-- "Two Weeks in Another Town". Estados Unidos. Año 1962.
-- Dirección: Vincente Minelli.
-- Actuación: Kirk Douglas, Edward G. Robinson, Cyd Charisse, George Hamilton, Daliah Lavi, Claire Trevor, James Gregory, Rosanna Schiaffino, Joanna Roos, George Macready, Mino Doro, Stefan Schnabel, Vito Scotti, Tom Palmer, Erich von Stroheim Jr.
-- Guión: Charles Schnee, basado en la novela de Irwin Shaw.
-- Banda Sonora: David Raksin.
¿DE QUÉ SE TRATA?
En un oscuro, aséptico y camp-60s psiquiátrico, el venerable Kirk Douglas con su look algo oldfashioned '50s es entrevistado por su médico tratante. Es que ha llegao carta, y la carta es de un viejo amigo. Claro que con amigos como ése... El paciente era antiguamente una gran gloria del screen, y su amiguete era un director de cine... bueno, sigue siéndolo, y le ofrece un papelito (papelito de los de cine, no de los que se fuman, por si acaso). El paciente pregunta si está sano como para ir, el médico pregunta "¿se siente usted sano?", el paciente dice que el médico diga, que para eso es el experto y le pagan porrá de dinero, el médico dice que en su opinión sí, entonces él dice que está sano y puede irse, el médico dice que es su opinión pero que no necesariamente quiere decir que esté sano... Después de esta tonelada de cláusulas de exención de responsabilidad por negligencia médica, nuestro buen amigo por fin está en viaje a Roma, en donde su amiguete está sepultado rodando un peplum de tres al cuarto. Allí se entera de que no es casualidad que esté allí, que al amiguete le ha escrito el doctor del psiquiátrico pidiéndole que le dé cualquier trabajo, así es que el director le ofrece hacer el doblaje definitivo... (en la época se estilaba que las pelis de forzudos a la italiana se grabaran con los músculos y las mamas de modelos masculinos y femeninos, y después actores de pro los doblaban en el audio). Las cosas se complican porque la antigua chica fatal que arrojó al psiquiátrico al actor en primer lugar, ronda por ahí bien encamada con un petrolero griego cuyos barquitos serenos que se los lleva la mar navegan bajo la bandera de Liberia. Y además aparece una pretendiente joven. Y el director tiene sus propios líos con su esposa. Llegar a terminar el rodaje de una peli así, puede ser entonces un verdadero parto...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Vincente Minelli es un director de cine sumamente discutido. ¿Era bueno, era mediocre, era malo, era un wannabe...? Bueh, ese misterio nadie lo pudo resolver, y después se lo llevó a la tumba. O eso pareciera, porque sus pelis murieron con él. Hagamos un experimento. ¡Señores lectores de Cine 9009, por favor! ¡Los que conozcan al menos alguna peli de la filmografía de Vincente Minelli (que no sea ésta que comentamos, no sean tramposos), que se pongan de pie! Hmmmmmm... ¿Nadie? ¿Absolutamente nadie? Veamos... ¡Los que hayan visto musicales empalagosos como "Un americano en París", "Brigadoon"...! ¿Nadie? ¿Es que así de muerto está el arte del musical clásico...? ¡A ver, los que hayan visto "Cita en San Luis"... Que no sea Carrie Bradshaw en la Navidad de "Sex and the City"...! ¡Ultima pregunta! ¡Los que conozcan a algún pariente del señor Vincente Minelli! Miren, ahí se levantaron algunos, sí, sí, sí, Vincente Minelli es (o era) el papá de Liza Minelli... Bueno, Vincente Minelli fue un director alabado por algunos y criticado por otros. Ya entrando los '60s, el escenario no estaba para lindos musicales con escenarios impostados (aunque alguno que otro se pergueñó, como "Hola Dolly"), y Vincente Minelli tuvo que emigrar hacia otras aguas. Se fijó entonces en una novela de un tal Irwin Shaw, novelista de éxito relativo en su tiempo y olvidado en el nuestro (quién sabe si con justicia, no sólo nunca he leído un libro suyo, sino que tampoco lo he visto en librerías de libros nuevos o usados), y decidió adaptarla. La crítica se dividió. Algunos la ven como una aguda crítica a la industria del cine en general. Otros la ven como la larga pendiente en la que se arrojó un decadente y desorientado Minelli. ¿Nuestra conclusión? Sigan leyendo, amables lectores...
