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jueves, 5 de abril de 2012

"Too Big to Fail" (2011).


-- "Too Big to Fail" (título original en inglés), "Malas noticias" (título en España). Estados Unidos. Año 2011.
-- Dirección: Curtis Hanson.
-- Actuación: William Hurt, Edward Asner, Billy Crudup, Paul Giamatti, Topher Grace, Matthew Modine, Cynthia Nixon, Michael O'Keefe, Bill Pullman, Tony Shalhoub, James Woods, Ayad Akhtar, Kathy Baker, Amy Carlson, Evan Handler, John Heard, Dan Hedaya, Peter Hermann, Chance Kelly, Tom Mason, Ajay Mehta, Laila Robins, Victor Slezak, Joey Slotnick.
-- Guión: Peter Gould, basado en el libro de Andrew Ross Sorkin.
-- Banda Sonora: Marcelo Zarvos.

-- "Too Big to Fail" en IMDb.
-- "Too Big to Fail" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Richard Fuld, un importante pez gordo de Wall Street que es cabeza y glande de Lehman Brothers, está en aprietos. Su banco ha tenido una ronda de pérdidas desastrosas, y las acciones se han desplomado como la popularidad de Britney Spears después de raparse el pelo (es más o menos la época, 2007, 2008...). Pero ¡no importa! porque, ¡leñe!, porque sí, porque la tengo manguera y la uso para regar lo que quiera, y por lo tanto, ¡¡¡TENGO PODERES SOBRE LA REALIDAD!!! A GOD I AM!!! Por lo tanto, el mercado se recuperará, esto es un bache temporal, y si no, el Gobierno tendrá que rescatarnos por el riesgo sistémico, etcétera. ¿Y el Gobierno, mientras tanto? Como George W. Bush no aparece como personaje, quizás porque querían que esta peli fuera inteligente, será el Ministro de Hacienda señor Henry Paulson quién tendrá que bancarse todo el rollo. Al final habrá que organizar una ronda de esto-o-aquello con la gente que importa, o sea, los señores banqueros, para analizar el problema de Lehman Brothers. A los banqueros, maldita la gracia que les hace el cuento, pero qué joder, si hay que mancharse la pija en mierda para sodomizar otro poco, pues se mancha y qué diablos. A Paulson entonces se le ocurre una idea delirante: dejemos que Lehman Brothers se vaya básicamente a la redesumalparida para darle una señal al mercado de que seremos... ¡fuertes! ¡resistentes! AMERIKA ÜBER ALLES!!! Que la caída de un banco arrastre una crisis de confianza que lleve a una corrida en que todos van a retirar sus ahorros y hagan quebrar TODOS los otros bancos, pareciera ser lo de menos. De manera que a Lehman Brothers, que ya no se le para, termina too capao. ¿Fin de la crisis, tenemos todo resuelto? ¡Leñe, que no! ¡Que pasa lo que se supone que debía pasar, que los fondos de Lehman Brothers acaban congelados por esos cagones británicos, tan reacios ellos a usar la pija como un hombre con esos internados de mierda sólo-para-hombres que tienen ellos, y AHORA sí que tenemos una jodida crisis económica! Suena como un thriller político apasionante, ¿verdad?, como la febril imaginación de un John Grisham o algo, ¿no? ¡Que no, joder, que esto PASÓ EN LA REALIDAD!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Imagínate que esos truculentos planes de supervillano Bond para montarse un rayo láser en órbita y cargarse Londres, Washington y Chimbarongo de paso, no fueran la ficción calenturienta de algún guionista de Hollywood, sino que el mundo hubiera estado al borde una y otra vez de eso. Bueno, algo así pasa con esto. Recapitulemos. Después del grave colapso de la burbuja punto com, la propiedad raíz se revalorizó que es un gusto, y con ello, la vivienda. Los bancos vieron entonces el negocio en conceder hipotecas como jodidos, y aprovechando algunos novedosillos instrumentos financieros, empezaron a conceder hipotecas con faldas y a lo loco porque, bueno, si no pagan, alguien más se hará responsable, no nosotros, leñe... De ahí vino toda la joda de las hipotecas subprime, apodados con ingenio siniestramente preciso como "activos tóxicos", porque eso esencialmente es lo que son: activos sin valor ninguno porque como se concedieron a gente incapaz de afrontar su hipoteca, entonces no van a ser pagados, y por lo tanto valen lo que el papel mojado. Y claro, llegó el minuto en que Joe Six Pack no fue capaz de pagar, y luego su vecino, y luego el siguiente... y alguien tuvo que empezar a responder. Como usualmente el banco que las concede es el que tiene que poner la cara, es el banco el que debería irse a la mierda, ¿no? Porque eso es economía de mercado, ¿no? Porque en un sistema capitalista de libre empresa, el empresario tiene derecho a la innovación y el emprendimiento, y a lucrarse con ello, a cambio de hacerse responsable de las eventuales pérdidas en que pueda incurrir, ¿no? Bueno, con los bancos no es tan sencillo, porque de por medio está la confianza ciudadana en las instituciones financieras, y si un banco quiebra, todos los demás bancos afrontarán una corrida en que todos irán a buscar sus depósitos. Salvo que se impongan corralitos y otras leches, lo que puede llevar a chistes como el de Argentina, ya se acuerdan. Por supuesto que la crisis del 2008, que todavía arrastramos a la fecha de escribir esto, y para la media década vamos, inspiró toda una frondosa literatura respecto de por qué la cagamos. Incluido este libro ahora hecho peli para HBO, etcétera. Porque la pluma es más fuerte que la espada. En particular cuando esa pluma firma cheques, claro.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Tamaña empresa se llevó el señor Curtis Hanson para la casa. Aunque la elección del director resultó clave aquí, y a la larga fue una decisión milagrosa, habida cuenta de que en su época de gloria de los '90s, Hanson fue casi sinónimo de thriller policial con tintes neonoir ("Malas influencias", "La mano que mece la cuna", "Río salvaje", "Los Angeles al desnudo"). Acá, Hanson se encarga de sacar adelante un material sumamente rebelde, y lo hace con estilo y elegancia. El guión y el director sacan avante una peli frenética, en donde tienes que estar minuto a minuto prestando atención, porque te perdiste un diálogo clave, y al segundo siguiente estás preguntándote de qué coño hablan los personajes. Muchas pelis caen en el comprensible-pero-fastidioso vicio de subrayar y explicar los puntos esenciales para que el público no se pierda, estrategia que mal hecha, lleva a que los personajes tengan diálogos de tipo como-usted-sabe: "como usted sabe, mi distinguido colega, por los estudios de primer año de introducción a la astrofísica que usted tiene pero el público no, el cohete lunar necesita de tres fases para despegar"... Esa estrategia es la que NO usan en esta peli. O mejor dicho, lo hacen ya bastante promediada la misma, cuando el personaje surrogatorio del público (Cynthia Nixon como la encargada de relaciones públicas de no tengo idea qué) pregunta qué le dirá al gran público, y los protas entonces le dan una exposición sucinta y clarita del problema. Eso, después de que hemos visto pasar a toda pastilla toda la crisis de Lehman Brothers, a un ritmo de "he estado a punto de morir y visto pasar mi vida entera delante de mis ojos". Esto no es un defecto, sino una opción narrativa: hacer realistas a los personajes economistas enfrascados en su pequeño mundo de experimentos de frankensteinismo social, aún a riesgo de que la mitad de las audiencias no se enteren de qué pasa. Pero prestando atención, sí se entiende. Prestar atención, ese pequeño hábito ahora casi olvidado, ésa es la clave. Alrededor de esto se erecta una peli en donde la tensión se construye a partir de los diálogos y las situaciones en abstracto, casi sin espacio para el delineado de personajes porque lo que importa es la crisis en sí. Lo que tenemos entre las manos es casi un sucesor espiritual de esos thrillers políticos setenteros en donde lo que importaba era la intriga y no el molismo de las escenas de acción (acá, por motivos comprensibles, no hay ninguna, porque por desgracia, ningún ejecutivo de Wall Street nos ha regalado un momento inolvidable saltándose la tapa de los sesos con una pistola o algo, como lo hubiera hecho algún insigne prócer de las finanzas del XIX en bancarrota). Claro que esta valentía se ve un poco contrapesada por el enfoque, ya que al poner al Gobierno como el centro del drama, al final es inevitable que termines viéndolos un poco como héroes, cuando varios personajes de ellos en la vida real fueron gentes que contribuyeron de manera entusiasta a la mortífera labor de cagar sobre el ventilador funcionando. Ayuda a la peli, por supuesto, el tener un elenco multiestelar haciendo lo que mejor sabe, aunque como los personajes se definen no como personas sino por su relación con la crisis, no hay actuaciones descollantes aquí (por supuesto, que gentes como James Woods, William Hurt, Billy Crudup, Bill Pullman, Paul Giamatti, etcétera, estén actuando dentro de su nivel estándar y sin superlativos, no es algo que le haga daño a nadie, después de todo hablamos del nivel estándar de grandes como James Woods, William Hurt, Billy Crudup, Bill Pullman, Paul Giamatti, etcétera, leñe). Además, el elenco escogido, vía un poco de caracterización y maquillaje, claro, se parece cosa creepy a los personajes retratados, y si no me creen, comparen fotos de William Hurt con Henry Paulson, de Paul Giamatti con Ben Bernanke, etcétera. En resumen, Curtis Hanson se fue por la opción arriesgada de hacer una peli estilo thriller muy descarnada y muy ajustada a su material, sin concesiones al ala más estúpida de la platea, y se salió con la suya. Que esta gente de HBO la rompe, vaya.

-- "Ellos casi echan abajo la economía de los Estados Unidos como la conocemos, pero no podemos ponerles restricciones sobre cómo gastar los 125 mil millones de dólares que les estamos dando porque... ¡podrían no tomarlos!". Tan surrealista como se dice, pero qué buena frase para explicar todo el largo y ancho de la zurullada.

IDEAL PARA: Ver un notable thriller acerca de cómo se jodió la economía yanki el 2008.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

1 comentario:

  1. "IDEAL PARA: Ver un notable thriller acerca de cómo se jodió la economía yanki el 2008."
    y de como se viene jodiendo diría Max Keiser.
    Digame, General, usted que sabe de estas lides cinéfilas, se animaría hacer una trilogía de películas, al estilo la trilogía Cornetto, con esto?
    Digamos una trilogía que incluyera:"To big to fail", "Big Short" y "Margin Call". Y al igual que la trilogía Cornetto,que tienen en común que aparece un helado cornetto en cada una de ellas, buscáramos algo en común en nuestra trilogía.
    Qué le parecería a usted la caca que los banqueros y economistas del gran mundo defecan sobre todos los demás como algo en común entre las 3 pelis? Le parecería bien que la trilogía se llame "Nos cagaron a todos"?

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