Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
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jueves, 19 de enero de 2012
"Los Muppets" (2011).
-- "The Muppets". Estados Unidos.
-- Dirección: James Bobin.
-- Actuación: Jason Segel, Amy Adams, Chris Cooper, Rashida Jones, Steve Whitmire, Eric Jacobson, Dave Goelz, Bill Barretta, David Rudman, Matt Vogel, Peter Linz, Alan Arkin, Bill Cobbs, Zach Galifianakis, Ken Jeong.
-- Guión: Jason Segel y Nicholas Stoller, basados en los personajes creados por Jim Henson.
-- Banda Sonora: Christophe Beck.
-- "Los Muppets" en IMDb.
-- "Los Muppets" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Un chico ha crecido en algún pueblucho de ésos que llaman la América Profunda. No sería una gran historia, de no ser porque ese chico es un... muppet. Ya saben, una de esas marionetas boconas-boconas-boconas. Que ha crecido con su hermano humano (adopción mediante, ¿eh?, no se armen chorizo con la biología o con las eventuales filias de sus padres). El muppet ha tenido una vida un poco complicada por eso de ser un muppet (ya sabes, sin patas para los deportes, demasiado bajo para la montaña rusa...). Pero se ha hecho fanático de las reposiciones de un viejísimo programa de televisión, que ustedes puede que hayan oído mentar, si tienen la edad suficiente: "¡The Muppet Show!". Andando el tiempo, el humano se ha hecho adulto, y se ha echado a una bonita maestra de escuela (Amy Adams, muy radiante ella como siempre) que sorprendentemente no enseña que los dinosaurios y los humanos convivieron en la Tierra el día de la Creación en 4004 AC, sino que enseña... mecánica automotriz. Pero aunque Amy Adams es muy Amy Adams, resulta que el tipo éste (el humano, no el muppet, aunque a veces es difícil distinguir) se la pasa diez años sin pedirle matrimonio (como es una Disney, podemos presumir que no hay prematrimoniales aquí). De pronto, para celebrar los diez años de esto o aquello, el humano invita a su chica a un tour por... ¡el mundo de los muppets! ¿Será tan cabrón el humano como para ir con su noviecita al lugar de los sueños de su hermanito muppet y dejar a éste varado? ¡No! ¡Es tan cabrón que se lleva a su hermanito muppet al lugar de sus sueños a que toque el violín entre él y su noviecita! (Esto de que el hermano esté siempre metido de por medio, tendrá tela después, aunque sin toques ho yay, que esto es Disney después de todo). El caso es que cuando llegan, descubren que los Estudios Muppet no son como la publicidad ha dicho, sino que son un poco más... derruidos. Acabados. Etcétera. El hermanito muppet, cabreado porque su mundo de sueños es en realidad casi ruinas postapocalípticas, se pega una arrancada y termina escuchando lo que no debe, o sea, una conversación por la cual un personaje humano ofrece comprar el sitio para restaurarlo y erigir un museo muppet. Nuestro chico muppet está feliz, pero poco le dura la felicidad a la lombriz: el comprador a poco que se cree solo con sus matones, habla de sus verdaderos planes, que son echar abajo el complejo en ruinas para construir una perforación petrolera. En el medio de Los Angeles, nada menos, si es que estos petroleros no se detienen ante nada (nunca está Jack Bauer cuando se le necesita). ¿Está todo perdido entonces? ¡No! Porque existe una cláusula por la cual los muppets pueden retrotraer la compraventa si reunen 10 millones de dólares para pagar por ella, en una cantidad de tiempo. De manera que nuestro joven muppet, devenido en héroe, encontrará su destino: ¡reunir una vez más a los muppets para un último espectáculo, y hacer volver a su número favorito de los '70s de regreso a las pistas! (sin pagar cirujanos plásticos, es lo que tienen las marionetas, que no envejecen ni un solo día).
