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lunes, 2 de febrero de 2009

"Once a la medianoche" (1960).


-- "Ocean's Eleven" (título original en inglés), "La cuadrilla de los once" (título en España). Estados Unidos. Año 1960.
-- Dirección: Lewis Milestone.
-- Actuación: Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr., Peter Lawford, Angie Dickinson, Richard Conte, Cesar Romero, Patrice Wymore, Joey Bishop, Akim Tamiroff, Henry Silva, Ilka Chase, Buddy Lester, Richard Benedict, Jean Willes.
-- Guión: Harry Brown y Charles Lederer (y Billy Wilder, sin acreditar), sobre una historia de George Clayton Johnson y Jack Golden Russell.
-- Banda Sonora: Nelson Riddle.

-- "Once a la medianoche" en IMDb.
-- "Once a la medianoche" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Danny Ocean está planeando algo grande. Algo gordo. Todos hablan sobre él, y cuando eso ocurre, algo grande ocurrirá. Y así es. Danny Ocean está recolectando a sus antiguos compañeros de armas, que otrora defendieran la libertad, la democracia y el american way of life contra los malvados nazis en la Segunda Guerra Mundial, y ahora están repartidos en muchos lugares distintos, y varios de ellos en el submundo del crimen de poca monta (más o menos como Rambo después de Vietnam, pero con corbata y no tan despeinados). Algunos se suman alegremente a lo que se viene, otros lo hacen con reluctancia, y aún hay quien debe hacerlo casi por motivos de fuerza mayor (enfermedad terminal, y hay que dejarle algo al hijo). La idea de Danny Ocean es simple: aprovechar el entrenamiento y coordinación militar que tan buenos resultados les dio para mantenerse dentro del pellejo en la WWII, para planificar un complejo ataque contra un grupo de casinos, y saquear sus respectivas cajas fuertes. El golpe es grande, y asusta a los respectivos parroquianos, pero uno a uno, todos se van sumando. Así, poco a poco, el grupo va ejecutando el plan. Pero cuando hay tantos pasteleros cocinando el pastel, es lógico que éste pueda salir, pues bien, un poquito quemado, ¿no? ¿Irá a resultar todo como se supone debería ser, para nuestro grupo de truhanes...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Dícese que se dice, que existía un grupo de cantantes más que bien cobijaditos al alero de las conexiones con la Mafia, y gracias a ellas, cuando los italianos se aburrieron de Nueva York y empezaron a volverse hacia el juego legalizado en Nevada y levantaron Las Vegas, corrieron a hacer numeritos musicales allá, a precios módicos y convenientes. Entre ellos estaba, por supuesto, el Rat Pack, el célebre grupo de cantantes alrededor de Frank Sinatra, que se caracterizaban por su vida de juerga eterna (se dice que el nombre de Rat Pack deriva de que Lauren Bacall, aburrida de que su maridito Humphrey Bogart se fuera de parranda con ellos, un día le dijo: "¡luces como un maldito paquete de ratas!", y el nombre de Paquete de Ratas, Rat Pack, quedó). Con el tiempo, al Rat Pack le entró el bicho de hacer pelis. Y como no querían moverse de Las Vegas, pues bien, rodaron en la misma ciudad, en horarios cómodos y confortables para que no les estorbaran el resto de las actividades (cantar por la noche en los casinos, taladrar mujeres, esa clase de cosas). Como herencia desde los tiempos del Cine Noir, habían pelis de grupos de ladrones tratando de hacerse con un botín ("Mientras la ciudad duerme", por ejemplo), y la idea les pareció buena porque así habrían papeles para todos: bastaba con que cada uno interpretara a un truhán distinto, y listo. Además, ya que el Rat Pack tenía alma de I like to live for myself, el cine de truhanes dispuesto a hacerse con un botín les caía como anillo al dedo. El resultado fue esta parida, que supuestamente no iba tan en serio, y que en realidad era un vehículo para el lucimiento de sus protas (en particular el trío clave del Rat Pack, que son Frank Sinatra, Dean Martin y Sammy Davis Jr.), fue una peli que inaguró una breve moda sesentera de pelis sobre crímenes perfectos ("Topkapi", "Golpe a la italiana", "El caso Thomas Crown", "Cómo robar un millón"...), y además fue objeto de un remake seguido de dos secuelas ("La gran estafa", "La nueva gran estafa" y "Ahora son 13").

