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jueves, 27 de marzo de 2008

"10.000 A.C." (2008).


-- "10,000 B.C.". Estados Unidos / Nueva Zelanda. Año 2008.
-- Dirección: Roland Emmerich.
-- Actuación: Steven Strait, Camilla Belle, Cliff Curtis, Joel Virgel, Affif Ben Badra, Mo Zinal, Nathanael Baring, Mona Hammond, Marco Khan, Reece Ritchie, Joel Fry, Omar Sharif (Narrador), Kristian Beazley, Junior Oliphant, Louise Tu'u.
-- Guión: Roland Emmerich y Harald Kloser.
-- Banda Sonora: Harald Kloser y Thomas Wanker.

-- "10.000 AC" en IMDb.
-- "10.000 AC" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En lo alto de una loma cualquiera, una tribu de primitivolíticos recibe una visita inusual. Se trata de una niña de ojos azules que, sorpresa, no es aria (pelo negrito, para que nos entendamos, pero ojos azules, eso sí). La vieja profetisa de la tribu entonces nos cuenta por adelantado todo el argumento de la peli (esa chica va a tener un destacado papel, porque su marido será un guerrero que salvará a la tribu... lo de siempre, si lo pensamos bien, así es que no es tanto el suspenso que se termina). Un guerrero se torna impaciente, porque los mamuts, maldita sea si quieren aparecerse a tiro de lanza, así es que decide ir a buscarlos por su cuenta. Y nunca más regresa. Por lo que su niñato crece con todos sus compañeros emperrándole la vida porque su padre es un traidor, etcétera. Pero eso le gana el corazón de la chica ojos azules, y ambos crecen haciéndose plumorosas promesas de que cuando grandes estarán juntos, etcétera. Para eso, nuestro héroe primero debe hacer una machada (echarse un mamut medio a medio, nada del otro jueves para un antiguolítico al uso). Pero cuando todas las cosas marchan en ruta a la perfección de sus fines, viene el desastre: un grupo de incursores se lleva a media tribu como esclavos. Al héroe, demonios si le importaría el asunto (después de todo, ellos eran los que le hicieron bravuconadas de niñato), pero es que también la chica ojos azules va en el paquete, de manera que... ¡¡¡AAAHHHHHH NO!!! Eso sí que no, así es que emprende una temeraria marcha que lo llevará a través de media Eurasia, desde el hielo de la Era Glaciar hasta los ardientes desiertos en los cuales una gran civilización está construyendo enormes templos y pirámides. Sí, ya sé lo que me van a decir, que en la misma peli tenemos mamuts y pirámides egipcias, y que eso no puede ser; en cuanto a eso no me miren, la peli venía así.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Roland Emmerich es un director que ha desarrollado una carrera sólida y consistente en el cine. Sí, los culturetas de toda la vida se me van a arrojar al cuello por usar palabras como "sólido" y "consistente" para describir una carrera que no es la de Bergman, Allen, Scorsese o von Trier. Al demonio con eso. Yo no me considero un fan de Emmerich, en lo absoluto, pero es de machos viriles reconocerle una perspectiva muy congruente, en eso de crear entretenimiento popular de serie B de alto presupuesto, pero no-tan-alto presupuesto (más se gasta James Cameron, con resultados no siempre sensiblemente mejores). Emmerich partió haciendo pelis de ciencia ficción en los '80s y tempranos '90s ("Moon 44", "Soldado universal", "Stargate"), y después descubrió que la ciencia ficción es sólo una faceta del cine popular, y que existen otras, como por ejemplo el cine de catástrofes estilo "La aventura del Poseidón", "Terremoto" o "El enjambre". De ahí surgen cosas como "El día de la independencia", "Godzilla" y "El día después de mañana". Descubrió también su veta histórica con pastiches como "El patriota", y ahora, con "10.000 A.C.". Historia que es más historieta, historieta de pacotilla, sí, pero como dijimos, Emmerich se preocupa de hacer diversión pura y simple, nada más, y el resto huelga. El cine de prehistóricos nunca tuvo demasiado éxito, y lo poco que consiguieron elaborar pelis clásicas como "Un millón de años antes de Cristo" o "Cuando los dinosaurios gobernaron la Tierra", nunca fue cosechado por otras cintas. Haciendo la arqueología fílmica que es su marca de fábrica, Roland Emmerich desempolvó el espíritu de esos viejos clásicos de matiné de barrio, los upgradeó al siglo XXI, y he aquí que tenemos un nuevo clásico de matiné de barrio. Signifique eso lo que signifique, en nuestro nuevo mundo de multisalas y DVDs...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una típica peli de Roland Emmerich. Si te gustan las señas características de su cine (acción y aventura, personajes lineales pero carismáticos, mezcla desenfadada y gozosa de elementos dispares, expolio masivo de clásicos de la serie B), he aquí otra más que disfrutarás.

