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domingo, 9 de julio de 2006
"El Padrino III" (1990).
-- "The Godfather: Part III". Estados Unidos. Año 1990.
-- Dirección: Francis Ford Coppola.
-- Actuación: Al Pacino, Diane Keaton, Talia Shire, Andy Garcia, Eli Wallach, Joe Mantegna, George Hamilton, Bridget Fonda, Sofia Coppola, Raf Vallone, Franc D'Ambrosio, Donal Donnelly, Richard Bright, Helmut Berger, Don Novello.
-- Guión: Mario Puzo y Francis Ford Coppola.
-- Banda Sonora: Carmine Coppola.
-- "El Padrino III" en IMDb.
-- "El Padrino III" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
A finales de los '70s, el viejo Michael Corleone es nombrado comendador de una orden muy encopetada y encumbrada del Vaticano. Recibe entonces una oferta que no puede rehusar: un arzobispo en el Vaticano está metido en problemas financieros y necesita urgentemente un cañonazo de 500 millones de los verdes para sanear la, ejem, "banca de Cristo". Corleone acepta porque tendrá el control de las finanzas del Vaticano, podrá sacar por fin el dinero de la Familia a la legitimidad, y cerrar para siempre su pasado mafioso con unciones y óleos sagrados tramitados por sacristía. Algo que el viejo Corleone necesita con toda sus fuerzas, porque verán, el haberse carneado años atrás a su propio hermano y ser responsable de hacer pedazos su propia vida le está pasando factura, en forma de remordimientos de conciencia. Pero una vez sucio, la suciedad se te pega: los viejos socios mafiosos arden en deseos de meter las manos en el negocio vaticano y ensuciarlo con lavado de capitales, algunos obispos y cardenales vaticanos andan en negocios harto sucios, y para colmo, aparece un sobrino muerto de ganas por hacerse respetar como nuevo padrino. Michael Corleone tendrá que esquivar atentados de toda clase, además de luchar con el hijo que no quiere seguir sus pasos, la esposa que se niega a perdonarlo, y también debe impedir que su sobrino se coma a su propia hija, y todo eso, mientras lidia con una organización tan corrupta como la Mafia, cual es la Iglesia Católica, y ello, sin contar con la lucha interior contra su propia alma. ¿Algo más...?
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Después de las monumentales y soberbias "El Padrino" y "El Padrino II", había mucho que apuntaba hacia una tercera parte. Los estudios Paramount estaban ansiosos por forrarse de dinero y Oscares con una nueva entrega. Se barajaron varios directores: el propio Ford Coppola, Martin Scorsese, Sidney Lumet, Costa-Gavras, Alan J. Pakula, Michael Cimino, Michael Mann, ¡Sylvester Stallone! Se encargaron también una tonelada de guiones distintos. Finalmente, Francis Ford Coppola aceptó, en gran parte porque Zoetrope Studios (su propia productora) estaba al borde de la quiebra luego del monumental fracaso de "Tucker: Un hombre y su sueño". Paramount puso una serie de condiciones, incluyendo una cantidad límite de minutos, y un presupuesto exigente. A la larga, estas limitaciones ayudarían poderosamente a esta película, de parida tan accidentada que los nombres de Alec Baldwin, Matt Dillon, Val Kilmer, Charlie Sheen, Billy Zane y Nicholas Cage fueron barajados para hacer del sobrino de Corleone (terminó en las solventes manos de Andy García), y los de Julia Roberts, Wynona Ryder y Rebecca Schaeffer para el de hijita de papá (rol que cayó en una hijita de papá precisamente: Sofia Coppola).
¿POR QUÉ VERLA?
-- Es un digno final para la trilogía. Estamos hablando de una saga cuyas dos entregas primeras habían sido en un período de un par de años, y la última demoró 16, y fue hecha más que nada por motivos financieros, así es que podría haber sido mucho más adocenada y aburrida. Desmerece un tanto frente a las otras dos, pero sólo porque ésas eran titánicas en concepción y resultados, pero si "El Padrino III" fuera la única sobre Michael Corleone que se hubiera rodado, seguiría siendo un filme muy bueno. Digamos que parte de la magia está en que, por tercera vez, el escritor de la novela original Mario Puzo unió fuerzas a Ford Coppola en el guión, y eso se nota.
-- El elenco es todo lo bueno que se puede pedir. Da escalofríos pensar que el rol de Michael Corleone podría haber ido a dar a otras manos, después de verlo en la soberbia versión de Al Pacino. Andy García está en plena forma, muy creíble como chulo metido a mafioso que conforme va internándose en los meandros de la suciedad, se convierte en un nuevo Padrino. El gran lunar es, por supuesto, Sofia Coppola, que ese año obtuvo el Premio Razzie a la Peor Actuación con el resultado inusualmente alto de 66% de los votos. No por nada, esta película fue no sólo su debut actoral, sino también la sepultura de la misma (en la actualidad está abocada a la dirección, incluyendo la sobrevaluada "Perdidos en Tokio").
-- La trama repite algunos motivos de la primera película, incluyendo la idea del outsider metido dentro de la Mafia que va ascendiendo posiciones a medida que el viejo padrino se retira, lo que crea una percepción de "tiempo cíclico", permitiendo nuevas lecturas sobre las verdaderas razones que el viejo Vito Corleone podría haber tenido para hacer todo lo que hizo, hasta el día de su muerte. Es decir, la historia redondea y cierra adecuadamente un círculo que, por otra, según se insinúa, no puede tener final alguno. Por cierto, hubiera sido una película mucho mejor si el guión hubiera enfatizado más este aspecto. Por otra parte, el hecho de tener que hacer una no demasiado larga (dos horas tres cuartos y no más, por imposiciones de Paramount) la benefició con un ritmo algo más ágil que las dos anteriores.
-- Hay un interesante discurso sobre la redención. Hay un agudo contraste entre Michael Corleone, el hombre sucio por fuera y anhelante de salvación por dentro, y la Iglesia Católica, con un cáliz rebosante de piedad hacia afuera y corrupta hasta la médula por adentro. Ese contrapunto es uno de los ejes motores de la película, otorgándole una nueva dimensión metafísica a todo el cuadro.
-- Es una de las pocas películas que mete el dedo en la llaga en la enigmática muerte de Juan Pablo I. Es secreto a voces que hubo operaciones mafiosas, logias masónicas y tráfico de dinero en la política italiana relacionadas con lo prematuro de su muerte (después de sólo 33 días de pontificado). Pero el cine, ha mirado siempre en otra dirección al respecto... salvo por esta película.
IDEAL PARA: Terminar la maratón de diez horas iniciada con las otras dos películas de la franquicia.
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