¿POR QUÉ VERLA?

-- El paso del tiempo a veces se encarga de poner las cosas en su lugar. En su época, "Once a la medianoche" fue una peli sumamente influyente, como ya dijéramos. Sin embargo, hoy en día, pasados los días de gloria del Rat Pack y del cine de hampones lanzando el robo perfecto, esta peli empieza a mostrar sus debilidades. Su comienzo es lento y plúmbeo, y pareciera que nunca va a arrancar. Y cuando arranca, lo que sigue simplemente no es tan espectacular. Las audiencias de 1960 seguramente se asombraron con la trama, y las chicas se habrán quedado babosas con Sinatra o Martin, pero por una vez en la vida, el remake de Steve Soderbergh ("La gran estafa") le mató el punto, porque es más ágil y ondera, es más autoconsciente de su estética lasveguera, y tiene un guión más interesante. Las comparaciones son odiosas, en particular porque seguramente a Soderbergh jamás se le habría ocurrido el argumento por cuenta propia, si no estuviera precedida su peli por la de 1960, la del Rat Pack, pero por otra parte, el único valor que eso le añade a la peli, es el arqueológico, el "de allí vino...". Y conste que la dirigía Lewis Miltestone, que sin ser un gigante de la cinematografía, se apunta en su currículum cositas como "Sin novedad en el frente", "De ratones y hombres" o "El motín del Bounty" (la versión de 1962, la con Marlon Brando, porque hay otras). Aquí, el pobre Milestone luce como un simple mandadero, "ponga la cámara aquí, joven, y déjenos hacer lo nuestro", y se nota. Pero en fin, volviendo a lo del valor arqueológico... Pues eso, valor arqueológico a fin de cuentas.

-- Siendo una peli del Rat Pack y para lucimiento del Rat Pack, teníamos que tener algún que otro número musical, aunque no viniera a cuenta. Así es que tenemos a Dean Martin haciendo el chulo con algunas canciones. Por supuesto que esto anima bastante el cotarro. Bueh, puede ser que no le encuentres la gracia a esto, porque podrías ser un otaku que no ve más allá de las idol j-pop, o un darkgoth incapaz de sacarte el Rammstein de encima, pero ese es un caso improbable, porque entonces Cine 9009 sería un blog demasiado inteligente para tí, y a estas alturas del partido ya te habrías aburrido y cambiado al fotolog más estúpido y cercano posible. Volviendo a lo de la Música: hay números musicales, y sin cortes. No voy a decir el viejerío de "ya no hacen música como antes" (entre otras cosas, porque siempre se ha hecho música buena y música mala), pero de verdad que rescata un poco ese espíritu de espectáculo de sabor tan yanketa, ya hace tiempo ido.

-- Cameos de chicas. Aparece Angie Dickinson cuando estaba jovencita (¿alguien se acordará en estos tiempos de quién demonios fue Angie Dickinson?). Y otra chica vinculada al Rat Pack, como es Shirley McLaine, fresco en ese tiempo su rol de "El apartamento", hace un brevísimo cameo.

-- El final. Cuando todo parece que se va a alargar y eternizar, y el asunto no pareciera querer resolverse por ninguna parte (al menos no sin saltarse la vieja regla del cine políticamente correcto de los '40s, de que toda banda de hampones debía terminar liquidándose los unos a los otros, cosa que violentaría el espíritu festivo de esta peli), tenemos una resolución de lo más ingeniosa. No diré cual, por supuesto, pero pocos finales de peli pueden ser tan desopilantes como éste. ¡Si hasta les perdono mucho de la tabarra que nos dio antes la peli, sólo por esto!

IDEAL PARA: Ver una peli histórica... Si se tiene la paciencia para ello.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Secuencia de créditos de la peli [en inglés, sin subtítulos... como si hicieran falta].

2 comentarios:

  1. From 1960 I was watching this film time to time. I like it very much and continúe discovering new things.
    Marcelo Holot
    Ps first time I was 15 years now... Well you know after years walking Casinos travel history... Is like Back to the Future or may be return to the past Who knows! May be The Rat Pack, don't You?

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  2. Aún mantiene su frescura luego de 55años.
    Mil historias transcurridas y aún me inspira instantes que todos tenemos escondidos en algún lugar del corazón. Don't you?
    Marcelo Holot

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