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jueves, 8 de mayo de 2014

"¿Quién engañó a Roger Rabbit?" (1988).


-- "Who Framed Roger Rabbit". Estados Unidos. Año 1988.
-- Dirección: Robert Zemeckis.
-- Actuación: Bob Hoskins, Christopher Lloyd, Joanna Cassidy, Stubby Kaye, Alan Tilvern, Richard LeParmentier, Betsy Brantley, Joel Silver, Paul Springer, Richard Ridings, Edwin Craig, Lindsay Holiday, Mike Edmonds, y las voces (en el original inglés) de Charles Fleischer, Kathleen Turner y Lou Hirsch.
-- Guión: Jeffrey Price y Peter S. Seaman, basados en la novela de Gary K. Wolf.
-- Banda Sonora: Alan Silvestri.

-- "¿Quién engañó a Roger Rabbit?" en IMDb.
-- "¿Quién engañó a Roger Rabbit?" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

cortina-musical/¡¡¡CARTOON!!! Un bebé lo dejan al cuidado de un conejo. Por qué razón una buena y noble familia yanki iba a dejar a un conejo como niñero, a saber. El caso es que el bebé, ¿qué quiere hacer? Lo típico de bebé de cartoon: gah-lleh-tah... gah-lleh-tah... Se encarama y se encarama a cada lugar más peligroso, porque bueno, eso es lo que hacen los bebés de cartoon. El conejo, mientras tanto, se suda la gota gorda mientras TODA LA COCINA CONSPIRA PARA APORREARLO y él tiene que salvar al bebé y tal. Sucede lo inevitable, que las catástrofes se apilan sobre el conejo, y encima de todo, se apila también el refrigerador, por qué no. Y cuando se abre... pajaritos en la cabeza. Va el director y le dice al conejo que ¡¡¡NO!!! ¡¡¡ATENTE AL GUIÓN, JODIDO CONEJO!!! ¡¡¡ESTRELLITAS, ESTRELLITAS, NO PAJARITOS!!! Es la vida de un dibu animado que trabaja... rodando dibus animados, eso es. El comportamiento del conejo Rogerio es tan distraído y tal, que el jefe del estudio llama a un detective privado a que investigue. Porque, y aquí a sacar palillos y tejer porque el cahuín se viene gordo: el conejo está casado con una dibu que parece que anda en pasos turbios, porque... esto no lo habíamos dicho, creo. La cosa se ambienta creo que en 1947, o sea, dos años después de la WWII, la era dorada de los dibus animados, el Jólivu más clásico... y el más noir también, por qué no. Al detective, maldita la gracia que le hace el trabajo, porque le tiene una personal a los dibus, pero bueno, joer, qué asco, el dinero es el dinero y como éste no entra mucho, termina aceptando el work. De manera que va el detective privado, de apellido Valiente sólo para que nos riamos un poco, y se mete al antro en donde se supone canta la dibu. La Jessica Rabbit. Que, a poco descubrir, resulta que no es una coneja como Roger sino una señora cañón mezcla de Monica Bellucci con Manuela Arcuri con Laetitia Casta con Mijaza Rica por los cuatro costaos, y por la cual un renacuajo que vende productos Acme está más que chiflado, en plan el viejo cartoon ése de la Caperucita Cabaretera y el Lobo Mirón. El detective va, investiga un poco, husmea lo suyo, y consigue finalmente unas fotitos comprometedoras de la señora Rabbit (joer, sí, es ésa clase de peli... para niños. Supuestamente). Cuando en el departamento del estudio le presentan las fotos a Roger Rabbit, el pobre conejo se pone loco como el Conejo Sombrerero... no, como el Sombrerero Blanco... no, como el Conejo Blanco Sombrerero Loco... argh, que importa, mejor sigamos. Se pone loco, decía, y se va y desaparece. Al poco tiempo, llegan noticias. Al jodío vendedor de chiches Acme, lo encuentran bien estirado, muriciado por quién sabe quién. ¿Principal sospechoso? Roger Rabbit, of course. Quien sigue desaparecido. Lo que partió como un inocente caso de "veamos en qué planes anda la señora rica y calenturienta" ahora ya va en asesinato. Y seguirá subiendo más y más. Y desquiciándose más y más. Es lo que tiene cuando trabajas con toons, ¿verdad?, que al final too se vuelve un desquicio.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En 1981, un tipo llamado Gary K. Wolf escribió una novela llamada "Who Censored Roger Rabbit?". Una historia en donde un conejo dibujao animado llamado Roger... la palma. Asesinado. Iniciando así una investigación criminal blablablá. Sí, leñe, que en la historia inicial se cargaban al conejo. Por alguna razón que debe tener que ver con sobredosis de clásicos animados en la cabeza, los estudios Disney, especializados desde su infancia en eso precisamente, en la infancia, decidieron que una turbia historia noir con asesinato entre dibujos animados haría una muuuuuu buena peli para niños. Bueno, hablamos de Disney. En los '80s. La época de Ron W. Miller, un antiguo jugador de fútbol americano (!) que llegó a ser cabeza de los estudios Disney a la muerte de papi Walt (!!) debido a estar casado con la hija de Walt (!!!). Epoca recordada