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domingo, 15 de marzo de 2015

"El francotirador" (2014).


-- "American Sniper" (título original), "Francotirador" (título en Argentina y México). Estados Unidos. Año 2014.
-- Dirección: Clint Eastwood.
-- Actuación: Bradley Cooper, Sienna Miller, Max Charles, Luke Grimes, Kyle Gallner, Sam Jaeger, Jake McDorman, Cory Hardrict, Navid Negahban, Eric Close, Eric Ladin, Rey Gallegos, Kevin "Dauber" Lacz, Brian Hallisay, Ben Reed, Elise Robertson, Keir O'Donnell, Marnette Patterson, Leonard Roberts, Sammy Sheik, Mido Hamada.
-- Guión: Chris Kyle, Scott McEwen y James Defelice, basados en el libro de Jason Hall.
-- Banda Sonora: Joseph S. DeBeasi (música adicional).

-- "El francotirador" en IMDb.
-- "El francotirador" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Las tropas yanketas se pasean por las calles de Mierdistán, y ya se sabe cómo es esto: moro que aparece, es moro que quiere darte bazuka y después recoger tus restos para tener un festín caníbal, así de salvajes son. Tenemos a un francotirador que está en la duda: aparece una mujer ataviada con la burja, con todas las credenciales de que va a DEFENDER SU PAÍS (joer, de pronto el héroe se me antoja bastante menos héroe), a cuyo lado sale un pergenio mugroso tipo Oliver Twist pero en moro, que parece que van a disparar, parece que van a disparar... Nuestro francotirador suda frío, porque: 1.- Dispara y era, héroe de guerra, 2.- Dispara y no era, corte marcial (seriously?), 3.- No dispara y era, bye-bye a sus camaradas, 4.- No dispara y no era, no pasa ná, masho. Vemos el dedo en el gatillo, el dedo en el gatillo, apretando, apretando, ¿disparará? ¡¡¡EL SUSPENSO ME ESTÁ MAT...!!! ¡¡¡BANG!!! Cae un venado muerto. ¿Eh? ¡Que me hacen trampa! Yo quería saber en qué terminaba la otra escena, ¿¿¿Y TENEMOS UN MUGROSO FLASHBACK EN REEMPLAZO??? Joer, esto va a ser de esas pelis de CÓMO LLEGAMOS HASTA AQUÍ... Crap. El caso es que vemos a un American Dad criando a sus hijos American' style. O sea, AMARÁS A AMÉRICA, DEFENDERÁS AL DÉBIL, todo eso A CORREAZO LIMPIO, joer, que con los valores no se juega. Pasa el tiempo, y nuestro joven correazado crece hasta transformarse en la encarnación máxima del masho yanki: cowboy de GÁNESELA AL TORO. Lo que no impide que la chorba que se echa encima le ponga cuernos y too, total, para trabajar con animales cornudos, nada mejor que ser uno, ¿verdá? El caso es que de pronto ve por la tele que los moros están HACIENDO ATENTADOS TERRORISTAS. Y nuestro héroe toma la decisión viril de ir y reclutarse. Ah, entre medio se echa una fembra que, no negaremos que está wena (Sienna Miller a sus tretitrés regalándonos escena de lencería negra de encaje y... qué... ¿no puedo darme el lujo de ser frívolo, acaso?), está wena, digamos, pero buena también pa' llorar como ella sola. Porque ejque óigale, la criatura va y se casa con un soldao, y después se queja de que'l soldao se va pa' la guerra y que se lo pueden matar, si hay que ser tonta como una regadera... El caso es que volvemos a la escena del comienzo, resolvemos el cliffhanger de si disparaba o no, y la verdá, ejke la escena tampoco aportaba mucho, tanto suspenso pa'ná. En fin. El caso es que comienza la vida en el frente de batalla, su camino para convertirse en francotirador, blablablá. Y, ¡ah!, se supone que está basado en hechos reales, así es que spoilers a mansalva a partir daquí, porque bueno, está en los libros de historia, después de todo, kids...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