¿POR QUÉ VERLA?
-- ¿Te gusta el melodrama clásico que le echa cinco kilos de azúcar y cinco kilos de harina a un pastel que debía pesar un kilo y medio? Bueno, ésta es la tuya. Pero para el resto del público, puede resultar como mínimo un poco desconcertante. Porque la peli tiene una buena premisa y un buen arranque (actor saliendo del psiquiátrico, buscándose a sí mismo después de una dark age, en una amistad/enemistad con un director jodepú...), pero una vez en la estacada, la peli hace bien poco por moverse. De hecho dura dos horas, pero en la primera hora pareciera ser que ni el guionista ni el director tienen claro qué contar después, y la peli avanza a tropezones hacia ninguna parte. Recién en la segunda mitad se compone un poco, cuando el prota decide hacerse cargo de la peli de su amigo/enemigo el director, y con gusto hubiéramos querido que la peli se hubiera centrado en esto, y nos hubiera ahorrado todo el latero prólogo anterior que abarcaba ¡media peli! Y cuando se resuelve, por supuesto, lo hace a todo vapor y sin dar tiempo a nada. Yo no sé a quién diablos habrá aprendido cómo rodar un drama folletinesco este tipo, pero sí puedo decir lo siguiente: él nunca pisó las aulas de la Academia de Cine del General Gato. Con razón venía de los musicales: allí los números de baile son lo mejor, y la trama es lo de menos. Acá, en consecuencia, todo se ve campy a más no poder. Y conste que tenían al gran Kirk Douglas (papi de Michael Douglas para las new generations) de prota, y al incombustible Edward G. Robinson ("El pequeño César", "Los diez mandamientos", "El oro de Mackenna") como el director pesotilla... Qué desperdicio, oh, Bastet...
-- Si hay una razón para ver esta peli, probablemente sea por el retrato que hace sobre la industria del cine desde su interior. Apreciamos cómo son los tiras y aflojas entre productores y directores, descubrimos la curiosa costumbre que tenían los italianos de grabar las pelis con actores y actrices que prestaban la pechonalidad para después doblarlos con otros más profesionales pero menos agraciados, y en general nos enteramos algo del ambiente y el tufillo de rodar pelis en ese tiempo. Pero la peli no se centra en esto sino en el drama íntimo de un hombre caído buscando la redenc... ¡Bah! Si tienen aguante, prueben a verla de todas maneras por esto. Repito: si tienen aguante.
IDEAL PARA: Amantes del campy desaforado.
ENLACES.
-- (Ir a la página) Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en inglés.
-- (Ir a la página) Comentario en Claqueta.es.
VIDEOS.
Lo siento, no he conseguido encontrar videos de esta peli.
-- Dirección: Vincente Minelli.
-- Actuación: Kirk Douglas, Edward G. Robinson, Cyd Charisse, George Hamilton, Daliah Lavi, Claire Trevor, James Gregory, Rosanna Schiaffino, Joanna Roos, George Macready, Mino Doro, Stefan Schnabel, Vito Scotti, Tom Palmer, Erich von Stroheim Jr.
-- Guión: Charles Schnee, basado en la novela de Irwin Shaw.
-- Banda Sonora: David Raksin.
¿DE QUÉ SE TRATA?
