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martes, 16 de febrero de 2016

"La marca del Zorro" (1920).


-- "The Mark of Zorro". Estados Unidos. Año 1920.
-- Dirección: Fred Niblo.
-- Actuación: Douglas Fairbanks, Marguerite De La Motte, Noah Beery, Sr., Charles Hill Mailes, Claire McDowell, Robert McKim, George Periolat, Walt Whitman (no ESE Walt Whitman, of course), Sidney De Gray, Tote Du Crow, Noah Beery, Jr., Charles Stevens.
-- Guión: Douglas Fairbanks y Eugene Miller, ambos sin acreditar, basados en el folletín "El azote de Capistrano" escrito por Johnston McCulley.
-- Banda sonora: William P. Perry o William Axt, según la versión.

-- "La marca del Zorro" en IMDb.
-- "La marca del Zorro" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

California, inicios del XIX. La nación vive bajo OPRESIÓN porque TIRANÍA porque MALDAD, etc. (la vieja pesadilla yanketa del miedo al poder del estado, de los milicos, del colectivo, etceterín etceterán). Pero UN HOMBRE se levanta contra LA MALDAD, un enmascarado que lucha para salvar a las víctimas de la opresión, envuelto en las sombras de la noche, un hombre que durante el día es un petimetre idiota que no calienta a nadie, pero durante la noche SIEMBRA EL TERROR EN EL CORAZÓN DE SUS ENEMIGOS. Y ese hombre es... ¡BATMAN! er, no... perdón... Ese hombre es... ¡LA PIMPINELA ESCARLATA! er... no... tampoco... perdón perdoncito... voy de nuevo... Ese hombre es... ¡PATOAPARATO! ¡¡¡NO, JODDDER, PERRRDÓN PORFAVORCITO!!! Ese hombre es... ¡EL ZORRO! Ya, ahora sí que sí. Bien, el caso es que un milico bruto dice que apenas agarre al Zorro lo va a voltear, pegar, brutalizar y sodomizar porque él's muuuuuu masho, y después de un ratito luciéndose, pues, ya sabes que no hablas del diablo sin que éste llegue, y... sorpresa. Llega. El Zorro himself. El milico merda se lleva entonces flor de humillación: le plantan la Z del Zorro, le sueltan un odre de a saber qué porquería encima, le dejan la ropa lista para el zurcidor japonés... ¿Quién será ese misterioso Zorro? ¡Ah, secreto...! (la peli lo juega como un misterio misterioso, pero joer, es casi como que Batman es Bruce Wayne, si el Zorro es Diego de la Vega, leñe, o han estao bajo una piedra en los últimos... 96 años. 97 desde el folletín). Ya, el caso es que, por un lado, tenemos a la familia Pulido, muuuuuu sangre azul ellos, pero arruinados porque OPRESIÓN y TIRANÍA y MALDAD. Y por el otro tenemos a Diego de la Vega, que es hijo de Alejandro de la Vega, un vejete harto de que su hijo sea tan flojo y repipi (aunque no vemos que le corte la mesada o el internéte, o lo meta al ejército pa' que sihaga hombre). El caso es que ambas familias ven con buenos ojos que Dolores, Lolita (sí, leñe, pero ejke el material es anterior a la novela de Nabokov, ¿OK?) se enargolle matrimonio mediante con el Diego de la Vega, unos por el money, otros porque HEREDEROS, de manera que Diego de la Vega visita a Lolita, y... no pasa ná. Que el hombre es más desabrío que pan de comunión. Pero a poco que el tipo se va, aparece otro galán diferente... ¡El Zorro! Y a la Lolita le comienzan las palpitaciones a mil (las del corazón, no las de otro órgano, panda de malpensaos). Pero, ¡ay!, el jefe de los milicos también le queda gustando la Lolita, y se la quiere puro FFFFFFFFFFFF... ya saben. ¿Conseguirá el Zorro ganar el amorcito de su amorcito, y liberar de paso a California de la opresión del Gobierno gobernoso...? Vamos, ustedes se saben la respuesta, ¿no?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Cuando niño, uno piensa que el Zorro ha estao más o menos ahí desde el inicio de los tiempos. Bueno, por lo menos desde inicios del XIX, que es una especie de leyenda popular como los mitos griegos, el rey Arturo o Michael Jackson. Y... no. El personaje nació en un folletín de 1919 escrito por un tal Johnston McCulley que, para mayor insulto, ni siquiera tenía "Zorro" en el título, sino que se llamaba "El azote de Capistrano" ("The Curse of Capistrano"). Si se leen el material inicial (reeditado como novela en 1924, cuando ya el Zorro era personaje de probado éxito, ahora con un nuevo título: "La marca del Zorro"), se llevarán una sorpresa. Porque además de que no nos revelan la identidad del héroe hasta el último capítulo (seriously), además el Zorro de la novela original usa máscara completa y no antifaz, usa poncho y no capa, y si bien hace uso de su espada, la alterna sin complejos con una pistola (aunque, admitámoslo, era una pistola tipo trabuco, las de la época, o sea, no el colmo del poder de fuego, que las pistolas vinieron a ser armas fiables recién con la aparición del Colt a mediados del XIX), y todo eso, además de que al final de la novela original, al Zorro lo desenmascaran y por lo tanto su identidad no es un misterio para nadie (cosa que, después, en las secuelas, donde digo digo diego de la vega, y listo, toos ignoran después