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domingo, 9 de agosto de 2015

"Blue Jasmine" (2013).


-- "Blue Jasmine". Estados Unidos. Año 2013.
-- Dirección: Woody Allen.
-- Actuación: Cate Blanchett, Alec Baldwin, Louis C.K., Bobby Cannavale, Andrew Dice Clay, Sally Hawkins, Peter Sarsgaard, Michael Stuhlbarg, Tammy Blanchard, Max Casella, Alden Ehrenreich.
-- Guión: Woody Allen.
-- Banda Sonora: larí-larí-lará, es una Allen-Movie, nadie se espera un soundtrack bombástico aquí, ¿no?

-- "Blue Jasmine" en IMDb.
-- "Blue Jasmine" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

A bordo de un avión, Cate Blanchett, muuuuuu mija ella a sus cuarentialgos, le da la tabarra a una pobre señora que ha tenío la desgracia de sentarse al lado de ella. Infierno para ella, bendición para nosotros, porque así nos enteramos algo del trasfondo del personaje. Ella era de la alta, socialité, blablablín blablablá, y ahora que está en desgracia, viaja a la casa de su hermana a ver si la puede alojar y tal. Porque la peli sigue una estructura como medio extraña. O sea, salta entre dos líneas temporales, la del PRESENTE en donde la Cate Blanchett está arruinada completa (o sea, económicamente, su personaje, que la Cate en sí está cada vez más ultraMILF en los últimos años), versus el pasado en donde ella estaba casada con Alec Baldwin. El caso es que en el presente, la hermana la recibe y atiende y too porque, bueno, la sangre es más espesa que el agua y otras mariconadas como ésa, así es que la Cate Blanchett que es una pesá y too, consigue así alojamiento. La hermana, abandonada y olvidada mientras la Cate Blanchett era rajamillonaria, vive en un cuchitril que califica como EL MUNDO REAL en vez de esa gente clase media que sólo existe en las pelis. En flashback por su parte, vemos que cuando la hermana estaba casada y el marido (o sea el cuñao de la Blanchett) se ganó un premio destoquello, el marido fue y le dijo "oye, lo que piensas hacer de invertir en tu propia empresa y tener algo SÓLIDO, mira, esas son mariconadas de cabrón cobarde, tú que eres un MACHO RECIO, pues lo que tienes que hacer es pasarme el dinero y yo lo meto en acciones y bonos, y bueno, ahí te vas a forrar mucho más Y SIN TRABAJAR". Sucede lo que puede predecir cualquier persona que no tiene la cabeza metida en el culo de la prensa facha de que LA ECONOMÍA VA MUY BIEN: que el concuñao se fusila too el dinero, mientras sigue viviendo a lo gigante, después ¡ups!, es que las inversiones no funcionaron todo lo bien, perdiste tu dinero, HAHAHÁ, bueno, alégrate macho, al menos lo intentaste, y ahora que no tienes dinero, bueno, adiós mondo cane, anda a vivir tu vida de pobre y triste loser perdedor por ahí y no manches con tu culo grasiento los tapices de los asientos de nuestra gran mansión, zankiuverimách. ¡Ah! A todo esto el Alec Baldwin no solamente mariconea a la familia de la señora, sino que además a la señora misma (no, no lo hace por la puerta trasera, o si lo hace, la peli al menos lo pasa en puntillas), porque se la pega con otras señoritas agraciadas que están, bueno, para eso, para qué quiere uno dinero si no puede uno después joderse a cuanta hembra pase por ahí. Que quién tiene dinero anda siempre lozano, y todo el mundo se muere por besarle las manos. En EL PRESENTE, mientras tanto, la Cate Blanchett muy pesá ella, va y le dice a la hermana que hola coteá, estoy en bancarrota, pero para venir a vivir aquí, viajé en primera clase, o sea, linda, ¿ya? Y la Cate bebe vodka como... como una cosaca justamente, a pesar de venir del otro hemisferio del mundo (la actriz, no el personaje, claro), toma pastillas porque tiene tal o cual problema de ataques y crisis de pánico y tal... Y ahora tiene que hacer lo que todo CLASE MEDIA tirando para POBRE RATÓN debe hacer en el mundo. BUSCARSE UN TRABAJO. De manera que atenderá primero la consulta de un dentista, y entonces tendrá que hacer lo que jodía en la vida había tenido que hacer: ESTUDIAR. ¡Ah! Todo eso salpimentado con flashbacks de la vida pasada, o mejor dicho de la VIDA a secas, porque en ese tiempo era rica, y ningún pobre tiene VIDA, joder. ¿Conseguirá nuestra antiheroína adaptarse a su nueva vida, encontrar su propósito y en general terminar con buenrollito la cosa? ¿O acabará de joderla? Vea la peli para enterarse.