En un oscuro, aséptico y camp-60s psiquiátrico, el venerable Kirk Douglas con su look algo oldfashioned '50s es entrevistado por su médico tratante. Es que ha llegao carta, y la carta es de un viejo amigo. Claro que con amigos como ése... El paciente era antiguamente una gran gloria del screen, y su amiguete era un director de cine... bueno, sigue siéndolo, y le ofrece un papelito (papelito de los de cine, no de los que se fuman, por si acaso). El paciente pregunta si está sano como para ir, el médico pregunta "¿se siente usted sano?", el paciente dice que el médico diga, que para eso es el experto y le pagan porrá de dinero, el médico dice que en su opinión sí, entonces él dice que está sano y puede irse, el médico dice que es su opinión pero que no necesariamente quiere decir que esté sano... Después de esta tonelada de cláusulas de exención de responsabilidad por negligencia médica, nuestro buen amigo por fin está en viaje a Roma, en donde su amiguete está sepultado rodando un peplum de tres al cuarto. Allí se entera de que no es casualidad que esté allí, que al amiguete le ha escrito el doctor del psiquiátrico pidiéndole que le dé cualquier trabajo, así es que el director le ofrece hacer el doblaje definitivo... (en la época se estilaba que las pelis de forzudos a la italiana se grabaran con los músculos y las mamas de modelos masculinos y femeninos, y después actores de pro los doblaban en el audio). Las cosas se complican porque la antigua chica fatal que arrojó al psiquiátrico al actor en primer lugar, ronda por ahí bien encamada con un petrolero griego cuyos barquitos serenos que se los lleva la mar navegan bajo la bandera de Liberia. Y además aparece una pretendiente joven. Y el director tiene sus propios líos con su esposa. Llegar a terminar el rodaje de una peli así, puede ser entonces un verdadero parto...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Vincente Minelli es un director de cine sumamente discutido. ¿Era bueno, era mediocre, era malo, era un wannabe...? Bueh, ese misterio nadie lo pudo resolver, y después se lo llevó a la tumba. O eso pareciera, porque sus pelis murieron con él. Hagamos un experimento. ¡Señores lectores de Cine 9009, por favor! ¡Los que conozcan al menos alguna peli de la filmografía de Vincente Minelli (que no sea ésta que comentamos, no sean tramposos), que se pongan de pie! Hmmmmmm... ¿Nadie? ¿Absolutamente nadie? Veamos... ¡Los que hayan visto musicales empalagosos como "Un americano en París", "Brigadoon"...! ¿Nadie? ¿Es que así de muerto está el arte del musical clásico...? ¡A ver, los que hayan visto "Cita en San Luis"... Que no sea Carrie Bradshaw en la Navidad de "Sex and the City"...! ¡Ultima pregunta! ¡Los que conozcan a algún pariente del señor Vincente Minelli! Miren, ahí se levantaron algunos, sí, sí, sí, Vincente Minelli es (o era) el papá de Liza Minelli... Bueno, Vincente Minelli fue un director alabado por algunos y criticado por otros. Ya entrando los '60s, el escenario no estaba para lindos musicales con escenarios impostados (aunque alguno que otro se pergueñó, como "Hola Dolly"), y Vincente Minelli tuvo que emigrar hacia otras aguas. Se fijó entonces en una novela de un tal Irwin Shaw, novelista de éxito relativo en su tiempo y olvidado en el nuestro (quién sabe si con justicia, no sólo nunca he leído un libro suyo, sino que tampoco lo he visto en librerías de libros nuevos o usados), y decidió adaptarla. La crítica se dividió. Algunos la ven como una aguda crítica a la industria del cine en general. Otros la ven como la larga pendiente en la que se arrojó un decadente y desorientado Minelli. ¿Nuestra conclusión? Sigan leyendo, amables lectores...
¿POR QUÉ VERLA?
-- ¿Te gusta el melodrama clásico que le echa cinco kilos de azúcar y cinco kilos de harina a un pastel que debía pesar un kilo y medio? Bueno, ésta es la tuya. Pero para el resto del público, puede resultar como mínimo un poco desconcertante. Porque la peli tiene una buena premisa y un buen arranque (actor saliendo del psiquiátrico, buscándose a sí mismo después de una dark age, en una amistad/enemistad con un director jodepú...), pero una vez en la estacada, la peli hace bien poco por moverse. De hecho dura dos horas, pero en la primera hora pareciera ser que ni el guionista ni el director tienen claro qué contar después, y la peli avanza a tropezones hacia ninguna parte. Recién en la segunda mitad se compone un poco, cuando el prota decide hacerse cargo de la peli de su amigo/enemigo el director, y con gusto hubiéramos querido que la peli se hubiera centrado en esto, y nos hubiera ahorrado todo el latero prólogo anterior que abarcaba ¡media peli! Y cuando se resuelve, por supuesto, lo hace a todo vapor y sin dar tiempo a nada. Yo no sé a quién diablos habrá aprendido cómo rodar un drama folletinesco este tipo, pero sí puedo decir lo siguiente: él nunca pisó las aulas de la Academia de Cine del General Gato. Con razón venía de los musicales: allí los números de baile son lo mejor, y la trama es lo de menos. Acá, en consecuencia, todo se ve campy a más no poder. Y conste que tenían al gran Kirk Douglas (papi de Michael Douglas para las new generations) de prota, y al incombustible Edward G. Robinson ("El pequeño César", "Los diez mandamientos", "El oro de Mackenna") como el director pesotilla... Qué desperdicio, oh, Bastet...
