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domingo, 27 de noviembre de 2011

"La isla siniestra" (2010).


-- "Shutter Island". Estados Unidos. Año 2010.
-- Dirección: Martin Scorsese.
-- Actuación: Leonardo DiCaprio, Mark Ruffalo, Ben Kingsley, Max von Sydow, Michelle Williams, Emily Mortimer, Patricia Clarkson, Jackie Earle Haley, Ted Levine, John Carroll Lynch, Elias Koteas, Jill Larson, Ken Cheeseman, Ruby Jerins, Robin Bartlett, Matthew Cowles.
-- Guión: Laeta Kalogridis, basada en la novela de Dennis Lehane.
-- Banda Sonora: Un montón de compositores clásicos modernos impunemente saqueados para la ocasión.

-- "La isla siniestra" en IMDb.
-- "La isla siniestra" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Una pareja de agentes del FBI llega hasta Shutter Island, una especie de gigantesca fortaleza prisión en que malviven una tonelada de pacientes siquiátricos. Lo peor de lo peor, los que si llegan a salir al mundo exterior, van a dejar muy mal parada a América con sus asesinatos en serie y too. Nada más llegar, les dicen que bueno, ustedes tienen sus armas pero nosotros nuestras reglas. Nada de pistolas. De manera que se las confiscan. Una vez adentro comienzan la investigación. Resulta que una paciente se ha desaparecido en el aire, como si nada. La chica ha matado a sus propios hijos, etcétera. La cosa empieza a ponerse más turbia porque la gente a cargo en la isla pareciera estar escondiendo algo. Algo que no le quieren decir a nuestro prota, que es Leonardo "no soy sólo un carebonito, trátenme con respeto" DiCaprio. Los agentes del FBI hacen algunas preguntas aquí y allá, pero la investigación no parece avanzar la gran cosa. En realidad, los agentes se dedican más que nada a merodear, etcétera. Por su parte, nuestro prota empieza a contagiarse de la atmósfera del lugar, y empieza a tener pesadillas, migrañas... etcétera. A estas alturas del partido, una media hora de peli, es fácil adivinar lo que está ocurriendo. Y no se los soplaré, pero es bastante obvio para quien tenga más de veinte años, o para quien tenga una formación cinéfila más o menos respetable y que le hayan contado cincuenta millones de veces este cuento.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Martin Scorsese es un director que va cada vez más en picada. El hombre que alguna vez rodó "Taxi Driver", "El toro salvaje" o "La última tentación de Cristo", pasó unos '90s en que más que nadar, pataleaba para no hundirse, y unos 2000s en que su cine ha degenerado de lo intrascendente-entretenido ("Pandillas de Nueva York") a lo intrascendente-aburrido ("El aviador") y de ahí a lo intrascendente-insufrible ("Los infiltrados"). Ahora le dio por adaptar una novela que, fuentes dicen, sería una especie de homenaje al cine B de los '50s. Cualquiera con un poco de formación cinéfila será capaz de reconocer el intento de Scorsese por rodar una peli al estilo de Alfred Hitchcock. Cualquiera con un poco MÁS de formación cinéfila será capaz de reconocer que esto es un remake bastardo de "El gabinete del Doctor Caligari", no en la trama, pero sí en los conceptos básicos, y en el espíritu también. Y que una peli muda rodada hace más de noventa años y difícil de ver para los estándares de inicios del XXI siga matándole el punto a esta cosa, algo debería decir.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Que el director del establecimiento venga interpretado por Ben Kingsley, que ha venido de ganarse un Oscar por "Gandhi" a actuar en mierdas como "El sonido del trueno", algo debería haberme dicho. Porque la primera reacción al verla por parte de su seguro servidor el General Gato quien esto escribe (y no habrá otra porque no pienso desperdiciar mi tiempo concediéndole una segunda oportunidad) es... ¿ESTO ES EN SERIO? Mi siguiente pensamiento no fue ¡¡¡MI DINERO!!! porque la vi en el cable. Pero lo hubiera sido si la hubiera visto en el cine. Tenemos una peli que se vende como un thriller de suspenso sicológico, que ni es un thriller porque no hay investigación propiamente tal, ni tiene suspenso sicológico ni de ninguna otra clase porque hay que pasarse para no ver de qué se trata la cosa. M. Night Shyalaman ha recurrido a tretas parecidas, pero fue más sutil cuando lo hizo (no, no diré dónde). Lo mismo con Ron Howard (tampoco diré dónde, pero los que saben, atarán cabos), y eso que lo suyo no fue exactamente un peliculón, por mucho Oscar que se haya llevado. Martin Scorsese rueda con mano maestra aquí, porque el que tuvo retuvo, y la producción es sólida como una casa, con una fotografía que enfatiza muy bien su homenaje al policial de los '50s (incluyendo el tópico fotomontaje de los dos tripulantes de un vehículo conduciendo contra un fondo de cielo pintado), un buen uso de la banda sonora, y actuaciones en general bastante buenas (Leonardo DiCaprio no tanto, más convincente en algunas escenas que en otras). Pero todo eso está al servicio de... nada. Ni de una historia convincente o atrapante, ni de ideas o conceptos de fondo que no hayan sido mejor tratados en otra parte. Y filón había: la peli se desaprovecha la ocasión de hacer comentarios sobre el ala más totalitaria de América (tema que, respecto de Alemania, sí se atrevía "El gabinete del Doctor Caligari"), la teoría de la conspiración, la práctica sicológica misma, o la teoría de qué hace al individuo ser un individuo, no necesariamente sobre todo eso, pero sí sobre ALGO de eso. La peli costó 80 millones y recaudó 300 millones, y no dudo que la mayor parte del botín haya salido de los bolsillos de chicos quinceañeros que se quedaron impresionados con "Los infiltrados" (que a menudo no sólo no han visto la "Asuntos infernales" original, lo que sería disculpable habida cuenta de que la original no es de Hollywood y no contó por tanto con maquinaria publicitaria, sino que ni siquiera sabían que era un remake para empezar), y que se dijeron que "La isla siniestra" era del mismo director y fueron a verla y alucinaron en tecnicolor porque nunca jamás habían visto algo similar, convencidos como están de que la historia del cine principió en los '90s, y lo anterior es prehistoria. Y Martin Scorsese, muy feliz manteniendo su estatus de leyenda fílmica, contentando a la crítica que ha envejecido con él, y llenando su piscina en Malibú con agua comprada con los mugrosos billetes de quienes pagaron su entrada para verla. Todos contentos. Menos yo. Porque alguien tiene que decirlo alguna vez: el emperador está desnudo. Emperador fílmico, en este caso.