-- Me haré cargo ahora de las críticas contra esta peli, y dejaré meridianamente sentado lo injustas que son. Esta es una peli hecha para entretener, y punto más que eso. No es una peli rodada con ánimo de clásico cinematográfico ni mucho menos. Pedirle que sea gran cine es no comprender nada de lo que se trata esto, y peor aún, es pecar de pedante. ¿Es la peli históricamente inexacta porque muestra las pirámides de Egipto siendo construidas por mamuts...? A ver, a ver, a ver, esto es FANTASÍA disfrazada de épica histórica, y eso es claro hasta decir basta (de lo contrario, ¿qué monos pinta la vieja bruja con poderes paranormales?). ¿Que todo está resuelto de manera plana y lineal, como tantos millones de pelis de aventuras, como clásico de los '70s? Bueno, precisamente de eso se trata. Ponerse hipercríticos con esto es como emprenderlas contra "¿Y dónde está el piloto?" o "Mujeres amazonas de la Luna" por ser poco serias. Ahora bien, puede suceder que la serie B barriobajera de los '70s no te haga gracia, en cuyo caso por supuesto que saldrás indignado del cine, después de ver esto. Bueno, nunca te dijimos que ésta era una buena peli. Sólo decimos que está hecha con ese espíritu, y que es demasiado obvio eso como para pedirle otra cosa, y si eso no te gusta, bien, porque para gustos los colores. Simple como eso. Y está bien. Después de todo, no todo va a ser Tarkovski o Lynch...

-- El componente espectacular está más que a salvo. Y en su punto. Si bien se nota que hubo inversión en esta peli, no llega a los extremos groseros de otros blockbusters hollywoodenses. En estos casos, menos es más, porque si se hubiera invertido mucho más en maquetas o recreaciones CGI de bestias neozoicas, la peli hubiera resbalado indudablemente por la pendiente del ridículo. El argumento de la peli es bastante lineal (el héroe que descubre su destino mientras viaja para rescatar a la chica de manos del malvado Lord Oscuro del castillo, en este caso el Faraón de la Pirámide), y por eso, se agradece que no se derroche más. Pero lo gastado, está bien gastado. Las pirámides lucen bien, los barcos por el río están resultones, y tanto los mamuts como los dientes de sable, aunque la animación canta un poco, funcionan. Además, hay detalles de ingenio por aquí y por allá, como por ejemplo la caracterización del Faraón como villano, que si bien no impondrá una moda como treinta años antes lo hiciera la máscara de buceo de Darth Vader, sí que tiene un fuerte valor icónico.

-- Hagamos una mención especial para nuestro siempre muy querido y muy apreciado Omar Sharif, que en los '60 y tempranos '70s participó en mastodontes como "Lawrence de Arabia", "La caída del Imperio Romano", "Genghis Khan", "Doctor Zhivago" o "Funny Girl", y que después de gastárselo todo en el juego tuvo que hacer cameos en cosas como "13 guerreros". Aquí, Sharif le pone voz al narrador. Y lo hace con bonhomía. Si ven esta peli doblada al castellano, se lo van a perder, por supuesto, pero si lo hacen subtitulada en inglés, verán como esta vieja gloria del cine los conforta con su peculiar acento angloegipcio, como si les estuviera contando un bello cuento de cuna. Es gracias al esfuerzo de Sharif, que el viejo y casi insoportable truco del narrador contando cosas supuestamente muuuuuu profundas se convierte de un lastre en un elemento positivo, dándole una calidez adicional a la historia.

IDEAL PARA: Ver una entretenida y acogedora peli de matiné.

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