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Resulta casi abracadabrante que en 2013 hayan confluido dos grandes cineastas, Martin Scorsese y Woody Allen, en abocarse al tema de la crisis económica y lo tiburones que son los cabrones de Wall Street. Alguna vez símbolo del exitismo (véase "El secreto de mi éxito" para una versión traga-sin-escupir, y "Wall Street" para la versión crítica del asunto), después del colapso financiero de 2008 se han transformado en las bestias negras del mundo. Han salido por supuesto las pelis acerca de que los tipos podrán ser unos cabrones, pero también tienen su corazoncito ("In the Air" con George Clooney, "Mentiras mortales" con Richard Gere, y otras pelis artísticas-pero-ñoñoconservadoras por el estilo...). Y ahora en 2013 han salido dos acorazados de peso dreadnought, sintomáticamente por parte de dos cineastas clásicos del siglo XX, a quienes nadie confundiría como creadores de cine de denuncia política. No es que Scorsese o Allen de pronto hayan recordado alguna clase de compromiso social, que el arte se haga con el puño el alto compañierou o algo así. En realidad su enfoque es más lateral, e irónicamente por lo mismo más incisivo y al hueso. Tanto Scorsese como Allen, cada uno con su propio estilo y desde su propia vereda, tienen una visión bastante desesperanzada de la condición humana, y como resultado su cine es en general sórdido, muy sórdido. "El lobo de Wall Street" y "Blue Jasmine" funcionan así como pelis complementarias. Es como si ambos se hubieran puesto de acuerdo para guionizar y filmar una borrachera, sólo que "El lobo de Wall Street" es sobre la borrachera en sí, y una breve coda sobre la resaca, mientras que "Blue Jasmine" es el grueso sobre la resaca, y la borrachera se visualiza sólo a través del tinte del flashback. Woody Allen ha tenido un siglo XXI complicado, en donde a ratos pareciera haber sido un cineasta sin mucho más que decir, y a ratos sacándose peliculones de debajo de la manga como "Match Point", "Vicky Cristina Barcelona" (peli odiada por la manga de idiotas que no entendieron el sarcasmo) y "Medianoche en París". Después de la recepción más bien fría de "A Roma con amor", volvió a recuperar el músculo. Contratando a Cate Blanchett, lo que mejora todo, porque a la Cate podrían ponerla a leer la guía telefónica y levantaría la peli lo mismo. Bueno, la Academia por una vez tuvo juicio y la recompensó con el Oscar a la Mejor Actriz, el primero en dicha categoría y el segundo en su carrera (irónicamente el primero, Mejor Actriz de Reparto, se lo llevó a las órdenes de... Martin Scorsese, como Katherine Hepburn en la por otra parte olvidable "El aviador"). En un año brutalmente difícil porque lidiaba contra Amy Adams en "La estafa americana", Sandra Bullock en "Gravedad", Judi Dench en "Philomena" y Meryl Strip en "Agosto". Recaudó 95 millones, una mugre comparado con los blockbusters, pero considerando que costó 18... (¿el bolso bonito que usaba Cate Blanchett? Prestado a la producción, porque el presupuesto no daba para comprar uno de marca, figúrense). Y en muchos sentidos, ya un clásico dentro de la filmografía alleniana. Porque no hay que dejarse llevar por el esnobismo de que "en mis tiempos sí que el Allen sabía rodar". Woody Allen ha tenido sus altas y sus bajas, y a veces años completos de andar a la baja, pero no es un cineasta en decadencia ni mucho menos. Ha cambiado algo, ha evolucionado un poco, ha envejecido, pero cuando se deja caer con pelis musculosas, lo hace con todo.