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jueves, 4 de diciembre de 2008
"Arenas blancas" (1992).
-- "White Sands". Estados Unidos. Año 1992.
-- Dirección: Roger Donaldson.
-- Actuación: Willem Dafoe, Mary Elizabeth Mastrantonio, Mickey Rourke, Samuel L. Jackson, M. Emmet Walsh, James Rebhorn, Maura Tierney, Beth Grant, Alexander Nicksay, Fredrick Lopez, Miguel Sandoval, John Lafayette, Ken Thorley, Jack Kehler, Royce D. Applegate.
-- Guión: Daniel Pyne.
-- Banda Sonora: Patrick O'Hearn.
-- "Arenas blancas" en IMDb.
-- "Arenas blancas" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
El sheriff de uno de esos poblachos redneck de mierda en la America Profunda, se encuentra un día con una sorpresita. Tiene, en pleno desierto, un cuerpo tirado, muerto con herida a bala, y con maletín de 500.000 dólares. Al sheriff el asunto le pica la guía, decide no archivar la investigación por falta de antecedentes y se las rebusca hasta descubrir un número telefónico de contacto. A través del teléfono se hace pasar por el muertito, y ¡UPS!, le creen. Le dicen que vaya a tal parte, que se hospede en tal lugar, y que la cita es a tal hora. El sheriff se prepara entonces para emprender un largo viaje, se despide de su amante familia (la siempre bustosa Mimi Rogers, en esos años recobrándose del chancacazo que Tom Cruise le dio con Nicole Kidman, y en esta peli sin acreditar), y emprende el viaje hacia su destino. En el lugar es atacado por un par de ninjas lesbianas (no pregunten, la peli venía así, además que no vuelven a aparecer...), que le roban el dinero y lo dejan en paños menores. Pero le dicen que su verdadero contacto está en tal otro lugar. Bien, al menos ya estamos llegando a alguna parte. O casi. Porque antes de eso es atacado de nuevo y llevado hasta un cuartel, en donde descubre que sus atacantes son el FBI. "Mira, desgraciao, teníamos un operativo, y lo acabas de joder, y acabas de pasarle 500 de los grandes al enemigo, ¿captas?". El sheriff se las arregla entonces para convencerlos de seguir el arreglo, que a él no lo conocen, que piensan que es el muertito, así es que seguirá trabajando undercover. Los agentes del FBI se miran y remiran el asunto, y finalmente aceptan el trato. El sheriff irá entonces recto a encontrarse con su destino. Aunque el camino sea muy torcido y retorcido, porque como de costumbre, nadie es quien dice ser, todos engañan, etcétera.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Aunque ustedes no lo crean, mis estimados humanitos, hubo una época en que el cine de Hollywood se preocupaba por hacer pelis inteligentes. No significa que TODAS las pelis fueran inteligentes, pero había una cantidad significativa de ellas con buenos guiones y tramas de cierta elaboración. Uno de los géneros más beneficiados por esto, y hoy en día bastante caído en desgracia (cuestión de ver cosas como "El centinela" o "Justo en la mira"), es el thriller de suspenso policíaco. Se suponía que el cine antes iba dirigido al público adulto, y el público infantil tenía su propio lugar claramente segmentado... y las pelis juveniles buscaban entregar ideas (¡cuántas de Ciencia Ficción de serie B, despreciadas por la alta crítica y destrozadas por los culturetas de toda la vida, no lidiaron con temas como el racismo, el clasismo, la xenofobia, el miedo a lo diferente...!). En los '80s, eso empezó a cambiar: "La guerra de las galaxias" y los blockbusters subsiguientes enseñaron que entre los adolescentes descerebrados estaba el dinero, y mientras más descerebrados mejor, que así menos le pagamos a los guionistas (ejemplo célebre: el mono que después de 1000 intentos aporreando una máquina de escribir todavía trata de sacar las obras completas de Shakespeare, y que por el momento ha conseguido tan solo escribir los guiones de Michael Bay). "Arenas blancas" en ese sentido es una especie de canto de cisne, una peli de suspenso "a la antigua", que si bien no es perfecta ni de lejos, al menos trata de ofrecer una trama esforzada y un suspenso aceptablemente bueno, que se base en los conflictos de personajes e intereses, y no en la predecible imprevisible vuelta de tuerca cada cinco segundos para mantener a pulso la trama. En su tiempo, la crítica la trató con bastante displiscencia. Claro, podían saber lo que se estaba avalanchando sobre el cine comercial: aún no habían visto nada de Michael Bay.