IDEAL PARA: Vírgenes fílmicos, y babosas por Leonardo DiCaprio.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

4 comentarios:

  1. General Gato: ¿recuerdas "Animaniacs"? Scorcese ya no es más que un busto felizmente cagado por los Palomos Emplumados...

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  2. ¿Qué agregar? lo has dicho todo y no hay peor film en el que te das habida cuenta de cómo terminará todo al minuto 3. Igual concuerdo con varios en que la última fracesita que tira Di Caprio al final del film es de antología!

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  3. Es increíble, pero no pude terminar de ver esta peli, y lo mio fue peor, no la vi en el cable, la vi en internet, a cuarta peli ya estabas enterado de como venía la mano. Y pensar que Scorsese hizo Goodfellas

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  4. A GALO GOMEZ: Er... no, no recuerdo Animaniacs, en realidad apenas lo vi en su tiempo o después. Pero bueno, siempre se ha dicho que para eso son las estatuas públicas al final, para darle cagadero a las palomas...

    A PABELA: Es lo que tiene cuando haces una peli de homenaje a los clásicos: que terminas usando recursos narrativos terriblemente gastados, que por algo los clásicos son clásicos en primer lugar.

    A SECUTOR: No necesitas verla para saber como termina, eso lo prometo. Incluso yo no la quise ver en el cine porque cuando estaba mirando el trailer, comenté para mí: "hmmm... tengo una teoría acerca de cómo termina"... Haber tenido razón sólo viendo el trailer y año y medio antes de verla entera y como corresponde, sería desopilante de no ser porque perdí dos horas de mi vida en el camino...

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