"Necesitamos un nuevo Vietnam para adelgazar sus filas", decía Bart Simpson. Deseo cumplido: el XXI lleva ya dos guerras para los Yueséi, la de Afganistán y la de Irak. A cual más catastrófica que la otra. Dejemos de lado el costo en vidas humanas, que ha sido notablemente menor que Vietnam y la WWII que son las otras dos guerras épicas yanketas (como buenos capitalistas neoliberales, han hecho que el costo humano se lo banquen otros, en concreto la morería). Lo cierto es que la guerra hundió a los Yueséi en el desprestigio internacional, les ha costado un churratazial de dinero, y desbarajustó el mapa internacional a tal punto, que ahora hay un califa a punto de cerrar la llave del petróleo del mundo. Así se hace, tarados. Como de costumbre, a Jólivu se le ha hecho la picha chica tratando de digerir eso, que muuuuuu triunfalistas son en la ficción, pero con la realidad suelen tener problemas. Hasta la fecha, la peli más exitosa, no sé si en taquilla pero sí en reconocimiento, es "The Hurt Locker", que no en balde le birló el Oscar a la Mejor Peli in-ya-feis a James Cameron y su "Avatar". ¿La clave del éxito? Rodar una peli sobre Irak que no se refiriera a Irak en lo absoluto (en realidad, como comentábamos acá en Cine 9009 en su día, "The Hurt Locker" es una peli sobre la temática recurrente de la Bigelow, que es la drogadicción, y que el asunto vaya de Irak es más bien incidental). Media década después viene el siguiente asalto a la taquilla, a cargo de Clint Eastwood. En un proyecto que inicialmente iba a dirigir Steven Spielberg, aunque ya sabemos el historial que tiene Stivi en los últimos años de anunciar que va a rodar tal y cual cosa, y al final ná (y probablemente salimos ganando, porque el Spílber le baja todo el ñoño cuando se mete con hechos de la vida real). Y que iba a protagonizar... Chris Pratt. Los estudios WB dijeron que weno-yá, pero me la protagoniza Bradley Cooper, porque a ese Chris Pratt, ¿quién leñe lo conoce? (todavía no rodaba "Guardianes de la Galaxia", por supuesto). ¿Resultados? Más de 500 millones de los green en el bolsillo, la peli bélica más taquillera de todos los tiempos en números absolutos (batiendo el récord de "Salvando al soldado Ryan" y sus 481 millones, aunque ésta conserva el récord si se hacen los ajustes por inflación), y la peli más taquillera de Clint Eastwood. Además de una buena recepción crítica. En lo único en donde fue a patinar, es que fue nominada a seis Oscares, incluyendo Mejor Peli y Mejor Actor, y terminó ganando apenas Mejor Edición de Sonido, que es más o menos como si inauguras un restorán, todos lo adoran, la crítica gastronómica te alaba, te postulan a Restorán del Año en los Premios Restorán, y al final te llevas la estatuilla al Restorán con Mejor Acústica. Pero no siempre se puede ganar. Y de todas maneras, sigue sin estar mal para un cineasta que ya está llegando a las ocho décadas y media (seriously), cuya última peli no la vieron ni las bacterias que se quedan profitando de las bebidas derramadas en el interior del cine ("Jersey Boys", y cuando decimos no verla, ni siquiera acá en Cine 9009 la vimos, y eso que nos hemos bancado todo el Eastwood del XXI), y que lo último que recordábamos de él, era el espectáculo alzéimer que dio hablando con una silla vacía en donde veía a Obama.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Clint Eastwood hace muy bien lo que todo viejo ha refinado en una vida entera hasta convertirlo en un arte: cagarse a gusto en todo. Después de una racha de triunfos que culmina en "Gran Torino", el tipo va y rueda un biopic así de ná ("Invictus"), luego una peli de tintes sobrenaturales ("Más allá de la vida"), luego un biopic de un tipo demasiado opaco para sacar de ahí un buen biopic ("J. Edgar"), y finalmente una peli sobre una banda musical hoy en día olvidada ("Jersey Boys"). O sea, nada que lo relacione con la dureza del Spaghetti Western o con "Harry el Sucio", sus roles más icónicos. Y cuando va y rueda una sobre la Guerra de Irak, ¿qué rueda? Según los Yueséi, la peli patriotera definitiva sobre cómo los americanos le pusieron las peras a cuatro a los irakíes, que no se los puede dejar solo, leñe. Según el resto del mundo, un bodrio que comete el pecado imperdonable de GLORIFICAR la invasión militar más cuchufleta que el mundo ha visto desde la instalación del Estado de Israel (y vino una más cuchufleta después todavía: la de Crimea por Rusia contra Ucrania en 2014). Pero en verdad, ¿qué