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domingo, 28 de junio de 2009

"Borat" (2006).


-- "Borat: Cultural Learnings of America for Make Benefit Glorious Nation of Kazakhstan". Estados Unidos. Año 2006.
-- Dirección: Larry Charles.
-- Actuación: Sacha Baron Cohen, Ken Davitian, Luenell, Pamela Anderson (sin acreditar), Bob Barr (sin acreditar), Alan Keyes (sin acreditar), Jean-Pierre Parent (sin acreditar).
-- Guión: Sacha Baron Cohen, Anthony Hines, Peter Baynham y Dan Mazer, basados en una historia de Sacha Baron Cohen, Peter Baynham, Anthony Hines y Todd Phillips.
-- Banda Sonora: Erran Baron Cohen.

-- "Borat" en IMDb.
-- "Borat" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Jak sie masz? Mi llamo Borat. Yo vivir en Kazajistán, yo kazako. Como ustedes suponer, siendo Gloriosa Nación América, yo soy inculto, very muy imbécil, y además yo me gusta sobarme mi hermana, mi suegra, al chico de mi vecino y mi cabra montesa (mi esposa no, todas las esposas de Kazajistán son gordas y feas... pero tenemos que casarnos porque sin esposas no hay suegras que kuzkarse). Mi ser llevado por Gobierno de Kazajistán, comisionado para investigar modo de vida di ustedes. Mi aprender lecciones transculturales que ustedes americanos darme a mi. Mi viajar a América y mi aterrizar en aeropuerto, y mi empezar kaka-kaka desde hotel, porque mi recién bajado del campo y mi no conocer refinadas costumbres de ustedes civilización. Mi entrevistarme con gente, mi ser atento y bien recibido, mi conversar, mi gustarme mucho conversar. Aunque mi sorprendido, mi ver como gente tupirse con sexo. Me gusta sexo, me gusta sexo con mi hermana la cuarta mejor puta de Kazajistán... Mi prestártela, tú querer tenerla y yo prestarla. En fin, mi de pronto ver documental, programa de televisión, sobre pueblito llamado "Baywatch", y mi perdidamente loco enamorado de C.J. Después, mi aprende que C.J. ser personaje de ficción, que ser interpretado por bella mujer llamada Pamela Anderson. Y mi emprender viaje a través de Estados Unidos, porque mi querer casarme con Pamela Anderson y mi llevármela a Kazajistán. Deséenme suerte...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Hola. General Gato al habla otra vez. Durante los '80s, Estados Unidos era algo muy serio. Existía el derecho a crítica y a réplica, claro, pero eso era parte de la tradición estadounidense de "un hombre, una opinión". En los '90s, con el fin de la Guerra Fría, la idea de tener libertad de expresión empezó a ser menos valorada porque, después de todo, Estados Unidos la tenía, y ya se sabe que esas cosas son como la salud, que cuando se la tiene buena, nadie la valora. Y así fue como la dejaron morir, víctimas de su terror infernal a los ala-ala-ala-ala-akbarallah con turbantes de allá afuera, después del 9-11. Después del 9-11, y durante varios años, criticar a Estados Unidos se volvió pecado capital. Y criticar al gobierno de George W. Bush y a las políticas internacionales del mismo, así como a los neocon, se volvió traición a la Patria porque ellos eran la Patria, se envolvieron con su bandera, etcétera (el patriotismo es el último recurso del pillo, pero según opinaba Ambrose Bierce, probablemente sea el primero...). Apenas se pudo, eso tenía que destaparse. "Fahrenheit 9-11" abrió la espita. Y empezó la avalancha de críticas en contra de los Estados Unidos neocon. "Borat" se sumó a la moda. Increíblemente, esta peli fue financiada por los ultraconservadores Estudios Fox. Lo que a lo mejor es una inteligente maniobra neocon. Después de todo, "Borat" no sólo desprestigia a los Estados Unidos y su gente, sino que de paso le salpica mierda también a los propios realizadores de la peli, que no pueden aprovechar el espacio para criticar de una mejor manera que... Pero bueno, veamos de qué va el asunto.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Se ha aplaudido a "Borat" como una peli satírica e irreverente contra el alma nacional yanki. En realidad no lo es tanto. La premisa básica es la enésima variante del "Carmela, Carmela, llegas a la ciudad con la carita sonriente, ay que felicidad", sólo que ahora el Carmelo de turno no viene del campo huaso chileno sino de una república semiturca centroasiática. Será este heroico Borat quien, desde su desarmante ingenuidad, pondrá en evidencia la hipocresía y el doble estándar del americano de pro. Y en algunas escenas lo consigue. Aunque sea con el truco de la cámara escondida, que ya era viejo cuando yo era joven. Pero en el resto de la peli vemos las peripecias más bien anodinas y poco interesantes de Borat. ¿Y cómo se nos describe a este Borat? Pues, como un tipo tan fuera de la civilización que ni siquiera sabe usar un W.C. Sasha Baron Cohen, el tipo que interpreta a Borat, alega que esto es un artificio para enfrentar a los muy civilizados yankis contra sus propios prejuicios y limitaciones, pero cuando Borat empieza a ponerse pesadote, uno entiende que esos yanketas empiecen a perder la paciencia (y eso que por esta parroquia no somos devotos de la mediocridad midWest tan propia de la América Profunda). El problema de esta peli es simple. Un humorista debe siempre mantener un delicado balance entre dos extremos, el poder tomarse lo suficientemente en serio, y el saber reírse de sí mismo. Tomándose en serio, sus chistes son también (aunque parezca un contrasentido) lo suficientemente serios como para que tengan garra y consigan justamente lo que deben conseguir, o sea, hacernos reir. Sabiendo reirse de sí mismo, consigue que empaticemos con el humorista y con sus flaquezas humanas, y de esta manera, el humor actúa como catarsis. Este equilibrio es lo que ha hecho de innumerables prohombres del cine, de calibres tan diversos como Charles Chaplin, Buster Keaton, Jerry Lewis, Steve Martin o Ben Stiller, los humoristas de pro (cada uno en su línea y estilo) que nos han hecho reir y pensar. Sasha Baron Cohen, en cambio, carece de aptitud para reirse de sí mismo, y su personaje no pasa de ser el ignorante baturro que en su bendita inocencia pone en aprietos a nosotros los verdaderos imbéciles. Cuando el cuento lo protagonizaba Pedro Urdemales al menos tenía más gracia, porque éste urdía sus... bueno, sus males, perdónenme el ser tan redundante. Lo de Borat, cuando no juega a la cámara oculta o se aprovecha de la buena fe haciéndose pasar por un falso documentalista, es pura comedia étnica. Al final, de tanto criticar a los yankis por ser estirados, hipócritas y malas personas, el propio Sasha Baron Cohen se revela como un estirado, un hipócrita y, bueno, por qué no decirlo, una mala persona (¿qué sentido tenían los gags contra los judíos, cuando no había judíos presentes...?).

-- Las cámaras ocultas son lo mejor de la peli, quizás lo único rescatable. Aunque debido a que no siempre Borat las deja corriendo hasta el último, cabe sospechar que han sido manipuladas para mostrar a los buenos yanketas de pro como más odiosos de lo que realmente son. El "gag" de romperle la cristalería a un pobre sujeto no tiene ninguna gracia, pero tiene su miga la historia de la casa rodante con los chicos ávidos de to f***. O cuando le pregunta a un armero qué pistola le recomienda para matar a un judío y éste le replica con toda calma que un calibre 38... O el vendedor de automóviles que para no perder su venta, habla de la seguridad del vehículo que está vendiendo en caso de atropellar a citadinos transeúntes, habiendo declarado Borat su voluntad expresa de atropellarlos. O la manera en que Borat se ríe de los ultranacionalistas neocon en el rodeo ("¡Deseo que su Presidente Bush pueda beber la sangre de los irakíes...!", blah blah blah). Desgraciadamente, esos gags son islas dentro de la peli en general, que no remonta la mediocridad rampante de un tipo que insulta gratuitamente a Kazajistán para parecer "irreverente" (no le costaba nada fingirse procedente de una república ficticia, al cabo que cuántos yankis hubieran descubierto que Chambaladistán es una tomadura de pelo...).

IDEAL PARA: Ver a Sasha Baron Cohen haciendo el mongo y poniéndose en ridículo mientras (supuestamente) pone en ridículo algunos sagrados valores yankis.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

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