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domingo, 3 de septiembre de 2006

"La guerra de las galaxias, Episodio VI: El regreso del Jedi" (1983).


-- "Star Wars: Episode VI - Return of the Jedi". Estados Unidos. Año 1983.
-- Dirección: Richard Marquand.
-- Actuación: Mark Hamill, Harrison Ford, Carrie Fisher, Billy Dee Williams, Anthony Daniels, Peter Mayhew, Sebastian Shaw, Ian McDiarmid, Frank Oz, James Earl Jones, David Prowse, Alec Guinness, Kenny Baker, Michael Pennington, Kenneth Colley.
-- Guión: Lawrence Kasdan y George Lucas, sobre una historia de este último.
-- Banda Sonora: John Williams.

-- "La guerra de las galaxias, Episodio VI: El regreso del Jedi" en IMDb.
-- "La guerra de las galaxias, Episodio VI: El regreso del Jedi" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

C3PO, el robot estirado y gay en potencia, viaja sobre las desérticas arenas de Tatooine en compañía de R2D2, el grifo de incendios con ruedas y respondón. Van de visita de cortesía a Jabba el Hutt, un zar del crimen que es una babosa pringosa y lasciva. Allí se entera de que los han sacrificado vilmente, ofreciéndolos como presente a cambio de la liberación de Han Solo (muy robots y sintientes serán, pero jurídicamente siguen siendo meras cosas y no personas). Jabba se ríe en la cara de los robots. Y luego de Leia, cuando va al rescate de Han Solo. Y luego de Luke, cuando va al rescate de los otros. Jabba sabe divertirse, y hace bajar de peso a Carrie Fisher para que se ponga un bikini de acero y pose como una pin-up sadomasoq. Pero Luke tiene una sorpresa: sabe hacer pirueta y tiene un nuevo sable láser, con el que siembra una escabechina general en el desierto, el día de la ejecución. Jabba el Hutt y toda su alegre corte de los milagros es así pasaportada alegremente al más allá.

Pero queda más. Luke viaja a Dagobah, a tiempo para ver como la marioneta que hace de Yoda se evapora en el aire, no sin antes enviarlo a una última y sangrienta misión: Yoda ha decidido sacar las castañas con la mano del gato, manipulando zafiamente a Luke para que éste mate a su propio papi corazón, con la anuencia de Obi Wantan u Obi Wan Kenobi, o como se llame (seis reseñas, y sigue sonándome risible el nombre). Luego empieza lo bueno: la Rebelión ha conseguido los planos para hacer saltar en pedazos una poderosa estación espacial del Imperio, en donde el mismísimo Emperador estaría. Lo que no saben es que todo ha sido orquestado por el Emperador mismo, para atraer a la Rebelión misma a un ataque final en donde irán por lana y saldrán trasquilados... Pero lo que el Emperador no sabe, es que dentro de Darth Vader aún laten los sentimientos de Anakin Skywalker... y que Luke se negará a matar a su propio padre... y que los rebeldes conseguirán la ayuda de unos tiernos osos de peluche... Y que el Bien siempre vence sobre el Mal... Y que la libertad es preferible al orden... Y que sus operarios diseñaron la nueva Estrella de la Muerte con el mismo punto débil que la anterior... Y que se está volviendo viejo y senil, a pesar de que Ian McDiarmid está aquí más joven que cuando interpretó al mismo personaje más joven en la segunda trilogía que en verdad es la primera...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Después de bañarse en dinero como Cleopatra en leche de burra, George Lucas quería cerrar su trilogía a lo grande. La idea era buena, ya que en esa época (y hoy día también), y con la significativa excepción de "La profecía III", existía el concepto de que las secuelas debían seguir produciéndose ad infinitum, hasta que la saga dejara de ser redituable (léase otras sagas contemporáneas como Rocky, Superman o Star Trek); este concepto fue imitado en "X-Men III" y "Mátrix Revolutions", aunque con trampa, porque dejaron cabos sueltos intencionados para alguna posible continuación. Así, "El regreso del Jedi" nació con enormes tensiones internas. Por una parte debían amarrar todos los cabos sueltos dejados por "El Imperio contraataca" (el llamado síndrome "ira de Khan": el precio por una buenísima "Viaje a las estrellas II" fue una mediocre "Viaje a las estrellas III"). Por otra, el tono iba a ser más oscuro porque el Mal atacaba con mayor fuerza que nunca, habiendo lastimado seriamente al prota Luke Skywalker. Además estaba el ambiente político: en "La guerra de las galaxias", Estados Unidos vivía la Era Carter y todo era bonito y New Age, aunque con gélidos vientos de fascismo americano cerca, mientras que en la era de "El regreso del Jedi", la Era Reagan era una realidad y el maniqueísmo entre buenos muy buenos (los campeones de la libertad) y malos muy malos (el maligno superestado galáctico totalitario que opera como caricatura de la Unión Soviética) era casi inevitable. El resultado es una película irregular, no tan mala como han criticado, aunque tampoco tan brillante como otras de la saga.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es el cierre de toda la saga. Todos los villanos mueren. Y digo todos: Jabba el Hutt, Bobba Fett, el Emperador, Darth Vader, el Almirante Piett... De verdad que no queda ninguno para una eventual continuación (gracias a Bastet). Y todo se arregla para los buenos: reencuentro entre hermanos, ajuste de cuentas de Luke con su pasado, los jedis resucitan de la muerte, el Imperio es aniquilado. Nada de mariconadas como dejar algún malito suelto para la cuarta parte.