-- Si hay una razón para ver esta peli, probablemente sea por el retrato que hace sobre la industria del cine desde su interior. Apreciamos cómo son los tiras y aflojas entre productores y directores, descubrimos la curiosa costumbre que tenían los italianos de grabar las pelis con actores y actrices que prestaban la pechonalidad para después doblarlos con otros más profesionales pero menos agraciados, y en general nos enteramos algo del ambiente y el tufillo de rodar pelis en ese tiempo. Pero la peli no se centra en esto sino en el drama íntimo de un hombre caído buscando la redenc... ¡Bah! Si tienen aguante, prueben a verla de todas maneras por esto. Repito: si tienen aguante.
IDEAL PARA: Amantes del campy desaforado.
ENLACES.
-- (Ir a la página) Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en inglés.
-- (Ir a la página) Comentario en Claqueta.es.
VIDEOS.
Lo siento, no he conseguido encontrar videos de esta peli.
Puede que sí o puede que no. Puede que la película trate de un actor venido a menos que "trepa" y le chupa la sangre a un amigo o puede que no. Puede que trate sobre la industria del cine o puede que no. Yo prefiero quedarme con un aspecto más manido, pero más complicado de describir: EL AMOR.
ResponderBorrarSí, esa cursilada; pero la película explora las relaciones de dependencia, la manipulación, el engaño, el comercio de sexo por amor... El amor en su faceta más mezquina y desgarradora está descrito sin necesidad de recurrir a los clichés de la femme fatal del cine negro.
Relaciones de dependencia emocional mezquinamente llevadas. Triángulos amorosos que se entrecruzan, donde todos los protagonistas se engañan a sí mismos y siempre miran para otro lado. Kirk Douglas-'la exmujer'-'Verónica'(bella italiana); Edward G. Robinson-Claire Trevor-y su putita; George Hamilton-'Verónica'-Kirk Douglas; 'la exmujer'-Kirk Douglas-'el armador'. Ninguna de los vínculos sentimentales era equilibrado. Uno cambiaba amor por fama, otro dinero por sexo, aventura por apoyo, seguridad por posesión...
Puede que la película trate sobre la industria del cine o puede que no. Si así fuese, tienes razón; sobran los primeros 90min. de los 107min. totales. La película empieza dando de lata a Kirk Douglas de un psiquiátrico, ¿por qué enfermaría?
¡Ah, me olvidaba! Siempre me gustó el guiño auto-referente a Cautivos del Mal (1952). ¿Realmente crees que la temática de ambos filmes es el mismo? Yo no.
Mmmmmm... No estoy tan seguro de que esta peli sea sobre el amor, y en todo caso, como bien apuntas, es más probable que se trate del desamor. Si menciono el tema del cine, es porque me parece lo más rescatable, distinguible y característico de la peli, no por otras razones. La idea y el concepto son notablemente inteligentes, lo que se me hace plúmbeo es la manera en que se desarrolla la trama. Y por cierto, el personaje de Carlota (Cyd Charisse), si bien no es un filme noir, sí que tiene bastante de femme fatale, en su necesidad casi mantisreligiosesca de engullir hombres poderosos y reducirlos a la nada. Como decía, mis objeciones hacia la peli no van por el lado de lo que se cuenta, sino del cómo se cuenta. Porque todo se centra en el viaje de un personaje en busca de redención, exorcisar los demonios internos, etcétera, y después de sufrir lo indecible durante más de 100 minutos, de pronto le sale el sol y se va tan campante, porque sí, porque en alguna parte había que terminar la peli, sin mayores pistas sobre en qué minuto se produjo la metamorfosis ni nada (cuando se hizo cargo de la peli de su "amigo" no fue, eso está claro por su comportamiento posterior en la orgía).
ResponderBorrarEn cuanto al guiño a "Cautivos del mal", es tan descaradamente autocomplaciente que no puedo evitar sonreirme por el caradurismo, y sí, me cae simpático por eso. Y como bien apuntas, para mí es claro que a pesar de compartir prota y director, ambas pelis tienen muy poca relación temática entre sí, fuera del detalle más bien superficial de estar ambientadas en el mundo del cine.