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domingo, 27 de agosto de 2006

"Los piratas del Caribe: El cofre de la muerte" (2006).


-- "Pirates of the Caribbean: Dead Man's Chest" (título original en inglés), "Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto" (título en España). Estados Unidos. Año 2006.
-- Dirección: Gore Verbinski.
-- Actuación: Johnny Depp, Orlando Bloom, Keira Knightley, Jack Davenport, Bill Nighy, Jonathan Pryce, Lee Arenberg, Mackenzie Crook, Kevin McNally, David Bailie, Stellan Skarsgard, Tom Hollander, Naomi Harris.
-- Guión: Ted Elliott y Terry Rossio, sobre los personajes creados por éstos y por Stuart Beattie y Jay Wolpert.
-- Banda Sonora: Hans Zimmer.

-- "Piratas del Caribe: El cofre de la muerte" en IMDb.
-- "Piratas del Caribe: El cofre de la muerte" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En medio de un lluvioso día en el trópico, Elizabeth Swann y Will Turner sufren el destino de Edmundo Dantés: en vez de celebrar una radiante boda, deben ir a prisión. El pretexto es que han ayudado al pirata Jack Sparrow en la peli anterior, pero en realidad, el nuevo agente del gobierno inglés (o de la Compañía de Indias, que viene a ser más o menos lo mismo) tiene su propia meta: llegar hasta la brújula de Jack Sparrow, para desde ahí conseguir un valioso cofre que, sí, adivinaron, si por algo se llama así la película, le pertenece a un hombre muerto (¿cómo alguien que está muero puede ser dueño de algo, si está muerto? Pues bien, verán, es que en realidad es un undead, un no-muerto, un...). Will Turner parte a la cacería de Sparrow, quien, mientras tanto, se ha fugado por todo lo alto de una prisión. Otra vez al estilo Dantés: en el ataúd de un muerto. Así, Moisés Sparrow llega de nuevo al Perla Negra, a tiempo para enterarse de que el cruel capitán Davy Jones le anda persiguiendo para saldar una deuda. Y no es de esas deudas que uno paga un dinerillo, le embargan otro tanto, le sacan bienes a remate y quedamos en paz. Oh no, esta deuda es sobre almas y trabajos forzados, y esa clase de cosas. Turner da con Sparrow en una isla tropical plagada de caníbales, y desde alllí deberá comenzar la búsqueda del famoso cofre del hombre muerto, que esconde el misterioso secreto de Davy Jones, y de su lindo monstruito mascota, un calamar trugulento llamado el kraken, que se zampa barquitos como canapés y usa los mástiles de mondadientes. Y, por si no lo dijimos, es horriblemente baboso.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El cine de piratas es una venerable tradición de Hollywood: media carrera del legendario Errol Flynn se debe a sus roles de apuesto corsario inglés en constante guerra con los galeones españoles. Pero después el cine de aventuras de corte clásico pasó de moda, a medida que los efectos especiales iban ganando terreno en el cine, y la atención se fue desviando por tanto de las historias de corte histórico/aventurero a las sagas espaciales con bichos más acojonantes y mundos más extraños o surrealistas (léase "Viaje a las estrellas", "La guerra de las galaxias", "Superman", etcétera). El subgénero del cine de piratas parecía pasado a mejor gloria después de los magros resultados de filmes como "¡Piratas!" de Roman Polanski, o "La pirata" con la comandante en jefe Geena Davis. Pero el mar se volvió a poner de moda después del extraordinario éxito de "Capitán de mar y tierra: La costa más lejana del mundo", y especialmente de "Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra". Esta peli combinaba un saludable sentido de la aventura y el ritmo, como los mejores filmes del mencionado Flynn, con una labor de desmitificación que la hacía un producto entretenido y digerible. Y tuvo un éxito inmediato, y bien merecido. De manera que no podía pasar mucho tiempo antes de la secuela. ¿"Secuela", en singular, dije? ¡No! Desde que "La guerra de las galaxias" y "Viaje a las estrellas" impusieron la moda de las trilogías con segunda y tercera parte pegadas (léase "El imperio contraataca" con "El regreso del jedi", y "Viaje a las estrellas II: La ira de Khan" con "Viaje a las estrellas III: En busca de Spock"), que la maldición no nos ha dejado: ahí están "Mátrix recargado" con "Mátrix Revolutions", "X-Men II" con "X-Men III"... Y ahora, "Los piratas del Caribe" se suman. Sólo esperemos que no hagan Memento II y Memento III...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una más que entretenidísima secuela. No llega al nivel de la original, quizás porque no se esfuerza mayormente en remontar y consolidar la saga como tal, pero cumple sobradamente con lo suyo. Hay una historia un poco más enrevesada, aparecen casi todos los personajes de la primera, incluyendo varios secundarios, los hechos de la segunda son en cierta medida continuación lógica de la primera, y por tanto, se respira un aire de saga que la refuerza bien. Y todo eso, con el toque especial que Verbinski supo darle a la primera.

-- Nuevamente, el trío protagónico está a sus anchas. Johnny Depp roba un poco menos de cámara que en la otra, pero aún así está encomiable como el excéntrico Jack Sparrow. Will Turner, bajado del caballo de Legolas y salido del traje de cruzado de "Cruzada", ofrece un rol de héroe arquetípico, pero por eso mismo, muy funcional. Keira Knightley, un poco más viejita, retoma el rol que la hizo célebre y famosa (y por la cual ya no hace desnudos, snif). Jack Davenport, el prota de la versión inglesa de "Coupling", está casi irreconocible como el villano Norrington, incluso para quienes vieron la primera parte.

-- Davy Jones. Una buena película de aventuras debe tener siempre un villano de alturas. Y éste es uno de los grandes. Repasemos el currículum: se arrancó a sí mismo el corazón porque estaba enamorado, usa barbas de tentáculos, tiene una tripulación conformada por una legión de hombres mariscos salida de la mejor página de DC o Marvel Comics, su barco es capaz de sumergirse, es excéntrico y cruel, consume almas, y para rematarla, tiene a un calamar gigante triturabarcos de mascota. ¡Eso es un pedazo de villano! Por verlo a él en la tercera parte, hasta le perdonamos a esta segunda parte que dejara toda la historia a media marcha y en definitiva no resolviera nada.

-- Tiene secuencias por todo lo alto. La fuga de Sparrow parece una caricatura del nacimiento de héroe milagroso, saliendo de un ataúd en medio del mar, al mejor estilo Moisés. La fuga desde la isla de los caníbales es una sucesión de gags al mejor estilo de los Keystone Cops (pero sin tortazos; si no saben quienes son los Keystone Cops, vuelvan a la guardería, kids). La batalla final tiene sus momentos, aunque como la película queda a media marcha, para que haya una tercera parte, queda no demasiado bien resuelta. Pero el kraken sigue siendo un monstruito de lo más lindo.

-- A ver, el héroe se enfrenta a su lado oscuro y encuentra a su padre en el lado de los malos, el bribón sinvergüenza que le acompaña trata de robarle la chica, el villano tiene armas de destrucción masiva y es omnipresente, y la trama queda sin resolver... Yo he visto eso antes... ¡Ah, sí! ¡Es "El Imperio contraataca", pero en el Caribe! Y yo que decía que "La maldición del Perla Negra" era "La guerra de las galaxias" en el Caribe...

IDEAL PARA: Ver una película de aventuras que de verdad tenga aventura.

[ADDENDA: Posteriormente tuvimos ocasión de ver (¡glup!) y reseñar (¡argh!) la tercera parte, "Los Piratas del Caribe: En el fin del mundo"]...

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