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viernes, 19 de mayo de 2006

"Viaje a las estrellas: La nueva generación" (1994)


-- "Star Trek: Generations". Estados Unidos. Año 1994.
-- Dirección: David Carson.
-- Actuación: Patrick Stewart, William Shatner, Jonathan Frakes, Brent Spiner, Levar Burton, Michael Dorn, Gates McFadden, Marina Sirtis, Malcolm McDowell, James Doohan, Walter Koenig, Alan Ruck, Whoopi Goldberg, Jacqueline Kim, Patti Yasutake, Barbara March, Gwynyth Walsh, Chris J. Miller, Tim Russ, Majel Barrett (voz de la computadora del Enterprise).
-- Guión: Ronald D. Moore y Brannon Braga, basados en una historia de estos dos y de Rick Berman, sobre el universo narrativo creado por Gene Roddenberry.
-- Banda Sonora: Dennis McCarthy.

-- "Viaje a las Estrellas: La nueva generación" en IMDb.
-- "Viaje a las Estrellas: La nueva generación" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Fecha estelar... ejem... nosécuánto, quémeimporta. El caso es que ésta es de esas películas "con prólogo" varios años antes. El nuevo Enterprise número algoguiónalgo (¡si quieren detalles, pregúntenle a un friki, caramba!) parte con algunos miembros de la viejísima tripulación del Enterprise, ahora con evidentes problemas reumáticos, artríticos, de hipertensión y visuales (la edad, que le dicen). Se suponía que iba a ser un vuelo de rutina (siempre se supone lo mismo), pero aparecen los problemas (siempre aparecen). Se topan con una fuente de energía, el nexus, que casi hace pedazos la navecita, que se salva porque Kirk hace el héroe... y desaparece en el intento. Muchos años después, ya en tierras, o aguas, o espacio mejor dicho, de "La nueva generación", la penosa tripulación del Capitán Picard acude para investigar un misterioso incidente que involucra a una nube nexus. Descubren que la dichosa nube aniquila planetas y estrellas allí donde se cruza, y peor aún, anda un científico alienígena dando vueltas que le importa un carajo reventar civilizaciones completas si con ello consigue ponerse en el camino del nexus, porque verán, el dichoso nexus es en realidad un portal hacia la dicha y felicidad eterna. La única esperanza del Capitán Picard para parar al alienígena tan loco que no le importa sacrificar cualquier cosa a cambio de felicidad eterna, es encontrarse con, ¿adivinan quién...? Sí, Kirk no estaba muerto. Así es que, en mejor estilo de cómics cross-over como "Superman contra Olafo", ambos unen fuerzas para detener al científico loco que, a pesar de ser alienígena, tiene los humanísimos rasgos de Malcolm McDowell.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Después de que en "Viaje a las estrellas VI" el elenco antiguo de la serie se había despedido, había un problema para continuar haciendo películas: ¿cómo metemos a la nueva generación? Eso, en particular teniendo en cuenta que, a diferencia de los carismáticos actores alrededor de Shatner, Nimoy y Kelley, la gente alrededor de Picard son una panda de inútiles y desangelados que parecieran sobrevivir capítulo a capítulo de la serie televisiva más por deus ex machina del guionista que por cualidades heroicas propias. La mejor solución: los veteranos apadrinan a los noveles. Eso impone hacer un cruce entre actores separados por el tiempo, pero como esto es una de Sci-Fi, pues bien, se inventa un fenómeno espaciotemporal que conecte ambos tiempos, y asunto arreglado. Ojalá hubieran llamado a Nicholas Meyer (director de "Viaje a las estrellas II" y "Viaje a las estrellas VI"), porque el resultado hubiera sido mejor; en vez de eso convocaron a un donnadie cuyo currículum, no por casualidad, está constituido mayoritariamente por episodios para series de TV. Los resultados (¿cuáles?) están a la vista.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es de visionado obligado para cualquiera que quiera interiorizarse en los pormenores de "Viaje a las estrellas", fundamentalmente porque es la película en donde ambas tripulaciones se cruzan. A la mala, con fórceps, pero se cruzan.

-- El concepto básico (una distorsión espaciotemporal en cuyo interior se encuentra la felicidad absoluta) es sumamente poderoso. ¡Qué no hubiera hecho Tarkovski con un material así entre las manos! Por desgracia, esta película es el clásico exponente de "buena idea chapuceramente desarrollada". Hay tantos personajes que entran y salen del nexus casi a voluntad, que uno puede buenamente preguntarse qué tan absoluta era esa supuesta felicidad absoluta, si quienes entran no tienen ninguna dificultad aparente en salir de allí (se supone que debería costarme un mundo abandonar un lugar que teóricamente es más divertido incluso que las 72 huríes del Paraíso).

-- Es una nueva muestra de la vulgaridad cowboy yanki del Capitán Kirk. O sea, vemos claramente que para él, la felicidad absoluta es un ranchito aislado en el Medio Oeste americano. No un puesto en Oxford, no un lugar en un laboratorio científico, no escribiendo libros ni componiendo música, ni siquiera su trabajo de siempre de salvar la galaxia desde un puente de mando. Nada de eso. La felicidad suya es "quiero una granja y déjenme en paz".

-- Malcolm McDowell. Para los fanáticos de Malcolm McDowell. O sea, hace el mismo villano de siempre. Quienes gusten de ver a Malcolm McDowell haciendo el mismo villano de siempre estarán de plácemes una vez más. Quienes empiecen a cansarse de ver al mismo canoso poniendo cara de pasado de roscas, pues bien, ejem...

IDEAL PARA: Hacerse una idea de qué podría pasar cuando le encargas pintar la "Mona Lisa" o "El nacimiento de Venus" al maestro de brocha gorda que hace carteles dos esquinas más abajo de tu casa.

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