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Es un estupendo thriller policíaco. Se basa en la materia prima del cine de toda la vida, o sea, en el suspenso y en la colisión de intereses creados entre distintos personajes, no en lo espectacular de la acción ni la chulería de los protas. De hecho, las escenas de violencia tienden a ser más bien pocas y dosificadas, y estamos en una época anterior a la cual los protas tenían que salir haciendo el Mátrix. El guión tiene sus momentos WTF, vale (esas ninjas lesbianas), y algunas cosas no quedan del todo claras. Pero hay un aire como a que toda la trama criminal en verdad no importa tanto al final del día. Utiliza también notablemente la idea del prota de inocencia relativa metiéndose a un infierno reglado con leyes que no conoce (idea también utilizada en "Terciopelo azul" con más inteligencia, pero es que allá era David Lynch, y acá es claramente un producto comercial), con una gran escena en que el prota Willem Dafoe se despide de su esposa (y al poco rato se encontrará con otra chica con la que podría estar la mar de bien... o no...). Y el final, que por supuesto no adelantaré, tiene un regusto al mejor Western de toda la vida, ése en donde los espacios amplios, desolados, infinitos, blah blah blah, se transforman en casi parte de los protas... Con debilidades y todo, sigue siendo un estupendo thriller. El guión es responsabilidad de Daniel Pyne, que ese día parece que estaba escribiendo iluminado, porque no ha tenido otra historia tan interesante entre sus manos (ha sido guionista también de "Doctor Hollywood", "Un domingo cualquiera", "La suma de todos los miedos"... pero ésa no cuenta porque estaba adaptando una novela... el remake de "El candidato del miedo"...). Y el director es Roger Donaldson, que tiene su nombrecito ganado en el cine popcornero con cosas como "Cóctel", "Especies", "El discípulo", y el notable thriller político "Trece días".
-- Las actuaciones están notablemente bien. El protagonismo recae sobre Willem Dafoe, una adecuada elección para un personaje un poco en la vena de Cogan, el prota de "Mi nombre es violencia" (Clint Eastwood como sheriff campirano, un poco en borrador de Harry el Sucio), pero lo interpreta a su manera, lo que es un plus porque en esos años trataba de actuar y no sobreactuaba descaradamente como cuando hizo de villano en "Spiderman" (bueno, también está su magnífico rol de "La sombra del vampiro"). Además, Dafoe no es un carilindo, y eso ayuda a darle consistencia a su rol de agente encubierto un poco a la fuerza. Su contraparte es Mickey Rourke, que en esos años estaba al tope después de comerse a Carre Otis en "Orquídea salvaje" (y se la siguió comiendo por años, el jjjjjjdep...), y que compone a un personaje sinuoso y reptiliano. Mary Elizabeth Mastrantonio, por su parte, está un poco debilucha en materia actoral, pero tiene carisma y aporta. Y el cuarteto de protas se completa con un Samuel L. Jackson que en esa época todavía era una especie de secundario de lujo, antes de ser la superestrella al lado de John Travolta en "Pulp Fiction". Y en general, todos los personajes cumplen con crear esa sensación de juego duro que hay alrededor de esta peli semiWestern/semiredneck.
IDEAL PARA: Ver una de suspenso con nervio y garra.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
-- Comienzo de la peli, cuando encuentran al muertito [en inglés, sin subtítulos].
Y como no olvidarnos del soundtrack de Patrick O'Hearn, la razón por la que llegue a esta peli, muy de suspenso y sombria, la de este genio del New Age, atención a la secuencia cuando viaja despues de despedirse de su esposa e hijo, lleva una nueva interpretación de su tema Sacred Heart.
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