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
"Mañamañá... tuu-turuturu... Mañamañá... tuturutuuú...". Había una época, casi en el ordovícico-silúrico de la televisión, en que dicha canción era... ¡¡¡RECONOCIBLE!!! ¡¡¡Porque apareció en un show de TV con muñequitos!!! "The Muppet Show" fue exhibido entre 1976 y 1981, y era cuando menos un programa extraño, para los estándares de ahora (más allá de hacer reconocible esa canción de 1969). Porque era un show de muñequitos (o sea, infantil), pero que tenía un formato de variedades, lo que lo encasillaba más bien en el ámbito de los programas para adultos. El programa era tan bizarro para los estándares de la época, que sólo se emitió porque un complejo sistema de regulaciones acerca del horario prime inclinó a la CBS a darle salida como un mal menor. El engendro resultó todo un éxito, con un humor que por debajo de lo infantil, tenía varias aristas un tanto edgies para su tiempo (esa cerda acosando a esa pobre rana...). La receta era simple: cada muppet tenía un rol determinado dentro de la creación y producción del programa de variedades, de manera que teníamos literalmente un "show dentro del show", ya que parte del programa era ver a los muñequitos pasando apuros en la trastienda del mismo programa... ya me empezó a doler la cabeza. ¿En qué estaba? Ah, sí. Cada muppet tenía su rol CREANDO el show dentro del show. Así, René (Kermit) era el conductor/director, Piggy era la diva, el oso era el humorista fome, el perro era el pianista (seriously! ¡En los '70s, los programas de variedades tenían PIANISTA!), etcétera. ¡Si hasta tenían el par de abueletes en el balcón que se defecaban en todo y en todos! Y todo eso, aderezado por las más ilustres estrellas del folclor estadounidense: Bob Denver, Linda Ronstadt (sí, leñe, la misma que grabó en los '90s un comercial con Barney Gómez en "Los Simpsons"). Pero hasta las más imperecederas estrellas del firmamento habrán de agotar su combustible nuclear y morir algún día, así es que, qué queda para un programa de muñequitos que para 1981 se había hecho demasiado inocentón (y es que oigan, quién quiere inyección country '70s en un año con Presidente de Estados Unidos tiroteado, y el malvado Ayatollah surgiendo en el horizonte). Hubo intentos por hacer resurgir la cosa con "Los Muppets invaden Manhattan" y otras pelis, pero nunca funcionó lo mismo. Esto fue sangrantemente parodiado en el episodio de "Los Simpsons" en que Troy McClure en noviazgo con Selma, la lleva a ver "Los Muppets viajan a la Edad Media"... el mismo episodio en que Lisa preguntó de viva voz: "¿Qué es un muppet?". No Bart el ignorante... LISA LA SABELOTODO lo preguntó. En fin, ya me distraje con "Los Simppet...", er, no, con "The Mupsons"... er, no... con ESE programa otra vez. En fin, el caso es que "The Muppets" parecían estar acabados, ser historia, nunca más... Pero si hay algo que la historia de Hollywood nos ha enseñado incansablemente, es que las franquicias son como los superhéroes... ¡ninguna muere para siempre! ¡Siempre se las resucita, una y otra vez, en la esperanza de que AHORA SÍ QUE SÍ! ¡¡¡ESTA VEZ RENACEREMOS DE ENTRE LOS MUERTOS, COMO LOS ZOMBIES QUE ESTÁN DE MODA AHORA, E IREMOS A DEVORAR CEREBROS INFANTILES OTRA VEZ...!!! Le tocó el turno a "The Muppets" en 2011. Hagan sus apuestas: ¿Vendrá para el 2012 la resurrección de... una de muñequitos... de Disney... veamos... "Dinosaurios"...?
POR QUÉ VERLA.
