guión: Kevin Elders y Sidney J. Furie.
-- Banda Sonora: Basil Poledouris.

-- "Aguilas de acero" en IMDb.
-- "Aguilas de acero" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un vuelo de reconocimiento de los chicos de la USAF (United States Air Force) es derribado por un escuadrón de MIG-23. El Gobierno está conformado por un grupo de debiluchos que no se atreven a poner a los enemigos de la democracia en su lugar, pero para eso está el hijo de uno de los pilotos derribados. El joven es pendenciero y conflictivo, y se la pasa más tiempo en el simulador de vuelo (aprovechando sus contactos al interior de la base aérea) que en el cole, haciendo trabajo útil para la patria. Pero cuando sabe que a su padre lo van a matar, emprende una operación de rescate desesperada. Para eso, cuenta con el apoyo de un simpático coronel negrito, que decide arriesgar el cuello y su carrera militar porque, según él, respeta a su padre... Al coronelito negro, maldita sea si le importa algo la causa del chico, pero como éste demuestra ser un buen americano (es decir, odia a esos bastardos que se atreven a tocarle los cojones al Tío Sam), lo convence de ir. De manera que ambos se embarcan en sendos F-116 a meterle a los árabes un poco de decencia por la compuerta trasera, para que aprendan que con el glorioso mástil de la bandera americana no se juega, ya bastards...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En la Era Reagan florecieron las películas del fascismo americano, en géneros tan diversos como la acción ("Amanecer rojo") o la ciencia ficción ("El último guerrero espacial"). El patrón era siempre el mismo: América es la tierra dorada de las oportunidades, en donde vive la gente decente, y el resto del mundo, a freir monos, aunque se sintieran incómodos con las patudeces de los yankis, porque verán, si los americanos ganan, todos ganan, porque no hay mejor lugar en el mundo que América, y el que piensas distinto es porque es indecente, ¿nos comprendemos? "Aguilas de acero" sigue calcado este patrón. El american way of life justifica todo, desde violar la soberanía del espacio aéreo de un país enemigo hasta dictar embargos comerciales, y en un última instancia, robarse un bonito par de F-116 para matar civiles enemigos en represalia porque le han tocado el pelo a uno, apenas UNO, de nuestros boys. That's democracy! America... fuck yeah!!!

¿POR QUÉ VERLA?

-- A pesar de su contenido ideológicamente revulsivo, es de mérito reconocer que la película es entretenidíma de cabo a rabo. O sea, ya sabemos lo que nos llevan las películas nazis con un buen conteo de explosiones, balaceras y máquinas chulísimas, en donde los buenos y malos están claritos, sin tintas medias y sin complejidades argumentales. O sea, buenos a los que puedes adorar y malos a los que puedes odiar. Y los malos son realmente antiyankis, porque échenle un vistazo a todas las referencias, el enemigo es un país árabe con costa al Mediterráneo, en medio del desierto, y el mapa que muestran con el asunto de las 12-200 millas, pues bien sé, mis conocimientos de geografía están algo retrasados, pero es que ese paisito se parece mucho, pero mucho, a Libia (en ese tiempo gobernada por la sombra de Muammar Khaddafi, a quien por cierto Reagan ordenó bombardear ese mismo año 1986). Todo eso, condimentado con los tics propios del cine juvenil. O sea, un joven rebelde, pero que se da a entender que es rebelde no porque sí, sino porque es superior en su propio medio ambiente y se sofoca con la mala leche de sus rivales, música rockera glam-metal ochentera (¡tocan enterita "We're not gonna take it!" de los Twisted Sisters!), y hartas escenas con aviones de combate yankis, puestos de moda después de que se lucieran los F-14 Tomcat en la peli de Tom Cruise ("Top Gun"). Es probable que el señor Furie, que hasta ese momento no tenía ninguna perla en su currículum (lo más rescatable es "El ente"), y que tampoco volvió a tenerla, estuviera en sus días altos por aquel tiempo, o acaso la señora le daba sexo complaciente toda las noches. Como sea, se las arregló para parir este bebito entretenido, y eso se agradece (además de ser un testimonio histórico inapreciable del lo que significó la Era Reagan).

IDEAL PARA: Rememorar los tiempos en que ser patriota estadounidense no era una vergüenza, un demérito, o acaso un carcinoma del mundo libre.

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