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta peli no deja de ser un tanto desconcertante. Woody Allen nos tiene acostumbrado a sus ricachones millonarios de Nueva York esnobs, criticados por su frivolidad pero en general con un trato benigno. Ese buen rollito desaparece aquí. No es que de pronto Allen se haya vuelto un sicótico ávido de destrozar a sus personajes. En realidad, la peli sigue teniendo el mismo estilo que ha desarrollado desde siempre, de comedia ciertamente amable y más enfocada en la comedia de situaciones que en la risotada fácil. Lo que cambia es el retrato de los millonarios aquí. No es una peli sobre la élite intelectual de Nueva York, sino sobre la gente en el mundo de las finanzas. Sobre lo cabrones malparidos que son, sobre lo corruptos hasta la médula en que están. Y el ataque realmente a la yugular es mostrarnos cómo el estilo de vida los marea y corrompe hasta transformarlos en gentes que... bueno, apliquemos calificativos. Narcisistas. Corruptos. Egomaníacos. Explotadores del prójimo. Manipuladores. Egoístas. Rastreros. Pero que andan toda la vida con carita de buen rollo y qué pobre víctima soy, compadézcanme porque no me puedo comprar un Gucci. El caso es que Woody Allen disfraza todo esto de falsa simpatía para que el espectador avisado, alejándose un poco de estas gentes y viendo el panorama de conjunto, termine arribando por sí mismo a las conclusiones necesarias: que son unos mala clase de cuidado. Que el personaje de Cate Blanchett no pueda encajar en su nueva vida de clase media es una fuente fértil de comedia a costa de la pobre... hasta que reparamos en que ella misma tampoco es que ponga mucho de su parte para que las cosas funcionen. A lo largo de la peli vemos como el largo porrazo y caída, lejos de esas pelis con moralina de Hollywood en donde "ahora sí sé lo que se siente, voy a ser mejor persona y redimirme", sólo la endurece en su posición de "soy especial, sálvenme". Pareciera que fuera a ser así, en la primera mitad a lo menos, pero luego ella inicia un romance, y ¿cómo empieza a construirlo? Con mentiras, por supuesto. Y ahí vemos de manera descarnada que a ella, lo mala gente es casi genético. La estructura de saltos en dos líneas temporales, el presente y el pasado, tiende a confundir un poco al inicio, y cuesta acostumbrarse durante la primera media hora de peli, pero lo que podría ser un defecto en manos de un guionista o director menos experimentado o talentoso, consigue justo el efecto que Woody Allen quiere imprimir: generar distanciamiento en el espectador, que evitemos el compromiso emocional a concho para ver la situación de una manera panorámica y global, y reflexionemos más sobre ella en vez de que nuestras emociones o nuestra potencial simpatía por la prota nos nublen el juicio. Ya casi al final (((SIN SPOILERS))) nos encontramos con una revelación brutal, en donde todas las piezas terminan por fin de encajar. Woody Allen no ha emitido un solo juicio moral, pero mostrándonos los hechos puros y crudos, nosotros mismos hemos llegado a la conclusión por él. Por supuesto que no puede considerarse que la peli de Allen sea "sobre la crisis económica". No faltan los idiotas que le han criticado que la peli no se moja lo suficiente, o el rollito comedia amable que se gasta. Eso es no haber entendido ni la peli ni lo que Allen quiso hacer con ella. Esta peli no es sobre la crisis económica en sí, ni siquiera es sobre una crisis económica o el capitalismo en particular, sino sobre algo más profundo: de cómo cierta mentalidad, cierta manera de ver el mundo, gatilla ciertas conductas antisociales, y de cómo esa condición psicológica se conecta con el desprecio y el maltrato de ciertos seres humanos sobre ciertos otros seres humanos. Dentro de eso, la crisis económica es sólo un síntoma de algo peor, de cómo las personas en sí son más egoístas y corruptas de lo que suele pensarse. Y eso, esta peli lo consigue transmitir con maestría.

-- Cate Blanchett. Se ha dicho cincuenta millones de veces, pero hay que repetirlo. La chica se echa la peli al hombro y corre la maratón con ella, y llega a la meta primera y sin despeinarse. Parte importante de por qué "Blue Jasmine" funciona, es cómo ella consigue tomar un personaje altamente repelente, y hacerlo hasta simpático. Su actuación consigue que no la veamos como una heroína-pobrecita-ella, ni como una villana-quémenla-en-la-hoguera, sino como un ser humano demasiado condicionado por un pasado, una mentalidad y ciertas circunstancias de vida para poder hacer nada mejor. La actuación de la Blanchett es el grueso de la peli, y es una de las mejores actuaciones femeninas que he visto en años.

IDEAL PARA: Ver un certero retrato de la pobreza moral de cierta gente rica.

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