Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
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miércoles, 2 de mayo de 2007
"Apocalypto" (2006).
-- "Apocalypto". Estados Unidos. Año 2006.
-- Dirección: Mel Gibson.
-- Actuación: Rudy Youngblood, Dalia Hernández, Raoul Trujillo, Gerardo Taracena, Jonathan Brewer, Morris Birdyellowhead, Carlos Emilio Báez, Amílcar Ramírez, Israel Contreras, Israel Ríos, María Isabel Díaz, Espiridion Acosta Lache, Mayra Serbulo.
-- Guión: Mel Gibson y Farhad Safinia.
-- Banda Sonora: James Horner.
-- "Apocalypto" en IMDb.
-- "Apocalypto" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Un jovencísimo cazador aztec... perdón, maya, está cazando en la jungla. Un tapir corre y corre, pero ¡chas!, mala suerte, acaba ensartado en una sofisticada trampa. Al empezar la repartija, putean a uno de los miembros de la banda, convenciéndole para que coma bolitas crudas de tapir (que, por lo visto, era macho). En eso, pasa un grupo de tribeños famélicos que piden autorización para cruzar la jungla y que... tienen miedo en sus rostros... (la cara que tienen, parece más de hambre que de miedo, pero se supone que tienen miedo, y eso es lo que debemos entender, Gibson dixit, amén). Los cazadores los dejan pasar en paz, y después se vuelven a su aldea, en donde hacen lo que todo el mundo en todas las épocas, la maya incluida: putear al loser. Y nada de tomar precauciones, nada de investigar qué demonios está pasando, que éstos son mayas cazadores tontos, y no avispados jugadores de AD&D. Reciben entonces su merecido: a la mañana siguiente, un salvaje piquete de guerreros se abalanza sobre la aldea, la quema, mata a algunos, esclavizan a otros, aprovechan de hacerse un raspachichi con las mujeres, y eso. El joven protagonista, el que dirigía las putadas contra el puteado, descubre que es su turno de sufrir, porque su esposa se ha caído al pozo ciego y hay que sacarla porque la quiero, a él lo llevan de esclavo, y de añadidura, por una burrada personal suya, le matan al señor papi. Así es que los llevan por un viaje interminable. ¿Para venderlos como esclavos? No, pues, que esto no es una de Conan. Los llevan para izarlos a lo más alto del templo/pirámide y arrancarles el corazón para ofrendarlos a los dioses, etcétera. ¿Conseguirá nuestro héroe maya escapar de su destino y salvar a la civilización maya y llenar las arcas de Gibson, Mel Gibson...?
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Después de haberse hecho un lugarcillo en Hollywood como Mad Max, y con "Arma mortal" y secuelas (¡ya prometieron una quinta, válgame Dios!), Mel Gibson se las dio de director con "El hombre sin rostro". Pero eso no era para él, sino lo épico, lo grandioso, lo espectacular, porque verán, como buen cristiano renacido, Su Santidad Don Mel debe llevar la Palabra de Dios (y del Dios Cristiano, nada menos) a todos los confines de la Tierra, con filmes que estimulen el sentimiento cristiano y le enseñen a la gente que los pecadores, los impuros y los contumaces irán de cabeza al infierno, tal y como lo enseña el Evangelio Según Mel. Como con "La Pasión de Cristo" le fue estupendamente bien en taquilla, decidió repetir la fórmula de un filme histórico hablado en lengua nativa (esta vez no en arameo, sino en un sucedáneo de antiguo maya), que recree el mundo antiguo y dabah dabah dabah. El resultado es... pues bien... como decirlo... No es un asco, no es bueno, quizás el gran calificativo sea "desconcertante".
¿POR QUÉ VERLA?
-- Ya que Mel Gibson reclamaba que "Apocalypto" era un filme de interpretación histórica, que nos iba a ofrecer a todos nosotros pobres paganos todas aquellas claves para entender la decadencia y colapso de las civilizaciones, que ni Hegel, ni Marx, ni Oswald Spengler, ni Toynbee, ni Chaunu, ni nadie más había conseguido descifrar (quizás porque ninguno de ellos era cristiano), entonces partamos por la interpretación histórica. La verdad, en eso la deuda de Mel para con nosotros es grandísima, porque no sólo nos debe la entrada al cine, sino el daño moral y una indemnización punitiva, para que no lo vuelva a hacer. El asunto parte con una cita que dice más o menos que toda civilización, antes de ser aniquilada desde afuera, se destruye desde adentro (del gran divulgador y no tan gran historiador Will Durant, ¿OK?), algo muy cristiano por supuesto, en la línea de Edward "He Descrito El Triunfo De La Barbarie Y La Religión" Gibbon, y de San Agustín. Pero la verdad, no vemos por ninguna parte esa supuesta decadencia de la civilización. Todo lo más, vemos lo perversos que era el rey y los sacerdotes mayas, que para combatir la sequía hacían sacrificios humanos. ¿Y? ¿Acaso pretende Mel que por mostrarnos una escenita de ese tipo, nos traguemos que los mayas eran crueles y degenerados y merecían morir? Al menos en "Espartaco" se lo laburaron más, mostrando a varios dirigentes romanos decadentes y harto combate de gladiadores, para que viéramos que Espartaco y sus boys eran los buenos de la historia. Muy pontificio todo, si me preguntan. Y es que por ser poco rigurosos, la película ni siquiera insinúa qué época o qué ciudad es. Hace tiempo que pasaron los tiempos en que la historia maya era un misterio, y si bien hay mucho que recorrer todavía, tenemos las listas de reyes y algunos eventos históricos de