Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
Páginas
▼
domingo, 2 de diciembre de 2007
"Beowulf" (2007).
-- "Beowulf". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Robert Zemeckis.
-- Actuación: Ray Winstone, Anthony Hopkins, Angelina Jolie, Crispin Glover, Robin Wright Penn, John Malkovich, Brendan Gleeson, Alison Lohman.
-- Guión: Neil Gaiman y Roger Avary, basados en el poema épico de autor anónimo.
-- Banda Sonora: Alan Silvestri.
-- "Beowulf" en IMDb.
-- "Beowulf" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Dinamarca, año 507. El rey Hrothgar está de plácemes porque ha construido una pequeña expansión a su DFL-2. En su nuevo salón del trono organiza una orgía de proporciones en donde corre la hidromiel, y de atracar núbiles doncellas ya no hablemos. Pero los gritos y la alegría hacen rechinar los tímpanos del pobrecito Grendel, qué culpa tiene él de que no lo hayan invitado por ser tan monstruoso, así es que Grendel aparece y hace pintufirra de guerreros. Hrothgar decide entonces que su nuevo salón de banquetes deberá ser cerrado, su palacio está maldito, etcétera. Y paga una buena suma de dinero para que emprendan una, ejem, acción punitiva en contra de Grendel. Al llamado acude nada menos que... ¡¡¡CHACHÁAAAAANNNNNN!!! ¡¡¡BEOWULF!!! Que para eso es muy recio y muy macho, el amigote. Beowulf llega echando pachotadas, como cualquier bárbaro que se precie de tal, y promete deshacerse del indeseable porque, verán, yo soy... ¡¡¡BEOWULF!!! ¡¡¡HUAAAAAÁ!!! Además que Beowulf será muy amigo de Hrothgar, pero la esposa nueva de éste se ve más que amigable, lo que es otro motivo para quedarse... Y si creía Beowulf que todo se reduce a hacer trizas un monstruo, pues bien, no es tan así, porque por detrás de Grendel está nada menos que su madre, una mujer demonio muy bien representada por el cuero de escándalo de Angelina Jolie. Algo huele podrido en Dinamarca, y las cosas se pondrán muy bárbaras por allí...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Si una década antes, en plena era "Mátrix" o "Starcraft", alguien se hubiera atrevido a profetizar el regreso del epic medieval en plena gloria y majestad, hubiera pasado por un lunático. El futuro en aquellos años era el cyberpunk, el steampunk o el darkgoth. Pero bastó la irrupción de "Gladiador" el 2000, y "El Señor de los Anillos", y en menor medida de "Harry Potter y la Piedra Filosofal", ambas del año 2001, para demostrar que, merced a los novísimos usos del CGI, aún había lugar para los epígonos de "Conan el bárbaro", y del fantástico épico en general. De las tres, la más destacada era por supuesto "El Señor de los Anillos", aunque fuera porque Tolkien se robó ideas de medio universo literario medieval para construir su saga épica (el "Kalevala", las "Eddas", "El anillo del nibelungo"...). Así, pues, si Tolkien se había robado ideas de "Beowulf", entre otras fuentes... ¿por qué no adaptar derechamente el poema épico? La empresa había sido tentada algunas veces (hay una versión de "Beowulf" de 1999, con Christopher Lambert, sí, el mismo de "Highlander", y "13 guerreros" puede ser vista y de hecho es una relectura en clave moderna del mito de Beowulf), pero ahora había llegado el momento de hacerlo por la puerta ancha, con toda la riqueza visual que un buen financiamiento made in Hollywood podía permitirse. Y el resultado es bueno. Francamente bueno. De lo mejor que ha parido el cine 2007.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Partamos por el apartado visual. Este es... cómo decirlo... Bien, usaron la técnica de rodar a los actores en vivo, y luego digitalizarlos para meterlos a la computadora (¿no suena como el argumento de "TRON"?). Y la técnica resulta... La mitad del tiempo. Las escenas que requieren manejo corporal (batallas, pachotadas entre personajes, Angelina Jolie haciéndole niriñaques a Beowulf), a pesar de su feeling videojueguil, están la mar de bien. Pero las escenas que requieren mayor intimidad, de conversaciones cerradas entre dos personajes y cargadas de emoción, quedan un tanto en deuda, más que nada porque hay cosas que esta por ahora novísima técnica no es capaz de captar (el brillo de los ojos, gestos faciales menores, etcétera). Pero como los sospechosos de siempre que van a ver "Beowulf" son los amantes de la escabechina y de las frases pulidas para el bronce, y no los bebedores de dramones victorianos, entonces estamos bien.