quién es el de la Z). El caso es que la novela le gustó a Douglas Fairbanks, actor que por esos años estaba fastidiado de que le llegaran puros roles de galán, y quiso ensayar algo distinto. En el mismo 1919 en que había sido publicado el folletín original de McCulley, Fairbanks había unido fuerzas con otras dos megaestrellas de la época, Charles Chaplin y Mary Pickford, y entre los tres se habían independizado de la OPRESIÓN y la TIRANÍA y la MALDAD de los estudios fundando su propio estudio OPRESIVO, TIRÁNICO y MALDADOSO: United Artists (la misma que se fue a pique con "Las puertas del cielo" en 1980, sí, ésa). El estudio lo estaba haciendo bien, pero le faltaba un gran hit que lo consolidara. El caso es que Fairbanks, queriendo probar algo nuevo, como decíamos, compró los derechos del folletín, como decíamos, y los hizo peli. Esta peli. ¿Resultados? Exito clamoroso. Tanto, que además de asegurar el futuro de United Artists durante las siguientes seis décadas, esta peli fundó prácticamente de la nada todo un nuevo subgénero hollywoodense: las pelis de espadachines. Y eso, por no hablar de que le dio carta de naturaleza en la cultura popular a este por entonces novísimo personaje, y consolidó el estatus de Fairbanks como lo más chupi de lo más chupi. "La marca del Zorro" de 1920 entonces (porque existe un remake, "La marca de Zorro" de 1940 con Tyrone Power, para que los quejicas sigan con la cantinela de que "ahora se hacen muchos remakes", y ya ven que hace tres cuartos de siglo atrás), "La marca del Zorro" de 1920, decíamos, es una de las pelis más seminales en toda la historia de Hollywood, y del cine en general (porque existe cine fuera de Hollywood. Juro por Bastetcita santa que sí. Créanme por favor, y que se mueran mis calumniadores si no es cierto. De hecho, es tan cierto que HASTA HEMOS POSTEADO SOBRE PELIS NO JOLIVUDENSES ACÁ EN CINE 9009), y en general, es una peli que se ha ganado con justicia el título de clásico indiscutido en el cine. ¿Qué tanto? Pues bien, no sólo la idea del héroe enmascarado sin superpoderes que lucha por la justicia mientras finge ser un rico idiota sangre horchata en las venas será retomada con Batman (entre otros) sino que además, en la versión clásica del personaje... ¿no adivinan qué peli es la que fueron a ver en la fatídica noche en que se cargaron a los papis Wayne? Exacto, ésta peli. Y eso no es coincidencia.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos por lo más obvio: ¿es una buena peli sobre el Zorro? Porque se pueden hacer buenas pelis sobre el Zorro como "La máscara del Zorro" dirigida por Martin Campbell en 1998, y pelis del Zorro que den asquito como su secuela "La leyenda del Zorro" dirigida por Martin Campbell en 2005. Es decir, ¿estamos frente a una buena adaptación del personaje? La respuesta, curiosamente, es... sí... y no. Por un lado, es quizás la versión más fiel a la novela original (bueno, al folletín original, compendiado como novela DESPUÉS de que la peli se forró... ya me entienden). Esta peli incluye prácticamente todas las incidencias de la novela original, de manera algo abreviada (obvio), pero respetando el argumento con escrúpulos casi religiosos, toda una rareza en un Jólivu que transforma las historias de base en un defecadero en donde se cagan primero los guionistas, luego los productores, luego los directores, luego los actores, y luego los editores. Algunos detalles de importancia son cambiados (desaparece un villano, Monasterio, y es sustituido por el gobernador, en un personaje substancialmente diferente, además de que es la primera vez que el Zorro tiene un sirviente mudo), pero el resto está casi intocado. De hecho, esta es quizás la única versión de la historia del Zorro que pueden ver y enterarse de que va realmente la novela, sin haber leído la novela original, mientras que otras pelis, series de TV, culebrones y anime del Zorro (porque lo hay: "Kaiketsu Zorro", que como no he visto, no sé cuántos tentáculos incluye), las otras adaptaciones, decía, tienden a tomar los personajes básicos e inventarse todas las peripecias. Por el otro, la propia caracterización del Zorro cambia respecto de la novela original: en esta peli el Zorro ya no usa poncho sino capa, y usa antifaz en vez de máscara completa... Pero por otra parte, la caracterización del Zorro en esta peli es tan icónica, que terminó definiendo al personaje mucho más que la novela original, de manera que esta peli sí es fiel al personaje... porque esta peli creó su caracterización actual saltándose a la torera los detalles de la novela. (Eso sí, un detalle de esta peli no quedó en la cultura popular: en esta peli, el Zorro fuma como carretonero. En nuestra moderna cultura de cortarle los cohóne a cualquier personaje usando tabaco en una película, ver al Zorro despachándose porrito sí y porrito también con casquivana alegría, es algo entre asombroso e hilarante de ver).