ha rodado Eastwood? Cualquiera que conozca su filmografía con dos dedos de frente, sabe que la respuesta no es ninguna de las anteriores. Porque esta peli sigue la estela de "The Hurt Locker" en el sentido de no ser una peli política acerca de la Guerra de Irak, sino de tomar ésta como trasfondo para un planteamiento bien diferente, en concreto la psicología del soldado, y más genéricamente, del espíritu yanketa. O si se quiere, una exploración o análisis de qué define lo yanketa y sus credenciales para ir a imponer la democracia a balazos en el resto del mundo. La respuesta eastwoodiana es tan cínica y desencantada como lo esperábamos. Porque hay quienes ponen bastante énfasis en que en la peli, todos los SEAL y todos los héroes son buenos y tal, y todos los moros son malos, y por ende, es una peli maniquea y una lamida de glande en pleno al Fascismo Imperialista Americano (TM). Olvidándose de que la peli viene enmarcada con un prólogo y un epílogo que, sin ser demasiado extensos, ponen esto en un contexto bastante diferente. El prólogo nos hace una pregunta: ¿qué clase de pringao es tan tarao que se cree eso de que los Yueséi tienen un derecho sagrado e inalienable de ir a sodomizar a otras naciones, sin que otros los sodomicen de vuelta? Y la respuesta es: un pringao de pueblo pequeño, sin mayor educación, un simplón a quien todas las ideas políticas le llegan por la retórica de los modernos medios de comunicación de masas, y cuya idea de respetar la tradición yanki le ha venido inculcada literalmente a correazo limpio. Es decir, la peli nos está diciendo casi desde el minuto uno que el prota no es un héroe ni mucho menos. Incluso hay una cierta ironía en que la peli se llame "El francotirador" ("Francotirador americano" sería una traducción más adecuada), y el jodío se pase la mitad de la peli no siendo un francotirador, que se supone deben permanecer a distancia cubriendo a sus compañeros fusil en mano, sino entrando a las casas a hacer un trabajo que, admitámoslo, sus compañeros pueden hacer mejor, y por tanto devaluándose profesionalmente en el camino. La historia misma de la guerra sigue el guión estándar de Jólivu, de los buenos bem buenos y los malos muito malos, pero este planteamiento maniqueo en realidad sólo resalta aún más lo ficticio del patrioterismo yanketa mal entendido de los blockbusters tipo Michael Bay, después de habernos mostrado que el jovencito en realidad no es un héroe. La peli no se preocupa en dibujar a los musulmanes como personajes, y esto parece ser a propósito. Aunque hay un guiño interesante: el francotirador enemigo, el malo, es un atleta olímpico, es decir, un tipo dedicado en cuerpo y alma a mejorarse a sí mismo como persona y ser humano, que ha tomado la decisión consciente de luchar por los musulmanes después de haber sido agredidos, mientras que el prota es un cowboy paleto que se cree todo lo que le dicen los mass media. Por eso la peli no termina allí donde debería acabar todo blockbuster jolivudense promedio, que es con la derrota del villano y un breve epílogo lacrimoso estilo "Salvando al soldado Ryan" o "Pearl Harbor" (a la que tuvieron que impostarle el ataque a Tokio porque si acababa en Hawai, los yanketas iban a salir del cine deprimidos), sino con una extensa coda en donde se nos narra el absurdo y el sinsentido de la vida del prota después de haber salido de la guerra, y que remata por supuesto en (((SPOILER DEL FINAL, LEÑE, SPOILER DEL FINAL))) una muerte que resulta tanto más trágica por lo absurda, asesinado por un antiguo camarada de armas al que pretendía ayudar, en un comentario acerca de cómo la máquina de la guerra devora a sus hijos y sigue marchando incólumne adelante. (((FIN DE LOS SPOILERS))). Eastwood no es un extraño al cine bélico. Su obra maestra en este sentido es quizás el díptico de "La conquista del honor" y "Cartas desde Iwo Jima". Pero incluso en pelis en apariencia más triunfalistas como "El guerrero solitario", hace algunos planteamientos bastante crudos acerca de lo que significa luchar por la patria, y examina de manera bastante interesante lo que significa el heroísmo, deconstruyéndolo hasta lo esencial y casi eliminándolo del mapa. "El francotirador" es la adecuación de las ideas eastwoodianas sobre el patrioterismo barato y sobre la guerra, a un contexto del siglo XXI, y por lo tanto, un lúcido comentario no acerca del amor a la Patria, sino de la manera descarriada en que dicho amor puede ser vertido.