por una serie de chascos y decisiones desastrosas de cara a la taquilla, que llevaron al surgimiento de Michael Eisner, el chico maravilla que salvó a los estudios en 1984 (o eso pareció en un minuto. Porque después de "El Rey León", Jeffrey Katzenberg que tenía opción a un ascenso, se lo negaron, Eisner lo obligó a renunciar, Katzenberg se fue con Steven Spielberg para fundar DreamWorks, y de pronto, repentina y misteriosamente, de un día para otro, Eisner y Disney con él empezaron a caer en picada, hasta su renuncia en la debacle generalizada de 2005). Pero bueno, volviendo a "¿Quién engañó a Roger Rabbit?", el proyecto era un regalón de Robert Zemeckis. Este director sería conocido después como un pionero en el campo de la animación gracias a "El Expreso Polar" y "Beowulf", pero en la época, Zemeckis era otro carroñero tratando de hacerse un gran nombre, y por lo mismo, flor de patada que le dieron. El proyecto de "¿Quién engañó a Roger Rabbit?" pasó como por cincuenta reescrituras diferentes (y créanme, no estoy exagerando la cifra en exceso. Cositas de tener que hacer amistosa-para-niños-y-familia una historia noir de investigación de un asesinato con femme fatale y sexo implícito de por medio). Entremedio, Robert Zemeckis AL FIN se hizo de un nombre, mandándose dos sendos taquillazos al hilo ("En busca de la esmeralda perdida" y "Volver al futuro"), y se las arregló para volver a concentrarse en ese proyecto de animación+personas de ambientación noir. Proyecto que, entretanto, había sido rechazado por Terry Gilliam porque estimaba que iba a ser mucho trabajo (flojete mierda, así es como le fue después, y no es que nos alegremos, que el pobre Gilliam igual ha tenido mala pata en su carrera). Otra joda fue conseguirse los derechos para diversos personajes animados. La Warner prestó los suyos a condición de que Bugs Bunny tuviera tanto tiempo en pantalla como Mickey, y el Pato Lucas como Donald (al final optaron por la solución más sencilla: ambos aparecen pareados en dos sendas escenas diferentes, la mejor manera de calcular un tiempo igual en pantalla). Otros estudios también prestaron a los suyos, Betty Boop la más reconocible, aunque hubo mucho material del que no consiguieron hacerse (entre otras cosas, habían proyectado un cameo de Superman animado, lo que hubiera sido la repipa. También quedaron afuera la Pequeña Lulú, y Tom y Jerry). Los productores tomaron la decisión de realizar todo el asunto grabando primero a los actores, después dibujando a los personajes animados en transparencias encima CUADRO POR CUADRO, y en un proceso de tres etapas más encima (una para las sombras, otra para las luces, otra para las gradaciones, para conseguir una tridimensionalidad hasta entonces nunca vista en materia de animación)... y después fotografiar cuadro por cuadro la animación encima de lo rodado en vivo. El presupuesto se disparó. Se le asignaron primero 29 millones de dólares, una cifra de cierta entidad para un blockbuster en la época, pero mucho más allá de lo habitual en materia de pelis animadas. Cuando los costos llegaron a 40 millones, Michael Eisner decidió que la cosa iba demasiado lejos, y estuvo cerca de cortarle la alimentación eléctrica al proyecto. Jeffrey Katzenberg con su magnífico olfato comercial le dijo que oye, Eisner, déjate de wevadas, esta peli va a ser de las que harán época, echémosle pa'lante nomás. Al final, los costos se elevaron a 70 millones, todavía una cifra baja considerada hoy en día, pero que en su tiempo la convirtió en LA PELI MÁS COSTOSA DE TODA SU DÉCADA. Por suerte para los estudios Disney, la peli hizo dinero, hizo una salvajada de dinero: casi 330 millones de dólares a nivel mundial (en Estados Unidos sólo "Rain Man" hizo más dinero, y "¿Quién engañó a Roger Rabbit?" batió a "Duro de matar" y "Rambo III"). Además obtuvo aclamación crítica por todas partes (salvo por el viejo gremio de animadores, que se quejaron porque los dibus parecían casi comparsa de los actores reales). El mismo año salió "Oliver y su pandilla", animación ahora sí enteramente animación de Disney, que no siendo una mala peli, terminó en el olvido al lado de ésta. Pero no importa. El éxito y la gloria de que se cubrió esta peli, le permitieron cimentar las bases del llamado Renacimiento Disney, al levantar de nuevo la fe de la división animada de Disney, severamente lastimada tras una serie de fracasos comerciales consecutivos. Al año siguiente vendría "La sirenita", y el resto es historia. Por no hablar de que cimentó las bases de un subgénero que ha tenido pocos cultores, pero que de tarde en tarde renace, que es el ANIMACIÓN+REALIDAD ("Cool World", "Space Jam", "Looney Tunes: De nuevo en acción").