-- Vas a ver dos películas por el precio de una. La primera parte es todo el asunto de Jabba el Hutt, que a ratos es un poco fastidioso porque distrae de lo bueno (que empiecen los disparos espaciales ya), pero a cambio tiene escenas bastante morbosas. Si no, díganselo a Carrie Fisher, que tuvo que ponerse a dieta para caber en el bikini de metal, y que mató a Jabba el Hutt ahorcándolo con una cadena, en uno de los finales de villano con más carga sexual de todo el cine de ciencia ficción (y luego dicen que era para niños). Y luego viene la batalla espacial, bastante bien resuelta y espectacular.

-- Los Ewoks. Ya lo sé, se ven mamones y parecieran desentonar un poco del tono oscuro general de la película. Y muchos no se tragan que un puñado de osos de felpa hayan dado buena cuenta de un avanzado piquete de soldados imperiales. Esos tipos no han leído historia: los comandos de desharrapados haciendo puré de ejército profesional son algo bastante común. Si no, díganselo al romano Varo, que perdió tres legiones y la vida lidiando con el germano Arminio en Teutoburgo, o al español Pedro de Valdivia, emboscado por el mapuche Lautaro, o al fatuo general ezpañó Silvestre, despachado por el diablo Abd El Krim, o a los afganos comiéndose con zapatos a los británicos en la India de 1838... Etnocentrismo, que le llaman. Lo que hicieron los ewoks tiene precedente histórico, y no es tan increíble como parece: después de todo, tenían el terreno de su lado, y eso es bien visible en la peli.

-- Es una cruda caricatura del sempiterno miedo del yanki promedio a ser dominados por una dictadura totalitaria extranjera (una nacional fundamentalista neoconservadora no, eso es algo distinto y muy yanki). El Imperio es presentado como una especie de Unión Soviética espacial. Si no me creen, miren los parecidos: el Imperio está gobernado por un gerontócrata cuyo brazo derecho es un tecnócrata, igual que los vejetes del Politburó se hacían asesorar por una serie de técnicos de la Academia de Ciencias de Moscú, ambos se apoyan en la soldadesca, ambos poseen un "arma definitiva" (la bomba H o la Estrella de la Muerte), etcétera.

IDEAL PARA: Ver en qué termina todo eso de los jedis.

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