-- Toda la larguísima parrafada anterior no significa que la peli esté libre de defectos. Que los tiene. "El francotirador" no llega a las alturas del díptico de "A la conquista del honor" y "Cartas desde Iwo Jima". En el guión hizo la apuesta arriesgada de mostrar a sus personajes sin explicarlos mayormente, y esto le pasa factura en que la peli no termina de entenderse del todo. Como decíamos, muchos la ven como una apología del fascismo americano. No pocos echan de menos un poco más de contexto, de mostrarnos lo mala malísima que es la Guerra de Irak, o sea, que le falta crítica social porque no hay contexto geopolítico. Por supuesto, ayuda mucho para entender cuáles son las ideas sobre las que trabaja Eastwood, el estar familiarizado con su cine de antemano. Pero el grueso de las audiencias no tienen por qué darse ese trabajo. El cine de Eastwood es siempre recomendado porque no en balde el hombre se ha transformado en uno de los mejores directores yanketas de todos los tiempos, pero toda peli debería defenderse y pararse por sí misma. En ese sentido, hay algo de fallido en esta peli, si es que para comprenderla a cabalidad es necesario retroceder a pelis más antiguas de Clint Eastwood. Es claro que Eastwood tomó la opción narrativa de mostrar los hechos y no juzgar a los personajes, hasta el punto que ni siquiera intenta influir a las audiencias por el manido recurso de la banda sonora plañidera de rigor, borrándola de un plumazo (algo en lo que son especialistas por ejemplo la dupleta Spielberg y Williams, malintencionados como ellos solos a la hora de querer remarcar el MENSAJE de la peli con violines y orquesta bombástica para que veamos quiénes son los BUENOS, y si no, pruebas son "La lista de Schindler" o "Lincoln"). Pero esta opción narrativa es arriesgada porque priva de cabos a los cuales el espectador pueda atarse. Y eso es justo lo que pasa acá. La peli está soberbia desde el punto de vista narrativo, y aunque a ratos se torna un tanto tediosa por repetitiva, Clint Eastwood la dirige con su rigor acostumbrado, y nunca suelta. Pero todo eso está al servicio de unos planteamientos que necesitaban un par de vueltas de tuerca adicionales para acabar de funcionar. Dicho de otra manera: "El francotirador" es buena, pero no alcanza las alturas de... creo que es tercera vez que lo digo... el díptico ése que mencionaba. Otro cineasta estaría rezando a los dioses dando gracias por haber tenido el genio para rodar algo así, pero de Eastwood esperábamos más, y la verdad, uno se malacostumbra con lo fino.

IDEAL PARA: Ver cómo un republicano de verdad se las gasta con las guerras que los propios republicanos iniciaron en primer lugar.

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