-- Partamos diciendo que esta peli es un refrescante trago de agua en un planeta cada vez más salobre y cínico. La sociedad ha evolucionado, o involucionado, podríamos decir algunos, y la primitiva ingenuidad con la que el espectador se comprometía con ciertas historias y personajes, ha sido reemplazada con un distanciamiento que obliga a que cada reboot/remake/reversión/reimaginación/re-loquesea, tenga que ser más oscura, limítrofe, e incluso flatulenta, que la anterior. En un ámbito distinto, pensemos en el "Batman" de 1966 vs. el "Batman" de Tim Burton vs. el "Batman inicia" de Christopher Nolan, cada una más oscura, siniestra y amenazante que la anterior. El überjemplo de esta tendencia es probablemente la pestífera adaptación de "Scooby Doo" del 2002, cuyos perpetradores parecieran haber asumido que los niños de los 2000s no se divierten si no hay pedorretas cada cinco minutos, o si el guión/actores no se burlan de los mismos personajes que escriben/interpretan. Dentro de todo este panorama, "Los Muppets" es una brillante luz al final del túnel. La peli es luminosa, muy luminosa, y si bien tiene sus momentos un tanto más "de nuestra época", nunca se permite a sí misma caer en la oscuridad siniestra que todas las pelis parecerían querer asumir para tomarse en serio. También podría haber tratado de ser luminosa yéndose al extremo contrario, el caer en la autoparodia y la caricatura ("Scooby Doo", alguien...) para justificar esa luminosidad por el expediente de "no va en serio, ¿eh?", pero tampoco. La peli sí tiene numerosos momentos autoparódicos (el final del bailecito de despedida de los protagonistas desde Puebluchoville a Los Angeles, el diálogo de los vejetes "si no te conociera, diría que estás recitando justo la parte del contrato que es la conveniente para que el argumento de una peli avance"... cosas así, y del villano ya no hablemos, que es caricatura pura), pero éstas son morcillas que nunca llegan a tragarse una historia que se atreve a tomarse en serio y ser luminosa sin avergonzarse en ningún minuto. O de como hacer una peli ñoña hasta las repatas, y salirse con la suya. Dado el panorama cinéfilo por estos días, eso podría contar como refugio en la audacia. Y la jugada sale magistral. El argumento no es como para tomárselo demasiado en serio (en verdad, ¿Kermit no podía hipotecar su palacio, o Gonzo invertir sus millones para solucionar el problema de la peli de un solo golpe...? Ah, claro, la peli habría acabado en diez minutos...), pero los guionistas están conscientes de que eso es lo de menos: lo importante es que se trata de un argumento-tipo reconocible (el villano capitalista versus los idealistas que libran una batalla para reunir el dinero... muuuu Disney too) contra el cual ir incrustando a los personajes para hacer lo que mejor saben hacer, lo que tratándose de los muppets, significa DAR ESPECTÁCULO, claro está, que para eso pagamos la entrada por la peli en primer lugar. Y espectáculo, eso lo dan. De verdad. Es imposible que salgas del cine sin estar cantando "Manha Manha" como un zopenco. ¿Cuándo fue la última vez que te pasó eso de verdad con una peli...?
-- Un punto importante de esta peli, es el adecuado equilibrio entre personajes humanos y muppets. Todos conocemos el clásico argumento de live-action-movie en que para ahorrarse costos con los muñecos o la animación digital, muestran al personaje prota lo menos posible, y le dedican chorradas de minutos a los secundarios humanos que no le interesan a nadie (¿Shia LaBeouf en "Transformers", alguien...? Aunque cuando esa secundaria humana es Jennifer Love-Hewitt con peazo trapitos en "Garfield", la verdad es que no nos quejamos demasiado tampoco). Pues bien, eso NO ocurre en esta peli. Existe una subtrama con personajes humanos, con exposición, desarrollo y desenlace completitos, pero está narrada en lo justo, y no llega a comerse lo que de verdad importa, que es ver de nuevo a los viejos y cansados pistoleros... er... muppets, sí, eso es... reuniéndose de nuevo para un último golpe... er... show, sí, eso es. De hecho, la historia de los humanos funciona más bien como un marco de referencia para las generaciones actuales que nunca han visto un muppet en su vida, como personajes surrogatorios a través de los cuales nos (re-,algunos)encontramos con los verdaderos protas, y a medida que más y más muppets se van presentando y subiendo al barco, la trama pasa a ocuparse de ellos y deja a los humanos en un discreto segundo plano.
-- Las actuaciones están más que bien. Jason Segel está muy bien como el grandulón infantil que debe crecer y dejar cosas atrás para hacer su vida (aunque resulta algo creepy verlo en una amistosa relación heterosexual con su amiguito muppet luego de haberle visto la salchicha colgando en "Para olvidar a Sarah", pero buenoooooo...). A su lado, Amy Adams vuelve otra vez a un símil del rol que más gloria le ha dado en la vida (su protagónico en esa otra Disney que fue "Encantada"), y lo hace por la puerta ancha, con todo el encanto del mundo (seriously, se ve tan buena y cae tan simpática, que su novio queda como un imbécil por ignorarla). Chris Cooper está estupendo como el villano de caricatura, y brilla de manera espectacular cuando interpreta "Let's Talk About Me" con bailecito y todo (que para ser canción del villano, evita el transitado lugar común de ser jazz, y pasa por el algo menos transitado lugar común de ser un rap). Rashida Jones aparece poco, pero cumple bien con la fantasía fetichista de ser la pijilla estirada que descubre tener su corazoncito, muppets mediante (¡hey! ¿Acaso la despidieron de la firma para la que trabajaba en "Red social"?). Y Jack Black... bueno, está tan pesado como siempre, pero como a lo largo de toda la peli le pasan puros infortunios, no resulta tan desagradable después de todo. En cuanto a los cameos, están más que bien, incluyendo a Alan Arkin como el conserje del museo en ruinas, a Emily Blunt repasando su rol de secretaria pesadota en "El diablo viste a la moda", Zach Galifianakis aparece como un golfo, y Whoopi Goldberg y Selena Gomez aparecen como ellas mismas en un hilarante momento supremo de autoironía. Puede que los teleñecos hagan una gran parte del trabajo, pero desde su humilde condición de secundarios, los humanos acompañan más que bien.
-- La escena memorable. Hay numerosas en la peli, incluyendo los números de baile, que (¡cosa rara!) no son atosigadores en ningún minuto. Pero el momento realmente estelar, que toca directo al corazón no sólo por la parte de la peli en que está, sino por lo imaginativo y bien realizado que está, es la interpretación de "Man or Muppet", en donde el hermano humano y el hermano muppet se preguntan cada uno si es un humano o un muppet (suena bizarro, pero tiene sentido en el contexto). Si no se te rompe el corazón en ese minuto, es que venías sin uno desde la mata.
IDEAL PARA: Ver una de las mejores pelis del 2011, y uno de los mejores musicales de toda una generación.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].
En uno de esos tantos reportajes oportunistas que exhiben nuestros canales de televisión, se dejó entrever que "The Muppets" era el equivalente, en el Estados Unidos de fines de los setenta, a lo que "31 Minutos" fue en el Chile de los años 2000. Díaz y Peirano no inventaron la pólvora, más allá de que fueran dos tipos muy ingeniosos.
ResponderBorrarCon la aparición de esta película, se torna interesante recordar "Meet The Feebles", versión retorcida de Peter Jackson acerca de los Muppets.
Es bueno encontrar una película que no reniega de su ñoñez sino que al contrario la abraza con una calidez incuestionable, no se... pero en particular estoy un poco cansado de ese filtro simpsoniano irónico-sarcástico por la cual ha pasado todo el imaginario infantil colectivo de estos últimos tiempos. no digo que no haga falta... solo que... en formas mas sutiles se hace mas disfrutable... jejeje
ResponderBorrarA GALO NOMEZ: Por la comparación, me hace la idea de que reportaje seguro que lo preparó algún periodista de 25 años salido de una universidad privada de ésas de "pague dos títulos y llévese tres", porque más allá de ciertos parecidos superficiales (y por qué no, la idea global de "muñecos en un show dentro de un show"), la verdad es que se me hacen demasiado distintos como para que puedan ser comparados. Aunque no he visto la peli de 31 minutos, así es que quien sabe.
ResponderBorrarConozco la existencia de "Meet the Feebles", pero no he tenido ocasión de verla.
A AYAXSOUL: Es el enorme daño que "Shrek" le hizo al cine de animación, en mi concepto. Como idea puntual de hacer una burla paródica y metatextual de los cuentos de hadas y las cintas de animación infantil, "Shrek" fue muy buena. El problema es que desde ese entonces hemos tenido que sufrir una década completa de animaciones que quieren ser el siguiente "Shrek", imitando ese tonillo sarcástico-paródico-simpsoniano. Tener una peli ñoña hasta el fondo de las patas, y que además no se avergüenza de ello, es casi un bálsamo para los sufridos ojos de un servidor que traga más cine del que sería positivo para su salud mental...