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos por lo obvio. Esta peli, para niños lo que se llama para niños no es. Más allá de que el prota y los dibus son cómicos y tratan de divertir a la audiencia como filosofía de vida personal de los personajes, la historia es un dramón noir en toda regla. Simplificado por aquello de que los niños puedan ver la trama sin problemas, pero se parece más a "Chinatown" que a... a... "Oliver y su pandilla", por ejemplo. De hecho, corre el rumor, el complot principal de la peli iba a ser material para una eventual secuela de "Chinatown" que nunca se materializó (con eso lo decimos todo). Robert Zemeckis, tipo en sus días bastante pasado para la punta, pero hoy en día tremendamente adocenado (compárese por ejemplo "Volver al futuro" con "Los fantasmas de Scrooge"), trae consigo toda la mala leche de alguien que no quiere infantilizar la historia. Lo que deriva en una enorme cantidad de material poco amistoso con los niños. Sexo directo no hay, pero material sugestivo lo hay de sobra (no en balde, Jessica Rabbit se ha transformado en uno de los mitos eróticos de la animación). Y una conspiración que por debajo de sus ribetes cartunescos, es probable que sea mucho mejor entendida por los adultos que por los niños. Eso, y uno de los villanos más monstruosos y despreciables que haya creado el cine, un sicópata sin ninguna cualidad redimente, capaz de agarrar a un inocente zapatito y hundirlo en una solución de aguarrás y disolverlo hasta matarlo únicamente por demostrar un punto: qué tan malo es. (Me pregunto a cuántos niños de los '80s y tempranos '90s, el pobre zapatito animado disuelto en aguarrás sigue penando como un fantasma). Un aspecto sin mucho spoiler sólo para remachar el ambiente de pesadilla alrededor de esta peli: si te mueres de muerte natural (y eres un dibu, claro), chances hay de que tu alma salga del cuerpo y se vaya a vivir una existencia superior o algo así, pero si te disuelven en aguarrás (bueno, el malo lo llama el solvente o algo asín, no me pregunten el detalle), SE DISUELVE TU CUERPO Y EVENTUALMENTE TU ALMA AL MISMO TIEMPO. Por lo menos, no se ve salir ningún alma del pobre zapatito a tocar el arpa celestial. Todo lo anterior deja a la peli en un pie extraño. Quiere ser una peli infantil, pero la cantidad de adulteces de por medio la convierten en algo bastante inasible para los niños, que se divertirán de lo lindo con Roger Rabbit, claro, uno de los personajes animados más hostigantes de la era pre-Jar Jar Binks, mientras que para los adultos, una peli sobre dibus... como que... quién sabe...

-- El nivel de realización es excelente. El que se roba la peli entera, incluso en la cara de Roger Rabbit, es por supuesto el detective Valiant, interpretado a lo grande por el gran (y reciente y tristemente fallecido) Bob Hoskins. Al verlo, actúa de manera leve y casual, casi como de rutina... hasta que te das cuenta de que está hablando básicamente solo porque el conejo que está a su lado NO EXISTE y VA A SER DIBUJADO DESPUÉS. Rodar en esas condiciones es casi un estándar hoy en día, en donde a punta de pantallazos CGI se pueden sacar trilogías hobbiescas completas, pero no en los '80s, no con esa cantidad de escenas a lo menos (otras pelis como "Mary Poppins" o "Leven anclas" con su mítica escena entre Gene Kelly y Jerry, tenían sus insertos animados, pero eran mucho más breves). El enorme rol de Bob Hoskins debe ser el más recordado de su carrera, eso seguro. Y pensar que la primera opción era Bill Murray (pero falló porque parecía difícil de contactarlo, y cuando él se enteró, lo hizo por la prensa... cuando ya la peli se había estrenado... y él mismo dice que su BIG NOOO en lugar público y too, fue épico). Ah, y también fueron considerados Harrison Ford, Ed Harris, Robert Redford (¿?), Sylvester Stallone (¡¡¡!!!) y Jack Nicholson (¡hey, eso hubiera sido "Chinatown" con dibus!). Al frente tenemos a Christopher Lloyd que hace un malvado todavía más despiadado, cruel y monstruoso que el klingon jodío de "Viaje a las Estrellas III: En busca de Spock", tanto que sólo llamarse Juez Doom puede hacerle justicia a su inclinación a los caminos de la maldad. Irónicamente, la primera opción era Tim Curry, pero en el casting fue echado afuera por DEMASIADO TERRORÍFICO. Figúrense. Del resto del elenco humano destaca Joanna Cassidy, algo más madurona desde que se dedicara a bailar semidesnuda con serpientes en "Blade Runner". Y por supuesto, en la versión en inglés, Charles Fleischer como Roger Rabbit y Kathleen Turner (sin acreditar, y reemplazada a la hora de cantar por Amy Irving, quizás por estar casada la Irving con Steven Spielberg el amigote de Zemeckis), son todo un lujo.

-- Revisemos por un instante las implicancias del plan del villano (((POR SUPUESTO, ÉSTE SE REVELA AL FINAL, DE MANERA QUE, POR DESCONTADO, TODO LO QUE RESTA ES SPOILER MASIVO. SI NO QUIERE USTED ENTERARSE QUÉ PASA AL FINAL, SÁLTESE AL SIGUIENTE PÁRRAFO... ER... AL FINAL DEL POSTEO, QUE ESTE PÁRRAFO ES EL ÚLTIMO EN REALIDAD))). El villano en realidad es un dibu disfrazado de humano, que está promoviendo una agenda para exterminar a todos los dibus y su ciudad completa. ¿Por qué? Por el beneficio económico, eso es. El exterminio de la ciudad de los dibus y de sus habitantes dejará por supuesto mucho espacio libre en donde se podrá edificar. O sea, para el villano, matar gente es bueno si eso fortalece la economía. ¿No suena a lo que ciertos defensores del modelo neoliberal implantado a fuerza de dictaduras hubieran dicho? Total, los exterminados no eran humanos sino comunistas, socialistas, comeniños, ¿no? Hay algo mejor. Roger Rabbit dice (y como él mismo dice, podrán ser raritos pero no estúpidos) que un dibu jamás podría hacerle daño a nadie porque todo lo que quiere un dibu es HACER REIR. O sea, este villano que tiene el plan más neoliberal de toda la década, LLEVA A CABO SU PLAN MALVADO DE DIBUJO ANIMADO PORQUE LO ENCUENTRA INHERENTEMENTE DIVERTIDO. No se puede ser más sicópata que eso. Y más neoliberal tampoco. Por desgracia, un cuarto de siglo después de esta peli, este discurso antineoliberal que sostiene la peli (de manera más o menos involuntaria, eso sí) sigue siendo más válido que nunca, como cualquiera que atestigüe los arrasamientos de las empresas constructoras para llenarse bolsillos, inundando de paso las ciudades con la miseria de la sobrepoblación. Porque a veces las mejores críticas sociales... vienen de pelis que no parecen crítica social en lo absoluto. En la superficie, por lo menos.

IDEAL PARA: Ver un notable y perturbador drama noir, disfrazado de comedia con dibus para niños.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- El bailecito que se manda Jessica Rabbit [en inglés, sin subtítulos... y para la falta que hacen, además].



1 comentario:

  1. Vaya, que buena manera de rendir homenaje a Bob Hoskins.
    Tienes razón, yo tenía como unos 9 años cuando vi la película y vaya que me impresionó el villano.

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