Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
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lunes, 12 de febrero de 2007
"Los papeles del Pentágono" (2003).
-- "The Pentagon Papers" (título original en inglés), "Los archivos del Pentágono" (título en Argentina), "Traición en el Pentágono" (título en España). Estados Unidos. Año 2003.
-- Dirección: Rod Holcomb.
-- Actuación: James Spader, Claire Forlani, Paul Giamatti, Alan Arkin, Kenneth Welsh, María del Mar, Sean McCann, James Downing, Richard Fitzpatrick.
-- Guión: Jason Horwitch.
-- Banda Sonora: Normand Corbeil.
-- "Los papeles del Pentágono" en IMDb.
-- "Los papeles del Pentágono" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Década de 1960. Daniel Ellsberg trabaja para RAND, ese tecnooptimista centro de estudios que es bastión del conservadurismo en los Estados Unidos de América. Allí es un halcón, un tipo que mientras se dedican a desarrollar estrategias para evitar una guerra nuclear, dice "hagamos locuras, que ellos adivinen qué demonios tratamos de hacer, llevémoslos tan lejos como sea posible, chantajeémoslos... pero sin llegar a la guerra". Esa postura gusta mucho a quienes cantaban "we are living in Amerika, Amerika ist wonderbar" antes que Rammstein, pero en serio, así que lo llevan a trabajar al Pentágono. Allí , mientras la tensión en Vietnam escala, Ellsberg decide que debe ir al frente a batalla a estudiar detenidamente el asunto. Y viaja. Permanece casi un lustro en esas tierras abandonadas de Dios, pero no de los productores de Hollywood, y finalmente regresa convencido de que esa guerra no puede ganarse. Por el correo de las brujas se entera de que existe un documento de 7000 páginas, repartido en la nada de 47 volúmenes, sobre la historia del desarrollo de las relaciones bilaterales entre Vietnam y los Estados Unidos entre 1945 y 1967, en donde se detalla que la Guerra de Vietnam es un fraude, que muchas de sus acciones que sirvieron de pretexto para la intervención militar nunca sucedieron, que se le ha estado mintiendo al Congreso de los Estados Juntos de América todo lo posible, y que en definitiva la Administración Nixon, así como las anteriores, son responsables de un baño de sangre que no quieren parar por razones políticas. Ni corto ni perezoso, Ellsberg se compromete con la democracia, y decide hacer público el informe. Aunque, por ser material clasificado top secret, eso le llevaría ser enjuiciado por alta traición.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Desde siempre, el negocio de las "historias basadas en la vida real" han sido un negocio rentable para la televisión. En este caso tomaron el caso de Ellsberg, el tipo que soltó la bomba sobre lo que estaba pasando en Vietnam en aquellos años. Este es otro de esos telefilmes elaborados de manera discreta al respecto.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Es una película basada en uno de los momentos más oscuros de la historia de los Estados Apelotonados de América. Un episodio en donde, al igual que después lo repitió el infausto George W,. Bush, el Gobierno de los Estados Conglomerados de América le mintió al grueso público mundial, traicionando así los principios de libertad y democracia que han jurado defender. Eso debería ser suficiente.
-- Es un telefilme bastante discreto. En ningún minuto cae en el discurso apologético. En vez de eso, se dedica a narrar crudamente los acontecimientos, de manera tan neutral como sea posible. Ellsberg no es descrito como un héroe, precisamente, sino como un tipo que hace las cosas quizás por devoción patriótica, pero también quizás porque es un ególatra que necesita desesperadamente ser el salvador de algo (si es de los Estados Bondaged de América, mejor) para sentirse vivo. Es decir, es una peli que tiene el suficiente respeto por el espectador para que éste se forme su propia opinión sobre lo que está pasando.
-- El elenco presenta actuaciones discretas. James Spader tiene la misma cara de alucinado de siempre, pero ahora con patillas '70's style. Claire Forlani luce bien en un rol que, bien mirado, no pasa de ser un papel tipo. Y los secundarios infunden credibilidad a sus roles, como funcionarios burócratas del Gobierno que, en realidad, se dedican a hacer su trabajo y sólo ruegan porque nadie sea tan estúpido como para hacer olitas en el terreno.
IDEAL PARA: Ver cine político... ¿de alturas? Probablemente no. ¿Interesante? Sí... ¿Digno? También... ¿Barato de producción? ¡Indiscutiblemente!
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