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miércoles, 29 de noviembre de 2006

"Los infiltrados" (2006).


-- "The Departed". Estados Unidos. Año 2006.
-- Dirección: Martin Scorsese.
-- Actuación: Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Jack Nicholson, Mark Wahlberg, Charlie Sheen, Ray Winstone, Vera Farmiga, Anthony Anderson, Alec Baldwin, Kevin Corrigan, James Badge Dale, David O'Hara, Mark Rolston, Robert Wahlberg.
-- Guión: William Monahan, basado en el guión de Alan Mak y Felix Chong.
-- Banda Sonora: Howard Shore.

-- "Los infiltrados" en IMDb.
-- "Los infiltrados" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Muchos años atrás, un chico irlandés fue prohijado por un connotado jefe de, ejem, "esa" clase de organización. Con semejante padrino, el chico no tuvo inconvenientes para convertirse en policía estrella. De manera que ahora el mafi cuenta con un infiltrado en las filas enemigas, entre los polizontes. Aunque éstos no saben que tienen un topo cavando en su jardín, tienen la brillante idea de hacer lo mismo. Hay un joven policía irlandés, muy majo él a pesar de su aspecto rebeRRRde (Leonardo DiCaprio, ¿vale?), que es ideal. Así es que lo dan de baja (supuestamente), lo mandan a prisión, y todo el proceso necesario para infiltrarlo tras las líneas enemigas. Tras unas cuantas vueltas de guión, lo consigue (o si no no habría película, vamos). El otro chico, por su parte, empieza a hacerle los puntos a una psiquiatra de policías, usando toda su artillería humorística para encamarse con ella. Pero ella atiende a un ex policía que... ¿adivinan quién es? En adelante, las cosas se van a poner muy pesadas para todos, en particular cuando cada bando descubra que tiene una rata metida en la alcantarilla, y empiece el juego del gato y del ratón para sorprenderse mutuamente...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Quién te ha visto y quién te ve. Martin Scorsese, el chico que iba de cineasta rebelde junto con la generación de los '70s, está convertido ahora en todo un mainstream. El hombre que antaño nos regaló joyitas como "Alicia ya no vive aquí", "Taxi Driver", "El toro salvaje", "El rey de la comedia" o "La última tentación de Cristo", ahora rueda producciones hiperbólicas y no muy substanciales, como "Pandillas de Nueva York" y "El aviador". Y ahora, esto. Criada la fama, Scorsese puede rodar lo que se le venga en gana, y lo alabarán lo mismo. "Los infiltrados" no es en sí misma una mala película, ni mucho menos; está narrada con un pulso narrativo que ya se lo quisieran varios cineastas videocliperos de segunda estilo McGee y sucedáneos, pero... Esta peli es un remake de un filme asiático sobre policías y mafiosos con muy mala leche ("Asuntos infernales", concretamente), pero eso para Scorsese era muy poco. Y es que verán, yo soy Scorsese, are you listen to me?, y si ruedo una historia con violencia como "Taxi Driver" o "Cabo de miedo", no puedo limitarme a hacer escenas de acción resultonas, oh, no, sino que tengo que poner o decir algo sobre la alienación humana respecto de la sociedad, el sinsentido de la violencia, la condición existenciometafísica del hombre y etcétera, aunque no venga a cuento, porque tengo una fama que alimentar entre los espinilludos estudiantes de cine de los monacales claustros universitarios de las escuelas de cine de Europa, y tengo que regalonear a la crítica joven e intelectualoide que creció viendo y admirando mis filmes, y no soportarían que un genio como yo se diera simplemente el gusto de filmar una película menor, ¿no? Hmmm... ¿No?

¿POR QUÉ VERLA?

-- Como decíamos, la historia tiene un envidiable pulso narrativo. Se diga lo que se diga (en particular "¡se te acabaron las ideas, Scorsese!"), el hombre aún sabe narrar un buen cuento. Una escena de violencia en Scorsese es una escena de violencia, no un festín de FXs. Decae al final, con un alargue innecesario y una salida un tanto facilona, deus ex machina incluido (lo que para los intelectualoides de siempre queda molón porque refleja el absurdo y el sinsentido nihilista de la vida cotidiana, pero que para nosotros es un imperdonable crimen de guionista remiso de ideas), pero al menos el desarrollo compensa lo suficientemente bien.

-- Los actores están... Eh... ¿Cómo decirlo...? En general dan bien los papeles, aunque en este caso se trata no de un brillante trabajo actoral, sino de un casting afortunado. O sea, Scorsese no se calentó la cabeza pensando en la dirección de actores, y aprovechando su llegada en Hollywood se limitó a levantar el fono y decir "Hey, Scorsese here, do you want to shoot a film with me?" a grandes prohombres que encajaban milimétricamente con sus personajes. O sea, para un papel diseñado a la medida de Jack Nicholson llamó a Jack Nicholson, para uno diseñado a la de Leonardo DiCaprio llamó a Leonardo DiCaprio, etcétera. El resultado es discutible. Como todos interpretan más o menos los personajes clásicos que han llevado de filme en filme, son Jack Nicholson y Martin Sheen quienes imponen más presencia, mientras que Leonardo DiCaprio, a pesar de entregar una convincente perfomance, desluce su tanto (siempre hemos sostenido que es un actor con gran talento desperdiciado), y lo mismo cabe decir de Mark Wahlberg y Matt Damon. Sobre Vera Farmiga no nos pronunciamos, aunque sea porque la chica trata de hacer lo mejor que puede con un papel que linda en el ridículo más absoluto (cuesta pensar cómo una chica tan idiota y sentimentalmente inestable es capaz de llegar a un puesto de tanta responsabilidad como el que ostenta, o a lo mejor ése es el detalle de crítica social de la peli, vaya uno a saber).

-- Mirado desde cierta óptica, el filme puede verse incluso entre carcajadas. Hay varias escenas que muestran como Scorsese trata de filmar algo que no sea "otro policial más", sino que busca su incansable Grial de los personajes bigger than life, y en estas escenas recordamos aquella frasecita de Napoleón, según la cual "de lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso". Y ya no digamos la escena final con un balcón, una linda cúpula y una rata caminando por la baranda, para mostrarnos con toda claridad el concepto que nos han refregado toda la película: que todos son unas ratas, precisamente. Gracias por lo obvio, Scorsie.

IDEAL PARA: Mimetizarse entre los intelectualoides de siempre y alabar el genio (¿?) de Scorsese.

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