varias ciudades mayas, así es que había material para ambientación histórica. No es que esperara ver en escena a Pakal el Grande, rey de Palenque entre 615 y 682, por ejemplo, pero por lo menos si me dicen "ciudad de Tikal" sé que es el siglo IX, y si es Chichán Itzá sé que es el siglo X u XI. Pero no, porque después de insinuar que estamos frente a la gran catástrofe ecológica que se supone ocurrió en el siglo VIII, resulta ser el XVI, porque al final de esta indefinición histórica aparecen los españoles (¡ups! debí avisar de los spoilers... pensándolo bien, en este caso, para qué), como deus ex machina que barrerá a los pervertidos mayas hacedores de sacrificios humanos que se quedan como cavernícolas uaga uaga ante un simple eclipse solar (y pensar que el calendario maya era más preciso que nuestro calendario actual, por una diezmilésima de año). Por cierto, parece que Mel Gibson no se enteró de que el último señorío maya en caer en manos españolas, fue Tayasal, en fecha tan tardía como 1697. Se nota que se documentó, el hombre. Por cierto, uno de los primeros españoles en desembarcar es el cura, con una cruz bien visible, para que veamos que los malvadísimos mayas que sacrificaban humanos van a ser evangelizados, y que ser exterminados por brutos montados a caballo en nombre de la religión es lo mejor que podía pasarles a sus pobres almas extraviadas en el paganismo. O sea, como interpretación histórica, no es que sea nula, sino que es muy cristiana (pensándolo bien, es casi lo mismo, como que ningún historiador toma en serio como teoría histórica a "La ciudad de Dios" de San Agustín).
-- Aparte de todo lo anterior, la película funciona... ¿cómo diremos esto...? Probemos así. Funciona como una especie de parodia de "Conan el Bárbaro", en versión precolombina en vez de germánica. Por lo menos, la secuencia inicial del asalto a la aldea es casi igual a la peli de Schwarzennegger, con muerte del progenitor incluido (en este caso es el padre y no la madre). Y durante la fuga del prota, vemos una escena de salto en cascada calcadita de la que hiciera el mentado Arnold en "Depredador", con cuerpo cubierto de barro incluido (aunque en este caso, por cortesía de unas oportunas arenas movedizas). Aunque se aparta de estos egregios modelos en la solución final, y abraza de lleno aquel mítico capítulo de Pinky y Cerebro en que se pierden en la jungla, y Cerebro aprende que "la vara es tu amiga", porque una vez de regreso en su jungla, el prota se convierte en todo un McGyver a lo Tarzán para putear a los malos. Desmadre total, que le llaman. Si hubieran recortado el metraje un tanto, hubiera quedado la gran peli de acción de estos tiempos. Pero oscuros son los designios del Señor, ¿no, Mel?
IDEAL PARA: Gozar con una comedia de acción precolombina... en el cable y gratis.
P.D. Para los ñoños que protestaban por los sacrificios humanos, entérense: los mayas SÍ sacrificaban gente. Aunque no tanto como los aztecas. Y para los que se queden con que los mayas sólo hacían sacrificios humanos, también hacían otras cosas, además (escribir el "Popol Vuh" y el "Chilam Balaam", por ejemplo).
"...y abraza de lleno aquel mítico capítulo de Pinky y Cerebro en que se pierden en la jungla, y Cerebro aprende que "la vara es tu amiga",
ResponderBorrarjuuaaaaaaaaa, yo vi este capítulo.
Como verás, estoy leyendo todos tus comentarios, que son excelentes, pero en este caso debo discrepar contigo, cierto es que no se nada de historia maya, y que vos haz hecho muy bien los deberes a este respecto, pero... Creo que Mad Max Gibson logra presentar una sociedad decadente en esta peli,la entrada a la ciudad principal mostrando esclavos, desperdicios humanos, mineros, es solo el comienzo. Recuerdo muy bien un cierto grupo de mujeres que estaban allí por el espectáculo (como algunas van a la iglesia por la misma causa), como había todo un negocio montado tras el acto religioso(como lo hay hoy)y como el sacerdote y el rey se miraban socarronamente cuando el eclipse comenzó y la gilada abajo se asustaba de lo que sucedia, porque quedaba claro que el cabeza de estad y el cabeza religioso sabían (y sabemos que esas culturas sabían cuando podían suceder esos eventos)del eclipse pero el pelagatos común al pie de la pirámide no. Para mi la peli da un vistazo a la sociedad norteamericana actual, tapando la realidad con otras cosas: los mayas decapitan infelices porque no llueve, los gringos matan iraquíes por lo del 11s, alguien tiene que ser cabeza de turco, me parece que esta peli va por ahí, una mirada a la sociedad norteamericana actual en su papel de imperio y no una apología del cristianismo (como lo hizo Gibson y de manera asquerosa en la de Jesús)
La verdad, tendría que verla de nuevo para apreciar esos detalles, que si ese fuera el caso, entonces claro, se merecería una revalorización. Pero eso no quita que estaríamos frente a una mirada crítica a Estados Unidos que se ejerce desde una profunda perspectiva cristiano reaccionaria, con todo el síndrome de superioridad moral que eso implica. En cuyo caso no debieron haber vendido esta peli como interpretación histórica sino derechamente como panfleto religioso. Bien hechito, sí, pero panfleto. En cualquier caso, parece que se impondrá en algún minuto un segundo visionado.
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