-- La peli resulta ser inesperadamente cruda, incluso para los cánones de una peli fantástica. Esto vale no sólo por la cantidad de muertos bien escabechinados (mutilados, rotos por la mitad, quemados...), sino también por el planteamiento de situaciones morales un tanto escabrosas, de parte incluso de los "buenos": traición, adulterio, incesto, orgullo, ambición, mitomanía... Defectos que cualquiera puede tener, sea "bueno" o "malo". Un aspecto no menor es el tratamiento de la religión. Los héroes son fieles adoradores de Odín y los dioses paganos, y las escasas referencias a los cristianos son para denostarlos, una opción bastante valiente tratándose de una peli procedente de un país en el cual todos los grandes estudios tradicionalmente temen a los grupos de poder evangélico. Resulta curioso que no haya ningún pope ni pastor histérico llamando a boicotear una peli tan crasamente pagana como ésta... Todo lo anterior habla muy bien, por cierto, de Robert Zemeckis, tipo que antaño combinara calculadamente audacia visual con mensajes muy políticamente correctos, como en "Dos bribones tras la esmeralda perdida", "Volver al futuro", "Quién engañó a Roger Rabbit", "La muerte le sienta bien", "Forrest Gump", "Contacto" o "Náufrago". Esta debe ser su peli más osada, no tanto en el apartado visual como desde el punto de vista de las ideas. ¿Habrá por fin nuestro buen Zemeckis salido del closet...?
-- Esta es, ¡por fin! una película pagana en plena forma. Tolkien pudo haber transformado la Literatura Epica para siempre y para bien, pero uno de sus legados más nefastos fue haber inyectado una fuerte dosis de Cristianismo en sagas épicas que no sólo podían prescindir de éste, sino que además resulta un condimento extraño en la mezcla. Es cierto que las sagas épicas medievales más tardías están impregnadas del elemento cristiano (rastros de esto pueden verse en las elaboraciones más tardías del "Kalevala" o en los relatos de caballería desde el "Amadís de Gaula" y el "Tirante el Blanco" en adelante), pero en las más tempranas, compuestas por bardos germánicos ("El anillo de los nibelungos") o vikingos (las "Eddas"), no hay elemento cristiano por ninguna parte, y el ethos es plenamente bárbaro, de una lucha de todos contra todos por valores como la grandeza, el honor, etcétera, a diferencia de la obra tolkieniana, en donde los buenos y los malos están más que bien alineados de acuerdo a sus opciones éticas, more christiano, y todo respira un ethos bíblico que te meas. En el "Beowulf" de Zemeckis, por el contrario, encontramos bien caracterizado ese ethos bárbaro en donde todo lo que importa es la gloria y el honor, lo que implica ser arrogante, pasarse de la raya... Un ethos en el cual "soy bárbaro y tomo lo que se me antoja porque soy bárbaro, y qué". Los puristas dirán que falta esto o aquello, que Beowulf es un personaje débil o un tipo sin mucha estampa de héroe. Vale, pero no es el único caso en la épica mundial, de guerrero rendido a sus propias pasiones (ahí están Aquiles, Sansón, y un largo etcétera). Hay películas que son bárbaras porque sus personajes son bárbaros. Esta peli es bárbara porque su espíritu es bárbaro. Hay una sutil, pero importante, diferencia, entre ambas cosas.
-- Las actuaciones son, sin ser descollantes, bastante buenas. Ray Winstone compone un Beowulf carismático y encantador, a pesar de sus más que evidentes flaquezas morales (es un bravucón y un mentiroso patológico, la menor de ellas). Anthony Hopkins compone un gran Hrothgar, un rey al que la corona le queda claramente grande, que bajo su exterior actual libertino y despreocupado pueden adivinarse las trazas de lo que antaño pudo ser un gran y noble guerrero (como Beowulf, justamente). Robin Writh Penn y Alison Lohman dan de sobra el tipo de dama cortesana de la época (aunque me pregunto si Fredegunda, Brunequilda o Rosamunda no habrían sido más de armas tomar). Y en cuanto a Angelina Jolie, pues bien... Mmmm... Miren, eso de ser el demonio tentador femenino le queda estupendamente bien, y sigue manteniendo una academia envidiable, pero a cambio, sus intentos de hablar con voz seductora lucen como de mujerzuela barata, y le quitan bastante encanto a un personaje que supuestamente debía cortar el aliento, y que... pues bien... puede hacerlo si uno se tapa los oídos. Mención especial para el actor que interpreta a Grendel, que no es otro sino Crispin Glover, a quien todos aprendimos a querer desde que interpretara al Flaco Tenebroso en "Los ángeles de Charlie" (sí, y también en su espeluznante secuela, la cual no mencionaré aquí).
IDEAL PARA: Ver una película épica y bárbara con músculo, visualmente atractiva y con un contenido ideológico que escapa a las ñoñoconvenciones tópicas del género.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario