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jueves, 23 de mayo de 2013

"Mentiras mortales" (2012).


-- "Arbitrage" (título original en inglés), "El fraude" (título en España). Estados Unidos. Año 2012.
-- Dirección: Nicholas Jarecki.
-- Actuación: Richard Gere, Susan Sarandon, Tim Roth, Brit Marling, Laetitia Casta, Nate Parker, Stuart Margolin, Chris Eigeman, Graydon Carter, Bruce Altman, Larry Pine, Curtiss Cook, Reg E. Cathey, Felix Solis, Tibor Feldman.
-- Guión: Nicholas Jarecki.
-- Banda Sonora: Cliff Martinez.

-- "Mentiras mortales" en IMDb.
-- "Mentiras mortales" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Vemos a nuestro prota. Un tipo que se viste bien, viaja en jet privado, está metido en el mundo de las finanzas, y tiene peazo casa. Y que es Richard Gere, más encima. Un hombre como tú y yo, vamos. El hombre está medio nerviosín porque está negociando un trato, y el trato como que no fluye mucho. Y cuando estamos hablando del hombre que controla un fondo de inversión en tiempos tan complicados para los truhanes financieros como los post-2008, pues ya estamos. El caso es que, bueno, debe cerrar un trato rápido. Muy rápido. Antes de que le pidan de regreso como 500 millones de dólares, centavito más o centavito menos. Porque la cosa va como sigue. Al tipejo le estaban haciendo una auditoría, y para que los números cuadraran, pidió un préstamo a lo amigo para cubrir un déficit de 500 millones. ¿Por qué? Bueno, porque hizo una inversión desastrosa, por eso, y ha perdido plata y podría terminar yendo a prisión por fraude. Y ahora, el amiguete que le prestó unos 500 milloncejos de ná, una cosita poca con la que financias como 2 1/2 blockbusters de Hollywood, pues resulta que se pone nervioso y pide su dinero de vuelta. Y por pide quiero decir exige. Y por exige quiero decir que si no está el dinero, no, no te voy a romper las piernas porque somos civilizados, pero ya sabemos cómo se las gastan en Wall Street. Además de eso, nuestro prota está celebrando el cumpleaños. Con su familia. Compuesta por su esposa Susan Sarandon (¡hey! ¿En dónde dijiste que quedó la Cindy Crawford?) muy digna la Sarandon en la tercera edad (créanlo o no, hay hasta una toma discreta de escote y too por ahí, casi como por los viejos tiempos), y una hija que es el sueño húmedo de cualquier macho heterosexual, que la chica no sólo está comestible, sino que además ES INTELIGENTE y ayuda a su papito con el fondo de inversión (a pesar de lo cual no se ha dado cuenta del ajo, por alguna razón que quizás, sólo quizás, tenga que ver con eso de crear drama y tal). Y bueno, el tipo abandona su propia fiesta de cumpleaños porque... tiene que ver a su amante, por eso. Porque el tipejo no va a gastarse chorrocientos millones en la cuenta bancaria sin darle gusto al piriñiñi, ¿no? Además la amante es Laetitia Casta, ya más envejecida desde sus gloriosos días acompañando a Asterix, pero todavía gros seins para nosotros (sin escenas de ésas, por desgracia). Resulta que la relación con la amante es complicada porque ella es ¡¡¡ARTISTA!!! y claro, ya las conocemos, son temperamentales y QUIERO-QUIERO-QUIERO, en vez de quedarse tranquila en su rincón como toda desfogue que se precie de tal. El caso es que después de una pelea de las mayúsculas, nuestro héroe Richard Gere, que Richard Gere es mucho Richard Gere leñe, va y consigue domesticarla y llevársela así como para la casita del campo. A la que nunca llegarán. Porque un pestañeíto en la carretera de noche, auto que se sale de control, y ya tenemos al bueno de Richard Gere no sólo saliéndose de un accidente, sino también... tratando de cubrir las huellas de la muerte de su amante. Y listo, ya la tenemos liada. Y bueno, este tipo fraudulento, cínico, amoral, ponecuerno y mojapija, es el prota con el que tienes que simpatizar. OH-CRAP.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Las reacciones de Hollywood a la crisis económica de 2008 han sido variadas. Por un lado tenemos el fascismo puro y duro de "The Dark Knight Rises", de que los millonarios van a salvar al mundo y son lo mejor de lo mejor que nos ha pasao, y que nosotros somos unos pesaos porque no los entendemos que si lo pierden todo es más grave que si lo hacemos nosotros, porque somos tan muertos de hambre que a nosotros va a ser lo que piquete de zancudo. Por el otro tenemos pelis algo más críticas, particularmente documentales o recreaciones como "Inside Job" o "Too Big To Fail". Y al último, claro, tenemos un subgénero de pocos exponentes, pero que están ahí, pelis como "Amor sin escalas" que nos muestran que los tiburones de Wall Street también tienen su corazoncito. ¡Y sentimientos! Es que las ves y terminas odiándote a tí mismo porque cómo has podido ser tan cínico, crítico, malo, insensible e incomprensivo con esos menesterosos tan desvalidos y necesitados que lo único que tienen en el mundo es dinero. "Mentiras mortales" se inscribe dentro de esta última tendencia, la de mostrarnos a quienes nos están jodiendo como pobrecitas víctimas de circunstancias más allá de su control, y que hay que protegerlos porque, bueno, los empleos y la economía depende de ellos. Dirigida por un tal Nicholas Jarecki, en lo que es su primer largo de ficción (tiene un documental anterior, "The Outsider", que como no hemos visto, no comentaremos). Y con un elenco no diremos multiestelar, pero sí bastante jugado. La peli se estrenó con críticas gloriosas, como suele suceder con las pelis acerca de lo buenitos que son los bellacos estafadores de cuello blanco, e hizo una bonita recaudación de como 36 millones de dólares, no una suma excesiva, pero que recobró con creces los 12 millones que costó.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Estamos frente a una de esas pelis que no es original, pero está bien hechita. El argumento es un ya-visto (el tipo influyente y respetable tratando de cubrir las huellas de un crimen, en este caso fraude por un lado y cuasihomicidio por el otro), pero el guión se las arregla para exprimir su tema y, cosa rara por estos días, hasta darnos una sorpresa o vuelta de tuerca por aquí y por allá que es a la vez inesperada, y además no viene sacada de los cojones del guionista por el gusto de joder. Nicholas Jarecki tiene conciencia de que no es Orson Welles dirigiendo "El ciudadano Kane" y no trata en ningún minuto de asombrarnos con lo eximio cineasta que es, limitándose a contar la historia de la manera más lisa y llana posible, y esto se agradece. La ambientación en general es suntuosa pero justificado por el contexto, sin pasarse de roscas al respecto. Las actuaciones están relativamente bien. Richard Gere repite en un rol de malo-pero-bueno después de "Misión secreta" y lo hace de manera aceptable, no tanto como lo ha glorificado la crítica supuestamente especializada, pero bien. Susan Sarandon a su lado también demuestra tener una gran química, ya lejanos los días en que la pareja de Richard Gere era Julia Roberts (como trivia, Gere y la Sarandon ya fueron marido-y-mujer en "¿Bailamos?", aunque la tercera en discordia ahí no era Laetitia Casta sino Jennifer Lopez... datitos inútiles pero que sirven de perillas para rellenar posteo). El detective viene interpretado por Tim Roth, tan salido como de costumbre, repitiendo los tics bordes de "Lie to Me" (por cierto, ¿alguien ve la ironía de que un personaje que parece un guiño al estereotipo del cowboy cop parafascista estilo Harry el Sucio, con toda su filosofía de "romper las reglas para hacer justicia", las ve canutas ahora que no está luchando con un pobre sonao antisistema sino con un tiburón DEL SISTEMA?). Pero la gran revelación aquí (para mí por lo menos, que no la conocía) es Brit Marling como la hijita corazón de Richard Gere, en un rol que parece aposta para esa tendencia de algunas actrices para sobreactuar los ataques de histeria, y que por suerte ella consigue aterrizar y darle substancia. Lo que tenemos entonces en definitiva es una peli que no es la revolución ni la pipa en cacho, pero que tampoco pretende serlo, que promete poco pero que cumple con lo poco que promete. ¿Debería bastar eso para verla? Como de costumbre, depende del público. Para ver una peli distraidíta acerca de cómo los grandes financistas también tienen sentimientos, con un poquito más de suspenso del que cabría esperar en primera instancia de un producto como éste, está bien. Pero tampoco es la peli que deberías ver sí o sí porque OH-MY-GAD te vas a perder lo mejor del año. Los que sí se la van a pasar de rechupete, son los fanáticos (las fanáticas, suponemos) de Richard Gere. 63 años y todavía haciendo roles de minazo. Porque los actores de Hollywood tienen pacto con el Cachúo, eso todos lo sabemos (y los tiburones de Wall Street y de Hollywood también).

IDEAL PARA: Fanáticos de Richard Gere.


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