-- ¿Es una buena peli de aventuras? Porque, vale, esta peli definió el cine de espadachines tal y como lo conocemos hoy en día, pero ya sabemos lo que pasa en estas circunstancias, que después vienen los imitadores, y lo que tenía de original la peli se pierde. Como pasó con "Superman" de 1978, peli asombrosa en sus días, pero que hoy en día ha perdido fuerza no porque sea mala o haya quedado superada (los FXs del "Superman" de 1978 siguen siendo bueno incluso hoy, lo que es decir), sino porque otras pelis de superhéroes han partido de ahí y han levantado tanto la vara, que las nuevas audiencias pueden buenamente preguntarse qué le veían los abuelitos al boy scout volador de Christopher Reeves. En cuanto a esta peli... por un lado, es cierto, tenemos un producto de los 20s, del cine mudo, y eso significa por supuesto algunas cosas: banda sonora con pianola, ausencia de diálogos hablados (todo con tarjetas, para que nos entendamos), la clásica noche americana en donde las escenas nocturnas se ruedan de día pero con filtro azul, y sobre todo, la sempiterna costumbre jolivudense de la época de rodarlo todo, lo que se dice TODO, en estudios (y claro, los exteriores siguen siendo los exteriores, pero para que no se note que en realidad es todo un gigantesco estudio, la cámara casi no debe moverse respecto de dos o tres paredes, lo que resulta algo molesto en el mejor de los casos, y claustrofóbico en el peor, y muy poco realista en cualquiera). Pero por el otro, tenemos excelencia allí donde importa: los duelos a espada. No en balde, Douglas Fairbanks es uno de los más grandes espadachines que ha parido Jólivu, y eso, en esta peli lo hace notar, y con fuerzas. Ayudado porque en la época no existía la actual y molesta costumbre de meter corte literalmente a cada segundo, para saturar de imaginería al respetable, con lo que toda la fisicidad de la axión se pierde (porque si al editar metes corte a cada segundo, entonces no tienes una sola secuencia de un minuto sino 60 microfragmentos en ese mismo tiempo, y en eso, se pierde el dimensionar el real esfuerzo físico del personaje). Acá vemos a los tipos realmente correr de un lado a otro del escenario (bueno, el set tampoco es que sea tan grande, ya me entienden, pero igual). Las acrobacias de Douglas Fairbanks cortan el aliento incluso hoy, y más aún cuando se considera que el jodío no usaba stunts ni ná: lo que estás viendo, es que si el desgraciao cae mal, CRAC su hueso o se quiebra el cuello y adío mondo cane, por lo que más nos creemos que el Zorro es lo más de lo más, porque estamos viéndolo jugarse literalmente el pellejo a cada stunt. En ese sentido, la traca final de axión, con el Zorro siendo perseguido por un pelotón de stormtroopers (bueno, soldados ezpañóleh, pero ya me entienden), sigue siendo cine de axión del mejol. Yo no abogo por volver a lo que era el cine de la época porque para algo hemos inventado mejores métodos técnicos de contar tales o cuales historias, pero en algunos aspectos, pedorros como Michael Bay o Zack Snyder harían bien en revisitar a estos clásicos y aprender un par de cosiacas acerca de cómo se rueda el cine de axión, que no en balde el sr. Fred Niblo que dirigió esta cosa, tiene entre sus créditos también el "Ben Hur" de 1925 (la peli más taquillera de su año, junto con "El gran desfile"), "Los tres mosqueteros" de 1921, la original "Sangre y arena" (no el horroroso remake con Sharon Stone) y "La dama de las camelias" de 1926. Porque esta peli consigue lo que el moderno cine de axión no: que sintamos de verdá como el jovencito suda la camiseta en estas escenas. Ya sólo por esto, además de su valor arqueológico, es que esta peli debería ser revisitada por cualquiera que le guste el cine de axión y aventuras del bueno.

IDEAL PARA: Ver el clásico abuelito del moderno cine de aventuras y de acción.

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